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CELO (Boku no Hero Academia) por ainonekochan

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Notas del fanfic:

Portada: http://weheartit.com/entry/293509646

CELO


By: K.G.Á.É.


S-AU. ‘Omega’ no es sinónimo de ‘débil’. No obstante, Katsuki tiene la necesidad de sentir contacto ajeno. Pero… no estará satisfecho con cualquiera. KatsuDeku, DekuKatsu. Omegaverse. KatsuOmega. DekuAlfa.


Historia propuesta para los 'Premios Ultra 2017' en Wattpad.


Boku no Hero Academia no me pertenece.


CELO


Bakugo Katsuki aún tiene fresca la memoria de la primera vez que la vida le había traicionado, negándole ser un alfa y burlándose de él, aún más, al convertirlo en un omega. La cual era también, el recuerdo del primer intento de asalto sexual en su contra.


Katsuki odia el celo, por una razón específica. No porque estúpidos alfas son atraídos y tratan de hacerlo con él. No, incluso en celo, puede ingeniárselas y encargarse de ellos por sí mismo, porque odia verse vulnerable.


Aunque ‘vulnerable’, es la última palabra que pasa por la mente de los idiotas que se han atrevido a tocarle sin su permiso. Y le describen más como un lobo en la piel de una oveja.


Las personas a su alrededor han aprendido que:


‘Omega’ no es sinónimo de ‘débil’.


A pesar de ser un omega, varios le tratan con el mismo respeto que a cualquier alfa. Algunos, dudan que haya alguien tan feroz como él (incluso entre alfas).


Pensamiento que se acentúa, por la presencia de cierto inepto alfa.


Aun así, Katsuki guarda resentimientos contra la vida. Sobre todo, porque el antes debilucho sin quirk, del grupo de idiotas que crecieron con él, era algo que él no:


¡Un maldito alfa!


Katsuki recuerda un fuerte ardor por todo el cuerpo, un ardor que era ajeno a las pequeñas explosiones que era capaz de crear en aquel entonces. Un calor similar a una fiebre intensa, que le atacó de pronto, mientras atrapaba escarabajos y Deku intentaba hacer lo mismo en las cercanías. Era uno de esos días donde el grupo de exploración se reducía a ellos dos.


Recuerda atraer miradas raras en su dirección y, peor aún, recuerda una sombra y unas manos, tocándole sin su permiso de forma desagradable.


Recuerda con más claridad, las palabras del nerd entrometido:


“¡Aléjate de Kacchan! ¡Kacchan no le pertenece a nadie más que a sí mismo!”


Recuerda el tono agresivo y fuerte con el cual habían sido dichas. Porque esa fue la primera vez que vio ese lado oculto y desconocido de Deku.


Recuerda como el idiota se había estúpidamente lanzado, sin dudar por un instante y sin pensar en sí mismo, contra el tipo extra, del cual Katsuki ha olvidado su apariencia.


Katsuki, no sabe que sucedió después, porque un fuerte dolor en su vientre terminó dejándole inconsciente. Porque han pasado ya muchos años.


Y, principalmente, porque no quiere hacerlo.


Katsuki sabe las implicaciones de ser un omega, conoce y sigue los cuidados médicos que corresponden a su irregular caso.


No obstante, al igual que otros omegas, Katsuki tiene la necesidad de sentir contacto ajeno. Pero a diferencia de otros, Katsuki no estará satisfecho con cualquiera, y encontrará desagradable que siquiera estén cerca.


Peor aún, Katsuki odia que pudiendo elegir, terminó atraído a Deku.


Katsuki odia el celo, por esa particular razón.


Katsuki detesta su condición, más que antes, ahora que está en los dormitorios de UA. Ahora que su relación con Deku ha retomado la cercanía de años atrás.


Katsuki detesta el sabor de los inútiles supresores de los cuales, por esta ocasión, ha tomado demás; intentando calmar el calor que siente, como si por error hubiera ingerido un afrodisíaco.


Katsuki sabe que tardarán en hacer efecto, no obstante, desea que suceda pronto.


No quiere lucir patético y terminar con una montaña de papeles sucios en su cesto de basura.


