“Sé paciente, el ojo tiene un plan.”
¿Fastidiado?
¿Cansado?
¿Exasperado?
Si…
Imagínate tener que estar estudiando para una prueba de la cual depende la integridad económica y moral de las personas, que separa la cárcel de la libertad, tu valiosa libertad; que no sabes de que va a tratar pero que la vas a ir a presentar porque así tiene que ser “porque si” y llevas preparándote para ello más de un año. Un año de incógnitas, de secretos, de mentiras, de desvelos… Un maldito año escondiéndote de la sociedad que tanto te venero antes viviendo en la clandestinidad. Un maldito y jodido año donde lo único en lo que puedes pensar es en ese maldito quinto jinete que, ¡por dios! Ni siquiera era jinete por lo que veía era un jodido y maldito agente del FBI y cuyo nombre era tan normal y aburrido como la misma existencia “Dylan Rhodes”.
Para todos los de aquí a excepción de mi era como un dios “Wow, agente del FBI y mago. Mola muchísimo. Estoy seguro que él es el maestro del engaño. Es importante. Es único. Es especial. ” ¡BHA! ¡Tonterías! Y redoble de tonterías absurdas. No terminaba de entender porque lo veneraban tanto ¿Por qué contacto al ojo? ¡Eso yo también lo podía hacer! Y, aunque encontrarlos y contactarlos me costó bastante yo también me comunicaba con “el ojo” ¿Por qué no estaban lamiendo la suela de mis zapatos? Porque yo quería no solo obtener el respeto… quería que Dylan reconociera que yo había ganado. YO, el “amante” le había ganado y no solo por ser más joven iba hacer más inútil o tonto. Superaría a Merrit, al novato de Jack y al veterano de Dylan.
Insistí como nunca para hablar con los jefes, estuve al pendiente, me comunicaba con “el ojo” yendo hasta a los lugares más dudosos, llegaba hasta tarde a dormir, no me la pasaba en entrenado como hacían los otros dos pero cuando el señor FBI iba a vernos para visitarnos y checar nuestros avances me hacia el tonto con Dylan y con el resto del equipo y si alguien preguntaba la respuesta era obvia “vaginas”. El ojo… era mi secreto para vencer al mago y al agente del FBI, porque yo también tenía que tener un as bajo la manga.
SEGUNDA ILUSIÓN
La Sacerdotisa.
“¡Oh por dios! ¡Esto es una mierda! ¡El que inventó esto es un sádico enfermo!” - Henley
“¿Sabes que oí sobre Henley?
Que se cansó de estar esperando, perdió la fe, quería salirse y el ojo se lo permitió; pero ¿quién sabe? En el tema del amor es tan difícil saber. Tal vez se cansó de ti. ¿Nunca lo pensaste? Eres controlador. Tal vez no la ataste muy fuerte”
Mi historia… mi vida en este momento literalmente se reducía a cuatro paredes de un metro de largo por medio metro de ancho y eso, era mucho espacio por describir.
- ¡Es que no entiendo que quieres lograr Dylan! Hemos seguido tus órdenes, hemos estado entrenando día tras día y no vemos ni un solo progreso.-
- Necesito que trabajen como un solo ser Atlas, necesitan mejorar –
- ¿Mejorar para qué? ¡Oh! – Atlas se golpeó la frente como si fuera lo más obvio – se me olvidaba, que estúpido soy ¿verdad? porque es “confidencial”.-
- Atlas por favor, tranquilízate y se paciente el ojo tiene un plan – el valiente de Rhodes trato de calmar a la bestia. Atlas era imparable, era muy inteligente y astuto pero era arrogante, controlador y tenía en su mirar aquel brillo de desconfianza y sadismo que mi padre antes tenía. Como aquel que quiere más y no lo consigue.
Ellos siguieron discutiendo, ajenos a que los estaba observando. Atlas giro los ojos como si estuviera fastidiado de esa frase, moviendo la cabeza negativamente.
- Yo me largo. Estoy harto.-
- Atlas por favor… ¿A dónde vas? Necesitas entrenar para…
- Voy a buscar chicas y a tener sexo con ellas ¿quieres ir? ¿No? Me lo esperaba, abstenido.-
Y así fue como el chico bonito se fue azotando la puerta. Y Dylan se sobo el puente de la nariz. Internamente me dio lastima y pobre de él, lidiar con tanto inmaduro y…
- Ya sal… sé que has estado escondida en el ropero por más de cuatro horas, fueron divertidas las primeras dos, pero hasta yo me canso.-
Rayos.
