Narra Becca
Faltan pocos días para rencontrarme con mis amigas en el instituto, a pesar de que ninguna de ella se acordó de mi durante las vacaciones, igual las sigo queriendo después de todo yo tampoco lo hice. Este año quería que fuera diferente, que no me siguieran tratando como una nerd solo por mi apariencia, y, aunque era una de las mejores de su instituto junto a su mejor amiga, Natasha. El acoso seguía, aunque los ignoraba, era molesto y por eso decidí cambiar mi apariencia aunque mis amigas lo tomaron como una mala decisión, diciéndome las típicas cursilerías de que como soy yo estaba bien y bla, bla, bla. No me importaba, quería dejar con la boca abierta a todas las personas que me criticaron, que me acosaron, fue un poco duro pero gracias al apoyo de mis amigas logre superarlo, me quite los lentes y deje ver mis ojos color verde, decidí ponerme lentillas y los frenos en unos días haría una visita a un odontólogo, y me los quitaría para siempre, pasaron los días, contaba las horas y los minutos para ir al instituto.
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Llego el día, me levante temprano, no quería llegar tarde el primer día de clases, me arregle un poco para la ocasión aunque no estaba acostumbrada pero quería causar buena impresión, me arregle el cabello y me maquille solo un poco. No quería parecer una Barbie de esas, termine y me fui en dirección al instituto, aproveche como aún era un poco temprano y quería caminar un poco así que me fui caminando, en cuanto llegue no recibí la cálida bienvenida que recibía por parte de mis amigas como los años anteriores, esta vez fue... Diferente y me extraño un poco, creía en parte que era porque no me reconocían, seguro era que sin los lentes y los frenos había cambiado mucho. Decidí creer en esa posibilidad y sonreí, atraía las miradas de muchos chicos lo que me enorgulleció aunque por parte de las chicas solo me veían con la mirada de envidia, eso me puso aún más feliz, me dirigí a saludar a mis amigas con la sonrisa en mi rostro que se notaba a kilómetros. Me imaginaba la reacción que pondrían al ver mi cambio, las salude y les dije quién era en realidad
Te reconocimos desde que habías llegado y te habíamos ignorado, no te lo repetiré. Aléjate de nosotras -Me dijo Iris con la mirada de cólera.
¿Q-Que? -Respondí sollozando, en lo absoluto no me esperaba eso.
Lo que escuchaste -Esta vez me contesto Rosalya
... -No podía hablar... Aunque quisiera.
¿Acaso eres tonta o qué? Aléjate de nosotras, ¡¿no ves que ahora que eres bonita nos robaras a nuestros novios!? -Lo que me sorprendió esta vez me contesto Natasha, no me esperaba eso y menos de ella.
¿P-Pero acaso no están felices por mí? Porque creerían que yo hiciera tal cosa yo nunca las traicionaría de esta manera y me ofende que lo crean -Le respondí seria aunque con lágrimas en mis ojos.
No lo creemos, lo sabemos. Solo cambiaste de apariencia para tener cada chico del instituto detrás de ti, te volverás una de ellas aun no puedo creer a pesar de lo que te dijimos lo hayas echo -Me dijo Iris.
Lo hice para que dejaran de acosarme y nada más que eso aún no puedo creer que me digan esto -Dije incrédula y con lágrimas en los ojos.
Solo son pretextos, así que no lo repetiré más. Aléjate de nosotras -Me contesto no, me grito Iris.
Me aleje de ellas a paso apresurado y llorando aun no asimilaba lo que había sucedido hace unos instantes, sonó la campana indicando el comienzo de la hora de química, fui hasta el salón y por desgracia la profesora nos hizo un examen de diagnóstico, ¡En el primer día! Aunque por su puesto dicho examen lo resolví rápidamente y con mucha facilidad y hasta termine de primera, entrega mi examen y lo increíble es que mi profesora que me había dado clase durante los últimos 2 años no me haya reconocido, por desgracia tuve que decir mi nombre en voz alta. Todos me dirigieron la mirada incrédula, no creían que a la chica nerd que todos conocían se había convertido en una chica linda, los ignore por completo y solo me dispuse a sentarme en los pupitres que se encontraban en el fondo, el resto de la clase escuche música con mi teléfono, miraba de reojo a mi alrededor y veía a mis compañeros como sufrían con la prueba y yo me burlaba un poco pero obviamente en silencio, el timbre sonó dando el fin de clase y sin descanso me dirigí a la siguiente clase que me tocaba, por suerte el director se apiado de nosotros así que solo por ser el primer día nos dejó salir al medio día, toda mi clase solo miraba el reloj sin prestar atención a lo demás incluso el profesor nos llamó la atención pero como siempre y nunca cambiara no le hicimos caso. Termino la clase, salimos apresurados y se volvió un desastre pero con suerte pude salir... Apenas. No tuve mucho que hacer y a regañadientes tome el autobús y me dirigí a mi hogar durante el trayecto pensaba en todo lo que había pasado este día y me detuve a pensar que no existen los amigos, solo son personas hipócritas que fingen serlo.