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Nos amamos. por Lei Chann

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Notas del fanfic:

Hola!!! Mi primer One Shot o,o Ya se que debería actualizar "Armas..." pero esto practicamente se escribió solo xD

Espero que lo disfruten y no me maten y/o odien al final :'v

Es AU, por eso la personalidad tan rar que le hice a Misaki xdxdxd

Notas del capitulo:

Enamorate, solo así podras hablar del amor...

Nosotros nos amamos, nos queremos tanto que somos capaces de matar y morir por el otro. Las  preguntas son sencillas y las respuestas son muy complejas. ¿Haría cualquier cosa por la persona que amo? Claro que sí, cualquier cosa. Incluso acabar con alguien que puede significar un estorbo en nuestra hermosa relación, también puedo dejar a las personas que siempre estuvieron conmigo. Dejaría todo por esa persona, porque estoy enamorado. ¿Por qué? Es difícil responder eso, el porqué amo tan desesperadamente a la persona frente a mí. Tiene algo especial que me impide dejar de quererlo, o dejar de pensar en él. Con su personalidad me atrapó en esta red y ahora se me es imposible escapar de tal sentimiento. Y cuando supe que nuestro amor era mutuo, las ansías por mantenerlo a mi lado crecieron de una manera extraña. Cuando me di cuenta, ya no quería verlo al lado de otra persona. Es mío, solo mío.

 Sé que por su trabajo debo aceptar que él siempre estará rodeado de personas y que hay cientos de miles de personas, mujeres y hombres que mueren por él al igual que yo. Pero yo soy su pareja, yo tengo su corazón y no puedo dejar que ninguna persona intente quitármelo. Sé que suena muy egoísta y que yo naturalmente no soy de esta forma, pero sentí por primera vez el temor a perderlo aquel día que lo vi reír tan plácidamente con una escritora en una fiesta de la editorial.

 Me sentí amenazado, el simple hecho de pensar que esa mujer o cualquier otra persona es capaz de acercarse tan fácilmente a Usagi-San me enferma. Lo vi reír de la misma forma que ríe conmigo, o simplemente se reía con ella y me molestó. Volvimos a nuestro hogar y en ese momento no dije nada, pero tenía ganas de exigirle que se vaya a bañar de inmediato y que se quite el olor a perra de todo su cuerpo. Pero es mi novio y no por nada somos lo que somos, él se dio cuenta.

-Misaki, te noto raro ¿Estás bien? –Me abrazó por atrás, si que sabe como tenerme a su merced.

-S-si, no pasa nada. Descuida… -Sabía que no podía hacerlo bien, pero aún así intenté mentirle.

-Mentiroso, dime que es.

 Si no puedo mentirle, diré la verdad y se lo dije. Le grité en la cara aunque no quise hacerlo, pero me sentía tan poca cosa frente a esas mujeres hermosas con cuerpos tallados que fácilmente pueden quitarme al amor de mi vida. Sin tener una razón exacta, me puse celoso. Celoso de que él se estuviera riendo con otra persona que no sea yo. Me enojó que el olor de otra persona esté en su ropa, me molestó que yo mismo creyera que también puede ser feliz con alguien más que conmigo.

 A pesar de que yo sea tan pequeño y Usagi-San sea tan alto y grande de cuerpo, lo tomé de la barbilla haciendo puntitas de pie y le dije exactamente lo que quería decir.

-Escucha, eres mío, me perteneces. No necesitas a nadie más que a mí, solo puedes amarme a mí, a nadie más… -Con pequeñas lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos, lo besé. Quizás estaba llorando por sentirme tan impotente, tan inútil y tan débil ante la amenaza de perder a mi amado escritor.

Su nombre es Usami Akihiko, pero solo yo, Misaki Takahashi, puedo llamarlo Usagi-San porque mi ley así lo dicta. Mi bien es un escritor popular y reconocido internacionalmente, codiciado por miles de personas. Se graduó como el primero de su clase en la carrera de leyes de la universidad T de Tokio. También es hijo del jefe del grupo Kanou Usami y heredero de varias compañías de su padre. Actualmente tiene treinta y cuatro años, mientras yo tengo veinticuatro.

