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Is Dahut por illySpooky

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Notas del capitulo:

Perdón por tardar tanto, espero lo disfruten

La noche estaba cerca y el horizonte para ese momento se veía anaranjado, tranquilo y apacible,por lo que apenas las explosiones se veían a las afueras de Londres, donde una figura vestida de negro tomaba almas al azar, andando de un lado a otros, la escena era horrible, hombres, mujeres, niños, todos los cadáveres dejaban un camino directo al hombre encapuchado que era aún más veloz que los tres shinigamis juntos. 




El pelirrojo empuñaba su sierra contra el encapuchado, que al parecer podría prevenir todos sus movimientos, saltos, esquivos, incluso parecía que no quería lastimarlo. 




-¡Deja que te atrape para llevarte a mi Sebastian!- gritó el pelirrojo mientras seguía intentando apuñalar al encapuchado. Ambos seguian peleando uno a uno, sin embargo la pelea se detuvo cuando una guadaña plegable se abrió entre ambos, separando a ambos. 




-En nombre del sindicato de los Dioses de la Muerte… Detente…- 




-Siempre tan serio Spears…- 




-¿Lo conoces? - preguntó el pelirrojo. 




-¿te conoce? - preguntó el castaño apenas había llegado mientras intentaba respirar más tranquilo. 




-¿Me conoces? - dijo extrañado el gerente. 




-Me temo que así es, Gerente Spears.. - dijo el hombre mientras jugaba con su oz. 




-¿No es eso algo anticuado? Creí que la túnica negra y la oz era solo de los viejos dioses de la muerte - Dijo el demonio mientras se paraba junto a los shinigamis. -Me temo que es mi deber llevarlo ante la reina, por órdenes de mi amo. 




-No voy a acompañar a ninguno de los dos… - dijo el encapuchado antes de jugar con su oz. 




-Ya veremos… - dijo el demonio antes de abalanzarse contra él con sus cuchillos. 




La pelea había comenzado y apenas el demonio había empezado a atacar el encapuchado comenzó a lugar en serio, su oz intentaba golpear al más alto, sin embargo ambos iban a la par hasta que el pelirrojo intervino, quizás los cubiertos del demonio no le harían mucho daño, pero la sierra del dios de la muerte, esa era otra cuestión por lo que intentó alejarse, resguardandose a la deriva hasta que el castaño estuvo a punto de golpearlo con su guadaña, la cual apenas pudo evitar. 




-Cuidado… vas a lastimarte -dijo antes de golpear con el mango de su oz la guadaña del menor, empujándolo apenas un poco, dándole hincapié al gerente a atacar, ambos se miraron, o por lo menos así se sintió, se tenían frente a frente, con las guadañas pegadas entre sí, estando a punto de tocar el pecho del contrario, respectivamente. -¿Esto no es demasiado para usted, Gerente?... - luego de aquel comentario se alejó de la presión de ambos para defenderse nuevamente del demonio, era insistente, pero no iba a dejar que se le acercará. -Mi mentor me dijo que tú serías el más complicado… Que por ese niño, serías el único que no sabría cuando parar.... 




-¿Su mentor? - susurro el joven Conde quien observaba la pelea desde una distancia razonable para el perro de la reina. -Sebastian. - musitó serio para que el demonio lo mirara. -Él es solo un peón… Buscamos al responsable, no al carnicero, deja que ellos se encarguen. - Luego de ese comentario el demonio se alejó de la pelea, acercándose entonces a su amo. 




-¡Sebastian!- Gritó el pelirrojo al ver al demonio alejarse, estaba a punto de irse, sin embargo el encapuchado lo atacó con su oz. -Sebaschan! No te vayas sin mí!- intentando seguir al demonio y al niño, ocupó su guadaña como escudo, haciendo que la punta filosa se desviara, clavándose entonces en el que estaba peleando junto al pelirrojo. 




Alan estaba débil, ciertamente las espinas le quitaban mucha energía por lo que le costaba moverse con rapidez, lo que hizo que no pudiera evitar la punta de la guadaña que al ser desviada se clavara en su hombro, haciéndole gritar de dolor. Aquel hombre de negro no dijo nada, se quedó en shock por un momento, sacando entonces su oz mientras miraba al castaño caer al suelo por toda la sangre que brotaba. 




-¡Alan!- grito el gerente que preocupado ignoro al encapuchado para socorrer al menor, presionando su brazo con fuerza para evitar que saliera tanta sangre. 




-... Él… -el hombre de negro miro la escena unos momentos antes de darse la vuelta y salir huyendo del lugar. 




-¡¡Alan!!...- dijo el gerente mientras se quitaba el saco para presionar su herida. 




-La oz… -susurró el pelirrojo- Podría matarnos con ella… Es de… 




-Sí… - afirmó el gerente mientras se ponía de pie con el menor en brazos para trasladarlo así- Su arma… Es la de un shinigami… 




-¿Estuvimos peleando contra un Dios de la Muerte?…- preguntó el contrario mientras seguía con la mirada al moreno que se alejaba. 




