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There are worse things (i could do) por tonny-17

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La cabeza de Baekhyun está por explotar. Lleva menos de once minutos en la habitación y las jaquecas  no lo han abandonado en ningún minuto. ¿A quién se le dio la grandiosa idea de secuestrarlo después de salir del trabajo? Tres palabras: Kim Jonghijodelarecontrachingada In.

 

—Juro que te voy a matar. —Clama a las cuatro paredes y antes de levantarse del suelo en el cual se encuentra, la puerta de la habitación se abre de par a par.

 

Un tipo moreno con mascara negra y atuendo completamente negro, lanza una mochila al suelo, ignora los gritos del Byun y comienza a desvestirse en su presencia.

Baekhyun cuenta y se pide a sí mismo una jodida buena explicación del porque es amigo de Jongin y no de alguien más. Es decir, es bueno eso de tener amigos de años a su lado; apoyarse entre ellos, salir cada cierto tiempo, preguntarse qué tal fue su semana o mes, pero el moreno ya no la chinga. ¡Todo el día está metido en el hogar o trabajo de Baekhyun!

Lo hostiga y lo asfixia con su maldita presencia.

 

—Hyung, vamos a Busan. —El moreno por primera vez en los 15 minutos que lleva de secuestro, mira a su víctima y le sonríe lanzándole un traje negro que sacó de la mochila que cargaba.

—Bu- ¿Busan? —Baekhyun pregunta divertido y antes de pensarlo, es raptado otra vez.

 

Jongin saca una pequeña inyección, y antes de siquiera reaccionar, Baekhyun se vuelve a preguntar mientras cae somnoliento, ¿Por qué es amigo de un médico? ¡Porque tuvo que ser amigo de un jodido médico que no funge su empleo en un hospital y que solo se la pasa a su lado!

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Kyungsoo mira sus uñas, Chanyeol hace lo mismo. Bostezan a la misma vez y vuelven a mirarse las uñas. Las personas entran a los vagones y ellos continúan mirándose las uñas. Compran unas papitas y las uñas continúan siendo parte de su visión.

 

—Explícamelo otra vez, ¿Por qué tuve que venir a Busan contigo? —La gruesa voz del más alto interrumpe el miradero a las uñas.

—Ya te lo dije, Jongin le va a pedir matrimonio a Krystal, y quiero que él vea que lo he superado. —Y dándole la menor importancia, vuelve a mirarse las uñas.

 

Chanyeol suspira en agonía y solo se recuesta en el asiento, se acomoda, cruza sus brazos y cierra los ojos. Niega y antes de pensar algo, la voz de su compañero lo despierta completamente.

 

—Vamos a casarnos, Chanyeol. —Las palabras le erizan la piel y gira para ver a Kyungsoo con espanto. —Tú y yo, pero de mentiras. Quiero que Jongin sufra.

Oh, mi Dios. —Esto no le puede pasar. O al menos no otra vez.

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Baekhyun comienza a despertar lentamente, todo a su alrededor da vueltas y cuando al final fija su vista, la pareja de viejitos de enfrente lo miran con susto. Se tocan el pecho y bajan el teléfono. Ellos ya estaban más que listos a llamarle a la policía si el joven de enfrente no despertaba.

¡Ya habían pasado cincuenta minutos y ni respuesta de este! Además de todo, su acompañante solo miraba su reloj, la revista y volteaba a tocarle el pulso al dormido hombrecillo. Eso era bastante sospechoso.

Uno ya no puede confiar en los desconocidos, vayan a saber qué tipo de vida han tenido todo el tiempo. Ya más vale prevenir con todo esto de los secuestros; hoy por ellos, mañana quien sabe.

 

— ¿D-dónde estoy? —Byun pregunta exaltado, se levanta rápidamente pero a los pocos segundos vuelve a sentarse porque se mareo. Cierra sus ojos e intenta enfocar el borroso cuerpo de su acompañante.

—En un tren. —Jongin por su parte, deja atrás la revista y mira los casi vacíos asientos. Toma la mano de su amigo y le toma el pulso. Le sonríe y cuando Baekhyun se mira las manos, nota como su atuendo ha cambiado completamente.

— ¿Un tren a dónde? —Pregunta con sorpresa y los viejitos que tomaron lugar frente a ellos, han sacado el teléfono otra vez al ver al tipo moreno sacar una inyección. — ¡Deja eso! Mi piel esta toda morada y verde por eso.

—Vamos a Busan. —en un suspiro resignado, guarda la inyección y le sonríe a la pareja de ancianos. Voltea de ver a su amigo y después de sonreírle, habla —: Kyungsoo le va a pedir matrimonio a Krystal y quiero que vea que lo superé más pronto de lo que esperaba. —Frunce un poco los labios y si no hubiera sido por aquella posición tan aniñada, los ancianos ya habrían llamado a la policía por su propia cuenta. —Así que nos vamos a casar.

—Bu- ¿Busan? —Pregunta incrédulo, se carcajea, toma el teléfono y niega. — ¿Casarte? —y se levanta otra vez; burlón trata de hacer una llamada pero antes de siquiera dar un paso, cae de bruces al suelo por las palabras del moreno.

