Él pequeño JungKook se encontraba jugando en el parque observando diferentes insectos caminar por el césped, ignorando la existencia de este, sin embargo no le importaba ni molestaba, solo quería poder verlos y así poder dibujarlos o escribir sobre ellos.
También aprovecho para observar el campo de flores, en el cual había gran diversidad de estas, diferentes formas, colores y olores. Sabía que a su Hyung les encantaban más las que tenía un color azul o blanco, y un olor fresco. Así que se esforzó buscando esas o algunas parecidas.
Hoy era Miércoles el único día en el que podría visitarlo, así que siempre se esmeraba recolectando sus cosas favoritas o haciendo diferentes dibujos, o escribiendo algún cuento que salía de su imaginación.
Después de algunos minutos su madre le informo que ahora tenían que irse, pues ahora tenían que ir en camino al hospital o si no llegarían tarde a la visita. Y definitivamente JungKook no podría ni quería esperar una semana más para ver a Jimin-Hyung.
Una vez que llegaron el pequeño corrió directamente rumbo a la habitación de su Hyung, estaba ansioso hoy tenía demasiadas cosas para enseñarle a Jimin, que incluso tenía la duda sobre si tendría tiempo para enseñarle todas las cosas que había conseguido para él.
"¡Hyung!"intento abrazar al castaño pero este no se lo permitió.
"JungKook-Ah no hagas eso, me duele mi pancita"Dijo este mientras hacía un puchero y sobaba su pequeño abdomen.
"No se preocupe Hyung, lo haré sentir bien."Manifestó con una de sus típicas sonrisas mientras se adueñaba de la silla a la derecha de la cama de la habitación de su Hyung.
"¿Qué tienes hoy, JungKook?"Preguntó curioso mientras intentaba mirar la pequeña libreta de color blanco que su amigo tenía.
"Muchas cosas interesantes, también le traje flores, de esas raras que le encantan" Bajo de la silla para caminar a la mesa y abrir la mochila en la cuál guardaba las flores.
"¡Te quiero! siempre tienes de estas."Pronunció mientras sonreía y obviamente sus ojos también lo hacían.
"Y siempre las traeré, Hyung, no lo dude." Sonrió mientras se preparaba para leerle todo a su querido Hyung.
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Habían pasado 10 años, ya no eran niños pequeños, ahora esos "mejores amigos" de pequeños se encontraban en una relación, el único problema era la salud de JImin.
Desde pequeño había tenido problemas con sus pulmones, aún que nunca encontraron una razón en concreto, pero aún así intentaron dejarlo pasar y intentar que el pequeño viviera de la forma que el quisiera.
Solo no contaban con algo.
A los 19 años Jimin fue detectado con cáncer de pulmón.
Por obvias razones JungKook estuvo más apegado a Jimin, sabía que no lo tendría para siempre y que no estarían juntos tanto tiempo como el lo esperaba. ¿Qué si había llorado? demonios, la mayoría del tiempo se la pasaba llorando y pensando en su pequeño Mochi, ¿porque le pasaba esto a él? ¿qué había hecho mal? aquel chico no merecía que le arrebataran la vida de esa manera, él quería ser maestro de baile, estudió para eso, paso noches sin dormir para eso. Y ahora una enfermedad le arrebataría todo ese esfuerzo.
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Fue el 14 de octubre de 2016 exactamente a las 3:48 a.m cuando Jimin falleció.
Y mentiría si dijera que a nadie le importo. JungKook estaba devastado, la familia Park era un desastre y sus amigos... podría decirse que estaban igual que JungKook. Aquel chico alegre y sonriente que jamás veías llorar o rendirse ahora estaba muerto, ya no estaba con ellos. Ya no verían más su típico "eyesmile" ya no oirían más su dulce voz en vivo, ya no lo verían bailar con más pasión que cualquiera, él simplemente se había ido, se había esfumado.
Y ya no podrían tenerlo de vuelta.
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Cada 13 y 14 de octubre JungKook visitaba la tumba de Jimin y siempre dejaba una pequeña flor azul, en memoria al pequeño. Esas flores que antes eran "raras" para JungKook ahora tenía un gran valor sentimental, no importaba a que habitación fueras, el apartamento de JungKook estaba repleto de esas flores.
En un pequeño maletín guardaba los dibujos que habían hecho de pequeños, sus fotos juntos, y muchas cosas más. Definitivamente nunca lo olvidaría y nunca lo hizo.
Porque cada vez que JungKook híba al parque y se sentaba a admirar las flores azules, llamenlo loco, pero podía sentir a Jimin a su lado, junto a él, igual que en los viejos tiempos. Solamente admirando el cielo y las flores. Solo ellos dos.
Y quizás, solo quizás Jimin realmente estaba ahí.