 Ambos vivimos en un pent-house, él paga la renta y yo, para no sentirme un mantenido porque es algo que odio, me ocupo de los quehaceres del hogar. Además, trabajo como editor de manga en una de las editoriales con las que Usagi tiene contrato. Me gradué de la universidad M de Tokio en la carrera de economía.

Ahora, luego de algunas presentaciones y una breve explicación de cómo es mi relación con Usagi, mi comportamiento con él y mi bipolar personalidad, les contaré como es que conseguimos una vida en paz, sin sentirme amenazado por nadie ni sentirme con temor a perder a Usagi. La historia de cómo él y yo quedamos juntos para vivir amándonos por la eternidad.

Había una vez… Así comienzo toda historia, pero ahora no es “Había una vez”. Ahora es:

 Eran todos los días…Todos los días mi príncipe plateado llegaba tarde a casa y yo, cómo el amante paranoico que soy, instintivamente sospeché de una infidelidad. Cosa que me puso de los pelos…

 Siempre lo encaraba y le preguntaba una y otra vez la razón por la cual llegaba tan tarde a casa y siempre me decía que era por trabajo. Pero yo soy tonto, más no idiota. No le creí esa excusa barata y comencé a bombardear mi mente con miles de imágenes de la mujer que me estaba quitando a Usagi-San.

-Misaki, de verdad es solo por trabajo. Es una temporada difícil, Aikawa e Isaka quieren que este en todos los eventos…

-Pero así pasas menos tiempo conmigo…

-Lo siento, prometo que te lo compensaré.

De esa forma él logra que me olvide por momentos de mis sospechas e inseguridades, pero al siguiente día vuelve a llegar tarde y yo vuelvo a caer en mi mente.

 Aikawa-San es su editora de literatura, es una de las pocas mujeres en las que confío de sobremanera. Sin duda, siento que ella nunca se metería con Usagi-San, es más, ella es mi cómplice en esto. Isaka-San es el director de la editorial, es muy cercano a Usagi, pero sé que tiene pareja. Sin embargo, no sé si Usagi de verdad es llamado por ellos y solo los usa para mentir.

 Sé que está mal desconfiar tanto de la persona de la que digo estar perdidamente enamorado. Pero aunque lo ame con locura y dé mi vida por él, el miedo a que me deje va a aparecer de todas formas y será inevitable desconfiar.

Fue un día común y corriente, o eso pensaba. Fui a la editorial temprano porque debía armar un proyecto y presentarlo para promocionar un nuevo manga. Llegué al lugar en unos 10 minutos en moto y permanecí por cerca de cuatro horas antes de volver a casa. Salí del edificio muy tranquilo y ahí fue, cuando lo vi a Usagi-San con una mujer muy cerca de él.

 En ese momento sentía que estaba ardiendo, pero no de vergüenza como siempre suelo hacerlo. Un deseo peligroso inundó mi mente, tenía ganas de arrastrar la cara de esa mujer por el suelo áspero. Estaba abrazada de un brazo de Usagi y parecía que se le estaba insinuando, Usagi-San solo intentaba ignorarla y quitársela de encima. En ese momento, no dije ni hice nada, parece que él no me vio, solo me di media vuelta y volví a entrar en el edificio.

 Apenas entré recibí un mensaje de él.

Para: Misaki

De: Usagi-San

Estoy en la editorial, hace un rato me llamó Aikawa para que venga.

Avísame cuando tengas un rato libre, así voy a verte…

Te amo…

 Sentí arder un poquito mi cara, me estaba sonrojando. Es por detalles así que no puedo dejarlo ir como si nada y estoy dispuesto a pelear por él. Di unos pasos más y escuché su adictiva voz que me llamaba desde atrás.

-Mi-sa-ki… -Me abrazó como si nada, restándole importancia si alguien nos veía o no. –Que coincidencia que te encuentre justo en la entrada…

-Si… Acabo de recibir tu mensaje, estaba por ir a casa. Hey… -Le dediqué mi mirada más exigente. –Te vi con esa chica…

-Ah, ella solo me estaba molestando. Te juro que la rechacé y le dejé en claro que estoy perdidamente enamorado de mi novio.