—Sí, tú y yo.

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Han pasado más de cincuenta minutos que el tren partió. Chanyeol se pregunta a si mismo si está bien contar varias de sus experiencias pasadas a su amigo. Jala de la cortina y mira el paisaje.

Está decidido, si mira un monte, él le confesará la verdad a su acompañante.

¡Y Bom! ¡El monte apareció!

 

—Kyung…la verdad…

— ¿La verdad?

—La verdad es…es que un matrimonio no puede hacerse así a la ligera. —Y traga grueso al notar aquella penetrante mirada.

— ¿Y?

Yo te oculte algo desde hace tiempo…

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Baekhyun se levanta de su asiento. La pareja de viejito solo se mantienen mirando cada movimiento que este personaje hace y cuando el Byun al fin se dio por vencido, le pide a su amigo que le dé un poco de vino.

 

—Esto es un tren, no un avión de primera clase. —El moreno sonríe divertido, toma una bolsa y le entrega lo que hay dentro a su acompañante. —Confórmate con huevos.

—Como si no supiera que estas traficando el jodido vino en estos momentos. —De nueva cuenta, la pareja de viejitos sacan su teléfono para llamar a la policía.

 

¡Válganos que no solo es un secuestrador, si no también traficante!

Jongin sonríe forzadamente y busca en otra de sus mochilas para sacar cuatro copas y una botella de vino tinto. Vuelve a sonreír ante las caras sorprendidas de la pareja. Vierte de aquella sustancia en cada una de las copas.

Baekhyun sonríe de lado a lado, relame sus labios y de un solo trago se bebe el vino. Pide que se le llene otra vez, pero esta vez, bebe moderadamente.

 

—Para ser sinceros. —Mira la copa, mientras la mece y se hipnotiza con las hondas de esta. — Yo estuve casado por seis meses con un hombre.

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Tener la mirada fija de Kyungsoo sobre ti no es lo más bonito que puede pasar en tu vida.

Comenzando con que Kyungsoo tiene una mirada densa y pesada que te provoca escalofríos al segundo en que esta cae sobre tu cuerpo.

Que te sonría mientras la comisura de su labio se tambaleé en un pequeño tic, te provoca tragar pesado al momento. Y sientes como tu garganta se cierra mientras te ahogas y mueres en el intento de querer respirar, asfixiándote como consecuente.

¿Y cómo pasa todo aquello? Ni idea. Pero Chanyeol no quería descubrirlo.

 

—Yo estuve casado por seis meses con el hombre más maravilloso. —finalmente habla sorprendiendo a Kyungsoo.

 

Para el segundo en el cual Kyungsoo reaccionó, ya era demasiado tarde como para pedirle a Chanyeol que le contará como había siquiera ocurrido eso.

 

—Es una larga historia.

—Tenemos bastante tiempo.

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Fue hace exactamente siete años atrás, Chanyeol lo recuerda perfectamente. Recuerda aquel maravilloso diciembre, ¿Cómo no olvidarlo si conociste al chico ideal en ese mismo día?

Park había quedado maravillado por la frescura de aquel joven chico. Cuando trato de acercársele, las palabras de los demás lo detuvieron.

«Byun Baekhyun, nadie lo toma en cuenta ya»

«Dale dinero, y hará lo que sea»

Y aquella noche de año nuevo, cuando todo a su alrededor se derrumbó por unas simples acciones; lo volvió a encontrar.

 

—Casémonos. —No podía detener las palabras, estas salían como por arte de magia de sus labios. Ni siquiera el morderse la lengua lo ayudaba. —Tú necesitas salir de ese embrollo, y yo necesito que mi familia vea que tengo a alguien de mi lado.

 

Vamos, Chanyeol no necesita casarse. Su familia comprendía todo aquello. Chanyeol aún era joven, ¿quién lo obligaría a casarte en pleno siglo veintiuno?

Él solo quería que Baekhyun no sufriera más. Que no se le acusara falsamente. Quería ser la coartada de su chico.

 

—Seis meses. —Prosigue. Se interpone en el camino de aquel bajo chico y lo detiene. —Solo seis meses y pagaré lo que sea. Solo acepta.

 

Si le preguntáramos a Chanyeol como se sintió aquel día de la propuesta, él inmediatamente te respondería que se cagó. Se cagó cuando pasaron veinte minutos y el Byun no le respondía. Se cagó cuando lo escucho riéndose. Se cagó cuando lo escucho aceptando.

Chanyeol se cagó de la mayor felicidad.

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La pareja de viejitos escuchan entretenidos la historia que el hombre de enfrente está relatando. Miran y sonríen a la par que el Byun lo hace.

Jongin solo mira su reloj de mano, cuenta el tiempo que hace falta para llegar y Baekhyun vuelve con la historia. Palmea  el hombro del moreno y haciéndole preguntas que sean relevantes a la historia, este solo afirma en cada aclaración.

