-Ten, tu puta consola- Mello lazó con violencia el aparato, Matt poseía una gran para atrapar objetos puesto que el hecho se ser amigo de tal persona impulsiva, esa habilidad le salvó la vida varias ocasiones.
-Mells, que cárajos te sucede?- Cuestionó prendiendo su delicado tesoro.
- nada, Matt.- Un silencio abismal reino en el habitación con un rubio junto a la puerta de brazos cruzados y mueca de rabia pura.
-no insistas Matt, no te lo diré-
El pelirrojo escogía con tal empeño el juego próximo que casi no escuchó a su amigo.
-Ni aunque seamos mejores amigos Mail-
“ Mail? Dijo mi nombre, esto es importante “
-Mello es obvio que tienes algo entre ceja y ceja-
-Equivocado, porque dices?- la actitud de Mello cambio escalofriantemente de enojado a algo parecido a la curiosidad feliz.
Por supuesto ,para alguien que no lo conociera a la perfección.
-Mírate , estas tan enojado que tuviste que canalizar tu enojo a la falsa quietud para no matarme-
-Estoy a la perfección, mira- acto y seguido, saca una barra de chocolate pequeña de su bolsillo trasero, de esas que suele guardar para sus crisis emocionales ,mira atentamente al otro mientras no la muerde, la saborea.
-Esta bien, no me meto- se coloca a su derecha abriendo la puerta, invitándole con una mano la salida cercana.
El otro gira para salir, una vez fuera le mira de reojo
- esta bien, admito que me molestó, pero no se que más ,si el verlo llorando, no saber porque, o el hecho de su recriminación.-
Sigue su camino lamiendo su barra.
Matt le observa perplejo, de que demonios hablaba?; nunca le decía las cosas directo, de hecho, es de los que se guardan sus cosas excepto con alguien de toda su confianza , para decirle sus tormentos a medias.
Aunque… esta vez, el ojiverde intuyó que se trataba de algo fuerte , que seguiría ahí por un tiempo infinito algo así como la paradoja del hotel más grande del mundo,, aunque hubiesen infinitas habitaciones siempre vendrían a hospedarse infinitos huéspedes, como los infinitos tormentos de cada persona , de los que uno crea infinitas salidas, pero siempre llegan más.
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La mañana siguiente el clima cambio en 180, algo frío con un cielo nublado, el edificio se veía triste, la mitad de los niños disfrutaba el clima para salir a jugar mientras que la otra parte se sentían deprimidos como las florecillas al cerrase ante a ausencia del sol.
Una vez en el comedor , los niños, niñas y algunos maestros disfrutaban en santa armonía del desayuno.
-Hey Near- el pelirrojo tomo lugar al frente de él.
-Buenos días Matt-
-Sabes algo acerca de la sorpresa que nos tienen preparada?-.
- por qué varias personas me han estado preguntando?-
- se dice que Roger eligió a un niño para ser su cómplice, tú eres el primero en la línea , tal vez seas el de confianza.-
- pues no, no soy yo-
-Seguro?-
- eso sería demasiado obvio-
-tienes razón-
El chico de los googles alza su vista, mira a un rubio muy enojado viéndolo desde la fila del desayuno.
-esto se va a poner feo-
Near sigue la vista del otro para toparse con Mello.
“Mello” suspira y enrolla su mechón.
El otro chico se avecina como tornado con bandeja en mano , es posesivo, no le gusta compartir sus cosas y Matt era suyo, su perro, su amigo.
-Ahora qué, son mejores amigos?-
- estás celoso amor?- le dijo Matt mientras le mandaba un besito.
-Cállate idiota!-
-Cállame Mells -
Mello veía de reojo a Near, ese tipo de trato entre ellos solía ser normal pero al estar a solas; incluso una vez llegaron a besarse de juego, cosa que del todo no les desagrado.
El tercer chico, quien hacia mal tercio tomó sus respectivas cosas en la bandeja y se paró a toda velocidad.
-¿Qué hacías con ese raro?-
-Mello no seas grosero, todos somos raros-
-claro que no- dio una gran mordida a un brownie.
-Si, sólo tienes que fijarte, todos tratamos de ocultarlo para apegarnos a lo normal, pero en el fondo cada uno tiene algo extraño.-
Mihael sorbió la leche, su amigo tenía razón, pero para él Nate era el raro de los raros. “ hasta en eso gana” .
-dice que no sabe nada acerca de la sorpresa –
-mis deducciones me dicen que, tal vez sea la visita de L-
-L, he?-
- tal vez-
-puedes decirme que sucedió anoche-
“Anoche” suspira, la noche de ayer fue para pasarse en vela, Mello se sentía terriblemente culpable, Mail preocupado por su amigo y Near triste con todos esos recuerdos.
-Una persona me reprochó el trato que le doy-
Matt dejó caer su tostada. – Y? Quién eres y que has hecho con mi amigo?-
Mello se levantó – no empieces Mail-
Otra vez el nombre, el tema le afectaba bastante.
-lo siento - , el rubio solo levantó su mano en señal de disculpa al caminar hacía la salida. Mello al caminar por los pasillos se dio cuenta sobre su sentir, como le llamaban a eso,
un segundo, dos,mmm … un pensamiento … Inmarcesible!! Esa era la palabra, ~ que no puede machitarse~ así lo sentía él la culpa de verlo así, llorando no podía marchitarse.
Tal vez, debería hablar con él.
Si, eso haría, ya no sería malvado con el enano.