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Bendita Farsa por FictionLover

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Notas del capitulo:

Hello babies! ^^

Es sábado por la noche así que toca actualización de Bendita Farsa :'D

Creo que no lo dije, pero actualizaré los sábados en la noche, todas las semanas ^^

Mil gracias a las criaturillas que me dejaron su senshualón review 7w7 y a los lectores fantasmas también X'D

Espero que el cap. #2 les guste tanto como el primero :$

Antes de leer...

* Vegeta y Gokú miden casi lo mismo, así que acá no hay complejo de inferioridad por altura de parte de nuestro sexy príncipe 7u7

Comencemos!

CAPÍTULO 2: PROHIBIDO ENAMORARSE

Gokú’s POV:

Muero de sueño. Son las diez de la noche y ya todos se fueron a dormir. Broly acaba de mandarme un mensaje dándome las buenas noches y disculpándose por no poder llamarme como siempre que sale tarde de clases, ya que tendrá que quedarse con sus compañeros terminando un trabajo de investigación que le dejaron de improviso, el cual debe entregar mañana a primera hora y que según me dijo es sumamente complicado de hacer. Por mi parte estoy luchando contra álgebra y sus endemoniadas ecuaciones imposibles de resolver, estando a punto de quedarme dormido encima del cuaderno más de una vez.

El constante tic-tac del reloj me está volviendo loco, hartándome al extremo de darme a mí mismo un golpe en la cara a mano abierta cada cinco minutos. Jugueteo con el lapicero entre mis dedos como un demente obseso, entrecerrando los ojos y apoyándome en el respaldar de la silla con pesadez. Escucho ruido de pisadas en el segundo piso, por lo que supongo que Raditz y Vegeta siguen despiertos, haciendo todo menos planificar su exposición de fotografía. No es primera vez que el amigo de mi hermano se queda a dormir aquí; es más, parece ser ya algo así como una tradición de una noche por cada semana.

Sigo ideando en mi cabeza una forma de plantearle mi plan y pedirle su ayuda, pero todavía no se me ocurre nada que no raye en lo ridículo. No puedo llegar y decirle “Hey, Vegeta, ¿te harías pasar por mi novio para que mis padres se olviden de mi relación con Broly y así nos dejen en paz de una buena vez?” Pf, seguramente me mandaría a la mierda de una y con puñetazo de premio incluido.

Suspiro y vuelvo mi atención a los ejercicios de matemáticas que debo entregar mañana, relegando mi tortura mental para después. Pero cuando me dispongo a empezar a resolver la que para mí es la ecuación menos complicada, siento la presencia de alguien detrás. Es ahí cuando el peso de un cuerpo se apoya en la silla donde estoy sentado, unos brazos me abrazan por la espalda, una mano ajena toma suavemente la mía y una respiración cálida me eriza la piel, mientras una voz aterciopelada y varonil me susurra al oído:

- Empieza con los paréntesis y así despejarás la incógnita más fácilmente.

Ensimismado veo como sus dedos agarran el lapicero sin soltarme la mano, trazando en la hoja números que me resultan incomprensibles. Lo único en lo que puedo concentrarme es en el exquisito calor que irradia su cuerpo y el aroma tan masculino… tan embriagante que desprende su piel.

- V-Vegeta…- Susurro entrecortadamente, estremeciéndome ante su cercanía.

Detengo sus movimientos en el papel, tomando el control de su mano y volteándome sobre la silla para mirarlo, quedando así encerrado entre la orilla de la mesa y sus brazos. Sus ojos me escrutan fijamente, esperando con expresión seria lo que sea que tenga que decirle. Se aparta de mí cuando hago amagues de querer pararme, alejándose unos pasos y cruzándose de brazos cuando quedamos ambos de pie a la misma altura.

Nos miramos en silencio un rato, aunque soy yo quien lo rompe arriesgándome a hablar.

- Necesito tu ayuda.- Le digo tratando de sonar tranquilo, pero fallando patéticamente en el proceso. Vegeta asiente instándome a seguir hablando, poniéndome aún más nervioso.- Eh… supongo que ya sabes que salgo con Broly, ¿no?

- Ahá.- Responde escuetamente.

- Y sabes también que…

- ¿Tus padres lo odian? Sí.- Me interrumpe, burlón.

- Tú lo has dicho.- Admito, frunciendo el ceño.

- Y eso debería importarme, porque…

Suspiro cansado, odiando la manera tan sarcástica  y desinteresada en que me habla.

- A ti mis padres te aman.- Continúo, esta vez centrándome en mi enojo y olvidando momentáneamente lo nervioso que me pone estar frente a él.- Si mi novio fueras tú y no Broly, mi vida no sería un maldito drama ahora mismo.