 Justo por uno de los pasillos, apareció la editora de Akihiko, Aikawa Eri. Una hermosa mujer pelirroja con labios atrayentes, ojos azules, exuberantes pechos y una silueta de modelo. Incluso yo me sorprendo de no sentirme amenazado por ella, sé que es buena persona.

-Ah, Usami-Sensei, al fin llega… ­­­­­

-Aquí estoy, espero que sea rápido, quiero ir a casa…

-Descuida…

 A Usagi-San no le gustan este tipo de cosas. Siempre hace enojar a Aikawa-San con sus caprichos. Dice que se siente incomodo en las reuniones por estar rodeado de tanta gente. Sé que en sí, él es una persona solitaria y que es un milagro que se haya encariñado conmigo de tal manera. Me dio un pequeño beso y se fue tras Aikawa a una sala de conferencia, luego de repente, aparecieron como treinta reporteros y fueron tras ellos.

 Salí del lugar ya más tranquilo, él si fue por trabajo. Pero esa mujer me hizo enojar. Caminé un poco por el estacionamiento hasta ver el auto deportivo rojo de Usagi-San, me acerqué porque quería sacar algo  que dejé olvidado el día anterior, un bolso con mi billetera.

-Hey ¿Qué haces? –Esa puta de cabello negro estaba en la parte de atrás del auto, sentada en el capó y no la vi antes. –Este no es tu auto.

-Soy muy cercano al dueño, me deja abrirlo cuando quiera… -Ella me miraba como si fuera la reina de Inglaterra y yo, que solo podía tener el ceño fruncido ante ella, usaba un tono de superioridad, como si fuera el rey del mundo.

-Compruébalo, o llamaré a la policía.

 Inmediatamente saqué mi celular y marqué al número de Usagi-san, si ella quiere que lo compruebe, lo voy a hacer y… ¿Por qué no humillarla un poco, mucho?

-Ah, Usagi-San, disculpa que te llamara de repente… Vi tu auto y quise sacar mi billetera del bolso que deje dentro ayer… -La miré a ella, usaba un vestido provocativo todo negro, piel muy blanca y pintaba sus labios de un rojo intenso. –Una loca, mejor dicho, la misma puta que hoy te estaba acosando dice que no puedo hacerlo y que llamara a la policía…

 Me dijo que pusiera en altavoz y lo hice, quería escuchar bien fuerte lo que él le diría a esa que viene a hacerse la gran señorita frente a mí cuando usa zapatos aguja pasados de moda.

-Escucha, me dijiste que te llamabas Miranda ¿No? –Ella escuchaba atentamente la voz de Usagi, él sabe su nombre… -Misaki es una persona muy especial en mi vida… puede hacer lo que quiera con mis cosas o conmigo, asique deja de molestar. Te dije que estoy perdidamente enamorado de mi novio, Misaki.

-Gracias… -Le dije y luego corté la llamada.

 Ella me miraba con rabia, y eso ya empezó a molestarme mucho.

-Bueno “Linda”…-Abrí la puerta, saque lo que tenía que sacar, cerré la puerta y la miré. –Ahora me voy, bye…

 Cuando me estaba yendo la escuchaba refunfuñar, maldecirme y otras cosas inmaduras. Luego me reí lo suficientemente fuerte para que ella me escuchara y así aumentar su cólera. Subí a la moto que me regaló Usagi-San para mi cumpleaños y yo acepte a duras penas, me fui a casa. Sorprendentemente, me sentí tan bien cuando vi la expresión que puso por haber perdido. Fue magnífico haberle ganado, sentirme tan grande y genial ante esa perra que se cree hermosa. Usagi-San nunca perdería su tiempo con alguien como ella, que habla sin saber de qué hablar.

 Volví a casa mucho más tranquilo y con los humos muy altos. Me hice una taza con chocolate caliente y me senté en el sillón. Este sillón me encanta, lo amo. Aquí tuve sexo con Usagi-San por primera vez. En ese tiempo tenía mucho miedo, pero ahora ya no es así. Ahora me encanta sentir las manos de Usagi en todo mi cuerpo, amo que me haga conocer sensaciones nuevas, amo que me ame.

