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Is Dahut por illySpooky

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Notas del capitulo:

Último capítulo sobre los recuerdos, explicando un poco más desde cuando viene la admiración de Alan a Will

Era ya una de las últimas sesiones que los nuevos integrantes tendrían como pasantes, estaban todos en el centro del despacho de las oficinas de Londres, habían ya pasado los exámenes, tanto teóricos como prácticos, y para ese momento sólo esperaban a ser asignados a un tutor que terminaría de entrenarlos y si lograban pasar con él, entonces por fin pasaría, se convertirían en Dioses de la Muerte, oficialmente. Todos se encontraban bastante emocionados, y en su mayoría sólo presumían el cómo iban a poder tener sus títulos al fin y dónde los pondrían, a excepción de dos de ellos que se encontraban cruzados de brazos, uno miraba al infinito pensando, algo preocupado, y el otro simplemente miraba a todos sus compañeros hablar y presumir entré sí hasta que uno de ellos le interrumpió de su entretenimiento. 




-Alan... ¿Alan? ¿Estás escuchando? ¿Qué vas a hacer cuando por fin seas un Dios de la Muerte? 




-Perdón... - Mencionó el castaño antes de pensar un momento, mirando entonces, al contrario. - Sabes que pueden decidir no dejarnos convertirnos en Dioses de la Muerte, ¿Verdad, Eric?. 




-Vamos... no seas agua fiestas... Llegamos hasta aquí y podemos seguir -El rubio, miró a su otro compañero, por lo que comenzó a reír levemente. -Ronald ¿A ti qué te pasa? 




-¿Ah? -El escuchar su nombre sacó al contrario de sus pensamientos, por lo que volteó a verles - ¿Qué ocurre? 




-¿Tú también piensas que uno de los supervisores va a reprobarte?. 




-¿Pueden hacer eso? 




-Claro que puede - Mencionó el castaño. -Nuestro destino como shinigamis recae en ellos. 




-Bueno, sólo espero que no me toque el gerente Spears... - mencionó el más alto de los tres. 




-¿Qué? ¿Por qué? -  




-Escuche que nadie pasa jamás con él. - Mencionó otro de los chicos que se agregaba a la conversación. 




-Era de esperarse del gerente de la división de Londres... Es el más exigente.  




-Yo escuche que él puede recolectar más de cien almas a la semana con una puntualidad que asusta... - 




-Eso no es nada, yo escuche que en menos de dos semanas él ya había superado sin problema a su asesor.... el pobre quedo en ridículo por eso. 




-Yo escuche que sacó las notas más bajas en los exámenes... Pero que lo hizo a propósito para que cuando llegara a trabajar, hacer quedar en ridículo a todos. 




Aquellos rumores, no hacían más que aumentar la curiosidad del castaño, ahora realmente quería saber cómo era el gerente del despacho, le intrigaba de cierto modo, era excitante pensar en quién iba a poder aprender con él, por lo que en cuanto una secretaria se les acerco para mencionarles que pronto serían asignados, sintió como su corazón latía, con fuerza y rapidez, se sentía ansioso, ya algo preocupado por su nuevo asesor y bastante ansioso por conocer a su jefe. Y así lo vio por primera vez, caminando junto con otro lideres administrativos, directamente a ellos, era alto, guapo como lo esperaba, su tes blanca, y sus ojos serios le provocaron al castaño sentir un escalofrió que recorrió su cuerpo lentamente hasta culminar en su pecho. Ese rostro, esos ojos tan penetrantes, le intimidaban, pero no podía evitar pensar en que atractivo le hacían ver, y su vos, oh su vos, era dura, seria y lo suficientemente fuerte como para que sus palabras resonaran en su cabeza una y otra vez. 




