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Yo no me dejo por NoticeMeSenpai

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Notas del capitulo:

Hola lindas criaturitas!!!

Queriamos agradecer a las personas que se moelestaron en dejar comentarios, y ideas, aqui el segundo cap, esperamos que les guste tanto como a nosotras, los esperamos en los comentarios, besos.

Saludos Mizu-chan y Nicky-chan

13 años habían pasado de su desaparición. Por Haru se había enterado que lo estaban buscando pero que pronto habían descartado la misma por rumores, en estos años había cambiado, ya no era el mismo. 

Ahora estaba más alto e incluso musculoso (sin exagerar) y de buen porte, tenia el pelo un poco largo pero no mucho, sus ojos chocolates resaltaban más que antes pero con la diferencia de que ahora se había vuelto más fiera, ya no había rastro de aquel chiquillo, ahora era un hombre hecho y derecho con el útero pero más que bien puesto ya que saco su hijo adelante.

Él contó con la ayuda de Haru pero hubo un problema, Bianchi enfermo y Haru se tuvo que hacer cargo del restaurante. Tsuna tuvo que buscar el doble de empleo ya que era difícil mantener un niño, pagar las medicinas de la mujer sumándole los gatos de la casa.

Al final, no pudieron hacer mucho y Bianchi murió por lo que decidieron comprar una casa más pequeña para los tres vendiendo así el restaurante y trabajando ambos en las oficina de un Italiano, él como tesorero y Haru como secretaria la cual esta se encontraba en un viaje de negocios en este momento.

Era difícil pero no se quejaba. Si, es cierto que su vida era sacrificada pero a su niño no le faltaba nada, ni que comer o vestir, ni hablar de amor, eso si que no se lo dejaba faltar Ritsu Sawada era un chico de 13 años bastante tranquilo y muy inteligente.

Tenía el cabello azabache con reflejos castaños, unos ojos grises hipnotizantes ante la vista de cualquiera y además poseía una forma de hablar cautivadora.

Para ser recién un adolescente, poseía encantos siendo alto y atlético teniendo siempre las miradas puestas en él, pero para su mala suerte, había algo por lo que siempre discutía con su pequeño retoño y esto era el tema de su padre.

-Por milésima vez Ritsu, no tengo ni idea donde esta tu padre.-Le decía un ya cansado castaño.

-Papá, se que mientes. ¿Por que no me dices por lo menos su nombre? ¡Anda, por favor, por favor!-Suplico el niño con ojos de cachorro.

-Bueno, te lo voy a decir...-Comenzó a hablar Tsuna pero fue interrumpido ya que en eso sueno el timbre.-Ve a ver quien es luego, te lo digo.-Le dijo a su hijo.

-Pero me lo dices, ¿De acuerdo?...Sabes que no te dejare escapar aunque llegue tarde al instituto.-Contesto con determinación y terquedad, era como verse a él de joven.

-Si cariño, te lo diré pero solo su nombre. Yo realmente no sé en donde esta.-Le dijo chocando las manos con su hijo en señal de pacto.

El menor se dirigió a la puerta para luego abrirla.
Al abrirla, pudo apreciar a un hombre igual a su padre solo que mas rubio y con los ojos celestes, esto dejo un poco sorprendido al adolescente pero de igual manera decidió hablar.

-¿Qué necesita señor?.-Pregunto amablemente Ritsu con aparente paciencia, que dicho sea de paso no tenia, después de todo, por culpa de ese señor su padre se había escapado del interrogatorio de siempre solo que esta vez había cedido. El adolescente se vio interrumpido en su monologo mental cuando el hombre al fin hablo.

-Yo...Yo buscaba a...-El hombre balbuceaba, esta nervioso y muy tenso lo cual se podía notar a kilómetros.

-¿Quién es hijo?.-Pregunto Tsuna acercándose a la puerta e interrumpiendo al hombre para luego arrepentirse ya que aquél hombre era Giotto, su hermano.

-Tsuna...-Susurro anhelando que no fuera un sueño.

-Giotto...¿Qué haces aquí?.-Pregunto en un estado de shock. Estaba más shockeado cuando se vio envuelto en los brazos de su hermano mientras se perdía en la colonia que este usaba, le trajo tanta nostalgia que se perdió hasta que finalmente sintió una pequeña vocesita.

-Oiga, ¿Puede soltar a mi padre señor?.-Pregunto con mirada amenazante.

-¿Padre?¿Es tu hijo?.-Pregunto, Tsuna solo asintió como respuesta.-Ohh, ya veo...¿Como te llamas pequeñín? Yo soy tu tío, Giotto.-Se presento mientras asfixiaba al menor.

-S-Suélteme...Me llamo Sawada Ritsu...¿Ahora podría soltarme señor?-Pidió el chico, Giotto decidió soltar al pequeño para encarar a su hermano.