Me llegó un mensaje de Marukawa, Kirishima-San me dijo que ya no me necesitaban por el resto del día y que me quedara en casa. Suspiré aliviado, realmente no tenía ganas de volver a la editorial. Comencé a aburrirme en ese lugar, ya no sabía qué hacer. En momentos como esos, tomo un cuaderno, un bolígrafo y comienzo a escribir.

 Usagi-San no sabe que lo hago, pero yo también escribo. Aunque lo mío no son las novelas, yo escribo pensamientos momentáneos. Dejó todo lo que siento en ese momento impregnado en un papel. Me dejé llevar por el tren de mi mente y el tiempo pasó volando. Me di cuenta cuando Usagi-San llegó a casa, me fije la hora, eran las seis de la tarde.

-Ya llegué… -Dijo con notable cansancio.

-Bienvenido… ¿Te fue bien? –Apenas se quito su abrigo, se sentó muy pegado a mí y recostó su cabeza en mi hombro.

-Estoy cansado… No fue fácil escaparme. –Suspiró y yo comencé a acariciarle el cabello.

-¿Quieres café?

-Quiero a Misaki. –Sonreí, como amo a este hombre. Tomé su rostro y lo puse en frente mío para que nos miremos a los ojos.

-Sí.

 Le di un beso que él correspondió enseguida, como ansiaba sentir sus suaves labios. Después de un tiempo, aprendí que Usagi-San ama que yo lo bese y mime. Me separé y lo abracé con mucha dulzura.

-Te haré un café… -Besé su mejilla y fui a prepararle un café, mientras él se tiró boca abajo en el sillón.

-Misaki… Sabes, cuando salí al estacionamiento… Esa chica seguía allí.

-¡¿Seguía?! Dios, esa chica no entiende…

-Me dijo un montón de cosas.

-¿Qué cosas? –Termine su café, se lo deje en la mesa y me senté velozmente al lado suyo.

-Como que lo mejor es que debería estar con ella y no contigo. –Con cada frase que decía, me hervía más la sangre. – Que ella está a mi altura. –Me hace ver las ventajas que tiene sobre mí. –Que me hará sentir mucho mejor que tu. –Me molesta. –Y que llegaría a amarla…

-No harás eso… -Volví a tomar su rostro, hice que me mirara a los ojos y le comencé a susurrar cosas. –Porque solo me podes amar a mí, y a nadie más.

-…Si, solo eres tú. –Me abrazó, no sentía esa calidez desde hace solo unas horas, pero es tan emocionante sentirla. -¿Puedo?

-Sí, puedes hacerlo. –Pude sentir como sonreía, me llene de alegría.

  Me cargó en brazos como si fuera una princesa hasta que entramos a su cuarto y me acostó en la cama. Varías veces, cuando es necesario tener sexo para él, me pide permiso. Aún así, no es necesario… porque no se lo negaría jamás.

 Comenzó besarme en los labios, un beso especial, uno de Usagi-San. Sus besos son una mezcla de pasión, dulzura, desesperación y excitación; Son tan especiales que no los puedo comparar con nada. Su lengua se rozaba con la mía, como amo ese placer. Luego, siguió con mi cuello. Llevando su lengua por las marcas de chupones que ya me había hecho, las besaba. Me gusta que diga que son muestras de que seré suyo por toda la eternidad. Empezó a hacerme otro más.

-D-Duele… -Le dije entre suspiros, las ansias me carcomían y mi pantalón ya me apretaba. No tuve respuestas, él solo seguía succionando con fuerza mi clavícula, y así dejar una marca.

-Ya está. Quedó muy linda, esta toda roja… -Él estaba con una sonrisa, esa que no resistí y comencé a besarlo con desesperación.

 Una de sus manos se coló entre mis ropas y llegó a mis pezones. Dios, este hombre es el único que sabe cuánto que excita que me toquen allí. Sentí mi rostro caliente, aseguro que estaba sonrojado hasta las orejas.