-Buenos días a todos. - Mencionó el gerente mientras tomaba sus papeles, mirando estos unos momentos mientras hablaba. -Mi nombre es William T. Spears, soy el gerente de la división de Londres y este año para todos ustedes... seré su asesor. - Después de aquellas palabras todos se quedaron el shock, nadie sabía que decir, como tomarlo o simplemente que actitud tomar ante eso. -Últimamente he estado recibiendo aprendices incapaces de hacer las más simples tareas en el campo, y eso es realmente vergonzoso para mí, así que yo, los voy a supervisar a todos detenidamente, sin embargo, no los voy a supervisar a todos el mismo día, así que iré intercalando los estudiantes con los que voy a trabajar y por hoy, el primero conmigo será... Ronald Knox - después de mencionar aquello todos se quedaron en shock, en especial Ronald, que seguía anonadado por la noticia. - Mañana el siguiente conmigo será... Alan Humphries, y anunciaré al próximo mañana, así que... joven Knox, por favor sígame, vamos a comenzar en mi oficina y después vamos a continuar con el procedimiento, todos los demás, se dedicaran a archivar. 




Todo los de nuevo ingreso seguían en shock, nadie sabía qué hacer, que decir, sin embargo, Alan, él se encontraba algo sonrojado, el día siguiente pasaría el día con el gerente Spears, y se sentía tan ansioso, tan impaciente por el momento por lo que sonrió suavemente en su interior, hasta que su compañero de examen le pidió que le ayudara a continuar con los archivos. 




Las horas habían pasado y William había regresado con Ronald al despacho y ambos habían entrado a la oficina del gerente, faltaban apenas unos minutos para salir y ya estaban recogiendo los últimos papeles cuando Alan alcanzó a ver como un hombre rubio había entrado a la oficina del gerente sin avisar, lo que se le hizo algo extraño, sin embargo, le restó importancia y continuó con su trabajo. Se quedo distraído, pensando en cómo sería su día al despertar por la mañana hasta que Ronald interrumpió sus pensamientos. 




-Alan... Eric... -dijo mirando a ambos. - creo que reprobé, hice algo estúpido... mañana seguramente lo va a anunciar...- 




-Ronald... no exageres, eres bueno en el campo, el gerente Spears seguramente notó eso. -Mencionó el castaño mientras terminaba de recoger los papeles. 




-Pero... - 




-Vamos Ronald - Mencionó Eric al abrazar al más bajo de los hombros. - Tranquilo, estoy seguro de que pasaste... Vamos, hay que quitarte los nervios, vamos a tomar una cerveza, yo invito la primera ronda ¿Vale?. 




-Pero... - 




-Sin peros, lo necesitas... Alan, tú también vienes. 




-¿Qué? Pero... no quiero... Mañana es mi turno con el gerente Spears... 




-Y es por eso que tienes que beber un poco... vamos, somos amigos los tres, esto nos hará bien... así que, sin excusas, muévanse los dos. 




Luego de salir de la oficina, ambo salieron a un bar cercano a beber. Ambos rubios habían comenzado tranquilamente, bromeando entre sí hasta que ambos quedaron prácticamente perdidos en el alcohol, a excepción del castaño, que apenas había tomado un poco de cerveza, había preferido mira divertido a sus compañeros, pues estaba muy divertido con sus anécdotas. 




-Sí... - narraba Ronald. -La secretaria de recepción... es super mala dando mamadas. - Mencionó mientras se recargaba en el respaldo. 




-Yo no te pregunte como te fue con ella, te pregunte como te fue con el gerente Spears... - 




-No lo sé... no habla mucho ¿Sabes? Me miraba y apuntaba cosas, sólo eso.- 




-¿Y por qué crees que te va a despedir? 




-Le quite.... 




-¿Qué? Espera.... ¿Le gritaste al gerente? ¿Por qué? 




-Porque al parecer tiene problemas con su pareja... y yo le dije que debía alejarse.... soy un idiota 




-El... El jefe Spears... ¿Tiene pareja? 




-Al parecer tenía... sí... es algo triste, pero le grite, porque me desespero, siempre temí en mostrar quien soy, pero si repruebo o me hecha del despacho... no sé que voy a hacer. 