 

— ¡Já! Pero no se preocupen, era un matrimonio falso. —Aplaude y los viejitos sacan libres un “¡Ah!”. Jongin por su parte, suspira y sonríe. ¿Qué más le puede quedar cada que su amigo cuenta su obscuro pasado a los desconocidos?

—Debiste amarlo, si aceptaste tal cosa. —La anciana mujer le comenta y ante la mirada de su amigo junto a la de la pareja, Byun niega.

 

Baekhyun abre la boca y Jongin continua mirando su reloj. Ya solo quedan una hora y media para poder llegar a su destino.

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— Ese fue el tiempo más  hermoso de toda mi condenada vida. —Chanyeol finaliza a la pregunta de Kyungsoo.

 

Sorbe de la nariz ante aquellos viejos recuerdos y mirando por la ventana, trata de distraerse un poco solo para no pasar la vergüenza de su vida y llorar en los brazos de su amigo.

Al menos debe mantener un poco de cordura, y olvidar aquello que pasó hace ya tanto tiempo.

Park lo pensó por vario tiempo, siete años deben ser más que suficientes para olvidar a alguien y hablar de lo más normal sobre él o ella. Pero, parece que él necesita un poco más de tiempo para poder olvidar.

 

—Si se te es difícil, no importa, puedes tomar tu tiempo. —Las dulces palabras salen de los labios acorazonados. Una leve caricia a su mano, y la historia continúa.

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Baekhyun tenía veinte años la primera vez que  pisó aquel hogar. Todo su sistema se volvió gelatina, pero por fuera se supo mantener firme al ver a su esposo abriendo la puerta de la residencia.

Baekhyun tenía veintiún años cuando sus padres por primera vez en su vida, se reunieron con él y su esposo. Hablaron de manera civilizada, inclusive lo trataron con aquel tacto humano y familiar que nunca antes habían hecho.

Baekhyun tenía veintiún años cuando se entregó completamente a una persona. Tenía veintiún años cuando se enamoró por primera vez. Cuando abrió su corazón totalmente.

 

—Te amo, Chan-eh. —Susurra aquellas hermosas palabras, besa las mejillas del durmiente hombre y cuando se recuesta a un costado de este, su interior se caliente en un santiamén.

—Yo también. —En un susurro le responde. Chanyeol atrae el cuerpo de su esposo y girando hasta quedar frente a frente, besa la nuca de este. —También te amo, Baek-eh.

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Baekhyun sirve otra copa de vino, a la pareja de viejitos también se les llena sus copas con aquel vino tinto y ante una estruendosa carcajada, este niega.

 

— Nunca nos quisimos, fue solo por negocios. —Aclara. Bebe y suspirando al final, continúa—: él necesitaba que su familia no lo hostigara con el matrimonio, y yo ocupaba que no me culparan de un asalto.

—El asalto fue inculpado. —Les aclara el moreno. La pareja afirman con la cabeza y cuando fue señal para el Byun, continuó.

—Yo solo debía decir que estaba en el hogar de él para que los horarios no coincidieran.

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Park muerde su labio y sonríe al solo recordarlo.

 

— Yo lo amé de verdad. —Finalmente las palabras que no le pudo decir cuando estuvo frente a él, las ha sacado.

 

Kyungsoo toma la mano de su amigo y dándole pequeños apretones, alivia aquel dolor que le provoca a Park el recordar viejos tiempos.

Las lágrimas dan su carrera y nadie las detiene. Esto es uno de esos pocos momentos en los que Chanyeol se siente avergonzado por sus actitudes, pero que va, él también merece ser consolado y sacar las cosas que lo estrujan por dentro cada cierto tiempo.

 

—Siempre me arrepentiré por no decírselo.

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Cuando Baekhyun conoció por error a uno de los primos de Park, todo se fue a la ruina en aquella relación.

 

— ¿Qué? ¡Esto es de dementes! —Las sarnosas palabras salen con burla de aquel individuo. Unas leves palmadas en el rostro de Baekhyun y la carcajada que no se detiene en ningún momento.

 

El intruso, primo de Chanyeol, entra como si fuera su hogar la residencia de los casados. Lanza la sudadera que llevaba puesta, en el rostro de Byun. Mira todo el alrededor y después de mofarse por algunos minutos más, entra a la recamará.

La iluminada habitación, cambia de color al momento de que aquel hombre ingresa. Cierra las cortinas para que la claridad no entre más. Abre los cajones de los burós y busca algo en específico.

Se recuesta sobre la perfecta cama matrimonial, y después de mirar el techo por pocos segundos, lanza todos y cada uno de los productos que encontró en su búsqueda.

 

—Eres una puta zorra. —Sisea y Baekhyun se encoje al escuchar rechinar la cama.

 

Da un paso atrás cuando el primo de Park se le acercó. Niega cuando este trata de tocarlo. Llora al escuchar los gritos que este pega. Suplica por un poco de piedad cuando este lo lanzo a la cama con brusquedad. Se lamenta al no tener las fuerzas y detener al intruso cuando intenta abusar de él.