-Ah--- Usagi-- -Mis vergonzosos gemidos se escuchaban en la habitación, así como resonaba la sensual voz de Usagi cada vez que me hablaba.

-Misaki ¿Qué quieres que haga?

-T-tócame… -Me hace decirle que es lo que quiero, es tan penoso.

-¿Dónde? –Y esa sonrisa burlona y pícara nunca debe faltar.

-Todo…

 De esa forma, me ahorro muchas preguntas vergonzosas. Y comienza a lamer mis pechos en círculos con la punta de su dura y puntiaguda lengua hasta que comienza a doler, un dolor placentero.

-Ah, Usagi-San… Espe-- Usagi?! –Una de sus manos que antes me abrazaba llego hasta mi entrepierna y comenzó a apretarla.

-No podes detenerme ahora… -Masajeaba mi miembro sobre mi pantalón y apretaba mis pechos con su lengua, mi erección creció hasta que ya fue muy doloroso.

-Ah, eso es… Ah, Se siente…

-Misaki ¿Cómo se siente? –Su voz sonaba agitada y me di cuenta que ya estaba duro, rozó su entrepierna con la mía.

-Por favor, apresúrate…

 Desabrochó rápidamente mi pantalón y bajó mi bóxer. Con mi intimidad expuesta frente a sus ojos que parecían querer devorarme, lo tocó con sus dedos.

-¡Ah!—Esperó a que yo reaccionará para envolverlo con su mano y mover sus hábiles dedos. Un vaivén a la velocidad perfecta. Estaba tan excitado que cerré mis ojos y solo me concentré en el placer. –Ah—Así…

-Misaki, no aguanto más…

-¡Hazlo! ¡Rápido! –Le dije a punto de correrme en su mano.

 Soltó mi intimidad y se sacó los pantalones, pude ver un brillo en sus ojos y como relamía sus labios. También vi su erecto pene, tan tentador… Sentí la punta en mi entrada y un espasmo recorrió mi cuerpo entero.

-Misaki----

-¡Ahhh!

 Entró en mí sin ningún cuidado, haciendo que se tensara todo mi cuerpo y que me corriera violentamente en mi abdomen, lo sentía caliente.

-Respira… Ngh—Me apretaste fuerte… Ah.

-Ah—Ah— -Saliva estaba cayendo de mi boca, la lujuria me dominaba.

-Así, muy bien…

Empezó a moverse regularmente, el placer en ambos no demoró en aparecer hasta que no lo soportamos más.

-¡Más! ¡Muévete más! Ah—

-Ngh—M-Misaki----

 Sus embestidas aparecieron, su pene entraba y salía como si nada, causándome todo. A veces me contraía y lo apretaba, solo para escuchar sus eróticos sonidos. Lamía mi cuello y yo tiraba su pelo, el placer que nos invadía solo nosotros lo conocemos.

-Ah—U-Usagi… ¡Voy a terminar!

-Yo también ahg—

Yo me corrí primero y por eso, lo contraje tan fuerte que él se vació dentro de mí. Mi abdomen, mis piernas, su pelvis, las sabanas,… Todo quedó manchado de nuestro semen.

 Así, siento como si él volviera  a mí, recordándome y recordándole que solo es mío. Luego, lo beso en los labios y él pronuncia eso que tanto amo escuchar.

-Te amo. –Le sonrío, pues eso es algo que siempre me alegra saber.

-También te amo, por eso… No te dejaré ir.

 Luego de él asiente, se queda dormido y yo disfruto de acariciar su cuello y cabello. Ese cuerpo que me pertenece, lo amo tanto. Lo abrazó para protegerlo de todos y yo también me quedo dormido junto a él.

Sus ojos, su color violeta intenso siempre invade mis sueños. Como si quisiera perderme en su mirada, amó verme reflejado en ellos. Es como si solo yo existirá en su  universo, cada parte de él, solo estoy yo.

 Ya había amanecido y yo me encontraba solo en la cama, como odio despertar así, solo… Me siento abandonado.

