El rubio había estado caminando de un lado a otro en la oficina, mientras intentaba pensar con más claridad, a la par que el pelirrojo se había recargado en su silla, a limarse las uñas. Era ya muy tarde y al parecer eran los únicos en al menos los últimos pisos que estaban en ese lugar, a pesar de todo lo que había sucedido ese día, no estaba ni cerca de terminar.
-Déjame ver si entendí...-
-Aquí vamos de nuevo... - Resoplo el pelirrojo mientras bajaba su lima de uñas, mirando al menor.
-Tú y Alan... Ambo están con el gerente Spears... y entonces Alan es el amante y por eso incendiaste fuego a esa mujer para que las espinas cayeran en Alan y así vengarte de William por engañarte.
-Sólo escúchate, niño, eso es ridículo. Volviste a fallar, trata de nuevo...-
-Bien... bien... Alan y William son pareja y tú intentaste meterte con el gerente y así intentas matar a Alan para quedarte con su novio.
-Eso es aún peor- Bufó molesto. - Sé que puedes hacerlo mejor, pero no te estás esforzando.
-Bien... Saliste con William, pero ahora esta con Alan y ahora que los ves juntos quieres... separarlos, estando conmigo.
-Bien, suficiente, esto ya dejó de ser divertido.
-Grell-senpai... - susurró algo cansado de la situación.
-No tengo nada que explicarte... Mi relación con William es algo conflictiva, pero, debido a lo que paso, supongo que no le diré nada a nadie, sólo que...
-¿Qué? ¿Qué pasa? - preguntó el rubio mientras se acercaba a él para verle mejor.
-No sé si pueda resistir el decirle a alguien que no solo eres guapo, sino que también estás muy bien dotado. - mencionó coqueto antes de levantarse de su asiento. Eric al fondo seguía gritando, pidiendo que debía retractarse y tomarse las cosas más en serio, sin embargo, parecía no importarle, por que así salió tranquilamente de su piso, bajando las escaleras con lentitud, hasta llegar a la parte baja. -Ese niño tonto... - mencionó mientras caminaba hasta la recepción para salir por la puerta principal, sin embargo, se detuvo al ver al gerente aún en la recepción, estaba solo, y parecía muy distraído, por lo que intento ignorarle, pasando de largo, sin embargo, tuvo que detenerse al escuchar que le llamaban.
-Grell Sutcliff...
-Wiru... hace mucho que no me llamabas por mi nombre completo... - mencionó mientras se contoneaba levemente, intentaba hacer parecer que aquella situación no le afectaba y quería actuar como si nada hubiese pasado. -¿Qué pasa?
-Tengo que hablar contigo. - mencionó mientras se ponía de pie.
-Ya es tarde y personalmente no tengo nada de qué hablar contigo... - Levantó la cabeza e intento pasar de largo frente a él, pero el mayor le había tomado del brazo, evitando así que se apartara.
-Oye... suéltame ¿Qué te pasa?
-Grell... algo esta mal conmigo.
-Aparentemente algo realmente lo está, William-
-No siento nada... - mencionó al soltar al menor.
-¿A qué te refieres con eso?
-Debería estar triste, angustiado, si quiera preocupado por Humphries, pero no siento nada... absolutamente nada.
-¿Y eso que quiere decir? ¿Por qué me dices esto a mí?
-Eres con el único con el que puedo hablar... - mencionó mientras se removía el cabello del rostro, mientras se quedaba pensando unos momentos. - Es sólo que pienso que si llegara a morir... Tal vez no me afecte.
-¿Y? Eres una mala persona, sin sentimientos y egoísta... Eso todos ya lo sabíamos.
-Grell...
-No, deja que termine... Ese niño está muriendo, y piensa que tú lo quieres, lo que es estúpido, porque según yo sabía, tú no quieres a nadie, y nadie nunca va a quererte, en cuanto Alan despierte, debes ser hombre al menos por un segundo y decirle la verdad, que solo querías sexo y que no te importa de verdad... Que es algo que ya habías hecho antes y que, si se enamora, él único que pierde es él.
-Grell... Intente quererlo.... Suena estúpido y es muy estúpido, pero intente quererlo, creí que iba a poder hacerlo, creí que mientras más tiempo pasara a su lado podría llegar a tenerle ese aprecio.