No quiere seguir encerrado en su cuarto, luego de tomar un largo baño de agua fría. ¡Él tiene mejores cosas que hacer que lidiar con ese tipo de cosas!


Porque ese tipo de cosas ¡son molestas!


—¡¿Kacchan?! ¡¿Estás bien?!—Katsuki puede escuchar desde adentro de su habitación. No es necesario preguntar quién es, porque sólo un idiota sigue llamándolo así. Y porque a Katsuki le sienta mal que alguien más intente llamarlo igual.


Por otro lado, Katsuki odia esa consideración suya más que a nada en el mundo. Ya no por pensar que Deku se burla de él. No, eso ya ha sido aclarado tiempo atrás en su primer año en UA. Ahora, la odia, porque le hace doler el pecho.


Porque le hace odiarse a sí mismo.


Porque, incluso si es un omega codiciado por diversos tipos de alfas, betas y otros omegas, el hecho de poder tener a quien él decida: Palidece. Y se torna una mentira, que casi puede palpar cuando está con Deku. Porque Deku no es afectado por sus hormonas, a pesar de poder percibirlas.


—¡Kacchan!—los toques en su puerta incrementan y dejan de ser discretos. Katsuki puede sentir la preocupación del otro por no recibir una respuesta y, más aún, porque el olor de Katsuki ha cambiado con su propio estrés.


—¡Kacchan! ¡Kacchan!—Katsuki puede ver las lágrimas comenzar a formarse en los ojos esmeraldas, aun cuando él sigue tras la puerta, porque tiene guardada en su memoria: cada una de las expresiones de Deku.


Muerde sus labios y se cubre mejor con su cobija. Y odia de nuevo que: su olor sea lo suficientemente débil, para no lograr que Deku abra la puerta sin más y le tome de una buena vez.


Su cuerpo duele y su orgullo más.


Su celo está nublando su juicio como nunca antes. ¡Se levanta! ¡Molesto!


Con movimiento descuidado, se golpea en el buró y maldice. El ruido es suficiente para calmar un poco al idiota tras la puerta.


—Kacchan… al menos, puedes decirme si ¿ocupas algo?. Por ahora soy el único en el piso, tu aroma se ha expandido y los demás prefieren darte espacio…—


Al oírlo, quiere gritarle: ¡¿Por qué no eres como ellos y caes por el aroma o me dejas en paz de una vez?!


No lo hace. A cambio, gruñe y se recarga en la puerta sin abrir.


—¡Estoy bien!—grita por fin, y termina sintiéndose más caliente, porque el aroma de Deku ha cambiado también.


Lo escucha suspirar y caer al suelo.


—Es bueno escucharlo—su tono se volvió tranquilo.


Katsuki sabe, que mucho tiene que ver el hecho de que su propio olor ha vuelto a cambiar porque, ahora que está a una puerta de distancia de Deku, su cuerpo ha reaccionado al aroma ajeno. El cual, aparte de calentarlo, le parece de lo más agradable, atrapándolo en una sensación extraña, como si le embriagara y le volviera ajeno del mundo, y…


Katsuki se abofetea con fuerza, queriendo recuperar un poco de control sobre sí mismo, gritando.


—¡Maldita sea!—


—¿Kacchan? Yo… ¿debería irme?—


—¡¿Ah?! ¡¿Quién te ha dado permiso de tal cosa, maldito nerd?!—responde, abriendo la puerta con brusquedad, dándose cuenta de su error cuando sus miradas se encuentran.


Se tambalea, el aroma de Deku le golpea con una intensidad mayor y, sus ojos… esos ojos que tanto odia:


Lo ven sólo a él.


Haciendo crecer su deseo de ser el único a quien vea el estúpido nerd, quien de nuevo a perdido la compostura.


Quien, de nuevo, está haciéndole perder la cordura.


—No… necesito… nada. “Sólo a ti”—quisiera agregar, pero se muerde los labios, antes de decirlo. Con dificultad, se sostiene del marco de la puerta, concentrándose en aparentar que está bien, para calmar a su idiota favorito, pese a su entrecortada respiración.


—Kacchan… ¿Debería quedarme contigo?—Deku pregunta esta vez.