 Pero al llegar a las escaleras a punto de bajar, logro escuchar su voz y me sorprende de que este hablando por teléfono con alguien. Tal vez Aikawa-san, Isaka-san o Nii-chan, pero ninguno era. Justo cuando estaba por bajar, descubro con quien hablaba.

-Basta Miranda, te lo he dicho una y otra vez, no saldré contigo. –Es ella, esa maldita. Aunque Usagi-San se estaba negando ¿Por qué sentía que todo era una farsa y él se iría con ella? ¡Como odio mi forma de pensar! Como me odio…

-¿Así dejaras de molestarme a mí y a Misaki? –Seguía hablando y mi cuerpo temblaba mientras miraba un punto fijo en el suelo. –Bien, no llegues tarde. Esta es la última vez…

 Luego lo escuché abrir la puerta principal y fue cuando sentí que debía detenerlo y mantenerlo a mi lado, pero no lo hice. Volvió a cerrar la puerta y ya no escuché los pasos de Usagi-San. Bajé despacio, y note que sobre la mesa había una nota.

Salí a comprar cigarrillos.

 Nada más, él trato de mentirme. Si hubiese pasado esto hace dos años, me hubiese largado a llorar, pero no fue así. Salí de casa con mi abrigo y mi celular dispuesto a seguirlo. Para mi suerte, cuando llegué al estacionamiento su auto gris seguía allí y él estaba dentro. Cuando se fue, yo corrí a subirme a mi moto, sin casco ni nada, solo quería estar con él. Lo seguí por unas cuadras, hasta que se detuvo en una casa y tocó bocina. Yo estaba es una esquina, escondido. Mi corazón casi se rompe cuando la veía subir a su auto, en MI lugar de acompañante. ¿Por qué, Usagi-San? Volvió a las calles y yo seguía tras él.

 Mientras conducía, pensaba en mil y un escenas diferentes de la puta y mi novio. ¡¿Por qué carajo soy así?! Pero, ¿Se podía evitar? Cualquiera estaría como yo si ve que su pareja recogió a una chica y se van juntos a sus espaldas. ¡Es normal! Sin darme cuenta, comencé a llorar de impotencia. Esa mujer es mil veces mejor que yo ¡Pero no quiero dejarlo ir! Yo lo amo tanto, tanto como a mí vida… Lo estaba perdiendo en el tráfico y aumente la velocidad, fue cuando absorto en mi mundo crucé una esquina y escuché una bocina muy de cerca.

 Fue tan lento y a la vez tan rápido, sentí mi arder mi cuerpo entero y me hallaba tirado en el asfalto. Vi como su auto se alejaba y alguien se me acercó para ayudarme. El dolor de mierda me tenía a su merced, lloraba, mucho más que antes. Me preguntaba como llegue a este estado y lo recordé, estoy así por amor. Tan débil… Usagi-San ¿Puedes decirme que me amas… una vez más?

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Pov. Usami Akihiko

-¿Qué es lo que quieres? –Le dije a Miranda, mientras manejaba mi auto en la mañana.

-Quiero que lo dejes, yo soy mejor. –Dijo sin ningún tipo de pena, que creída.

-¿Debería recordarte que amo a Misaki? –Estuvo molestándome desde hace unos días, está obsesionada con que deje a Misaki y salga con ella. No sé si es exactamente por interés, pero no ha dejado de insistir. ¿Cómo podría si quiera imaginarme con alguien más que no sea Misaki? –Si eso es todo lo que quería decirme, bájate aquí.

-¿Qué? No, es muy lejos de mi casa. Llévame de regreso. –me había llamado, diciendo que tenía algo muy importante que decirme y que debía ser en persona, solo por eso le dije que la pasaría a buscar para hablar.

 No le respondí, simplemente tomé un camino hacia su casa. En realidad, él mismo camino. Seguía parloteando, desde hace rato noté que estaba vestida muy provocativamente, pero para mi gusto… es una mujer, asique no.

-Usami-San, puedo hacer que te gusten las mujeres… -Dijo y se acercaba a mí, que desagradable.

-No, solo puede gustarme Misaki. –Dije sin mirarla, cosa que le molestaba. Una molesta mirada de indiferencia en estos momentos, es la llave.