Pero sobre todo, pide perdón en el momento en el que Chanyeol entró a la habitación. Porque, puede que Chanyeol puede malinterpretar todo. Él se conoce perfectamente. Supo la persona que fue; pero también sabe quién es ahora, y por ello, no espera perder a la única persona a la que ha logrado amar y ser amado, por quien es sin importar etiquetas.

 

—Te lo dije, dale un poco de dinero y Baekhyun hará lo que sea. —Las voces son cada vez más tenues, él niega. Esto no puede ser cierto. — ¿Acaso creías que estaba enamorado de ti?

—Esta es mi habitación…—Chanyeol lanza su mochila escolar. Toma a su primo del cuello y lo eleva del piso. Gruñe con odio y cuando miró los llorosos ojos de Baekhyun, se tragó lo que quería decir. —Al menos espera hasta que los seis meses terminen.

 

Mordiendo su lengua y aguantando las ganas de golpear al bastardo con el que comparte sangre, le escupe:

 

—No quiero que mi dinero sea tocado por alguien más, ¿entiendes?

 

Todo se fue a la mierda en un solo segundo.

 

—Estaba preocupado de que mi primo, se haya enamorado de la basura. —Sin importarle un reverendo comido la forma en la que se refería a su esposo, Park solo sonrió. —Pero veo que sigues cabal.

— ¿Estabas preocupado por mí?

— ¿Y porque no debería? Después de todo, es a Byun Baekhyun a quien querías desde un principio.

 

Sin mucho tiempo a perder, aquel intruso; que vino a destruir la armonía y una muy bonita y perfecta relación, se fue.

Ahora ya no quedaba nada que se pudiera salvar. Ahora ya no quedaba nadie que se pudiera quedar. Ahora no existía nada que lo pudiera detener.

 

—Baek, no es-

Me largo. 

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Las mejillas de Baekhyun se colorean y es el momento preciso en el que la advertencia llega a la cabeza del moreno. Su amigo ha bebido demasiado.

Llevan dos horas desde que partieron hacia Busan, y la botella de vino tinto ya termino desde hace un buen tiempo atrás. Los risueños ojos de Byun miran a la pareja de viejitos frente suyo. Niega y sus rasgados ojos comienzan a llenarse le lágrimas, Baekhyun sonríe y travieso, esculca en el bolso de Jongin por más vino.

 

—Deja eso, no será bueno si continúas bebiendo-

—Cállate,  ¡no te metas con mi precioso vino y yo!

 

La pareja de viejitos solo miran la pelea, sin moverse ni un solo momento. Jongin les sonríe, y Baekhyun clama por otra botella de vino.

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Chanyeol se mantiene con la cabeza gacha. Si tas solo nunca hubiera dicho aquellas palabras, quizás hoy en día su destino estaría siendo distinto.

 

—Eres una maldita mierda, Chanyeol. —Kyungsoo gime por el llanto y golpea con fuerza el brazo de su amigo.

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Si algún desconocido o conocido hubiera preguntado a Baekhyun sobre si sufrió por su fallido matrimonio, él habría respondido con indiferencia. Burlándose por las caras largas de los otros. ¿Han visto el rostro del Byun? ¡Es más radiante que el mismísimo sol!

¡Ahí está su respuesta! A él nunca le importó una mísera greña el haber terminado con Chanyeol.

Al fin de cuentas, era Byun Baekhyun de quien se trataba. ¿Había alguien que le importara? El Byun era la lacra más despreciable, ni para que preguntar.

Todo contrario a Chanyeol. Porque si le preguntaran a Park si le dolió su fallido matrimonio, él solo agacharía la cabeza y negaría con una pequeña mueca junto a la comisura de su labio tambaleándose en una gran sonrisa falsa.

Porque a Chanyeol le dolió más de lo que se pueden imaginar.

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Para cuando Baekhyun tomo la tercer botella de vino, sus ojos comenzaron a enrojecerse y sus mejillas a sonrojarse. Las lágrimas comenzaron a salir y las arcadas aparecieron al segundo.

Con vergüenza y disculpas, Jongin carga a su amigo como si fuera nada hasta uno de los baños desocupados de su vagón. Entra al pequeño cubículo y cierra la puerta amarilla. Byun vomita todo y se arrepiente de haber bebido porque hasta ahora recuerda, después de casi dos horas, recordó que no era bueno bebiendo.

¡Oh, maldita sea Jongin y su bocota que lo hacen recordar viejos tiempos!

Si tan solo el moreno no hubiera sacado a flote nada sobre el matrimonio, él no habría recordado al bastado de Chanyeol. Pero bueno, por algo Dios hace las cosas. Para hacerlo sufrir, por ejemplo.

 

—Ya. Sácalo. —Jongin susurra. Palmea la espalda de su amigo, y entre caricias recorre su mano desde el cuello de Baekhyun hasta su espalda baja.

 

Más arcadas y en un grito, Byun pide que se largue del baño porque todo es su culpa desde un comienzo.

Sale, suplica perdón y se queda inmóvil al ver a otro tipo parado frente al baño.

Jongin lo ha visto de algún lado. Aquellas facciones del tipo alto, se le hacen tan conocidas que ahora mismo está reteniéndose para preguntarle si se conocen.