-Un traidor... 




 




 




Después de aquel incidente, no solo los directivos estaban vueltos como locos, sino que ningún otro shinigami se atrevía a salir por miedo a encontrarse con el traidor, sin embargo, parecía que después de aquel encuentro no se había atrevido a atacar de nuevo. 




-Lo culpamos directamente a usted, gerente Spears- Hablaba el directivo de ancianos con el mayor mientras él se mantenía en silencio, de pie frente a ellos. -La seguridad de los humanos no sólo está en riesgo, sino que también la de sus empleados. 




-Les aseguro que encontraré al culpable y lo... 




-Lo traerás aquí. - Sentenciaron sin haberle dejado terminar. -Su destino será decidido por nosotros, y si no cumple, se le destituirá de su puesto ¿Entendido? 




-Como ustedes ordenen... - luego de esa junta, el gerente salió, tallándose la sien suavemente mientras pensaba, se veía cansado y tenso por lo que, al sentir una mano en su hombro, se volteó molesto. 




-Lo... Lo siento. - susurró el castaño luego de ver su expresión. 




-Alan... Perdón ¿En qué te puedo ayudar? - 




-Quería saber cómo estaba. 




-Estoy... - Pensó unos momentos antes de mirarle curioso. - ¿Por qué? 




-Que lo llamarán así, bueno, no se veía bien. 




-Quieren que atrape al traidor... ¿Cómo va tu herida? 




-Mejorando... Realmente ya no me duele, sólo dicen que quedará una marca pequeña. 




-Ya veo, me alegra saber que estás mejor... 




-¿Necesita ayuda para atrapar al traidor? 




-No, no, tú no debes involucrarte en eso... No quiero que te hagan daño. 




-Estaré bien... De verdad, deje que lo ayude ¿Sí? 




-…Bueno, pero debes tener mucho cuidado. 




-A decir verdad... Tengo una idea. 




-Te escucho. 




-El traidor es un shinigami ¿no? 




-Ajá... es lo que se piensa. 




- ¿Qué tal si es alguien que trabaja aquí? Por lo de mi situación he tenido que estar tras el escritorio mucho tiempo y tengo en mi poder varios registros de trabajo que podrían servirnos, descartaremos a los que no encaje con el perfil y será más fácil encontrarlo... soló deberíamos seguir sus movimientos y después veremos si es el traidor o no. 




-Vaya... En realidad, es una buena idea... Llevémosla a cabo, esta noche. 




- ¿Esta noche?... De acuerdo- Dijo entusiasmado. 




 




El pelirrojo iba pasando por el pasillo de la sede mientras se quejaba por no poder salir hasta que escucho la vos de William, lo que le hizo detenerse por un momento, sabía que le habían llamado con la intensión de hablar sobre su encuentro con el traidor, por lo que se detuvo para ver con quien hablaba, mirando entonces al castaño. 




-¿No te molesta? 




Aquella vos familiar detrás de él le asusto, por lo que invoco su guadaña, apuntándole, antes de mirar al rubio detrás de él. -Eric... Creí que ya te habías esfumado... ¿Qué debería molestarme? 




-Tu ex novio con ese novato... 




-¿A ti que te importa, niño inmadura? 




-Al parecer lo mismo que a ti... Para espiarlos de ese modo... 




-¿Por qué? ¿A ti si te pone celoso? ¿A caso también eres esa colegiala que se enamora de su profesor? Aaah.. Senpai -Gimió burlándose de él. 




-Claro... Debe ser eso -puso los ojos en blanco por ese comentario. 




-Aunque admito que me sorprende un poco que Alan siga hablándole después de lo que le dijiste... 




-No le dije nada 




-¿Qué?  ¿Sigue sin saberlo? 




-Se veía muy emocionado por su nuevo... novio, no pude decírselo después de que me dio esa noticia. 




-¿Novio? 




-Así lo llamó él...  




-¿Entonces piensa que son novios? 




-Sí... Eso es lo que piensa, por eso no le he dicho nada aún...  




-...Ya veo –el pelirrojo sonrió ampliamente mientras miraba de reojo como el gerente y el castaño se dirigían a la oficina de registros. 




-Como sea... ¿Sabes que hacen? 




-Creo que buscan al traidor. -Dijo al regresar la vista al rubio 




-Avísame si lo encuentran, quiero saber quién es... - Dijo antes de alejarse de él, deteniéndose después de unos momentos, acercándose entonces a tomar al menor por el cabello, jalándole con algo de fuerza a su cuerpo para que ambos se miraran a los ojos. - Por cierto... No le digas a Alan... no aún, quiero ser yo quién se lo diga... Quiero que venga de mí... ¿Quedo claro? 




El pelirrojo sonrió suavemente y se acercó a besar los labios del rubio antes de separarse despacio. - Como tú quieras... 


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