"¿No lo has notado? La razón por la que te molesto es porque me gustas... Continuare metiéndome en problemas hasta que me aceptes... ¿Qué decides?"
Esas fueron las primeras palabras que le dije a ese delegado después de aquel incidente con mi ex novia:
Eso fue cursi... Me sorprende que no se riera de mi Nathaniel.- dije mientras seguía acostado en mi cama.
Aun me cuesta creer que me aceptara, pero ¿lo hizo porque es real su amor? Esa pregunta aun ronda mi cabeza, quisiera poder preguntarle pero, qué diablos, no lo haré, continuare a su lado y si no es real, bueno, tendrá que recibir un castigo. Luego de un rato de meditación, decidí levantarme de la cama, me dirigí al baño pero antes de salir de mi cuarto oí sonar el celular, al tomarlo y ver de quien era número mi corazón comenzó a latir rápido, era una llamada de Nathaniel, sonreí y atendí la llamada.-
¿Tan pronto me extrañas?- pregunte, pero no hubo respuesta.- ¿Nathaniel?
No, no soy Nathaniel.- oí del otro lado de la línea.- Soy la persona que te hará pagara el estar haciendo sufrir a Nathaniel.
¿Qué diablos? ¿Quién eres?- pregunte molesto.- Te juro que si algo le hiciste a Nathaniel voy a...
Antes de poder terminar la frase habían colgado, sentí como se me hacía un nudo en la garganta, volví a llamar pero no había respuesta, pensé lo peor ¿Alguien sabia de lo mío con el delegado? Muchas cosas pasaron por mi mente, al no tener respuesta, me apresure a ponerme algo de ropa para ir a buscar al rubio pero antes de salir de mi casa mi celular volvió a sonar, me detuve en la puerta principal y respondí.-
¿Quién es?- respondí molesto, ya que el numero era desconocido.- ¿Habla? ¿Quién diablos eres?
¿Castiel? Soy Nathaniel- dijo el delgado.- ¿Estas bien? ¿Por qué gritas?
¿Nathaniel?- dije aun molesto.- ¡Estúpido! ¿Por qué no respondes el celular?
¿Celular?- pregunto el rubio.- A eso, perdí el móvil, este es uno que tengo para emergencias, ¿estás bien?
¡No! No estoy bien.- dije aun molesto.- Ve a mi casa, necesitamos hablar.- dije mientras sentía como mi coraje aumentaba.- Necesito verte.
Castiel, estoy afuera de tu casa.- dijo el delegado.
Abrí la puerta rápido y ahí estaba en la entrada, solté el móvil y fui a abrazarlo, Nathaniel no dijo nada y no trato de alejarme.-
C-Castiel, espera.- dijo Nathaniel.
Cállate y entra a la casa.- dije molesto.
¿Qué?- dijo Nathaniel sorprendido.- ¡Oye, espera!
Deje de abrazarlo solo para tomarlo de la mano y lo jale al interior de la casa, le quite el móvil y lo tire en el sofá, lo lleve a mi cuarto.-
Castiel... Espera.- decía el delegado mientras subíamos las escaleras.- No podemos, tus padres pueden oírnos.
Cállate, sabes que no están... Nunca están.- dije mientras lo empujaba a mi cuarto.- Ahora, coopera o lo haremos de un modo salvaje.
Nathaniel me miro a los ojos, suspiro y se acomodó en la cama, comenzó a quitarse la camisa sin decir nada más, el siempre termina cediendo a mi cuando sabe que mis padres no están en casa, al verlo acostado en la cama sin camisa, mi corazón se volvió a acelerar pero esta vez era por el deseo de tener a Nathaniel.-
Muy bien, para ser un chico que quiere todo a su alrededor controlado eres muy sumiso.- dije mientras me quitaba la camisa.- Eso me gusta de ti, pero sería interesante que te resistieras un poco.
C-cállate y comienza.- dijo el delegado mientras rodeaba mi cuello con sus brazos.
Nathaniel empezó a besarme, era impresionante como el la lengua se abría paso al interior de mi boca, por otro lado, empecé a desabrochar su pantalón y deje expuesto su miembro, comencé a acariciarlo, dejo de basarme y pude oír como el chico disfrutaba que jugara con él, eso me emociono más.-
¿Quieres que coloque esto en mi boca?- dije mientras lo acariciaba.
N-no se... Porque... preguntas... Siempre haces... Lo que quieres.- dijo Nathaniel al querer recuperar el aliento.
Lo sé, pero pensé que sería cruel de mi parte no mencionarlo.- dije mientras continuaba acariciándolo.
¡Cállate!-dijo Nathaniel.- Haz lo que quieras.
Luego de esas palabras comencé a chuparle su miembro, podía oír como disfrutaba el momento, Nathaniel coloco sus manos sobre mi cabeza e intento hacer presión pero le era imposible hacer fuerza, deje de jugar y lo mire:
¿Quieres terminar? – pregunte
¡Castiel! – grito el rubio
Tranquilo, te dejare terminar pero antes.- dije mientras desabrochaba mi pantalón.- También esto quiere diversión.
Nathaniel me miro y dejo escapar una pequeña risa, se dio la vuelta y levanto un poco el rasero.-
Hazlo... Por favor... Pon lo dentro.- dijo el rubio
¿No eres muy amable? – pregunte al mismo tiempo que introducía mi dedo en el.- ¿Qué tramas rubio?
No respondió el rubio y solo se dispuso a esconder su rostro, al ver que no me diría nada suspire y busque en el cajón que estaba un lado de mi cama el lubricante, mientras preparaba al rubio sonó un celular.