- Bueno, no es mi culpa que tengas tan mal gusto para escoger pareja.- Se burla, sonriendo de medio lado con arrogancia.

Y quiero golpearlo en la cara para que se le borre de una vez esa estúpida sonrisa, ya que de verdad me supera la endemoniada capacidad que tiene para pasar de ser un dulce a un idiota en cuestión de segundos. Pero, por el bien de mi dignidad, me tranquilizo y me centro en seguir hablando.

- Se mi novio.- Suelto sin más, pateándome internamente ante lo ridículo y comprometedor que tal frase tan repentina y desesperada se oyó en mi cabeza.

- ¿Hablas en serio?- Me dice Vegeta, viéndose extrañado y perturbado a partes iguales.

- Sí… digo no… o sea sí…- Tartamudeo estúpidamente, tirándome del pelo con desesperación ante la mirada medio burlona, medio sorprendida que me dedican esos ojos negros, penetrantes y profundos.- Me refiero a que te hagas pasar por mi novio.

- ¿Y por qué o para qué haría yo algo así?- Se ríe, aparentemente bastante divertido con el estado tan patético en que me encuentro.

- ¡Para evitar que un día de estos muera de tanto estrés!- Le grito, cayendo irremediablemente en la locura.- ¡Porque si muero será tu culpa! ¡Porque eres un egoísta poco empático! ¡Porque eres incapaz de pensar en alguien más allá de ti mismo! ¡Porque…!

Un par de dedos cálidos y suaves se posan en mis labios, acallando de golpe mi voz y haciendo que la sangre se acopie en mi rostro, ruborizándome hasta las orejas. Vegeta, sin que me diera cuenta, acaba de acortar los centímetros de distancia entre nosotros y me ha vuelto a acorralar entre la orilla de la mesa y su cuerpo, dejándome en shock.

- Está bien, te ayudaré.- Me dice, adoptando su faceta dulce otra vez.- Pero hay sólo una regla que ambos deberemos cumplir.

- ¿Cuál?- Apenas logro preguntar, luchando con todas mis fuerzas contra mí mismo para no sucumbir ante esa cálida cercanía, esa mirada profunda o esa voz tan seductora.

- Está prohibido enamorarse.- Sentencia en un susurro y mierda, puedo jurar que si se acerca un centímetro más, nuestros labios terminarán rozando inevitablemente.- De lo contrario… el juego se termina.

- Hecho.- Accedo a sus palabras, tratando de que mi voz no refleje mis nervios, pero volviendo a fallar patéticamente en el proceso.

Y cuando creo que eso fue todo, que se alejará y me mirará con su típica seriedad de siempre… me besa. Sin aviso de ningún tipo choca sus labios contra los míos, robándome el aliento y acelerando mortalmente los latidos de mi corazón. Es un beso demandante, lleno de salvajismo y sensaciones difíciles de describir. Porque aunque sus labios son cálidos y suaves, igual que todo lo que he podido tocar de su piel hasta ahora, atacan los míos con una voracidad tan intensa que debería estar penada por la ley. Y por más que quiero no puedo negarme a corresponderle, aparentemente porque a mi cuerpo le importa una jodida mierda obedecer a mi mente que grita escandalizada. Siento como sus dientes muerden mi labio inferior y es ahí que me pierdo totalmente en las sensaciones de ese beso, y todo lo que no involucre a Vegeta deja de tener importancia para mí. Un gemido necesitado escapa de mi garganta cuando su lengua y la mía se encuentran en una excitante lucha por el control, mientras todo mi cuerpo reacciona ante las caricias que no sé en qué momento empezó a regalarle a mi piel por debajo de la camisa.

Pero no es la falta de aire lo que nos obliga a separarnos, sino la voz aturdida de mamá desde la entrada al comedor.

- ¿Qué significa esto?

Es ahí cuando vuelvo en sí, empujando a Vegeta lejos de mí. Sin embargo él ni siquiera se inmuta, sorprendiéndome por enésima vez esa noche al dibujar en su expresión un gesto de total desconcierto y vergüenza, volteándose hasta donde mi madre nos mira atónita y regalándole una sonrisa llena de incomodidad.

- Señora Son…- Murmura apenado, separándose de mí de a poco.- Yo… lo siento mucho… no quería que se enterara así.

Me quedo de una pieza, no sólo porque me aturden las facetas tan cambiantes de Vegeta, sino porque estoy siendo partícipe de algo que no acabo de entender.

¿A qué demonios se refiere con “no quería que se enterara así”?

- No entiendo.- Dice mamá y yo estoy a punto de gritar lo mismo.- ¿De qué no debía enterarme así?

