Capitulo uno. Cuando algo se rompe.
”“Y de repente te das cuenta que todo ha terminado. De verdad. Ya no hay vuelta atrás" 3 MSC
Los insistentes golpes en la puerta, más el montón de maldiciones que fuera arrojaba Tony, más que hacer que Steve se arrepintiera de su decisión, solamente conseguían que se apresurara más a empacar sus cosas en la gran mochila que el moreno siempre había tachado de anticuada por parecer del ejército.
-¿En verdad seguirás con esto? ¡Por Dios! No fue la gran cosa- soltó por instinto Stark sin saber realmente por que el súper soldado hacia tanto drama, acaso sus poderes no incluían no comportarse como una adolescente?
Por su parte Steve resoplo con fuerza, ¿es que el otro nunca entendería nada? Tal vez simplemente Anthony nunca se había comprometido realmente (justo como todos se lo habían dicho)… o tal vez era que simplemente que tantos golpes dentro de su armadura habían terminado de dañarlo?. Se miró en el espejo y viendo su reflejo suspiro triste, en realidad no importaba la razón, solo importaba que después de tres años nada cambiaba.
-¿No fue nada?- Dijo después de tomar sus cosas y abrir con determinación la puerta encarándolo, al tiempo que el más bajo se asustaba por la acción y por la mirada de verdadera molestia del rubio- ¡Te encontré teniendo sexo con una chica!...en nuestra casa…
-¡Estaba borracho!- trató se excusarse al sentirse realmente culpable por la acción, Steve negó, ya no enojado, más bien decepcionado y eso le dolió más a Tony- Te juro que no significó nada- Steve pensó que se veía en verdad arrepentido, “como siempre” se obligó a pensar para no dañarse más creyendo algo irreal mientras ya estando en la sala tomaba las llaves de su motocicleta
-Así como no significo nada cuando estabas besando a la nueva secretaria o cuando… olvídalo, ya no importa
-No, Steve, no te vallas, te juro que no sentí nada- se le colgó como entrando en pánico al ver que en verdad estaba por irse, beso sus labios sin tener una respuesta- Tu eres quien amo, solo cuando tú me tomas me siento completo, es más, solo cuando tú me miras- confesó notando que nunca debió poner en juego su felicidad por cosas momentáneas, y al mismo tiempo el soldado sitio que se le rompió el corazón y no logró distinguir si fue por las palabras del moreno o por recordar que no era la primera vez que las escuchaba.
-Tony, basta- le dijo alejándolo y tratando de no llorar en el intento – yo te amo
-Entonces no me dejes- le interrumpió
-Yo te amo- continuó como no escuchándolo –pero también me amo yo, y no puedo vivir con las heridas
-Y solo te importas tú, no?!- gritó en un repentino cambio de estado mientras lo empujaba, Steve ya no contesto porque hacer un recuento ya no venía al caso- ¡Si te vas no regreses! Escuchaste?- gritó sin verlo pero al escuchar que el rubio había abierto la puerta y cuando lo vio salir se acercó a la misma para golpearla antes de comenzar a llorar.
Se despertó como a medio día o algo así y en realidad solo lo hizo por l sonido de su celular, sin embargo al ver en la pantalla el número de Rhody prefirió solo apagarlo e ir por algo de beber, de todas formas ya sabía por lo que le llamaba “Tienes que regresar a tus deberes, sobre todo fue tu culpa que se fuera”, todos le decían lo mismo ¿qué no se daban cuenta que él también sufría?, claro que los primeros tres días actuó como si lo festejara y eso le causo cientos de reproches, pero ahora, más de una semana después, sentía que n podía ni respirar. A demás ¿Cómo regresar a su vida normal? en la empresa todo lo manejaba Pepper y justo ahora no necesitaba ver su cara de mamá enojada mientras lo regañaba; los medios solo lo buscaban para hablar de su ruptura con el ídolo de América y para colmo, el molesto Fury no lo había solicitado para nada, pero claro, tomando en cuenta que había lastimado al hijo prodigio seguro no lo quería ni ver y mucho menos con todo el montón de reproches que en esos momentos tenía sobre el fan número 1 de Steve, Coulson. Sin embargo tampoco era como si en esos días hubiera tenido alguna noticia sobre el propio Steve, tampoco era como que él gran Tony Stark se la pasara buscando información sobre él y fuese un acosador, pero tenía que quedar claro que el que casualmente J.A.V.I.S estuviera programado para detectar e informarle sobre cualquier información que detectara sobre Steve, ya fuera en los medios, en la red o en la base de datos de S.H.I.E.L.D, no, no era para nada acosar… de pronto, algo dentro de él se ilumino… tal vez Steve estaba pasando por lo mismo que él ¡si! Seguramente también lo extrañaba tanto a grado de no asomar ni la cara, tomó su celular y lo prendió con más ánimos que nunca.
Uno, dos, tres, cuatro… cuando llegó al intento numero 15 entendió que el rubio no iba a contestar sus llamados y quiso llorar, no tanto por no obtener respuesta, sino más bien porque recordó que desde los tiempos en lo que intentaba conquistarlo no le había llamado tantas veces “-colgamos hace 5 minutos- le había dicho dejando escuchar una sonrisa el rubio –pero ya te extrañaba- le había contestado él”
Después de tomar una no tan larga ducha y colocarse uno de sus mejores trajes, salió en su auto del año, haciendo solo una parada para comprar el bello ramo de rosas que ahora frente a esa puerta sostenía. No quería estar ahí, pero era por Steve y justo ahora podía hacer todo por él.