-¿Qué aprecio?
-No lo sé, creí que podría llegar a...
-¿Entonces jamás me amaste? Eso sólo era aprecio.
-Grell, no estamos hablando de nuestra relación.
-Jamás lo hablamos, y creo que ahora que intentas tener un nuevo novio, es un buen momento para hacerlo.
-No quiero hablar de eso, no me hagas hacerlo.
-¿Por qué? ¿Te avergüenza el pensar que tú y yo estuvimos juntos?
-No pongas palabras en mi boca.
-Tengo que hacerlo por qué al parecer tú te niegas a hablar.
-Me equivoque, sí, pero no todo fue mi culpa.
-Oh ¿Ahora quieres culparme también a mí? Dime ¿Yo que hice?
-¡ME IGNORASTE! - aquel grito, hizo que el pelirrojo se quedara callado, mirándole detenidamente. -Después de que el problema se transfirió a otro lado, intenté volver a salir contigo, pero tú solo estabas pegado a ese estúpido mayordomo, sabía que la relación no iba a volver a ser como antes, así que quería llevar las cosas con calma para que no pasara... esto.... - el gerente seguramente hubiera seguido con su discurso, sin embargo, se había quedado callado por una cachetada que el pelirrojo le había dado, con tanta fuerza que hizo que el rostro del más alto se desplazara con el movimiento de su mano.
-Tienes un novio en el área médica... ve a explicarle todo a él... Tú y yo ya terminamos. - mencionó antes de pasar de largo junto a él. Las piernas le temblaban, su garganta tenía un nudo horrible, no sabía por qué se sentía así, pero no le gustaba. El hecho de que el mayor le hubiera gritado de ese modo le hacía sentir tan mal que incluso mientras caminaba, paso de largo de su departamento, caminando entonces sin rumbo. Las palabras del mayor rondaban en su cabeza, pensar que al parecer jamás notó el coqueteo del gerente le hacía estremecerse, no quería pensar en eso, pues de cierto modo era consciente de ello, pero siempre le había tenido tanto rencor por dejarlo, que simplemente trataba de ignorar la situación.
William se quedó mirando la puerta después de que el pelirrojo se había ido, suspirando profundamente, mientras intentaba recobrar la compostura, hasta que una vos detrás de él le hizo volver a la realidad. - Entonces... - Después de esas palabras, se giró y encontró al chico rubio, compañero de Alan, parado en el borde de las escaleras. -Tú realmente no lo quieres... Hijo de Puta... -mencionó más que molesto, pasando junto a él, empujando al gerente con el hombro, haciendo que el más alto se removiera levemente, mientras molesto se iba, cerrando la puerta detrás suyo.
Eric estaba molesto, estaba ansioso, quería corre a decirle a su amigo que no se confiara del mayor, sin embargo, también pensó que no quería hacer pasar al menor por esa situación, conocía a Alan y aquello seguramente lo haría romperse, por lo que se detuvo un momento en medio de la calle, hasta que escucho una risa que le llamó bastante la atención, a lo que tuvo que elevar la mirada, observando a un hombre alto, con el cabello color plata, completamente vestido de negro, se veía tétrico, en especial por aquella sonrisa macabra que no desaparecía de su rostro y además que era lo único que podía verse de él, pues un sombrero negro de copa y sus largos cabellos le cubrían los ojos.
-Parece que estás en problemas, niño... -mencionó antes de volver a reír.
-¿Quién eres tú?
-Considérame un nuevo amigo tuyo...
-¿Amigo? ¿Qué es lo que quieres?
-Yo no quiero nada... Pero yo sé que tú sí, y tengo una propuesta que hacerte.
Después de su experiencia con el pelirrojo se quejó y siguió caminando como si nada. -No me interesa...
-¿Incluso si eso puede salvar a tu amigo de las espinas?...
Luego de escuchar eso, se detuvo, volteando a verle nuevamente. - ¿Qué?
-Lo que oíste. - Dijo antes de reír nuevamente. -Yo sé... que debes hacer para salvarlo, te ayudaré, si tú me ayudas...
-¿Qué tengo que hacer?- Mencionó más que decidido, lo que hizo que el mayor riera nuevamente.