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SI EN VERDAD ERES EL ORIGINAL... DEMUESTRAMELO AHORA por Azusa Olimpia

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Notas del fanfic:

ESTA ES LA ULTIMA PARTE DE LA HISTORIA DE UN DESEO EN LA TORMENTA O TORMENTA CON UN DESEO.

Notas del capitulo:

ES MAS RESUMEN QUE NADA, EN PARTICULAR NO QUERIA HACER ESTO, PERO ME VI EN LA PENOSA NECESIDAD DE HACERLO, YA VERAN DESPUES EL PORQUE, PERO ES LA CONTINUACION DE MI PRIMER FIC.

CAPITULO PILOTO: MILO

El tiempo puede ser la mejor medicina o cura, fue difícil para ellos aceptar lo inevitable, Milo no volvería y era lo ideal para la tranquilidad de su diosa, ya no podían ser egoístas y debían pensar que no solo ellos ya no tendrían a su amado, muchas vidas estaban en juego, Jacinto y Ganimedes no eran ya las blancas palomitas que fueron en la era del mito, habían cambiado por su amor y libertad  arrebatados, transformados en el más puro odio y venganza que alcanzarían en otro tiempo, ya que en este fue evitado.

Después de un año de la partida de Milo, era propio el buscar su vida lejos del lugar que pasaron la mayor parte de ella, no fue tan difícil, pues Saori Kido en ningún momento dejo de ver por ellos, por ella tenían un hogar y una profesión de la cual vivirían sin depender tanto de ella, pues todos sus santos tenían una inteligencia y conocimientos que superaban a las de las personas comunes.

Saori: el proyecto me encanta… pero me gustaría tener una segunda opinión o debo decir opiniones, ellos son muy aptos y dejaría el proyecto en sus manos sin dudar… solo es cuestión de…

Seiya: de reunirlos de nuevo… acaso sabes algo de él.

Saori: no es el momento y no tiene caso, ellos ya hicieron su vida y así debe seguir…

En alguna parte de Francia

Se removía con gran pereza, últimamente no podía conciliar muy bien el sueño, una voz muy dulce lo despertaba y veía solo luces en su oscura habitación, estaba por poner un pie fuera de la cama cuando un brazo lo regreso a las tibias sabanas.

Camus: no pensaba trasnochar de nuevo, así que puedes dejarme ir al baño, no tardare mucho Saga.

Con algo de renuencia, dejo ir a su pareja, durante ese año de negación y aceptación, se formaron parejas que no se esperaban, una de ellas fue la de Saga y Camus, así como la de Kanon y Aioria, algo difícil de asimilar, ya ellos juraban amor eterno por el ex santo de Escorpio, pero vieron por  el lado bueno, Milo sería feliz sin ellos, y ellos lo serían igual sin él; pero con Shaka el asunto fue otro, el los tacho de traidores, después de saberse esas relaciones “incestuosas” por así decir, se fue del santuario sin despedirse de nadie, las únicas palabras que les dedico fue: buscare a Milo y lo hare feliz. La culpa los invadió, debían seguir con sus vidas, no podían atar a alguien a ellos si no lo deseaba en realidad, si se fue por las mismas razones que los incitaba a irse.

Regreso a su alcoba y se acurruco en los brazos de Saga, el otro simplemente se dejó hacer y volvieron a dormirse unas horas más antes de iniciar su vida cotidiana de siempre, no les aburría en lo más mínimo.

Mientras tanto en Australia.

Aioria: pensé que jamás se terminaría esa reunión, ¿Cómo no te agobias con esos hombres Kanon?

Kanon: aun te falta crecer niño.

Aioria: ¡¿niño?! Entonces eres un pedófilo vi-e-jo

Sonrió y se acercó a besarlo rápidamente, tenían  peleas algo infantiles pero no pasaban de ahí, se tomaron de las manos y partieron juntos al hotel  en el que se hospedaban, ya que pronto regresarían a su casa en Grecia, cerca de Aioros y Shura, que vivían en su cuento de color de rosa, lo malo es que eran vecinos y a veces les tocaba oír como Aioros hacia gemir a Shura, estaban considerando mudarse a otra parte.