 

— ¿Ibas a ocupar el baño? Porque lo están ocupando. —El moreno señala su lado del baño y el alto hombre niega, señala su lado del baño y sonriendo, habla.

—Estoy esperando a alguien.

 

Y todo quedo en aquello. No se dijo más. Jongin eliminó la idea de conocer al otro humano y solo se centró en escuchar la gruesa voz hablando con la gangosa persona del cubículo.

 

—Todo, siempre fue mi culpa. —El alto hombre habla más fuerte, solo para recibir respuestas de la otra persona. —Creo que debí decirle desde un comienzo que en realidad, siempre me gustó. Que fue un amor a primera vista, y no ocultarme en solo tonterías como las que hice para mantenerlo a mi lado.

— ¿Lo sigues amando? —La gangosa voz resuena por todo el silencioso vagón del baño.

 

Un silbido por parte del moreno, una guacaleada por parte de Baekhyun y un sonrojo junto a la carcajada por parte de Park.

 

—Enserio, ¿estamos teniendo esta conversación fuera de un baño? —Pregunta avergonzado. Mira al moreno hombre de traje y gira para recargara la cabeza en la puerta mientras se golpea constantemente en esta. —Y no solo eso, en un baño público.

—Me importa una mierda donde sea, solo responde. —Jongin sonríe. Kyungsoo habría respondido de la misma forma, entonces él diría algo para recriminar y Kyungsoo sacaría tajante que no es la única persona que hable de tal forma. Que hay miles de ellas allá afuera. Ahora el moreno sabe que su ex pareja, tenía mucha razón.

— ¡Sí! Diablos, sí. Lo sigo amando como si no hubiera un mañana.  Los digo amando que si me lo encuentro en este momento, soy capaz de raptarlo y-

¡BUARGH! —El repugnante sonido de alguien vomitando calla completamente a Chanyeol, mira con preocupación al cubículo de frente y al moreno.

 

Jongin pega un brinco y gritando a los cuatro vientos, intenta entrar a donde su amigo se encuentra. No puede abrir la puerta y solo golpea constantemente hasta que este abra o le diga que se encuentra bien.

 

—Soy médico, yo salvaré tu vida; solo abre.

¡Todo es tu culpa! —Gritan desde dentro y aquel alto suelta un silbido, al parecer alguien será padre. O al menos eso piensa.

El bastardo de mi ex decía lo mismo. —Murmuran desde dentro del cubículo, Kyungsoo limpia sus mucosidades.

 

Se levanta del retrete, vuelve a limpiarse la nariz y en el momento en el cual abre la puerta de su cubículo, mira la espalda de la otra persona entrando con rapidez a donde los sonidos de vomito se escuchan.

Voltea a ver a su amigo, quien aún seguía mirando frente y lo golpea en el hombro para que lo siga hasta sus lugares correspondientes.

Para cuando Baekhyun se sintió mejor, Jongin lo guió fuera del baño. Para sorpresa del moreno solo encontró el pasillo vacío. Bueno, después pedirá disculpas por la interrupción de una bonita confesión.

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Pasaron dos meses después de romper aquel matrimonio. Chanyeol se encontraba en una disco, sus amigos dijeron que era lo mejor que podían hacer por él, así que en aquel día; dos meses después, Chanyeol había olvidado por primera vez Baekhyun.

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La pareja de viejitos se callan al momento en el cual tanto Baekhyun como el moreno llegaron.

Baekhyun se lanza a su asiento. Toca su cabeza, e intenta mantenerse quieto porque las punzadas están comenzando a aparecer. Maldito el momento en el que decidió beber.

 

—Esta es nuestra parada. —La anciana mujer avisa. Toma a su marido de la mano y antes de correr lejos, porque escucharon muy bien las obscuras intenciones de aquel bajito y delgadito hombre sobre como incendiar el tren con las botellas de vino que el moreno trajo consigo y quemar a todo el mundo.

 

Claro, ellos también estaban incluidos en su plan de las bombas molotov con vino. Por eso ya se les estaba haciendo tarde para largarse y vivir otros cincuenta años más.

 

—Se cuidan y-

—Espera, ¿Cuál es su nombre? —El hombre se detiene y estira su mano.

— ¿Su nombre? —Baekhyun repite y se queda en shock al no saber que responder. — ¿El de él? —Y por aquel “él” nos dimos cuenta que se trataba de ese él.

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El tren detiene su paso y algunas personas comienzan a bajar de su vagón. Tanto Chanyeol como Kyungsoo no dijeron absolutamente nada después de su tonta confesión en el baño.

Ya solo faltará una estación y aquella historia terminará.

 

—Su nombre. —Do ordena. Ya no quiere hablar más así que acorta las palabras.

— ¿Su nombre?

—Dime el jodido nombre de aquella pobre alma.

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—El suyo. —Niega con ternura aquel hombre y su mujer lo pellizca para que se vayan de una vez por todas. —Verá, llevamos horas hablando de nuestras vidas y es una falta el no saber sus nombres; ella es mi esposa Ahn Hee Yeon y yo soy Kim Joon Soo.

