-¿Alguna vez has sentido que no mereces a alguna persona?- preguntó Key luego de sorber de su nariz, sin dejar de mirar su reflejo en el pequeño vaso con licor.
-Considero que deberías de dejar de beber.- contestó Niel mirándolo, con un brazo recargando en la barra del bar y el otro sosteniendo la espalda de Kibum que yacía encorvado. Deprimido.
-Jonghyun y yo estamos bien.- sonrió nostálgico. –Estoy muy mal porque eso me tiene triste.- cerró los ojos haciendo que las lágrimas recorrieran sus mejillas.
-¿Por qué?-
-No sé.- susurró tallando sus ojos, luego tomó todo el aire que le permitieran sus pulmones para suspirar.
Un suspiro que provocó que Niel bajara la mirada. Lo entendía.
-Sí.- susurró quitando su mano de la espalda de Kibum para juntarlas y colocarlas entre sus piernas, se sentía avergonzado de ellas. O tenía frío. –He sentido que no merezco a algunas personas. Pienso que soy muy malo para ellas o que son muy buenas para mí.-
-“Muy buenas para mí”- repitió Kibum antes de que su expresión cambiara y se impregnara de dolor, sollozando hasta el punto de hiperventilar. –Eso, Jonghyun es muy bueno para mí.-
-Tal vez.- contestó Niel llamando la atención del barman para pedirle un par de servilletas. –Los poetas dicen que los opuestos se atraen, tú eres muy malo y él muy bueno.-
-Oh vaya.- susurró medianamente molesto, tomando el vaso de licor para beberlo de una. –Puedes existir y nada más.- llamó al barman con un movimiento de mano, haciendo que llegara de inmediato. –Uno más, por favor.-
-No, no, no. No le haga caso ya está ebrio.- Niel tomó el vaso shot antes de que lo retirara. –La cuenta, por favor.- sonrió nervioso.
-¿Puedes traerle la cuenta a él? ¿Y a mí un daiquiri de fresa?-
-No, no, no.- Niel negó efusivamente, paró y sonrió pero volvió a negar. –Es decir, sí a la cuenta y no a más alcohol.-
El barman miró a Kibum, que imitó cada movimiento que Niel hacía al hablar.
-¿Cuál es el veredicto?-
-Un daiquiri de fresa y la cuenta para él, por favor.- afirmó Kibum, el barman asintió y se retiró para preparar la bebida.
-¿Por qué insistes en beber?- Niel lo miró por un segundo, el mismo en el que Key había dejado de ser la persona fuerte, intimidante y con carácter que conocía.
-Porque estoy triste.-
Esas tres palabras hicieron que Niel volviera a alzar sus cejas y esta vez separara ligeramente sus labios.
-Quiero entenderlo, ¿por qué regresar conmigo? ¿Soy el amor de su vida? ¿El amor lo perdona todo? ¿Valgo la pena?- Niel pasó saliva ansioso. –Por eso estoy aquí, embriagándome. No sé en qué parte apareciste tú.-
-Minsoo me pidió que viniera porque olvidó algo.- contestó. –Me senté contigo porque te veías deprimente.-
-Ya puedes irte.- dijo Kibum sorbiendo su nariz. –Me quedaré un poco más.- pero Niel palmó su espalda y miró hacia el mismo punto que Key, el barman.
-No.- contestó. –Necesitas compañía.-