Saori levanto el teléfono y encontró el primer número telefónico, no sería mala idea tener a su orden dorada reunida nuevamente, pues cuatro años no pasan en vano, supongo que algunos tendrían cosas muy interesantes que contar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPITULO I: JUNTOS OTRA VEZ

Seiya y Shun esperaban la llegada del avión de la fundación Graude, en la cual venían la mayor parte de los santos dorados, jamás dejaron a alguien en su templo, por lo tanto seguían siendo los santos de Atena, tal y como acordaron, algunos viajaron a Grecia para irse juntos a Japón. Una vez que el bendito avión aterrizo, vieron a  Aldebarán tomando la mano de Mu, pues este último odiaba esas cosas, era mejor su teletransportacion y suspiro de alivio al verse de nuevo en tierra, tal y como los primeros, los demás también venían tomados de las manos de sus respectivas parejas, Aioros y Shura, Kanon y Aioria, Deathmask y Afrodita y por ultimo Saga y Camus, aún faltaban algunos, los cuales no tardarían tampoco en llegar. Era mejor irse a hospedar en la mansión Kido, pues la señorita no quería que estuvieron regados en hoteles, era mejor que convivieran como en los viejos tiempos.

El mini autobús había entrado en el extenso jardín de la mansión, estaban un poco cansados pero ya pronto descansarían como se debe una vez que vieran  a su diosa humana, bajaron del autobús junto con sus maletas, pero sentían lastima por Deathmask que cargaba muchas maletas de su amado, era bueno saber que Afrodita seguía siendo el mismo vanidoso de siempre, tan ocupados estaban que no vieron a la mujer que pasaba rápido para irse directo a su auto, lo único que vieron de ella fue el largo cabello castaño oscuro, una vez que puso en marcha su auto alcanzaron a ver su perfil, era sorpréndete el parecido que tenía con… el primero en reaccionar fue Saga e intento darle alcance, la mujer al ver quien era, acelero todo lo que daba, pero era inútil al ver que estaba el otro gemelo cerrándole el paso, le valía un pepino, se lo llevaría entre las llantas, antes si quiera tocarlo el auto rojo escarlata se había desvanecido, eso confirmo que era Araceli, la madre de Milo. Camus llego hasta Saga, notando la confusión y las dudas que tuvieran, pues eran conscientes que solo tal vez, Milo estuviera cerca o esa mujer anduviera sola en Tokio. Sea cual sea la razón, era difícil negar que sentían miedo y emoción, era muy pronto para hacerse ilusiones, regresaron sobre sus pasos hacia la mansion.

Una vez instalados y descansados, Saori los recibió en su gran comedor, su hermosa sonrisa confirmaba que esta realmente feliz de tenerlos ahí en su mansión, unos minutos después la puerta fue abierta y vieron a Shion, Dohko y muy atrás a Shaka con vestimenta de su país natal. Era algo incómodo la mirada de este último asía cuatro personas en específico, daba miedo esos ojos azules en verdad, tomaron los asientos libres como deseaban.

Saori: me alegro de verlos, aunque en realidad solo llamaría a cinco personas en realidad… es cuestión de trabajo pero también me pareció conveniente que fuera un viaje de placer, tres años desde que se vieron por última vez y ya era tiempo que se vieran las caras, por lo que puedo ver, no se arrepienten de haber dejado el Santuario y aquí entre nos, yo tampoco me arrepiento, me gusta mucho estar viviendo como una humana, pero mi padre no deja de molestar a veces y ya me tiene hasta la coronilla… yo digo blanco él dice negro… a este paso me hare huérfana con razones de sobra.

Shion: debe calmarse, su idea fue la correcta, estos tres años han sido de verdadera paz y solo pido que así siga.

Saori: concuerdo contigo y odio decirlo, pero Jacinto y Ganimedes eran los que amenazaban con una guerra entre los dioses.

Camus: eso ya es parte del pasado, no ocurrió porque no era su debido tiempo, pero eso pasara tarde o temprano.

Shaka: no importa en realidad, solo he venido por una razón en específico y es posible que usted me lo confirme si no es molestia.

Saori: sea lo que sea, será en privado y a primera hora, es hora de la cena.

Convivieron como niños, turnándose para contar sus experiencias y aventuras con su simple vida, risas contagiosas que eran admiradas por una persona desde la distancia, su cabello rojo fuego danzaba con la brisa nocturna y veía su pequeño reloj de arena que reiniciaba su caída de la dorada arena.