—Byun Baek Hyun.

—Kim Jong In, un gusto.

 

Y de aquella manera, con una corta presentación tardía, el vagón quedo completamente vacío.

El tren avanza. Sus cuerpos se mueven por la inercia. Jongin mira el reloj. Suspira y contando hasta diez. Los hipidos comienzan a aparecer.

 

—Suéltalo. —Las palabras salen, las carcajadas y las lágrimas continúan.

¿Qué hay malo en mí?—Baekhyun pregunta. ¿Qué hay de malo en él que lo está volviendo a recordar?

—Nada, eres perfecto.

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Los dos meses fueron muy distintos para ambos; eso muchos ya lo saben.

Para Baekhyun, la vida no cambió. Ni mucho menos su día a día. Él seguía siendo lo mismo ante los ojos de los mirones y todo aquel chismoso que iba a entregar informes a los amigos del Park.

Porque, aceptándolo,  Baekhyun era una mierda de persona. ¿Porque sufre Chanyeol por él?

Mientras todo seguía su rumbo; Jongin llegaba cada noche a la habitación de Byun. Se compraba una bolsa de malvaviscos y un cartón de leche. Hervía la leche y se la daba a Baekhyun para que pudiera tener dulces sueños.

Si era necesario, se quedaba dormido junto a este mientras le contaba un cuento para poder dormir. Los malvaviscos eran para él, la leche para Baekhyun.

Pocas veces eran las que no tenía que hacer aquel proceso, pero generalmente lo encontraremos en la habitación de aquel humano.

 

—Solo suéltalo. —Jongin aconsejaba cada anochecer.

 

Palmea la espalda de su mejor amigo y sólo se queda en silencio escuchando el llanto que este crea. Niega a las culpas que se hecha. Escucha a Baekhyun. Escucha lo que no le puede decir a las demás personas. Escucha los gritos desgarradores. Escucha las culpas.

Porque desde aquel rompimiento, Baekhyun sufrió como nunca lo había hecho.

Jongin, quien siempre ha sido un cobarde, no se atrevió a encarar al tal Park. No se atrevió a golpearlo y dejarle en claro, a los cuatro vientos, cuan mierda ha dejado a su amigo.

Jongin es ese tipo de cobarde que siempre estará junto a su mejor amigo hasta que este encuentre la felicidad. Es tan cobarde que nunca pudo decirle a Kyungsoo que las noches eran para una persona especial, mientras toda su vida seria para él. Así de cobarde era el moreno.

Por las buenas intenciones dejo ir su trabajo y por un amigo, dejo ir el amor.

Baekhyun llora. ¡¿Por qué lo hace?! Se maldice. Ya son seis años. ¡Seis años por un demonio! ¿Porque sigue llorando como si hubiera sido ayer cuando Park lo abandonó?

 

—No tienes trabajo que hacer.

—Me dan miedo los hospitales. —Jongin comenta con temor, tiembla al decir la palabra "hospitales". Apaga la estufa y deja la leche calientita en un vaso sobre la mesa.

—Eres médico, por favor.

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—Byun Baek Hyun. —Chanyeol muerde su labio. Mira el paisaje y niega. Kyungsoo se toma sus minutos para poder abrir la boca. Chanyeol sonríe a la nada y con rapidez, limpia aquellas lágrimas que salieron sin permiso alguno.

—Y-

—No hablemos más, por favor.

 

Y retractándose a sus palabras. Kyungsoo voltea a ver a su amigo. Toma la ropa de este y empuña sus manos amenazándolo.

—Cuando regresemos, iras por ese chico. ¡¿Entendido?!

 

Chanyeol acertó en contar a Kyungsoo su vida.

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Busan llego a los pocos minutos. El silencio en los distintos vagones era algo que dominaba. Jongin sale por la puerta y Baekhyun le sigue; con una enorme y perfecta sonrisa.

Los casi 30 minutos que duro llorando, le sirvieron para revitalizarse y ser otra vez el hombre que siempre ha sido.

Mientras ambos caminan lado a lado, Kyungsoo y Chanyeol caminan a más de cinco metros. Todo a petición del Do, quien no quería verle la cara al otro por imbécil.

Jongin toma la mano de Baekhyun. Entrelaza sus dedos y planta un pequeño beso en las cienes de este. Dándole ánimos, porque después de aquello, ambos tendrán que casarse; entran al enorme salón de fiesta.

 

—Jongin está aquí. —Krystal suelta cuando sus ojos miraron con determinación el cuerpo de aquel moreno. Esto no podría ser mejor.

 

Baekhyun entra de la mano de Jongin. Como la puerta ya estaba totalmente abierta; ellos solo caminaron hasta llegar al centro del salón para encarar a los recién comprometidos.

Mientras el moreno busca el cuerpo de su ex, Baekhyun mira con adoración el banquete. Tantos dulces y el sin caries.

 

— ¡Sabia que vendrías! —Krystal grita a los cuatro vientos. Suelta una malvada carcajada porque su plan salió a la perfección.

