Castiel separo a Dean, ambos se quedaron observando y solo en ese momento entendieron que no había retorno, la línea entro ellos dos siempre había frágil.
En muchas ocasiones la forma en la que se trataban era un poco “diferente” a como lo hacían con las demás personas. Pero nunca habían cruzado la línea era como una tregua silenciosa entre ellos dos.
Y ahora, bueno ahora eso los dejaba en la nada. Cass separo a Dean, eso era extraño y no podía permitir que continuara.
Dean entendió la duda de Cass, paso su mano por la mejilla del ángel y le dedico una sonrisa. —Estará bien.
Cass observo a su protegido, Dean siempre decía esa frase “estará bien” o “ya encontraremos la forma” pero mayormente las cosas nunca terminaban bien; esa era la verdad de sus vidas.
Había que admitir que su relación tenía altos y bajos pero siempre habían sabido que podían contar con el otro. A pesar de eso el camino para llegar a eso había sido largo y lleno de obstáculos, Cass no quería perder eso.
Castiel cerró los ojos y suspiro —el gesto más humano que Dean le haya visto hacer— Era como si de alguna forma intentara despejar las dudas en su mente.
Entonces Cass decidió confiar y dejarse llevar, quizás se arrepentiría en un futuro o no muy lejos a la mañana siguiente, pero al menos debía intentarlo.
Dean volvió a besar a Castiel pero se apartó enseguida —Podrías abrir un poco la boca, quiero meter mi lengua.
Castiel abrió los ojos pero al no encontrar que responder solo asintió, Dean volvió a besarlo y cumplió con lo que había dicho.
El contacto hizo que Castiel se sobresaltara, pero no aparto a Dean, coloco sus manos sobre los hombros de él y se aferró. Dean se separó y los abrazo por la cintura pegándolo a su cuerpo.
—¿Puedo continuar? —preguntó, con la respiración agitada.
Castiel dejó caer su cabeza en el hombro de Dean, había algo raro con él. Su corazón latía fuertemente tenía miedo pero no quería que Dean se separara de su lado —Hazlo —musito.
En ese momento, a la distancia que compartían; Cass pudo sentir claramente como Dean perdía toda la calma.
Entonces se preguntó si eso estaba realmente bien, porque algo que te haga sentir tan débil y asustado no debía ser del todo bueno.
Pasaron unos segundos y Dean soltó una risita. Castiel se apartó de él, temiendo. No sabía qué, pero temía.
—Te acuerdas de la vez que te lleve a ese “club nocturno”. Pues me alegro que hayas asustado a la chica, después de todo no puede entregarle algo tan celestial a cualquiera.
Cass sonrió y Dean sintió que su corazón se pararía al ver como las mejillas del hombre que estaba frente él se tornaban de un leve color carmín.
—¿Acaso eres tonto? —Dean alzo una ceja.
—Quizás.
El cazador acorto la distancia entre ellos dos y tomo de la cintura a Castiel. —Pero es culpa tuya —, agregó con una sonrisa coqueta y volvió a besarlo.
Dean movió sus manos por la espalda de Cass y retiro su chaqueta, la cual provoco un ruido al caer.
Se separaron, Dean poso su vista en Cass y con el pulgar acaricio sus labios. El ángel cerró los ojos ante el contacto y Dean quiso preservar ese momento para siempre en su memoria.
Tomo la mano de Castiel y entrelazo sus dedos, después de esto lo guio hasta la cama y mientras lo besaba lo coloco suavemente en la misma.
Dean era hábil, Cass estaba un poco temeroso, cuando se separó de sus labios y bajo por su cuello, lo sintió estremecerse.
Se separó un poco y retiro la corbata, colocándose en horcajadas sobre Cass, empezó a desabrochar su camisa. Cass lo observaba fijamente y cuando lo vio morder su labio no pudo contenerse y lo beso.
Volvió a bajar por su cuello besando suavemente; hasta que llego a su pecho. Dean pasó su lengua por unas de las tetillas de Cass, quien reacciono prendiéndose de sus hombros, para separarlo.
Dean dejo lo que estaba haciendo y lo volvió a besar para distraerlo, Cass ahora estaba más tranquilo. Volvió a depositar un ósculo[i] en su cuello mientras desabrochaba el cinturón y retiraba su pantalón.
En ese momento Cass pasó sus manos por el cuello del cazador y lo jalo hacia él para besarlo.
En un movimiento ágil Dean coloco a Castiel sobre él —Desvísteme —le pidió con una de esas sonrisa que podían matar a cualquiera.
Cass asintió y con una seguridad que le sorprendió a sí mismo, imito lo que Dean le había hecho minutos atrás, aunque retirar la camisa fue un poco más difícil de lo que se imaginó.
Retirar el pantalón le dio problemas y al escuchar la risa de Dean, sintió vergüenza. Le tomo un poco más de lo esperado pero lo pudo quitar, en ese momento Cass miro a Dean con duda.
Y este supo lo que estaba pensado después de todo él había visto porno muchas veces. Cass bajo la mirada en un debate interno de hacerlo o no, había visto que en las películas “aquello”[ii] siempre se hacía.
Dean levanto la cara de Castiel —Eso será para después.
Y los ojos de Cass se abrieron al entender la magnitud palabra “después” eso definitivamente lo emocionaba.
