Nuestro protagonista Lee TaeMin, un doncel de 18 años recién egresado de preparatoria, lleno de sueños y aspiraciones que por conceptos del destino se encontraba en un avión alejándose de la persona que alguna vez amo con toda su alma.
Pov/Taemin
Todo comenzó hace 8 meses atrás, me encontraba felizmente dirigiéndome a la casa de mi vecino Choi MinHo, hijo de los magnates de las cadenas hoteleras Choi, este vivía en mi vecindario a 4 grandes casas de donde se encontraba actualmente la mía.
Mientras estoy bailando y cantando una canción de mi banda favorita SHINEE -moviendo los brazos como la coreografía de lucifer-. Al estar enfrente de la gran puerta de la mansión de la familia Choi –Toca la puerta- Una de las mucamas por el intercomunicador lo deja pasar saludándolo casi al mismo tiempo.
-Hola Mary, ¿Cómo has estado? –Contesta el pelinaranja.
-Muy bien gracias señorito Taemin y ¿usted cómo se encuentra?
-Oh vamos mary, tengo 8 años viniendo a visitar a minho creo que ya es hora de dejar de decirme señorito, me incomoda a decir verdad.
–Contesta haciendo un puchero-
-Lo siento TaeMin-shi sabes que las viejas costumbres nunca se olvidan. –Soltando una carcajada-
-Bueno, bueno te lo perdono esta vez pero ya sabes para la próxima. A todo esto ¿Dónde se encuentra Minho?
-El joven Minho se encuentra en la parte de atrás de la casa, jugando con sinbad.
-Ok, fue bueno verte mary, nos vemos luego. –Se despidió moviendo la mano-
Dirigiéndome a la parte de atrás de la mansión logro divisar una cabellera castaña oscura moviendo muy erráticamente de un lado hacia otro, sabía muy bien a quien pertenecía. Minho se encontraba jugando a lanzar la pelota con su mascota sinbad, un Golden retriever de casi 5 años. Al encontrase cerca de minho lo saludo con la mejor sonrisa que en mi vida pudiera tener.
-Hola Minho ¿Cómo estás?
-Oh, Hola pequeño stalker. Estoy bastante cansado de tanto jugar con sinbad y tú?
Era una realidad que minho conocía muy bien mis sentimientos hacia él, siempre que podía me decía un sobrenombre por esa razón, esta vez era por la intensa mirada de enamorado con que llego siempre a verlo. La primera vez que me di cuenta lo que sentía por él fue casi el mismo año en que mi familia se había mudado a este vecindario.
Nos hicimos amigos aun contando que minho es mayor que yo por casi 4 años, eso no impidió poder relacionarme con él, nos gustan las mismas bandas, casi la misma comida, era bastante tranquilo hablar con su persona. Siempre me ha gustado bailar y uno de mis sueños es poder hacerlo profesionalmente, un día después del colegio me disponía a regresar a casa pero mientras caminaba por el parque mi reproductor mp3 sonó la canción que en el momento más me gustaba, me sabía la coreografía de pies a cabeza y comencé a bailar allí mismo en el parque sin notar la presencia de nadie a mi alrededor.
Cuando termine de bailar me di cuenta que una persona me estaba aplaudiendo desde un banco cercano y se estaba acercando directamente a mí, cuando divise quien era; no era más que minho este me saludo con un gran abrazo de oso y me dijo lo bien que baila y lo feliz que estaba de verme. Desde de ese momento no pude despegar su brillante sonrisa de mi pensamientos, hasta que por fin pude darle un nombre a los sentía y este era amor. Tras ese incidente pasaron los años y debido a mi inexperiencia se hizo más llamativo cuanto estaba enamorado del moreno, hasta que el mismo logro notarlo pero sin alusiones a rechazarme solo me siguió tratando como un hermanito menor, para bien o para mal pensé que sería mejor así ya que por lo menos podría disfrutar de su compañía y seguir admirando su sonrisa.
Retomando la conversación
-Choi Minho –sonrojando- deja de llamarme así.
-Sí, si lo que tú digas cara de tomate.
-Jum eres un patán de primera
-Gracias es todo un honor que lo digas –riendo-
-No lo estoy diciendo en broma.
-Pero yo sí –sigue riéndose-
-Ayy, contigo no se puede. Mejor juguemos los dos son sinbad, ¿te parece?
-Oh, claro sería genial, seguramente sinbad se alegrara de jugar con más personas.
-Obvio soy yo con quien jugara, sinbad me adora.
-Hahahahahaha pero egocéntrico sonó eso. Pero vale sé que sinbad te quiere mucho.
Al escuchar salir esas palabras de la boca de minho sentí que mi corazón palpitaba mucho más rápido, como quisiera que no solo fuera sinbad que me quisiera pensé entrando a mi pequeño mundo de felicidad.
-TaeMin, cuidadoo
Solo escuche el cuidado y ya sinbad me tenía en la grama tirado.
-Sinbad, no te me puedes abalanzar asi de la nada hombre –dije riéndome a carcajadas-
-La grama estaba recién regada, estas todo mojado si quieres te presto una camisa para que vuelvas a tu casa.
-No, no te preocupes por eso puedo volver así.
-Vamos es casi otoño, es tarde y está haciendo frío, mejor te cambias para que no cojas un resfriado.
-Ok, si lo pones así tienes razón.
-Bueno entonces vamos a mi cuarto.
Lo seguí hasta su cuarto, que se encontraba en el segundo piso al final del pasillo de aquella mansión.
-Toma, te puede quedar un poco grande pero es mejor a nada.
-Ok, deja me cambio en tu baño. –Agarrando la camisa-
Cuando salí del cuarto minho se me quedo viendo lo grande que me quedaba la camisa y me sacudió el cabello en signo de que estaba bien.
-Que pequeño eres, hasta te ves adorable.
-Tú y tus patrañas minho. –Dije sonriendo tratando de ocultar mis enrojecidas orejas-
Al terminar de cambiarme me despido de minho y me regreso de nuevo a mi hogar, mientras voy pensando que buen día había pasado, minho cada vez que hacia algo lindo por el solo lo elevaba más en su nube y que estará repercutiendo.