Me quede pensando en salir o si quedarme ahí, podía aguantar según yo otras cuatro horas, pero ahora que lo pensaba con estos tacones, y con el calor y con el hambre que traía…
- Te invitare a cenar comida mexicana -
- Que bueno, me muero de hambre. – Rhodes al verme salir levanto una ceja como reclamándome algo pero sin palabras - Lo lamento Dylan, solo estaba muy entusiasmada por conocer al equipo y a Jack, enserio creí que vendría Jack. He soñado tanto tiempo con conocerlos, no es como si no los conociera de antes, pero verlos hacer esos trucos en tantos lugares, en haber sido puestos a prueba con tanto dinero y esas cosas y dejar todo eso por ti. Es…
- Por el ojo –
- ¡Por el ojo! Yo solo quería estar un poco más cerca de los que serán mis futuros compañeros –
- estar dentro de un ropero no es conocerlos y menos a Daniel.-
- No es por parecer entrometida pero creo que Daniel es gay y se acuesta con todas esas mujeres para reafirmarle a los demás que le gustan las nenas siendo que le gustan los nenes ¿has visto lo tenso que esta? Parece que no tiene sexo todas esas veces que dice tener sexo y solo dice que tiene sexo por que los demás tienen sexo y si tienen sexo el también debería tener sexo, o eso es lo que piensa el, pero sinceramente yo creo que le da pena darse cuenta que es gay o simplemente no sabe que es gay o quizá a un no se ha enamorado pero estoy segura que es un gay, pero no tan gay, gay solo gay. No de ese tipo de gays que van vestidos de mujer solo como esos gays que no parecen gays. No me lo imagino como pasivo. Creo que tú serias más como el pasivo; pero tú no tienes ese aire gay que tiene Daniel es por eso que tú no puedes ser el pasivo gay, solo que te enamores de un gay te volverías gay pero no tan gay pero supongo que no importaría tener un amigo gay, o dos o quizá todos mis amigos sean gays creo que en verdad eso no me importaría por…
- Ok. Lula veo que tienes hambre estas diciendo incoherencias. Ven vamos por esa comida –
- Oh, Dylan no me digas que no has visto esos programas donde uno de los personajes está enamorado del atractivo detective consultor –
- No. y no quisiera verlos porque no existen los detectives consultores y en este caso yo sería el atractivo detective –
Comencé a reírme y le tome del brazo. Dylan no era como todos los hombres, él siempre tenía una cálida sonrisa para brindarte y sabía ser prudente. Quien me recomendó a él me dijo que guardaba un secreto más grande que cualquiera que nosotros y que el ser prudente que parecía ser no era más que la máscara del miedo y el rencor.
- Por cierto… Alma Dray te manda saludos.-
- ¿Cómo se encuentra?
- un poco rara, triste, decaída… creo que es tu culpa –
- si… es mi culpa – pareció triste al decir eso
- La amabas ¿Por qué la dejaste ir? –
- No la amaba Lula, eso solo sucede en los cuentos y en las novelas, no en la realidad. Yo creo que no estoy hecho para eso. Estoy demasiado podrido por dentro como para podrir a alguien más - Vi que miraba hacia delante con determinación y nostalgia – sabes tan bien como yo que Alma puede ser feliz con alguien más –
- Bueno pues si te sirve de consuelo creo que tú también puedes ser feliz con alguien más aunque si ella fuera, sería mucho mejor; pero de todas maneras sabes que estamos a tu lado y que puedes confiar en nosotros, en los jinetes…
Dylan se carcajeo no supe si lo tomo como juego o como conciliación pero esa noche cenamos y olvidamos el tema del amor para cambiarlo a como me iba a presentar. Estaba nervioso de presentarme ante los jinetes pero aún más de la reacción que tomaría Daniel Atlas al verme, no aceptaría trabajar con alguien aparte, y más si este “aparte” remplazaría a Henley.
A mí no me molestaba o me preocupaba en absoluto y cuando fijo la fecha en que me presentaría con los demás decidí que yo misma iría a ver a Atlas quizá así disminuiría su furia contra Dylan o la aumentaría, bueno, yo estaba decidida a apostar.
Recuerdo que en efecto fui a su casa y creí prudente que sería divertido y para destensar el ambiente (ya saben, creo que las personas normales no invaden las casa ajenas, pero somos magos, hacer cosas impredecibles es nuestro estilo) presentarme con un gracioso truco de magia y al parecer a Atlas no le pareció la broma como ¡JA, JA, JA! Fue más como un “ja, ja, ja” apagado pero yo quería que cuando menos fuera un JA, JA, JA, cómico o algo pero ni la primera ni la ultima.
