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Bendita Farsa por FictionLover

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Notas del capitulo:

Hello babies!

Siii! Lo prometido es déuda! Actualicé a tiempo! Yeeeeeah! *rockeando*

Aquí en Chile son las 11:00 pm así que estoy dentro del límite D: Así que a actualizar el cap. 5 se ha dicho bitches! *-*

Es un cap. medio... hmn no sé... ¿raro, tal vez? No, no es esa la palabra que estoy buscando x.x Bueno... es un cap. bizarro... sí, eso xD Con una escena por ahí que puede que los deje con la boca abierta, pero tranquilas mis sensuales criaturillas que no todo es lo que parece ^^

Como siempre los agradecimientos pertinentes a:

+Marycielo | ¡Lo prometí por la garrita y aquí estoy preciosa! *la abraza*

+Anonima Confundida | Al fin te puedo identificar mi bella criaturilla ^^

+Escritora Novata | Lemon, lemon, lemon everiwhere! *sacando pancartas*

+Warmix | No me dijiste cómo quieres tu oneshot mi bella criaturilla ^^

+Winy | Te extrañé! Pensé que ya te habías olvidado de mí y del fic u.u

+Charles | No te vi en este cap. pero espero estés bien y no enojado D: Te extraño :c

Gracias infinitas mis sensualidades (?) Sin su apoyo este fic no sería lo que es y yo no estaría tan motivada sacando tiempo de donde no tengo para actualizar :'D Son el motor de mi inspiración <3

Y obvio; gracias también a mis lectores fantasmas que aunque no comentan me hacen saber de alguna manera que les gusta lo que leen a través de sus visitas ^^

Y ya! Me estoy acostumbrando a escribir demás acá xD

Comencemos!

CAPÍTULO 5: ¿UN NUEVO COMIENZO?


Cuando las hormonas le ganan a la razón no hay mucho que hacer para evitarlo. Claro ejemplo de esto, es el par de adolescentes que se come a besos sobre la inmensa cama en aquella desolada habitación.


 Habían bastado sólo un par de insinuaciones para que Vegeta mandara a la mierda su autocontrol, cediéndole el triunfo al obstinado de Kakarotto quien no hacía más que provocarlo descaradamente en cuanto tenía oportunidad.


El aire dentro del cuarto se condensaba volviéndose denso, mientras la temperatura ascendía de manera considerable. Sus cuerpos parecían casi a punto de ebullición, pero sólo los lujuriosos toques de sus dedos y labios eran capaces de apaciguar el abrasador calor que los consumía.


Llevaban una hora en casa de Vegeta, tiempo en el que tras dar explicaciones al señor Saiyan de por qué estaban tan mojados al llegar, se habían dedicado a ducharse y mantenerse en un incómodo silencio lleno de miraditas de reojo, roces casuales y conversaciones a medias.


Se devoraban los labios con infinita pasión y deseo, mientras las manos de Vegeta desabotonaban con cierta desesperación la camisa del precioso pelinegro que tenía debajo suyo. No había alcanzado a vestirse del todo después de salir de la ducha, por lo que apenas quedó al descubierto el pecho y abdomen del menor, pudieron disfrutar del delicioso roce de sus torsos desnudos. La calidez que desprendían sus pieles al frotarse era sumamente excitante, acelerándoles la respiración y provocando que ansiaran sentirse aún más cerca. Gokú no podía más que soltar suspiros y jadeos ahogados en placer al sentir como el de peinado en forma de flama bajaba poco a poco con besos desde su cuello hasta su pecho, al tiempo que una de sus manos se entretenía acariciando todo tramo de piel que quedaba expuesta y la otra le servía de soporte para no aplastarlo.


- Eres tan perfecto, Kakarotto…- Murmuró Vegeta en su oído, mordiéndole provocador el lóbulo y logrando con esto que las mejillas de éste se tiñeran de inocente rubor.


La temperatura corporal continuaba ascendiendo, sumergiéndolos a ambos en un éxtasis incontrolable,venciéndolos el deseo y la necesidad de fundirse en un solo ser. Les ganaba el antojo por el otro, mientras sus labios se buscaban una y otra vez, aumentando cada vez más la intensidad de cada roce. Sus lenguas se tentaban, encontrándose en una lujuriosa lucha por el control.


- Ah… mnh Ve-geta…- Gokú gimió excitado en medio del beso, al sentir como esa juguetona mano se colaba bajo su ropa interior, cerrándose alrededor de su miembro más que despierto.


¿En qué momento le había quitado el pantalón? Ya no lograba pensar con claridad. Esas caricias le enloquecían, haciendo a su cuerpo vibrar. Pero en definitiva creyó tocar el cielo cuando la experta lengua del mayor le probó, obligándole a aferrarse con fuerza de las revueltas sábanas y haciéndole imposible el no empezar a gemir como un loco.


