-Sabes Haruki, de verdad no quiero que te molestes más- le dijo Zinan sentado sobre su cama –Así que ya puedes irte-
-No quiero hacerlo sin asegurarme de que estarás bien Haitani-san. No sería bueno que te enfermaras-
-Estoy bien, en serio-
-¿De verdad?- preguntó acercándose precipitadamente a su rostro.
-No empieces a molestarme Haruki- se quejó inquieto. El solo hecho de tenerlo tan cerca lo hacía sentirse extraño.
-Lo que quiero hacer es completamente lo contrario- sonrió mientras comenzaba a tocar su piel por debajo de su camisa.
-¡Haruki! ¡N-No me toques ahí!-
-Estás muy tenso Haitani-san-
-¡Eso es porque me estas molestando!- se quejó intentando alejarlo inútilmente. Siempre que pasaba eso perdía sus fuerzas.
Sintió como recorría su abdomen con delicadeza hasta llegar a su pecho y hombros. El calor que ahora llenaba su cuerpo era intenso y punzante. Si no hacía algo terminaría como siempre lo hacía.
Haruki rozó su mejilla con su nariz y guio sus labios hasta los de él, quería besarlo ya, pero Zinan no se lo permitía. Eso solía pasar muy a menudo, pero esta vez parecía ser más seguro de no querer besarlo.
-Haruki ¡Ya basta!- se quejó Zinan aún sin poder moverse como era debido –¡Aléjate de mí!-
-Lo lamento Haitani-san, no quería molestarte-
-¡Deja de decir eso!- se quejó. Ya no podía más, había llegado a un punto en el que deseaba ser tocado por Haruki y sabía que eso estaba mal –Escucha, ya no puedo seguir con esto, es demasiado para mí…-
-No fue mi intensión presionarte…-
-¡Eso es porque no lo haces!- respondió –Ya deja de actuar como si todo fuera tu culpa, el único aquí que debería disculpare soy yo, pero a pesar de eso no lo haré ¿Y sabes por qué? ¡Porque todo este tiempo fue mi intensión hacerlo!- le gritó desesperado. Hay un límite para la presión que una persona puede sentir.
-Haitani-san, debes descansar, solo estás estresado- intentó calmarlo, pero Zinan impidió que lo tocara de nuevo. Solo pudo reír en ese momento.
-No puedo creer que en verdad seas tan estúpido- le sonrió -¿En verdad sigues pensando que esto es una relación?-
Haruki no le respondió.
-¡Todo el tiempo te utilicé para mis propios fines!- le gritó -¡Desde un principio fue todo una farsa! Tenía que hacer un papel importante, uno que nunca había hecho y la única manera en la que podía sacarlo adelante era con tu ayuda. Si te busqué fue porque sabía que no tendrías problemas en meterte con un hombre, porque serías fácil de manejar ¡Porque eras tan idiota que te creerías todo lo que te dijera! ¿Y sabes qué? ¡Funcionó! ¡Todo lo que hice funcionó! Mi reputación creció mucho más de lo que esperé y ahora tengo resuelto un trabajo más ¡Ya no te necesito! Y si duré todo este tiempo fue para que todo saliera perfecto y por mis propios intereses- dijo finalmente. Había esperado tanto para poder hacerlo que curiosamente no se sentía tan bien como hubiera creído.
La habitación se quedó en silencio por un momento.
-Lo sabía- le dijo Haruki –Desde un principio lo hice-
-¿Qué?-
-Esa mañana… cuando despertaste a mi lado me sentí tan feliz que ignoré por completo el hecho de que todo lo que había pasado era completamente extraño, y si lo hice fue porque creí que después de tanto tiempo por fin habías aceptado lo que sentía por ti pero… en ese momento llegó un mensaje a tu celular. Yo no quise verlo pero lo hice y fue cuando me di cuenta de que todo había sido una mentira-
-No, no pudiste saberlo-
-El mensaje era muy claro; parecía ser de uno de tus compañeros de trabajo. Decía que esperaba que pudieras encontrar un video porno lo suficientemente convincente como para que pudieras hacer bien tu papel. No entendí en un principio, así que me puse a investigar sobre el proyecto y terminé por entender a lo que se refería. Borré el mensaje antes de que lo vieras, no quería que te molestaras por eso-
Zinan no entendía lo que estaba escuchando -¿Entonces por qué me dejaste hacerlo? ¿Por qué si sabías que me estaba aprovechando de ti?-
-Porque yo te amo- le dijo el chico sin dudar antes de levantarse de la cama –De verdad, como lo dije en un principio: diez veces, cien veces, mil veces más que cuando estábamos en la escuela, y eso no va a cambiar, ni ahora ni nunca y creí que, quizá, solo quizá podría hacer que sintieras lo mismo por mí si me esforzaba lo suficiente… pero no fue así-
Zinan no supo cómo responder. Estaba sorprendido y molesto a la vez. Prácticamente Haruki le estaba confesando que se dejó manipular por el amor que aún le tenía, por un amor que él se encargó de despedazar fría y lentamente.
-¿Pero sabes? No te culpo, después de todo fui yo el que creyó que podría cambiar algo- agregó Haruki mientras tomaba sus cosas –Lamento haberte causado tantos problemas Haitani-san… pero me alegra saber que lograste hacer ese papel. Eres un muy buen actor- dijo antes de salir de la habitación para posteriormente salir del apartamento.
El chico de cabello rubio no puso agregar algo más, después de todo ya había acabado. Quizá no de la manera en la que hubiera querido, pero acabado al final. Entonces ¿Por qué se sentía así? ¿No debería estar aliviado? ¿Qué era esa sensación extraña? Las últimas palabras de Haruki lo desanimaron “Eres un muy buen actor” ¿De cuantas maneras podría interpretar eso?
Ahora se sentía culpable.
Se recostó de nuevo sobre su cama y abrazó su almohada en un fallido intento por sentirse mejor. Solo se trataba del mal rato que había pasado, solo eso. Habían sido muchas emociones en tan poco tiempo. Quiso intentar dormir, pero una inesperada llamada terminó por finalizar su terrible día.
Fue en ese momento cuando recordó que no todo giraba a su alrededor.