- Es que Kakarotto y yo…- Empieza Vegeta, sonando cada vez más apenado y sonrojándose por primera vez desde que lo conozco.- Estamos juntos.

Pasa un brazo por sobre mis hombros y todo cobra sentido. Seguramente el muy idiota supo de alguna manera que mamá venía hacia acá y no encontró nada mejor para comenzar con nuestra farsa, que besarme salvaje y apasionadamente frente a ella.

Mientras mi madre procesa lo recién dicho, le doy de reojo una mirada fulminante, ganándome una sonrisa autosuficiente que me devuelve las ganas de querer golpearlo.

- ¿Es verdad eso, hijo?- Me pregunta ella, seguramente sin poder creérselo del todo.

- Sí…- Le contesto, sintiéndome algo culpable, pero convenciéndome de que es lo mejor.

- Bueno… no me lo esperaba.- Nos dice, mirándonos con ternura y regalándonos una de sus típicas sonrisas llenas de calidez maternal.- Pero me alegro que te hallas dado cuenta de que ese muchachito Broly no era un buen partido para ti, cariño.

¡Lo sabía! No tardó ni medio segundo en sacar a relucir el tema de Broly.

Abro la boca para responderle algo, que seguramente no será nada amable e irá en defensa del que aún es mi novio, pero Vegeta me aprieta el hombro con fuerza, fulminándome con la mirada para que me calle y me mantenga apegado a mi papel.

- Mamá, no me parece adecuado que menciones a Broly en este momento.- Le recrimino, entrecerrando los ojos.- Es una falta de respeto para Vegeta, ¿no crees?

- Tienes razón, cariño.- Asiente ella, mirando con disculpa a mi supuesto novio.- No volverá a pasar.

- No se preocupe, Señora Son.- La calma él, sonriendo suavemente.

- Por favor, querido, deja eso de señora conmigo y llámame Gine.- Le pide en tono jovial, estrechándolo en uno de sus típicos abrazos maternales.- Después de todo ahora eres de la familia.

Vegeta guarda silencio ante lo dicho, recibiendo el contacto como siempre y viéndose sumamente avergonzado.

* * *

- Bardock estará más que encantado con la noticia.- Comenta mamá después de un rato, mientras meto el cuaderno de matemáticas de regreso al bolso y Vegeta termina de bajar las escaleras con su mochila al hombro.- Mañana se lo contarán, supongo.

- Claro.- Decimos al unísono, sintiéndonos cada vez más incómodos con la situación.

Vegeta decidió que no era prudente quedarse a dormir después de lo sucedido, por lo que ahora mismo lo acompaño hasta la salida. Y no sé exactamente qué le habrá dicho a Raditz para justificar que se va, mucho menos sé si le contó algo o todo al respecto de mi propuesta. Sólo sé que todo está resultando tal y como lo planeé y que, de seguir así de bien, tendré vía libre muy pronto para estar con mi novio cómo y cuándo se me antoje.

- ¿Era necesario lo del beso?- Le reprocho a Vegeta en cuanto llegamos hasta su auto.

- Quieres que esto sea creíble, ¿no?- Le resta importancia, subiéndose, metiendo la llave en el contacto y echándolo a andar.- En vez de ofenderte, deberías agradecérmelo.

- Da igual.- Me rindo, sonriéndole ligeramente.- Gracias por ayudarme.

Él responde con una de sus típicas sonrisas autosuficientes, revolviéndome el pelo y riendo divertido. Acto seguido cierra la puerta del coche, lo pone en marcha y se aleja rápidamente tras doblar en la esquina, dejándome allí parado como imbécil en medio de la poco iluminada y desolada calle.

Y aunque quiero, no puedo dejar de revivir una y otra vez la sensación de sus labios sobre los míos, el calor de su cuerpo contra mi cuerpo y la textura suave de su piel contra mi piel. Me siento un maldito infiel, porque debo admitir que lo disfruté más de lo que hubiera creído y que, aunque lo niegue mil y una veces… estoy ansiando repetirlo.

- Prohibido enamorarse.- Repito como un mantra en la penumbra de mi habitación, atrayendo a mi mente la imagen de Broly y sintiéndome cada vez más culpable.

No puedo enamorarme de Vegeta…

No otra vez.

Notas finales:

Por ahí me dijeron que soy demasiaaado detallista D: y en serio lo siento, pero esa es mi forma de escribir y dudo mucho poder cambiarla :c Aunque igual traté de darme menos vueltas en este cap. ^^

Si les gustó el cap. no duden en hacérmelo saber va? y si tienen alguna crítica constructiva, opinión o lo que sea, también déjenmelo en la cajita de comentarios que el botoncito no muerde ^^


Un besito de chocolate a todos y muchas gracias por leer <3


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