Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Wife por metallikita666

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Seamos bienvenidos al 2017! Espero que para todxs sea un tiempo memorable, que puedan cumplir muchas de sus metas y, ante todo, que sean muy felices :D

Esta es la primera actualización del año, y de antemano aviso que tendremos dos escenas porque, a razón de la sumatoria de sus páginas, hacen por una de las largas.

Primeramente, volvemos al colegio con los chicos, dos días después de la asignación del proyecto:

Diez: “¿Nunca comiste un flan? ¡Es un postre, y son riquísimos!”

 

-Y dime… ¿sigues molesto con Tommy-san?-

Era el receso tras el almuerzo del miércoles; momento del día en que el bobo y yo aprovechábamos para escaparnos a la azotea sobre el pabellón de la secundaria media. Aquel constituía un refugio bastante seguro si uno no deseaba toparse a los de preparatoria para así conversar en paz, pues la mayoría de los de séptimo, octavo y noveno –muy por el contrario- procuraban siempre tal encuentro.

-Sí, sobre todo desde el viernes. Lo telefoneé de casa de mi tío Taiji para ver si tenía novedades, y me dijo… Pues me dijo cosas estúpidas. No puedo llamarlo de otra manera.-

El menor había estado actuando algo distante desde el tenso intercambio con Uruha, pero hasta entonces no se había referido siquiera una vez a dicho tema. Me pareció que intentaba pasarlo por alto al máximo, pero fue genuina preocupación lo que asomó en su rostro cuando le dije aquello sobre papá. Me volteó a ver como pidiendo una explicación.

–Me regañó sin razón. Siempre me dice que me la paso holgazaneando.-

El otro sonrió, terminándose el último rábano de su caja de almuerzo.

-Bueno, tampoco es como que mienta demasiado… Ja, ja, ja, ¡ay, oye!- Protestó cuando le piqué el estómago en aras de hacerlo callar. No obstante, al momento detuvo la risa. –Te conozco bien, Yuki-chan. No es eso lo que te tiene tan molesto.-

-Pues no… Sí, pero no. No tanto como el hecho de que insiste en que hay que esperar. ¿¡Qué cuerno quiere que esperemos!? ¿Que los tipos estos se paren en frente de nosotros, abran las cajas en nuestra presencia, se quiten el pasamontañas y nos digan de parte de quién vienen? ¡Por favor! Y lo que más me revienta es que haya que esperar para actuar junto con la policía…-

El otro torció la boca y frunció ligeramente el entrecejo, dándome a entender que comprendía mis razones, pero que no le convencían del todo. Entonces, continué con mi argumentación.

-Si seguimos esperando, un buen día de estos los sujetos dejarán de aparecerse, y nos habremos perdido la oportunidad de cogerlos in fraganti. Es lo que creo.-

-En eso sí estoy de acuerdo contigo… Pero tienes que entender que tu papá tiene más experiencia en lo demás. Por otra parte, y aunque no lo creas, pienso que se preocupa por ti y por los otros, que somos los que hemos espiado hasta ahora. Ninguno de nosotros es detective o algo por el estilo, y tanto tú como yo seguimos siendo muy jóvenes…-

Por toda respuesta, emití un bufido y miré al cielo. Abajo, en el patio, se oía un grupo de chicas que ensayaban sus canciones para el concierto de SMAP[1] del fin de semana.

-Por cierto… Me sorprendió ver que ya conocías a los compañeros de Nori-kun…-

El momento había llegado. Sutil, no de la manera en que el pato estúpido lo había abordado a él, pero ahí estaba el comentario que yo sabía que no tardaría en escuchar. Durante unos instantes me fue imposible responder, y no reaccioné hasta que el chico se volteó hacia mí, esbozando una pequeña e indescifrable sonrisa.

-Yo, ehhh… Sí. Ya los conocía. Bueno, al menos a Kouyou. La verdad es que a Suzuki jamás le había dirigido la palabra. El otro me habló uno de estos días atrás, cuando fui a pedirle dinero a mi hermano.-

Pero Tetsu no respondió. Solo siguió mirándome.