 

Da varias vueltas como si estuviera un poco chiflada y los invitados se le quedan viendo con extrañeza.

La mujer vuelve a soltar una carcajada de victoria en el momento en el cual Kyungsoo llegaba desde lejos, de la mano de un hombre totalmente diferente al moreno.

 

— ¡Todo salió como lo planeé! —Vuelve a la desquiciada carcajada y para cuando menos se lo esperaron los hombres, beso con gran lujuria los labios de su verdadero prometido. — ¡Yo seré la única feliz en esta vida!

 

Tanto Baekhyun como Jongin pegaron una mueca por la desagradable escena. Mientras Krystal continuaba besando los labios del hombre desconocido; ellos intentan alejarse.

 

— ¿Qué demonios es todo esto? No se suponía que te casarías con Jongin.

—Eso mismo es lo que pregunté, ¡la invitación decía que serias tú y Kyungsoo quienes se comprometían!

— ¡Ya tuve mi regalo de navidad!

 

Y sin respuestas, aquella galante mujer, se fue dejando a los dos con las mismas preguntas sin respuestas.

Baekhyun se había alejado de Jongin en el momento que la segunda carcajada salió de Krystal. Él, como decirlo, se dio cuenta que todo había sido una venganza gracias al prometido que se acercó a él para contarle cómo sucedieron las cosas.

Al parecer, la mujer había estado flechada por aquellos dos desde la universidad y al igual que estos dos, se enamoraron de la misma mujer al mismo tiempo; su amigo y Kyungsoo,  como no sabía con cuál de los dos salir, comenzó a tener citas con ambos a la vez. Así es como comenzaron a tener citas de tres casi todos los días.

Cuando al fin había elegido al indicado (Jongin), se encontró con la sorpresa de que aquellos dos enamorados suyos, habían comenzado su propia historia de amor JUNTOS. Así como lo escucho el Byun, ambos se cansaron de ser elegido por Krystal y en una larga cita que tuvieron, se dieron cuenta que tenían pocas cosas en común pero eso sí, la atracción entre ambos comenzó a ser cada vez mayor que la que solían tener con la mujer.

Y fue hace menos de un año cuando Krystal se enteró por las malas lenguas, que aquellos dos hombres habían terminado su relación. Así que ese fue el momento indicado para hacerlos sufrir solo por el hecho de haber dejado escapar una gran mujer como era ella, por sus cosas homosexuales.

Tal cuales las palabras del prometido, le dieron a conocer a Baekhyun la historia de años en sólo un par de minutos. No hay nada mejor que los resúmenes a las largas historias.

Caminando y se alejó del moreno cuando se dio cuenta que ya no será necesario en las mentiras piadosas contra el ex de este. Toma un plato y sin permiso o remordimientos, prueba de todos aquellos alimentos que se encuentran a su disposición.

 

—Creo que esto era una trampa. —Tanto Do como Kim comentan a la vez. Se maldicen por haber pensado lo mismo al mismo tiempo y mejor optan por mantenerse en silencio.

 

Los minutos pasan. Los segundos transcurren. Los recuerdos corren en sus cabezas. Las sonrisas aparecen. La distancia se acorta y las mejillas se acaloran. La razón por la cual habían terminado en primer lugar, se esfuma. Y sólo en el momento en el cual ya estaban frente a frente, dispuestos a hacer de todo menos recordar que habían terminado, una gruesa voz los interrumpe y la burbuja de ellos juntitos, desaparece.

 

—Kyungsoo, ¿no nos presentaras?

—Ah, cierto. Jongin él es...él es mi-

—Soy su-

Mi esposo. —Y ahora podemos notar claramente como Kyungsoo recordó como el moreno lo había abandonado vilmente por otro chico aquella vez hace mucho tiempo.

—En real- —Park intenta negar aquello. Abre la boca y la cierra cuando siente la primera caricia, el cuerpo pesado del Do y el doloroso pellizco que este le dio.

Te casaste…—Y Jongin no lo puede creer.

—No es- —Y los pellizcos continuaban. Kyungsoo amenaza y Park decide callarse a morir de dolor.

 

El corazón de Jongin se rompe y cualquier persona que hubiera estado frente a los tres, se darían cuenta que en realidad no están en una relación por los murmullos del alto acerca de no mentir más. Además de sus gritos sobre cuánto le dolían los brazos de tantos pellizcos. Y sobre todo, los gritos del más bajito pidiendo que se callara y no arruinará su plan.

Pero como Jongin aún seguía en shock. No le prestaba atención a nada. Ni siquiera al hecho de haberse encontrado al hombre que estaba en el mismo baño que él y que declaraba a la persona dentro, cuanto amaba a la persona que abandonó.

Su corazón se rompe, pero así como se rompió, el curita sanador llegó a sus ojos comiendo unas fresas bañadas en chocolate.

 

—Oh, ya veo. —Y la monótona voz detuvo pellizcos y suplicas. Jongin mese su mano y pidiendo a Byun que se acerque, su sonrisa se ensancha. —Yo tampoco vine solo, Kyungsoo.