Dean se volvió a colocar sobre Cass y comenzó a acariciar sus miembros por encima del bóxer, el ángel emitió un gemido audible, que hizo sentir a Dean complacido empezó a mover su caderas, Castiel se aferró a su cuello mientras gemía.
“Ese sonido realmente me gusta” pensó mientras se acercaba a sus labios para besarlo. Cass se animó a acariciar el cuerpo de su pareja, Dean aprovecho y retiro la ropa interior de ambos, tomo las piernas del ángel y las coloco alrededor de su cintura.
—Cass, no tengo nada. —comento con la voz entrecortada.
Y cuando este este le devolvió una mirada de confusión supo que debía explicarse.
—No tengo lubricante, no creo que sea lo mejor continuar.
Castiel ejerció un agarre más fuerte en los brazos de Dean y él supo que detenerse no era una opción aunque en realidad nunca lo había sido. Era solo un acto no egoísta.
—Hazlo, después de todo soy un ángel. Puedo resistir.
A Dean le pareció un argumento válido. Abrió más las piernas de Castiel y con cuidado se introdujo en él.
Cass gimió y Dean emitió un gruñido, el cazador tomo las manos de Castiel y entrelazo sus dedos para después colocarlas encima de su cabeza.
Se acercó a los labios del ángel y lo beso, no se movió inmediatamente, el interior de Castiel era apretado debían acostumbrarse.
Cass se soltó del agarre de Dean y llevo sus manos a la cintura de su pareja, movió sus caderas provocando un gemido en Dean.
Castiel sonrió y Dean alzo una ceja.
Él ángel se acercó a los labios de Dean —Hazlo —musito con la voz ahogada.
Y Dean hizo caso.
Castiel se aferró a Dean al sentirlo, esa sensación era increíble, desconcertante pero magnifica. Simplemente no quería parar.
Dean entraba y salía de él, emitiendo gemidos ahogados al igual que Castiel, ambos pasaban sus manos por el cuerpo del otro, Castiel se inclinó un poco y mordió a Dean en el cuello.
—Travieso —murmuro cerca de su oído.
Castiel sonrió.
Dean lo tomo de la cintura y lo coloco encima de él, Castiel emitió un gemido lastimero, se aferró con fuerza a su espalda y escondió su rostro en el hueco de su cuello.
El cambio de posición había sido brusco. Después de todo Cass no era experimentado como las personas con quienes acostumbraba a tener sexo.
—¿Estas bien? —Dean le acaricio el cabello.
—Sí, es solo… —Cass hizo pausa y tomo aire. —Se siente demasiado bien.
Dean rio ante el comentario —Entonces hagamos que se sienta mejor.
Las embestidas empezaron de nuevo, Castiel empezó a gemir (no podía contenerse), la mirada de ambos se encontraron y Dean lo beso.
Castiel empezó a sentirse raro, su cuerpo comenzaba a temblar se aferró a Dean y una sensación extraña le recorrió, Cerro sus ojos dejándose llevar.
Dean supo de Castiel iba a terminar porque sintió como su interior se apretaba, embistió con más fuerza, sentía que no aguantaría más, pero quería que Cass terminara antes que él.
—Dean —la voz de Cass sonaba ahogada.
La respiración de Castiel se aceleró, sintió como su cuerpo se tensaba, era una sensación aguda. Escondió su rostro en el cuello de Dean, apretó sus manos y ojos con fuerza, cunado esa sensación desconocida y placentera se apodero de él.
Castiel había llegado a su orgasmo.
El interior de Cass se había contraído, a Dean solo le había tomado un par de embestidas más antes de llegar a su orgasmo.
—¿Todo está bien?
Cass tenía escondido su rostro en el hombro de su pareja y solo al terminar Dean se dio cuenta que Cass estaba llorando.
Castiel no respondió.
Dean lo separo un poco para poder ver su rostro.
—¿Estuvo tan mal? —Dean seco las lágrimas con sus pulgares.
Cass ya no lloraba, entonces Dean lo atribuyo al orgasmo[1]
—Mejor —Castiel asintió. Dean lo beso nuevamente y mientras lo hacia lo acostó en la cama suavemente. Se separó de él, le deposito un beso en la frente.
Y con cuidado salió de su interior.
—Dean, fue increíble.
El aludido respondió —Lo sé —admitió haciendo uso de esa galantería típica de él.
Dean recogió su ropa interior del suelo. —Deberíamos…
Al notar que Cass estaba dormido, sonrío. Se acercó a él y lo arropo. Quería dormir, pero imagino que Cass se levantaría en la noche con sed, así que se vistió y fue a buscar algo para beber en la maquina dispensadora que había en recepción.
Cuando regreso, puso la botella en la mesa que estaba a lado de la cama y se acostó a dormir. Pensó en bañarse, pero prefería esperar a Cass para poder hacerlo con él.
[1] Normalmente las mujeres son las más propensas a llorar después del orgasmo, pero los hombres también lo hacen esto sucede porque libera una carga emocional y tensiones acumuladas. Se considera que el orgasmo es una forma de liberar el estrés acumulado en el cuerpo.
[i] Sinónimo de beso, no quería ocupar la palabra pero en realidad por nada iba a repetir beso en el mismo párrafo. Me toco.
[ii] Hablo del sexo oral.