 -No puedes amarlo para siempre, algún día--- -No terminó de hablar, pues frené el auto de repente. -¿Qué suce----

 Inevitablemente, comencé a llorar por ver así a Misaki. Tirado en el frío asfalto, lleno de sangre y sus ojitos verdes, cerrados. Me consideré maldito lo que restaba de mi vida. Me baje del auto desesperadamente y corrí a abrazarlo.

 ¡Mierda! Su cuerpo se sentía tan frío, su moto a unos metros hecha pedazos. Y Misaki que estaba muerto… Tenía una expresión tan triste que me rompió más de lo que estaba. Y si no estoy equivocado, tenía lágrimas en su mejilla.

-Misaki…. –Rogaba que abriera sus ojos. –Por favor Misaki…. –Deseaba escuchar su voz. -¡Misaki! –No quería ver que ya había perdido todo. -¡Misaki, no! Por favor… ¡Ahhh., Misaki! No, no, no…

Voy a negarlo hasta que me muera, no… incluso después de eso.

 ¡¿Por qué mierda pasan estas cosas?! ¡¿Por qué su pelo tiene esas manchas rojas?! No quería aceptarlo, ni iba a aceptarlo. Su piel seguía brillando a pesar de tener sangre, estaba tan suave. Lo amo tanto, y aún así la vida me lo quito todo. ¡Nunca ame nada, solo a él! ¡Carajo! Lo seguí abrazando, esperando que pudiera darle mi vitalidad, pero nada… Y Fue cuando comprendí que lo perdí todo. En mi mundo ya nada valía. Nada, nada, nada…

 Los policías y enfermeros me separaron de mi amor a duras penas, no quería que nadie lo tocara.

Aún con una vida sin sentido, el tiempo pasó muy rápido. Solo dos días que pasé en un bar, ahogándome en alcohol, dos noches horribles en las que mi hogar ya no era mi hogar sin la persona que amo. Todavía no le digo a Aikawa que dejaré de escribir.

Q.E.P.D

Misaki Takahashi

“Por favor, jamás me sueltes…”

U&M

03-01-17

 -Misaki… -¿Qué pensarás si me vieras así? Al lado de tu tumba bebiendo alcohol, semejante falta de respeto. –Misaki ¿Por qué estabas triste?

Su hermosa carita se veía triste, tenía lágrimas porque estuvo llorando, pero… ¿Por qué? Viviré con esa duda, son saber porqué mi amor estaba tan mal ni qué hacía fuera de casa en moto. Me tiré en el suelo junto a él, estaba tan frió el pent-house, pero al lado de Misaki siento una pequeña calidez reconfortante.

-Misaki, sabes… nunca te dejaré. –Saqué  una navaja, alguna vez la use para abrir cartas de Misaki.

 Sin miedo, sin nada que perder más que mi vida sin valor, corté con profundidad mi muñeca izquierda. No dolió, quería sentirme a mano con Misaki. Suspiré, y con dificultad corté mi muñeca izquierda igual de profundo.

-Misaki… -Luego solo me dejé caer al lado de mi castaño. Logré verlo una vez más, venía hacia mí con una sonrisa a paso lento. Cada vez más cerca, hasta que se sentó al lado mío y tomó mi mano. Me reía, como lo amo.

-Te amo. –Escuché que me dijo con una sonrisa. –Te amo tanto, Usagi-San.

-Misaki…. Siempre estaremos juntos, te amo.

Q.E.P.D

Usami Akihiko

“No importa cuando y porqué, sonríe y así todo florecerá…”

M&U

05-01-17

Lo último que vi… fue su hermosa sonrisa.

Te amo para toda la vida… y más allá.

 

Notas finales:

Dejenme un hermoso RW con su opinion del cap, se aceptan tomatazos, pero sin tomates podridos porque me da asquito 7u7

Debería hacer otro One Shots así? Si lo quieren, elijan la pareja, yo las sigo.

Gracias por leer, l@s amo!!!! Me divertí escribiendo :3

hasta la proxima!!!

Siganme en facebook ,) @Shibazeki-San xD


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