—“Por siempre”—piensa Katsuki, mordiendo sus labios más fuertemente. Y sabe que está fuera de sí de nuevo porque, temiendo delatarse, prefiere guardar silencio. A cambio, cede en sus acciones y arrastra de la muñeca a Deku, arrojándolo a su cama.


¡Él es un omega! ¡Su cuerpo pide contacto!


Su corazón… está desesperado…


No obstante, una vez más machacará su orgullo y se aprovechará de la molesta-buena-voluntad del nerd en su cama, quien de momento es su tabla de salvamento, en el mar de intensas emociones que le invaden.


Toma de regreso la molesta cobija y se recuesta junto a Deku.


—Si te mueves te mato—dice, sabiendo que no cumplirá con tal amenaza. Dejándose engañar por Deku, quien asiente. A pesar de saber tan bien como él: lo vacía que es su amenaza, desde hace ya tanto tiempo.


Katsuki está envuelto en su cobija, la cual usa como fortaleza, para que Deku no note la humedad en sus pantalones.


—Si le dices a alguien de esto… —le mira con intensidad, y aunque están con la luz apagada llega un poco de afuera, la cual le alcanza para ver la silueta del otro asentir. También le escucha susurrar un: ‘Entiendo’.


Katsuki cierra los ojos, molesto, y se acomoda cerca. Sabiendo por el suave tono que Deku usó, que su amenaza no ha sido efectiva. Siendo tan innecesaria, como las muchas otras veces que ha pasado lo mismo.


Katsuki respira profundo, siente la humedad crecer, y su miembro endurecerse un poco más. Pensando que, secretamente, Deku es un maldito sádico que disfruta de su sufrimiento.


Abre sus labios, exhala lo más silente que puede, tratando de calmarse.


Su corazón se desboca, se vuelve salvaje.


Seguramente, Deku quiere matarlo.


Porque comienza a peinar sus cabellos, a pesar de decirle que no le toque.


Y odia que, desde hace mucho, el idiota sea un nerd de primera que almacena ciertos detalles. Como el hecho de que, en su celo, ese toque le parece agradable. Entonces, lo maldice por dentro.


Deku debería notar de una vez que: le resulta agradable,


porque desea ser tocado aún más, pero no por cualquiera.


Aun con toda la frustración que Katsuki siente, muerde la cobija que lo envuelve, odiándose a sí mismo por tener un orgasmo por un toque tan simple.


Una caricia que lleva afecto.


Un afecto que le corroe, porque teme que sea el mismo afecto que Deku le daría a cualquiera de los que el idiota llama 'amigos'.


Katsuki agradece seguir atrapado en la sensación relajante que el orgasmo le deja, porque sin ella tendría otro tipo de lágrimas escapando de sus ojos.


Sí, deja que la sensación le haga lagrimar por el placer momentáneo, porque es preferible a llorar por pensar que Deku entra en la cama de otros, ‘en el nombre de la amistad’. Porque desprecia sus lágrimas de impotencia. Porque el simple hecho de que Deku tenga cerca a alguien más, está fuera de su control. Y Katsuki trata de no imaginarlo en ningún tipo de relación con nadie, para evitar manchar su historial de héroe con un estúpido crimen pasional…


—Kacchan…—


—¿Kacchan…?—


Estar en la semioscuridad agudiza el oído. En hecho de tener a Deku tan cerca agrava la forma en que su voz es percibida.


—Calla—responde, sabe que Deku le habla porque quiere saber si sigue consiente, o si ya ha tenido suficiente de su presencia. Sin sospechar que con su voz le guía a un siguiente clímax, el cual termina por dejarle inconsciente, porque las emociones le desgastan más que cualquier ataque físico.


Ya han sido demasiadas emociones en un corto plazo.


—Kacchan—es lo último que escucha, guardando el sonido de esa voz que bien conoce, en un lugar dónde sabe:


Tiene atrapadas todas las veces que Deku le ha llamado así.


.


.


.


N/A: ¡GRACIAS POR LEER ESTO…!


Y SI DEJAN REVIEWS ¡GRACIAS TAMBIÉN POR ELLOS!


¡Espero les haya gustado…!


*La imagen usada de portada tampoco es de mi propiedad, la guardé desde google.


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