-Ahora, tu pequeño diablillo, me contaras todo con lujo de detalle.-Le dijo Giotto con aura amenazante a su hermano.

-No le hable así a mi padre.-Se quejo el menor.

-Esta bien Ritsu, el es tu tío.-Dijo resignado Tsuna mientras Giotto lo miraba expectante.-Es más, se te hará tarde para llegar al instituto, cuando vuelvas hablaremos.-Le dijo a su hijo.

El menor tomo sus cosas y salió refunfuñando cosas como "Es de cobardes huir.", "Algún día me lo tendrás que decir.", "De mi no te escaparas.", y otras cosas que no llego a escuchar, sin duda había heredado el carácter de Hibari y su terquedad...hasta el mismo sabía que era una muy mala combinación pero aún así amaba con todo su ser a su hijo.

-Bueno, toma asiento, ya traeré té.-Dijo Tsuna, después de todo era su hermano gemelo, sabia lo que le gustaba aunque el prefería el café, uno bien cargado.

Luego de servir las tazas con unos bizcochos caseros que había hecho Haru en la noche, se sentó al lado de su hermano y comenzó a hablar ya que aunque no quería sabia que debía hacerlo.

-Lo primero, ¿Como diste conmigo?.-Pregunto el menor de los hermanos usando un tono de reproche o al menos así le pareció a Giotto, el ambiente era tenso.

-Buscándote y buscándote, llegue aquí porque tenia un negocio que cerrar y me pareció verte el otro día así que me quede en el pueblo. Averigüe si alguien con tu nombre vivía por los alrededor y me dijeron que si, una anciana muy buena me dio tu dirección...A decir verdad, estaba inseguro de venir.-Rió levemente.-También tenia miedo de que no me atendieras pero nunca espere tal sorpresa.-Finalizo mirando a su gemelo, le había echo mucha falta y no solo a él, a su madre también y a muchas más personas.-Entiendo que te fueras después de todo, pero, ¿Por que no me dijiste? Te pude haber ayudado...Debiste haber confiado en mi Tsuna.-Le dijo. No resistió y lo abrazo.-Me hiciste mucha falta pequeño.-Confeso haciendo que Tsuna riera levemente y le correspondiese el abrazo. Hasta el momento se había quedado en silencio.-

-Ya, ya, cálmate un poco...Lo lamento pero no es que no confiara en ti, debía irme, no podía quedarme...Se que fue precipitado pero aquí estoy. A mi niño no le falta nada, estudia, tiene donde dormir, come bien...Demasiado diría yo.-Giotto reía, Tsuna siempre seria el mismo aunque su aspecto fuera diferente.-Y sobretodo, no le falta amor.-Finalizo para luego Tsuna proseguir a contarle la historia de lo que había pasado.

Le contó como llego y como sobrevivió omitiendo varias cosas. Él mayor contó lo que había pasado en su ausencia, que su padre había muerto haciendo que esto sorprendiera a Tsuna, al final de cuentas amaba a su padre aunque discutieran a menudo o discreparan, después de todo, era su padre.

Él y Alude se habían casado y ya tenían dos pequeños, Sora y Lucio. Se habían mudado con Nana para no dejarla sola y también le contó que su primo Reborn se encontraba en su pueblo natal, eran socios y había levantado una empresa de arquitectos. Luego de una larga charla, Giotto le propuso a Tsuna volver, que se fueran los tres, logrando sorprender a Tsuna.

-No volveré a Hiroshima.-Le dijo Tsuna, no podría creer lo que su hermano le proponía. Si volvía tendría que verlo y no quería, encima de eso estaba él, su hijo, ¿Qué le diría? Tenia grandes problemas.

-Hermano, tu sabes que los números nunca se me dieron, es imposible que yo me haga cargo de la empresa familiar. Hasta ahora se a hecho cargo Nono pero sabes que el abuelo ya esta muy mayor...Tsuna, piénsalo bien, tienes un hijo que tiene que saber quien es su padre, tu mismo me has dicho que ninguno sabe de la existencia del otro y aparte mamá quiere verte...Piénsalo.

Tsuna se negaba, no podía volver.

-Toma este es mi número...Hoy mismo tengo que volver pero si te decides puedes llamarme. Yo vendré a buscarte si hace falta...-Le dijo mirándolo a los ojos para luego mirar su reloj.-Diablos... bueno, sera mejor que me vaya.-Le dijo. Se levanto rumbo a la puerta, la abrió y vio a su hermano.-Piénsalo, ¿Si?, Si no quieres volver lo entenderé pero por lo menos vista a mamá...Ritsu tiene derecho a tener una familia y mamá estará encantada de saber que tiene un nieto más.-Finalizo para luego marcharse dejando a Tsuna pensativo.


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