- Oh… s-sí… ah-ah Vege-ta así… ¡ngh ah s-sigue!


Aferró con sus dedos los negros cabellos del mayor, mientras algunas lágrimas de placer escapaban de sus ojos. Se sentía embriagado de placer… se sentía parte de un delicioso y sumamente anhelado sueño del que esperaba no despertar nunca.


No supo en qué momento pasó, pero cuando menos lo vio venir se encontraba lamiendo tres dedos que, tras desvestirse sensual y eróticamente frente a él, Vegeta le había dado para completar la última y más placentera fase de su íntimo ritual de entrega. Sólo fue consciente cuando los introdujo uno por uno en su interior, incomodándole y quitándole por momentos el aire. Pero estaba inmerso de tal manera en las sensaciones, que los golpes repentinos de placer que éste le propinaba al besarle con desmedida pasión, acariciarle con tanta febrilidad o masturbarle tan deliciosamente, le esfumaban la razón, nublándole por completo la mente.


Así el punzante dolor y el delirante placer se entremezclaron, justo cuando se acoplaban volviéndose uno solo, en medio de excitantes gemidos llenos de puro éxtasis. El mundo a su alrededor se difuminó en una explosión de lujuria, al tiempo que sus cuerpos se movían a un mismo ritmo en aquel auto impuesto y exquisito vaivén.


- Kakarotto…


Vegeta gemía su nombre, tan seductoramente que sentía que se correría de sólo oírlo.


- Kakarotto…


Sus ojos nublados de placer, su boca entreabierta exhalando entrecortadamente el aire.


- ¡Kakarotto!



- ¡Ah!


¡¿Pero qué demonios?!


Vegeta estaba ahí, sí, pero en vez de gemir su nombre inhundado de placer, le estaba gritando exasperado para despertarlo.


- ¡Al fin!- Exclamó exageradamente, frunciendo el ceño al ver su cara de máxima confusión.- ¿Qué soñabas tan importante para demorarte media hora en despertar?


Que me hacías el amor sensual y deliciosamente… ¡¿por qué tuviste que despertarme?!


- N-Nada…- Dijo apenas, todavía demasiado metido en las tan maravillosas y reales sensaciones de su sueño.- ¿Qué hora es?


- Las siete y treinta.- Le respondió Vegeta, mirándolo con cara de circunstancia.


Claro, ya recordaba. Después de llegar y ducharse, se había sentido tan relajado que fue cosa de poner la cabeza en la almohada para caer rendido en brazos de Morfeo. Tenía pensado terminar su conversación pendiente con el hijo mayor de la familia Saiyan, pero no había podido más que volver a pedirle perdón por sus actitudes estúpidas e infantiles justo antes de quedar profundamente dormido sobre la cama de éste, embriagándose con el aroma dulce, aunque masculino impregnado en la funda.


Los envolvió otra vez un silencio incómodo, pero como venía haciendo desde ayer Gokú lo rompió incorporándose sobre el colchón y atrayendo hacia él a Vegeta –quien estaba sentado en una orilla mirándolo fijamente– para robarle un suave beso lleno de sentimientos, el cual éste correspondió con tanta dulzura y delicadeza que hizo latir a mil por hora el corazón del menor. Estuvieron varios segundos así, sonriendo cohibidos al separarse y caer en cuenta del amor más que obvio reflejado en sus pupilas.


- Deja de hacer eso.- Vegeta quiso sonar enojado, pero su voz salió en un suave susurro.


- Y tú deja de corresponderme.- Contraatacó Gokú, con voz traviesa y sonrisa cómplice.


Se ganó un leve empujón que lo hizo volver a acostarse de espaldas sobre el colchón, más una mirada de fingido odio con malicia mal disimulada.


- Si vas a ducharte hazlo rápido para desayunar e irnos de una vez.- Le comentó, parándose y caminando hacia la salida del cuarto.- Le dije a Raditz que estabas conmigo, pero si no te apuras en llegar tus padres te castigarán hasta el próximo siglo.


- Sí, papá.- Se burló el menor de los Son, sonriendo divertido y sacándole la lengua.


Como venganza Vegeta tomó ágilmente una de las almohadas y lo golpeó fuertemente con ella en plena cara, riéndo complacido consigo mismo al sacarle un grito de sorpresa.


* * *


Cuando Tarble vio a Vegeta entrar a la cocina acompañado de Gokú, quien según sabía es la razón de todas sus decisiones impulsivas y por tanto malas, no pudo más que fruncir el ceño –muy al estilo de su hermano– y dirigirles una mirada desaprobatoria a ambos. Su padre muy por el contrario les sonrió enigmáticamente, saludándolos con una efusividad poco propia en él.


