--Entonces.... ustedes ¿Qué fue lo que ocurrió después? - Pregunto el castaño algo ansioso por que el mayor siguiera con aquel relato.
-Me fui...-
-Espera... Entonces, dices que después de haber luchado tanto por eso, de ayudarse mutuamente... Tú ¿solo lo dejaste?
-Fue un poco más complicado que eso, pero en gran escala, sí, lo dejé... No es algo de lo que me sienta orgulloso, sin embargo, era lo correcto.
-Pero... No es justo para ustedes, se quieren.
-Perderíamos nuestro empleo, no nos dejarían estar juntos, además, ambos somos, hombres. - Mencionó lo último al ponerse de pie, para así darle la espalda.
-Pero... quizás no sea tan malo, es decir... Ustedes dos se aman... porque lo ama ¿Verdad? - Mencionó al intentar acercarse más a él, deteniéndose casi de inmediato por no saber exactamente qué hacer.
-Ha pasado algo de tiempo-
- ¿Ya no lo quiere?...-
-Yo jamás dije eso... Yo sólo... - Luego de aquel comentario interrumpido se quedó en callado, esas palabras le hicieron pensar por unos momentos antes de que la puerta se abriera abruptamente por uno de sus subordinados.
-Gerente Spears...- El ambiente estaba tenso, por lo que no supo que hacer pues estaba algo incómodo. -Yo... Lamento si interrumpí-. Susurro el rubio mientras entre cerraba la puerta, sin embargo, suspiró y se quedó callado unos momentos, esperando que le corrieran, pero al ver que ninguno de los dos continuaba hablando, se aclaró la garganta. -El comité lo busca por los arreglos de los nuevos aspirantes.-
-Gracias, Knox... Adelántate, quizás tengas el día libre mañana, así que esfuérzate por terminar hoy. -
-Vaya... Gracias por eso. - Sonrió ampliamente, asintiendo con la cabeza, antes de cerrar la puerta, dejando de nuevo a ambos solos.
-… Usted... No debería impedirse estar con él, no es correcto. -
-No creo que entiendas... Esto es lo correcto.
-Ambos sufren, quieren salir, pero se niegan y.… se besan a escondidas, no debería ser así-
-Pero lo es... Si nos descubren no solo tendremos problemas aquí, podríamos ir a prisión, nos separarían, nos matarían. Quiero estar con él, pero también quiero protegerlo, no voy a permitir que nada malo le pase.
-Entonces... ¿Qué piensas hacer? Sólo... ¿Dejar que se sienta miserable y odiado por ti?...
- ¿Por qué te importa? - Volteó a verle, acercándose entonces al castaño, mirándole detenidamente.
- ¡¿Por qué a ti no?!... ¿Qué importa que sea un hombre?... Ustedes... - El castaño fue interrumpido por los labios del más alto, le estaba besando, sin embargo, le costó algo de trabajo entender que pasaba, apenas unos segundos después cerró los ojos y correspondió torpemente al beso, era el primero que daba, por lo que temeroso rodeo los hombros del más alto con sus brazos mientras él le abrazaba por la cadera, apegándole a su cuerpo lentamente.
Aquél contacto entre ambos se hacía más intenso, más cálido, por lo que el gerente ladeo el rostro, haciendo entonces el beso más profundo, jugando así con su lengua de un modo ansioso y desesperado, hasta que tuvieron que separarse por falta de aire.
-Se..Senpai Spears...- jadeo el castaño mientras abría los ojos lentamente, notando como sus gafas se habían empañado, estaba sonrojado y ansioso, por lo que se alejó de inmediato del más alto, cubriéndose los labios. - ¿Qué...? ¿Qué es lo que hace? -
-Lo siento... yo...-
-¡No!... ¡No!... Esto está mal... Usted es mi jefe...- Se cubrió el rostro, ansiosamente, intentando calmarse, hasta que nuevamente el rubio abrió la puerta.
-jefe Spears... Perdón, pero... Insisten.
-...Gracias Ronald... Humphries, nos vemos mañana... tenemos que hablar, te espero temprano. - Mencionó el gerente mientras tomaba su maletín para salir detrás del rubio, cerrando la puerta detrás suyo, dejando al castaño sólo en la oficina.
- ¿Qué estoy haciendo?... - Susurró mientras se sentaba en la silla frente al escritorio, había comenzado a temblar mientras seguía presionando sus labios suavemente.
-Alan...- El compañero del castaño, tocó la puerta suavemente antes de abrir esta suavemente, mirando al menor. - Alan... - ¿Todo está bien?... ¿Spears te despidió? - Preguntó preocupado, acercándose entonces a él, inclinándose a mirarle a los ojos.
-No... Nosotros, sólo hablamos- Se soltó del mayor, sin querer mirarle a los ojos, volviendo a cubrir sus labios, de cierto modo aún podía sentir como su jefe le besaba.
- ¿Qué fue lo que te dijo, entonces? No luces nada bien. -
-Tengo miedo... -
- ¿Sobre qué?... ¿Qué tal si no soy normal?...
- ¿En qué sentido? Alan, no te entiendo ¿A qué te refieres?
-Eric... Creo que me gusta alguien... - susurro mientras algunas lágrimas salían de sus ojos- Y no está bien... De verdad no está nada bien...-
El gerente entro a la sala de congresos donde sus superiores le esperaban, mirando entonces como evidentemente era el único que estaban esperando, dirigiéndose directamente a su lugar, esperando también a que su subordinado se sentara junto a él, mirando le pasaban algunos papeles.
-Lamento mi demora... He tenido algunos problemas que resolver ¿Qué aqueja ahora?... - Mencionó mientras tomaba los papeles que le ofrecían. - ¿Qué es esto?...
-Es el demonio...
- ¿Qué?... ¿Qué demonio?
-El del Conde Phantomhive... Al parecer, acaba de regresar.
-Debe tener otra víctima...
-No... Volvió con el Conde, con vida.