Apolo: esto aún no termina Atena, Jacinto ha empezado a moverse y vendrá por ti, debes tener cuidado… posee el noveno sentido en su máximo resplandor, están a nuestra semejanza.

Podía ser que lo dijera al aire, pero esas palabras de advertencia llegaron a Atena, mantuvo su sonrisa que era más forzada ahora, cantaron victoria antes.

Costo trabajo adaptarse al cambio de horario, Saga y Kanon solo veían a sus novios en la cocina, era algo difícil hablar de Araceli, si daban con ella era posible que también con él, era complejo saber si aun había sentimientos por el ex Escorpio, pero pensándolo bien, ya no había amor, solo por esas personas que estaban delante de ellos, ignorando que estos tenían pensamientos algo similares, pues si vieran a Milo de frente, solo le desearían lo mejor y le agradecerían por todo.

Shura: oigan, despierten enamorados.

Kanon: ¿Qué? No pudimos dormir bien anoche, ya que dos personas no dejaban de gritar.

Aioria: nosotros pensado que tal vez nos libraríamos de ustedes por unos semanas pero no, tenían que tocarnos habitaciones continuas… Atena nos odia.

Saori: no los odio, pero si quieren pueden cambiar de habitación.

Kanon: acepto. Vamos cariño, ya que otra noche junto a esos dos pervertidos y me vuelvo más loco que Saga.

Saga: tú fuiste la causa de mi locura, así que el crédito es todo tuyo hermanito.

Camus: termina tu café Saga, quiero salir a pasear.

Aioria: lo mismo para ti Kanon, una vez estuve por aquí pero no fue un viaje de placer, debía cumplir con una misión, cambiemos de habitación ahora.

Shura: pues que delicados, mejor dile a tu hermano que le dé un descanso a mi trasero.

Aioria: no veo que te opongas en realidad.

Shura: lo haría pero me ataría a la cama y me taparía la boca… nuevamente.

Saga: un hombre ejemplar que es un verdadero pervertido, Aioros si es de temer.

Aioros: ¿ahora que hice?

Kanon: violar a Shura todos los días y no dejarnos dormir con tranquilidad.

Aioros: no sé de qué me hablan.

Azoto las llaves en la mesa, sus manos se frotaban entre sí, no esperaba verlos de nuevo tan pronto, debía moverse con rapidez y cautela para que no fuera descubierta. Ya ni siquiera sabía de su miedo irracional y la mejor opción era usar su teletransportacion para no toparse con ellos, por ahora.

No se movía del suave asiento ni pestañaba, tenía que asimilar esas palabras letra por letra, que había hecho Atena, ver a esos niñatos después de cuatro años, donde quedaba la solución de hacer vidas por su lado.

Saori: Araceli, sabias que esto pasaría algún día y ese día será en esta semana, así debe ser y no puedes detenerlo.

Araceli: claro que puedo evitarlo, no dejare que pise un pie en Tokio, así lo decidí y usted acepto, no veo el caso para que esto suceda, piense en sus hombres y sus corazones, no sabe con certeza que sucederá, Zeus y Apolo merodean la tierra más seguido, en cualquier momento les perderán el rastro a esos dos.

Saori: son decisiones de mi padre y hermano mayor, yo no pude decirles que hacer y que no, si respeto lo que hagan, ellos harán lo mismo con mi territorio que es la tierra así como sus habitantes; ya he dicho y no me gustaría que me llevaras la contra, así como puedo ser pacifica tan bien puedo ser…

Araceli: lo pensare… solo deme tiempo.

Saori: no tienes mucho en realidad, ellos estarán aquí en menos de un minuto, así que decide ahora.

Araceli: en una semana, no en tres días tendrá mi respuesta, me retiro su alteza, tengo un bebé al cual cuidar.

Salió como alma que lleva el diablo, aprovecho la distracción que daba el santo de Cáncer y subió a su auto escarlata, pero no contaba con el reaccionar inmediato de los gemelos, fue la primera vez en años que sentía el terror de perder, la cuestión era saber qué.

Araceli: la pregunta correcta no es que, si no a quien.

¿?: Ya estoy en casa.

Araceli: bienvenido…

 

Notas finales:

NOS LEEMOS DESPUES


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