-Es un pesado de primera. La verdad es que casi no lo trago.- Agregué, bajando la mirada y observando mis zapatos sucios. Se me había olvidado limpiarlos el día anterior. Fastidiado, intenté quitarles algo de lodo con la servilleta usada.

-Está muy interesado en ti. No es la primera vez que veo que se te acerca.- Dijo Itakura, volteando hacia el horizonte. –El otro día, cuando saliste del baño, él venía detrás. Y aunque estoy consciente de que le dije que parece un pato por esos labios tan extraños que tiene, igual pienso que es atractivo. Es alto, prácticamente de tu misma estatura, con lindo cabello y lindas facciones…-

No me estaba gustando nada el rumbo que había tomado la conversación, debido a una razón muy sencilla: no sabía qué demonios contestar. ¿Por qué mi amigo me comentaba todo eso? ¡Si lo que menos quería era hablar de Uruha cuando estaba con él!

Pero por otra parte, desmentir lo que había afirmado el menor o seguir insistiendo en lo mal que me caía el recién transferido, por más que fuera cierto ehh… en parte, habría sido hipócrita. En resumen, no sabía qué carajo decir, y quería trocar de conversación a como diera lugar.

-Tecchan… Cambiemos de tema, ¿quieres?-

Hasta pedir eso me hacía sentir mal. Pero es que no quería proseguir por miedo a lastimarlo, pues para entonces estaba suficientemente claro que aquel era un asunto delicado entre él y yo. Se trataba de algo a lo que jamás nos habíamos referido directamente, pero que no necesitábamos hablar para saber lo profundo que resultaba para ambos.

Posiblemente, me vio tan angustiado que accedió después de unos momentos. Pronto, recuperó su talante normal, y volvió a reír con amplitud.

-¡De acuerdo! Pero no te olvides de que tenemos un proyecto con ellos, así que habrá que volver a mencionarlos después, queramos o no.- Le sonreí para asentir. Después de todo, aquello era forzoso, y no lograríamos librarnos de los senpais hasta que presentáramos nuestro trabajo. –Estaba pensando… que tanto tu hermano como tu tío Tatsu podrían encargarse del vestuario. Por otra parte, a mí me gustaría escribir algo… Una especie de guion. Tanto lo que tendría que decir Suzuki-senpai, como nuestras líneas.-

-Sí, pero ni sueñes con que el sujeto ese te vaya a ayudar. A mí lo que me parece es que está esperando que le den sus partes y le digan cómo se tiene que presentar, y no va a aportar nada. Tendremos que dar gracias si logra decir los parlamentos completos.-

El otro rio, percatándose de que el mencionado no me caía muy bien que digamos.

-¡Ja, ja, ja! ¿Te desagrada, verdad?- A su pregunta, respondí moviendo la cabeza. –A mí me da bastante igual. Es decir, ni me suma ni me resta. Y bueno, hay gente así en la vida. Supongo que es muy introvertido, y tal vez esa sea la razón de que use esa cosa en la cara.-

-Puede ser. De alguna manera, lo único que agradezco es que no sea tan impertinente como Takashima, porque de comportarse ambos así, serían inaguantables.- Volvía a hablar de Uruha, pero esa vez en relación con el proyecto escolar. –Y en cuanto a ese, creo que en lo único en que nos va a “ayudar” será en criticar la mayor parte de lo que hagamos…-

-Nah; no será para tanto. Parece llevarse bien con Nori-chan, así que no creo que desapruebe su trabajo, y yo no pienso darle muchas intervenciones en la dramatización. Por eso le escogí ese papel.-

El menor finalizó guiñándome un ojo mientras cerraba su caja y ataba el paño alrededor, a lo que contesté con una sonrisa calmada.