— ¿No estás solo? —Park pregunta y ahora que lo recuerda. Este es el mismo hombre que se encontró en el baño del tren. Afirma y suspira con pesadez.

 

Ahora entiende porque razón Kyungsoo lo está obligando a casarse. Este tipo embarazo a otra a los pocos días de haber roto. Porque Park también escucho la razón del porque hacerse pasar por el marido del Do.

Todo porque Jongin siempre tuvo a alguien más cuando ellos salían.

 

—No. —La enorme sonrisa se ensancha de lado a lado. —Estoy con mi prometido. Estamos planeando casarnos dentro de dos días. —Volviendo a mecer su mano, el pequeño cuerpo comienza a aparecer y su sonrisa a crecer. —Es él.

— Ah. ¡Jongin! —Un giro al corazón de Park al escuchar aquella voz. — ¿Qué es-¿

—Kyungsoo, te presento a mi prometido. Byun Baek…

Hyun. —Y Chanyeol murió.

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Baekhyun deja caer su plato con todos los alimentos que esperó atascarse hasta que su garganta se cansara y no pudiera moverla más. Corre como si su vida estuviera en peligro. Choca contra unos de los tantos meseros e invitados, no sabe porque lo hace, pero aquello fue lo primero que su cuerpo le indico hacer.

Chanyeol, por su parte, se quedó hecho piedra. Ante el golpe de Kyungsoo, reaccionó y huyo en la misma dirección donde el hombre de su vida había corrido.

 

— ¡Baek-! —En el intento de Jongin de correr y clamar el nombre de su amigo dramáticamente, Kyungsoo lo detiene.

—Déjalos. —Ordena el Do y ante un bufido, Jongin obedece.

 

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Baekhyun se derrumba en un solo segundo. No supo cómo, ni cuando, pero ya estaba en el estacionamiento debajo de un auto. Hecho bolita y tapando sus oídos y rostro. Niega. Esto no puede estar pasando. Esto no puede estar pasando. ¡Esto no puede estar pasando!

Tiembla y las lágrimas salen descontroladas. Golpea su cabeza por el nerviosismo. Sus lágrimas no se detienen en ningún momento. Se siente patético. Es patético.

Mil y una vez, se imaginó un escenario donde volvería a encontrarse con aquel alto. Pero en cada una de aquellas, él lo enfrentaría. Se burlaría en su cara. Y como debía ser, le echaría en cara cuan feliz es y lo poco que le importo el haberlo haber terminado su falso matrimonio. Se burlaría en la cara de Chanyeol y le diría «Nunca te amé.»

Pero todo sería una mentira. Una de sus típicas mentiras. Se haría fuerte y en las noches, se derrumbaría y esperaría a su mejor amigo para ser consolado.

 

Te encontré.

 

Su cuerpo tiembla. Sus lágrimas continúan. Las palabras se atoran con el llanto en su garganta. Y de la nada, los brazos de Chanyeol acunan todo su cuerpo.

 

Te extrañé. —Ahora quien llora no solo es Baekhyun, Chanyeol repite mil veces lo mismo. Lo repite hasta que Byun lo entienda y se le quede grabado en su cabeza.

 

Las palabras quedan en el viento. Chanyeol  confiesa todo lo que no pudo decir cuando era un maldito niño tonto, que creía que ocultarse era lo correcto.

«Eras, eres y serás mi todo.»

Los minutos pasan. Más lágrimas transcurren. Más temblores. Y aquellas mismas palabras salen de los labios de Baekhyun.

 

Te amo.

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Cuarenta minutos transcurrieron. La primera nevada aparece con un poco de atraso. El copo de nieve cae en la mano del moreno y sube la cobija un poco más, porque el estar en la azotea del salón no le hace bien a nadie, y mucho menos en un día tan frio. Lo bueno es que ya tenía preparada la cobija por si acontecía algo más que presentar a Baekhyun como su prometido y robar a Kyungsoo de las garras de Krystal.

Porque si a Jongin no le funcionaba el plan “A”, le quedaba el “Ve y secuéstralo”.

 

—Me siento mal por Baekhyun. —Jongin susurra.

— ¿Por qué deberías? —Kyungsoo se retuerce un poco y se acurruca un poco más en los brazos del moreno.

—Porque lo estoy dejando solo. Debí correr con él.

 

Un pequeño zumbido y la sonrisa del Do se ensancha, dejando aquel característico corazón.

Muestra el contenido del mensaje y más nieve cae a su alrededor. La preocupación de Jongin se desvanece y acerca un poco más el cuerpo del hombre de sus sueños.

 

— ¿Esto quiere decir que regresamos? —Planta un delicado beso en los labios ajenos y acaricia con cariño el cabello del otro.

—No soy un fácil, Kim.

 

El Do se levanta del suelo y acomoda sus ropas. Sonríe con malicia y para cuando cruzo la puerta, el moreno ya lo tenía acorralado. Baekhyun y Chanyeol no eran los únicos con una muy buena navidad en este año.

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De: Chanyeol
11:11 PM


¡Feliz navidad!

 

 

 


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