Definitivamente Daniel Atlas no era el más simpático de los jinetes, ni siquiera sabía amarrar bien a una mujer ¿Qué se esperaba del él en el amor? No, no, no. Daniel pareció muy incómodo con mi visita, enojado como menciono Dylan y al menor descuido me fui. No era gracioso ni por lo menos simpático ¿Qué le veía todas esas mujeres con las que se acostaba? Y sinceramente su manera arrogante de actuar me causaba ciertos escalofríos.
Llegue corriendo con Dylan y no le dije nada seguramente me daría su discurso sobre lo que debo y no debo hacer pero no podía echarme toda la culpa. Era una persona curiosa por naturaleza.
- Entonces….- Quisquillosa sonreí – ¿tu madre o tu padre fueron los que te abandonaron? Porque es decir todos los magos tenemos un gris pasado.-
Dylan era muy expresivo y enseguida vi cómo se desconcertaba por mi pregunta, seguramente de tener algo en la boca lo hubiera sacado como una explosión asquerosa de residuos mutantes y esas cosas o algo por el estilo
- Lula… ¿Dónde te metiste? Creí que estarías aquí antes, digo soportaste cuatro horas de pie en un ropero y…
- Por ahí, pero oye, por fin conoceré al atractivo de Jack.-
- Todo un sueño ¿he?-
- es como conocer por fin a la bruja de Hanzel y Gretel, el sueño de todo niña –
Dylan sonrió – De niño yo no quería conocer a la bruja de Hanzel y Gretel – ambos comenzamos a reír por eso “tú qué sabes, eras un niño, los sueños de las niñas son distintos”- Conteste y seguimos riendo. Cuando comenzaba a olvidar el hecho de que había invadido la casa de Daniel, Dylan se recargo en la mesa – ¿y cómo reacciono Daniel con tu intromisión?-
Me quede muda al oírlo decir eso. Tartamudee un rato antes de contestar estaba segura que empalidecí enseguida ¿Cómo lo sabía?
- FBI – respondió a él a mi pensamiento y levanto una ceja - ¿y? –
- Nada bien. Creo que un poco exagerado –
- No me sorprende. Siempre le gusto ser el más listo en la sala y hacerlo ver como un tonto en su propia casa supongo que no le agrado nada.-
- En absoluto
- me lo esperaba –
- se lo merecía. Alma me conto que cuando lo interrogaste cuando aún no sabían que eras tú el quinto jinete esposo tus manos a la mesa de interrogatorios delante de las cámaras de seguridad y robo tu celular sin que te dieras cuenta. Quedaste como el tonto delante de todos y aun muchos en el FBI, te consideran alguien inepto e imbécil. Una invasión de propiedad no es nada a cómo te tratan en el trabajo.
- Gracias Lula, pero eso ya quedo en el pasado… Me es de gran ayuda trabajar en el FBI y me agrada mi trabajo aunque no lo creas.
Y como Dylan lo predijo los Jinetes llegaron antes de que el siguiera hablando. Daniel decía algo y cuando me vio dijo: “y ahí está” – como si yo fuera alguna clase de espécimen raro.
Pero no podía importarme menos porque entonces ahí estaba en persona. El mismísimo resucitado Jack Wilder. Con sus grandes ojos negros, esa sonrisa ladina y juguetona, ese peinado que le quedaba muy a la moda, sus jean´s pegados a sus perfectas piernas, y dios… ese trasero que se veía como echo para causar la lujuria en las almas más puras y buenas de la tierra.
Pero…
No parecía sorprendido o contento de que yo me les uniera internamente me sentí un poco mal. Pero ya encontraría la manera de acercármele. En el barullo que todos mantenían la que más resaltaba era la discusión que Daniel comenzó nuevamente con Dylan y en la cual todos callamos, me quede un rato pensando…
Daniel y Dylan eran como mi padre y mi madre. Ambos con mentiras. Con monstruos internos. Secretos. Misterios. Resentimientos y lo considere…. Ambos harían una linda pareja.
El primer jinete con el último. El controlador contra el liberal. El curioso contra el misterioso. La sonrisa socarrona contra la humilde. El playboy contra el virgen…. No sé ustedes o el hecho de que yo sea mujer pero de la nada yacía ante mí un par de hombres que solo compartían la soledad pero que tenían una oportunidad juntos.
Dylan quien era el quinto jinete puso las cosas en orden, si… como mi madre ¿Algún día Dylan cansado de Daniel lo apuñalaría en el cuello? Unió al equipo dándole equilibrio a las cosas para exponer el nuevo plan. Un año para planear el golpe a una compañía de tecnología que vendería datos de sus clientes y violaría las políticas de privacidad y, nosotros como jinetes los descubriríamos ante el público entero.
¿Ese era el mejor plan del mundo no les parece? Y aun así no entendía como es que habíamos terminado en Macau…