-Tecchan, por cierto… Fíjate que el viernes ensayamos. Siento no haber venido a avisarte, pero es que no quería volver al colegio junto con…- En eso, advertí que estuve a punto de mencionarle acerca de la presencia de Uruha en casa de mis tíos, pero me detuve justo a tiempo. –Con Takanori y Makoto.-

-Ohh, entiendo…- Comentó, ligeramente sorprendido, y tal vez con un poco de desilusión. -¡Pero no te preocupes! Lo bueno es que hayas ido tú. ¿Viste… a Ruiji-kun?-

-Sí. Estaba ensayando algunas composiciones para Anti Feminism.- Agregué, desviando un poco la mirada e intentando contener un suspiro.- Pero pudo estarse con nosotros un rato.-

-Eso es genial- Repuso él. –La próxima vez, quiero ir también. Porque no desearía… que dejaras de tenerme en cuenta…-

Al decir aquello, miró hacia abajo y su tono descendió, como si hubiera sentido pena de expresarse a ese respecto, o lo hubiese considerado osado. Rápidamente, miré en derredor asegurándome de que no hubiera absolutamente nadie, y estirándome hacia él, le hablé por lo bajo.

-Ni lo sueñes. Estarás conmigo siempre, sin importar lo que pase. Es solo que no quiero hacerme ilusiones, porque sé que en este negocio todos van y vienen. Lo he visto de cerca desde que era un niño.- La ambigüedad, tan precisa y perfecta para describir tanto lo que en realidad sucedía en los sellos de mis padres y probablemente en los de todo Japón, aludía también a mi situación con él más de lo que era capaz de darme cuenta en aquel entonces. –No quiero atarme y no quiero atarte; y lo mismo con Hiro-kun o cualquiera que aparezca.-

-Lo sé, y te entiendo. Pero… ¿no debería darte lo mismo lo que suceda con Ruiji-kun, entonces?-

Tetsu tenía un gran punto. Pero mi sentir acerca del pelirrojo bajista era algo extraño, distinto de lo que pasaba con los demás musicalmente hablando. Y en ese momento, no tuve miedo de confesárselo.

-Hay algo en él… que es diferente, y que me impide perderlo con tanta calma. Ha de ser porque me recuerda muchísimo a mis tíos Tadashi y Taiji.[2]-

De inmediato, Itakura y yo oímos unos pasos, y nos pusimos en guardia por reflejo. La persona a quien pertenecían iba acercándose, y cuando nos dimos cuenta de que eso era inminente, no nos quedó más remedio que esperarla. El primero en advertir su identidad fue Tetsuya, pues llegó en dirección hacia la cual yo estaba dando la espalda.

-Mai-kun…- Musitó el menor, sorprendido. En seguida, su aviso me hizo rodar los ojos.

-Tecchan, hola.- Saludó ella, para luego dirigirse a mí, que intentaba ignorarla por todos los medios, aunque sabía que era difícil atribuir su presencia en ese lugar a un motivo que no estuviera relacionado conmigo. –Yuki-kun, aquí te envía Kouyou-san. Dice que espera que te guste el chocolate…-

Y tras dejar en medio de Tetsuya y yo, que estábamos frente a frente, un recipiente desechable con tapa transparente, se incorporó y se fue sin agregar nada más. A través del contenedor se podía ver una generosa porción de flan de chocolate, lo cual hizo que el bobo y yo nos miráramos con los ojos abiertos como platos, en total y estúpido silencio.

Al cabo de como dos minutos, y notando que ninguno se movía, el menor frunció el ceño y se cruzó de brazos en pose filosófica: concentrándose al máximo para poner en palabras, por fin, su intensa preocupación.

-Oye, Yuki… Te lo vas a comer, ¿sí o no?-

Por supuesto que su pregunta me dio risa, pero me abstuve de manifestarlo pues en la mente tenía una única interrogante.

-No entiendo qué demonios significa esto.-

-¿Nunca comiste un flan? ¡Es un postre, y son riquísimos!-

Me quería dar con la palma en la frente, y así lo hice. Aquel idiota era, después de mamá cantándoles nanas a sus pikachus, lo más adorable del mundo. Y ya no pude contener la sonrisa.