Luego de aquella pequeña platica, llevo a ambos rubios a la casa más cercana de ambos para que pudieran quedarse juntos y hacerse compañía aún en su momento de borrachera, por lo que se dispuso a caminar con tranquilidad por la calle vacía, estaba tranquilo y seguro por el día de mañana, hasta que paso junto a una persona que estaba sentada en una banca cerca del parque, le pareció algo familiar, por lo que se detuvo antes de regresar levemente para poder ver mejor. Y ahí estaba él. El gerente William T. Spears, estaba sentado en una banca cerca del padre, con los ojos cerrados, pero lo que más le había llamado la atención era una cortada en la frente, que tenía sangre que parecía estar ya seca pero a juzgar por el aspecto parecí haber sido muy reciente. 




-Ge..Gerente Spears... - se animó a hablarle, por lo que el más alto abrió los ojos lentamente, mirando al castaño parado frente a él. 




-Buenas noches... ¿Nos conocemos? 




-Soy... soy Alan... Alan Humphries, mañana va a supervisarme. 




-Bueno, Alan Humphries, debería estar descansando ya, mañana no será un día fácil, se lo aseguro. 




-Pero... Gerente Spears... ¿Está bien? ¿Por qué está aquí? 




-Mi pareja me corrió de casa por situaciones sumamente razonables... ¿Y usted? 




-Yo... 




-Huele a cigarrillo y a alcohol, seguramente fue a algún bar... 




-Pero... no bebí... sólo... eso no importa, debo curar su herida... mi casa, no queda lejos de aquí, voy a llevarlo para que pueda descansar. 




-Esto no va a ayudar en tu calificación. 




-Señor... No lo hago por interés... de verdad quiero poder ayudarle 




Había tardado alrededor de media hora entre convencer al mayor y llevarlo a su departamento, el castaño no sabía como pero en ese momento, el gerente de la división de Londres estaba sentado en su sala, mirando al infinito mientras el castaño limpiaba su herida con una mota de algodón, alcohol y una gasa para poder cerrar la herida después. 




-Me parece extraño que no este sanando, por algún motivo sigue sangrando.... - mencionó el castaño mientras intentaba evitar que más sangre brotara de la herida. 




-Debe ser por estrés.... 




-No, he visto esta clase de heridas antes, he curado varias veces a Eric, así que sé que pasa... ¿Hay algo que le moleste? 




-No 




-Bien, entonces espero que con esto sane... - puso un parche en su frente y le sonrió muy suavemente. 




-¿Cuál dijiste que era tu nombre? 




-Alan Humphries, señor... - susurro algo nervioso después de notar que estaba pasando en realidad. 




-Humphries, tus notas son las mejores que he visto... felicitaciones, espero que tu desempeño sea igual de bueno. 




-Lo es, señor, ya lo verá. 




-No lo dudo.... - el más alto se mordió el labio levemente mientras se notaba que pensaba. 




-Señor... ¿Está bien? - sus labios, su rostro tenso, incluso así se veía bástate atractivo. Tenía ese algo que le hacía querer acercarse más a él, sin embargo, no fue él quien se acercó, pues en este caso, el gerente se acomodó para poder abrazar al castaño. - Ge... gerente Spears... - susurró nervioso y sonrojado. 




El más alto no mencionó nada, sin embargo, pasados unos segundos, comenzó a sollozar, estaba llorando, aferrado al castaño mientras algunas de sus lágrimas caían en los hombros del más bajo, se sentía abrumado, triste y arrepentido, quería regresar a casa a buscar a Grell, pero tenía miedo, miedo de los directivos, de las críticas de los demás y de cómo eso podría dañar a su ex pareja. Se estaba desahogando sin decir nada, Alan lo sabía y simplemente le dejó llorar, no comprendía bien que pasaba, pero estaba dispuesto a dejar que el mayor se desahogara en ese momento. 




Y así ocurrió el primer encuentro que tuvo a solas con él, sin decirse nada, pero entendiendo todo.  




 




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-Eric... - Mencionó el castaño mientras se acercaba al rubio- Lamento mucho la demora, debemos ir a trabajar ya... -mencionó intentando evadir cualquier pregunta que pudiera haber surgido en ese momento, para que ambos así se retiraran. 


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