EL gerente se quedó en shock por unos momentos, conocía esa vos, la conocía a la perfección, el pelirrojo estaba afuera, y había regresado para ayudarle con su trabajo, sintió un escalofrió recorrer su espalda, por lo que se alejó del castaño para poder invocar su guadaña, abriendo esta de inmediato para empujar la puerta y atrancarla, sin ejercer demasiada fuerza, de lo contrario seguramente hubiera atravesado la madera, y lo que quería era evitar que el menor se diera cuenta de que estaba ahí, evitando por al menos esos momentos que el contrario llegara a entrar.
-Wiru...- El pelirrojo empujo la puerta suavemente, notando que esta se había regresado suavemente, evitando que se abriera. -Mierda... se atoro. - susurro lo último para sus adentros pues seguramente el gerente se molestaría si el pelirrojo llegara a dañar su inmobiliario. Atoro de nueva cuenta la puerta y se alejó lentamente, hasta que uno de los chicos de nuevo ingreso le detuvo antes de que se retirara.
-Eso estuvo muy cerca... - El castaño seguía agitado, mientras se recargaba sobre el escritorio, mirando detenidamente al mayor que guardaba de nueva cuenta su guadaña después de que ya no escucharan ruido fuera. -Spears senpai... Esto está mal... ¿Verdad?... No lo ocultaríamos de no ser por que estuviera mal... - El castaño se sentía algo nostálgico por la situación por lo que bajó la mirada levemente, mientras suspiraba profundamente.
-Tú quieres que nos detengamos ¿No es así?.. -Mencionó el gerente mientras volvía a verle.
-Fue por esto por lo que terminó con Grell... No hay futuro para esto, usted no quiere una relación, usted quiere... sexo.
Esas palabras hicieron que el mayor frunciera el ceño -Es lo que piensas de mi ¿Verdad?... Mira, no es que no quiera hacerlo, te deseo, no sé como explicarlo, pero quiero esto, no importa si es correcto o no...- Susurro al par que le quitaba el cabello de la frente, mirando detenidamente al menor, acercándose después a besar sus labios suavemente, para luego de eso separarse de él, esperando alguna respuesta de su parte.
-Yo... Jamás he hecho esto... Tengo miedo- Susurró el menor mientras se cubría el pecho, jalando su camisa suavemente para evitar que el mayor le mirara.
-Lo haremos con calma si es lo que quieres, no tenemos que hacer nada ahora... -Mencionó mientras se separaba de él, para que pudiera bajar del escritorio.
Las piernas le temblaban, se sentía avergonzado, aún algo excitado, pero no muy seguro, por lo que asintió con la cabeza suavemente. -Gracias... Por comprenderlo. -
-No tienes nada de que agradecerme...-
-Si tengo... Eres muy comprensivo... Y quizás no este listo para hacer todo, pero si para algunas cosas... -susurró lo último muy sonrojado, por lo que ladeo el rostro, intentando evitar a toda costa su mirada.
-No comprendo...-
El castaño respiró profundamente, mientras intentaba tomar fuerza, antes de voltear a verle para acercarse entonces él a besar los labios del más alto, cerrando los ojos tranquilamente mientras lo hacía. Aquel beso fue lento, suave, sin muchos movimientos, por lo que el gerente dejó al menor tomar el mando de la situación.
Fuera de la oficina, un chico rubio se acercaba al pelirrojo, saludándole con la mano alegremente. -Grell... Disculpa ¿Salías de la oficina del gerente? Es qué quería saber si Alan ya estaba libre, aún queda papeleo que hacer y honestamente no quiero hacerlo solo.-
-¿Qué?
Los besos se habían hecho cada vez más profundos, ahora ambas lenguas estaban jugando entre ambas de un modo lento y suave, la situación era sin duda muy placentera para ambos, por lo que el castaño se apegó más al contrario, sintiendo su erección que se presionaba suavemente contra su cuerpo cada vez que se besaban, al par que sus manos recorrían el pecho del más alto con lentitud.
-Alan... - Un jadeo suave pero ansioso salió de los labios del más alto, al par que acariciaba su cadera y cintura, sin querer separase de sus labios, sin embargo, le fue casi imposible cuando el menor se inclinó para poder besar su cuello lentamente, haciendo un recorrido de besos por toda su piel descubierta, hasta que llegó a su pecho.
-Que... si – El rubio se aclaró la garganta antes de continuar hablando- ¿Spears y mi compañero, Alan, están en su oficina? Están ahí desde que llegaron, o eso creo.
Un jadeo salió de los labios del gerente, estaba bastante excitado, los labios tersos y suaves del menor recorriendo su pecho le estaban haciendo estremecer levemente, hasta que sintió como una presión se hizo presente sobre su piel, aquella había sido una mordida, que sin duda dejaría marca.
-Se...Senpai... -Susurró el castaño algo sonrojado después de escuchar sus jadeos por lo que se separó de él lentamente, sólo para colocarse de rodillas frente a él. Levantando apenas suavemente la vista. Desde su angulo veía bien el cuerpo semi desnudo y húmedo del más alto por lo que se mordió levemente el labio inferior, mientras acercaba sus manos al borde de su pantalón que al parecer era lo único que hasta ese momento le cubría.
-Quieres decir... que William está ahí adentro ¿Con un chico?- Preguntó el pelirrojo algo ansioso por la respuesta. Para ese momento habían venido a su mente varios recuerdos, de su ex amante logrando atrancar la puerta con su guadaña más de una vez antes de que les descubrieran o simplemente queriendo evitar alguna situación, lo que hizo que un hueco enorme se sintiera en su pecho.
-Alan...- Tomó las manos del menor que lentamente le bajaba el pantalón, deteniéndole momentáneamente. - No tienes que hacerlo si no quieres...-
-Yo... De verdad quiero hacerlo... -Susurró antes de terminar de bajar su pantalón, mirando entonces su miembro, erecto y largo, lo que hizo que un escalofrío recorriera su espalda, se relamió los labios levemente y se acercó a besar la punta de su glande suavemente, lo que provocó que el gerente se estremeciera y jadeara levemente. El escucharle de ese modo le había gustado bastante por lo que cerró los ojos antes de volver a repetir la misma acción antes de que su lengua se presionara lentamente sobre su glande.
-Sí... Ayer lo citó a esta hora mas o menos... No estoy muy seguro para que, pero creo que es por que Alan tiene alguna relación inapropiada con un compañero, no me quiso decir más detalles.
Furia, celos, ansiedad, todo cruzaba la mente de el pelirrojo en ese momento ¿William estaba con aquel chico en su oficina? Y si lo estaba ¿Qué podía hacer? ¿Debía reclamar?
De un momento a otro, el mayor dejó hablando sólo a Eric mientras se giraba para caminar decidido de nueva cuenta a la oficina del mayor. No estaba seguro de que vería o si quiera si quería verlo, pero estaba decidido a seguir caminando, acercándose a tomar la perilla de la puerta antes de abrirla, definitivamente no tenía seguro, la sangre le hervía, y así abrió de par en par la puerta.
Un gemido más de parte del gerente se hizo presente después de que la lengua del castaño recorriera la punta de su miembro lentamente, para después tomar los cabellos del menor, para ayudarle a mover la cabeza suavemente, hasta que escucho de nuevo la puerta, sin embargo, el placer era demasiado, por lo que en lugar de soltar al menor lo empujó un poco más para embestir su boca, un leve gemido salió de sus labios, pero se detuvo al ver al pelirrojo y al rubio en la puerta, después de abrirla abruptamente.