- ¿Vendrás a almorzar, hijo?- Le preguntó de forma casual a Vegeta, sorbiendo su café.


- No.- Fue la escueta respuesta de él, mientras vertía jugo de naranja en un vaso.


Vegeta padre no dijo nada más, dedicándose a terminar de desayunar en silencio, aunque echándoles curiosos vistazos a su hijo y el amigo de éste de vez en cuando.


Tarble en cambio no pudo más con su duda, por lo que se animó a preguntar:


- ¿Por qué no vendrás a almorzar?


- Tengo que terminar la exposición.- Le dijo su hermano, mirándolo serio.


- Ah… Vale.- Tarble supo con esa mirada que no obtendría más información, por lo que se resignó a seguir desayunando en silencio.


Pero algo le decía que su razón era otra, relacionada directamente con Gokú Son. Sólo esperaba que su hermano no volviera a sufrir por su culpa como la última vez, porque de ser así se encargaría él mismo de hacer pagar por eso al de cabellos alborotados.


* * *


-Tarble me odia, ¿sabes?- Comentó Kakarotto de camino a su casa, mirando a Vegeta con un adorable mohín frunciéndole los labios.- ¡Y lo peor es que ni siquiera lo disimula!


- Tiene sus razones para hacerlo, ¿no crees?-  Señaló él, manteniendo la vista al frente.


Gokú asintió, suspirando afligido. Apoyó la mejilla en la palma de su mano y lo miró fijamente.


- Te amo, Veg.- Soltó de la nada y sin avisar, no pudiendo contenerse más.


Vegeta se sobresaltó, no esperando para nada dicha confesión en voz alta. La sangre se acumuló en su rostro, por lo que entrecerró los ojos intentando reprimir el inevitable sonrojo. El corazón le empezó a latir rápida y fuertemente, mientras un vértigo exquisito le revolvía el estómago y un amague de sonrisa luchaba por posarse en sus labios. Guardó silencio unos minutos, tratando de calmar su revolución emocional. Era consciente de que Kakarotto esperaba alguna respuesta de su parte, pero tenía miedo de volver a dejarse llevar por sus sentimientos. Porque sí, él amaba a ese cabeza hueca más incluso que la última vez y lo único que quería en el fondo era decírselo para que su relación recuperara el rumbo que nunca debió perder, pero las dudas eran demasiadas y lo hacían sentir inseguro y temeroso de dar siquiera un mínimo paso en falso. Desde su ruptura Vegeta se sentía incapaz de mantener un noviazgo formal, convirtiéndolo en alguien renuente a los sentimentalismos, acostumbrado a encuentros ocasionales sólo de índole sexual. Pero ahora que Kakarotto le salía con que aún lo amaba… se sentía volteado de cabeza.


- Estás con Broly.- Por fin lo encaró, sonando enojado y dolido a la vez.- ¿Qué hay de él?


- Él no eres tú.- Respondió Gokú, sumamente determinado y serio.- A ti te amo. A él no.


Vegeta se orilló justo al lado de una explanada solitaria y llena de vegetación, apagando el motor del auto y acomodándose en el asiento para quedar viendo a Kakarotto de frente.


- No juegues.- Le dijo, bastante más calmado de lo que se sentía.- No puedes pretender estar conmigo, cuando tienes una relación formal con él.


- Terminaré con Broly.- Aseguró el de cabellos alborotados, viéndose sumamente decidido.- Porque como dices… no puedo estar contigo si estoy con él. Eres tú a quien amo, Veg. Te juro que esta vez sí quiero hacer las cosas bien.


Percibió como le acariciaba los labios con la yema de sus dedos, regalándole una mirada tan dulce, tan genuinamente enamorada… que ya no pudo contener más la sonrisa, el rubor y el brillo en sus ojos, los cuales con una mirada le gritaban lo que su voz no estaba preparada para decir.


- Cuando eso pase búscame y te daré mi respuesta.- Fue lo único que dijo de momento, sonriéndole de lado con esa malicia traviesa que a Kakarotto tanto le gustaba de él.

Notas finales:

Buajajaja soy malvada lo sé xD Siento a quienes se quedaron con ganas de que ese lemon fuera real, pero como dije es muy pronto. Las cosas entre Gokú y Broly deben aclararse primero antes de que Vegeta le de duro contra el muro y masizo contra el piso (?) *cara de sicópata sexual*

 

Gracias por leer de antemano y por sus futuros reviews igual ^^

Trataré de que la próxima actualización sea la próxima semana, pero esta vez no prometeré nada porque entro a semana de pruebas y uffff... haré todo lo posible por no morir de un ataque a las neuronas x'D

 

Nos vemos pronto mis bellas y sensuales criaturillas <3


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