-Sé lo que es, grandísimo tonto. Taiji-ojisan solía prepararlos mucho cuando éramos pequeños.- Sin dejar de sonreír, acerqué mi mano al recipiente y lo empujé hacia él, quien me miró impresionado. –Pero no me refería a eso. En fin, no lo quiero. Cómetelo tú.-

Su sorpresa se hizo todavía más notoria.

-¿E-en serio? ¿Lo dices en serio? Pero… ¿por qué?-

De nuevo, me ponía en una situación difícil de explicar. En primer lugar, no lo quería porque me lo había enviado aquel fastidioso, pero justificar mi negativa con eso habría implicado que no deseaba absolutamente nada con él… Lo cual no era verdad. Aunque como segunda razón, y más puntualmente: ¿qué carajo le pasaba enviándome dulces? ¿Qué era yo? ¿Una chica? ¡Qué demonios! Por más que me atrajeran los hombres, como a la gran mayoría en mi familia, no significaba que me gustara que me trataran como a una mujer. Y tercero, me lo había llevado la persona que peor me caía de todo el colegio, después de Aoi.

-Porque no entiendo por qué carajo ese estúpido me mandó este postre. Los chinpira no comemos esas cursilerías. Es muy poco masculino.-

-Pues yo también quiero ser yankii algún día, y me gustan las golosinas. Así que si tú no lo comes, mejor para mí.-

Y tomando el envase, lo destapó y procedió a ingerirlo con la cucharita que venía en el interior. Al parecer estaba muy bueno, porque con tanto gusto comía el chico, que se embarró todas las comisuras de jarabe de chocolate.

-Ñammm, ¡Está rico!- Exclamó, cuando casi se lo había acabado. –Vaya… ¡Después de todo, es una suerte que Kouyou-kun se haya enamorado de ti!-

-Agghh, cállate, ¡no digas eso!- De inmediato, me puse de pie y le di la espalda, con intención de retirarme de ahí. De todas maneras, habíamos acabado nuestro almuerzo. Pero es que necesitaba esconder el sonrojo a como diera lugar. –Te veo en el pasillo. ¡Y no fastidies!-

Lo último que escuché fue su risita, mientras salía de ahí a toda velocidad. Necesitaba aire y algunos minutos de soledad para poder recuperar la compostura.



[1] Boy band japonesa, activa desde 1991 a la actualidad.

[2] Además de las coincidencias con su instrumento y apariencia femenina, el bajista de Dead Pop Stars y Anti Feminism también ha sido rubio. 

Notas finales:

Kyaaaaa, ¡mis bebés hermosos! Ayyy, cómo los adoro. Son demasiado lindos juntos y por separado adsadsdsd *se muere de amor mientras vomita arcoíris*

*Pero luego se quita la bandana que reza "YukixTetsu" y se pone seria*

Ahora bien, me siento en la necesidad de hacer la siguiente aclaración, a pesar de que crea que esta ha de ser una premisa para quienes me leen. Por más que tanto yo como algunos de mis lectores estemos informados sobre las temáticas de género, mis personajes no tienen la obligación de cumplir con ello, y es por eso que algunas de las opiniones que expresan no necesariamente son "inclusivas" o "políticamente correctas". En un relato, se juega con nociones tradicionales y estereotipos, a la vez que se les puede dar guerra. Pienso que este es otro aspecto que subraya la importancia de separar la realidad de la ficción, y de saber que es más importante el discurso que como un todo transmite un fanfiction, que las citas aisladas que de él pueda extraerse. Puntualmente, me refiero a esto por las consideraciones de Takayuki cuando dice que se reconoce como homosexual, pero que le molestaba mucho "ser tratado como una chica".

El sarcasmo a continuación sobre yankiis que no comen golosinas, felizmente, ha sido usado por autores que admiro, así que es más un guiño que otra cosa xD #HelloArakiBitch

Espero que hayan disfrutado la escena. Ahora, ¡a pulsar "siguiente"!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).