En realidad, obtener la dirección había sido muy fácil, todo estaba en los archivos de S.H.I.E.L.D, así que justo ahora no podía arrepentirse, tomó aire y tocó el timbre, esperó unos momentos antes de escuchar el bufido molesto proveniente del dueño, seguro al saber quién era quien tocaba.
-Tu siempre molestas- habló Bucky con más desprecio del acostumbrado, tomando en cuenta las circunstancias tampoco era como que lo culpara
-Y tú vives en una casa muy bonita para ser quien eres, S.H.I.E.L.D debe poner menos lujos en sus casas de seguridad- aun así, tampoco era como que Tony le tuviera cariño
-Ya no estoy bajo su vigilancia- se justificó entrando por un momento en su juego, luego se arrepintió- ¿Qué quieres?
-A Steve
-Él no está aquí- Tony respiro como para calmarse y poder hablar
-Por favor, llámale, yo en verdad quiero hablar con él
-Y yo ya te dije que no está aquí
-¡No me mientas!- dijo ahora ya comenzando a alterarse-¿Dónde más estaría?
-Tu… tu cambiaste- dijo molesto pero no del todo seguro
-¡Oh, no! No quiero escuchar eso de ti
-¡Él antes lucia feliz! Sonreía todo el tiempo y le brillaban los ojos al hablar ti… ahora ¡Solo llora”! ¿Tú no vez en sus ojos? ¡Le duele! ¿Cómo esperas que regrese?- y el que Tony no dijera nada aun cuando el segundo chico de hielo pareciera desear golpearlo solo fue porque sabía que era verdad… el gran soldado, el protector de la nación, aquel que lo tomaba en las noches desbordando pasión y le hacía temblar de ganas con tan solo besarlo, ese mismo chico parecía romperse con cada una de sus peleas, con cada una de sus fallos.
-Por favor- le dijo con la voz entre cortada y luchando por no soltar las lágrimas y el otro, que seguía odiándolo, sintió pena, no tanto por Tony, sino porque todos esos días había escuchado llorar por las noches a su amor imposible, a su mejor amigo.
-En el aeropuerto-soltó finalmente casi susurrando y sin tenerlo realmente claro, el otro únicamente corrió a su auto y arranco de forma desesperada.
En el camino J.A.R.V.I.S se infiltro en el sistema del aeropuerto y detecto el boleto a nombre de Steve Rogers rumbo a Nepal, tenía poco más de una hora para llegar, pero a esa velocidad le tomaría solo 20 minutos.
-No te preocupes Bucky, está bien- dijo por el celular Steve cuando el otro le llamo para contarle lo que había pasado- te entiendo, en verdad está bien
-Steve… a demás yo quería decirte que… que… te quiero mucho- dijo en lugar de lo que realmente intentaba decir
-Yo también te quiero, hermano- le contestó justo como el moreno esperaba- te veré en algunos meses- cortó la llamada y se sentó en uno de los sillones de la sala de espera, mientras esperaba su llamado para abordar.
En la pantalla de su celular observo por un rato una fotografía suya junto con Tony y le dolió el pecho y le dolió más por no saber en qué fallo, porque estaba seguro que también había sido su culpa, pero era tarde, era mejor irse.
-¡Steve!
En las películas siempre pasaba, el amor verdadero llegaba justo antes que el otro se marchara, pero no se trataba de una película, por eso Steve realmente no supo qué hacer cuando Anthony llego a la sala de espera gritando su nombre y corriendo hasta él cuando lo localizó
-¿Qué haces aquí?... es decir… Tony, no- dijo más bien negando al saber que la situación era muy obvia- Estaremos mejor lejos- Finalizó rechazando el ramo de rosas blancas, ya algo maltratadas, que por instinto Tony le había entregado al llegar a él
-¿Por qué?- le pregunto sintiendo que en verdad algo dentro de él se rompía- por favor perdóname- dijo arrodillándose sin importarle que todo el mundo mirara al gran Iron Man rogar.
-No, Tony- dijo levantándolo con su fuerza extra, pero aun así de forma delicada- yo tampoco hice nada por ti, creo que nunca te sentiste completo y por eso…-justificó también con el corazón roto
-¡No! Tú eres perfecto, yo tenía miedo de no merecerte, te amo- y estaba por decir más, pero el anuncio del vuelo sonó más fuerte que su voz, Steve también quiso decir algo, pero no se atrevió.
-Adiós Tony… Tal vez después…
Tony ya no escucho lo siguiente, por un momento solo vio la boca de Steve moviéndose mientras una lagrima salía, ya tampoco logro escuchar cuando el soldado le dijo que también lo amaba pero que tenían que repararse primero, pero eso, más bien fue porque todo se volvió borroso y después completamente negro, seguido de un fuerte golpe
-Tony!- entreabrió los ojos y logro mirar el rostro de preocupación de Steve mientras lo sostenía arrodillado en el suelo, intento sonreír porque en verdad el rubio aún se preocupaba por él, eso significaba que si lo amaba, pero los ojos le pesaban, así que nuevamente los cerro
-Tony!- escuchó a lo lejos-Tony!-más lejos –Tony- mucho m{as lejos…hasta que ya no escucho nada.