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Un Juego Prohibido por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Hola! Lamento la tardanza y por no actualizar antes, uwu, pero recompensare por mi desaparición momentanea con este capitulin, es uno de tranquis, por falta de ideas. Sin más excusas que ruede capitulo, señor director. xD

Su cabeza le daba vueltas, sentía la necesidad de votar todo lo ingerido durante la noche anterior. Por más que intentase despertar, una clara visión del futuro se le presento – No… No me dejes – Hablaba entre sueños, se movía de un lado a otro y después de la segunda vuelta termina tirado en el suelo.

 

- ¡Aioros! ¿Estás bien? – Esa fue la pregunta precipitada de su prometida, quien salía del cuarto de baño para socorrerlo – Mi amor, ¿Sucede algo? – Él abre los ojos percatándose que ese sueño o esa visión no fuera un mal presagio para su vida, se pone de pie ayudado de su prometida, pero al cruzar miradas con ella, nota que sí tuvo una visión y no un sueño.

 

(Opening – No me arrepiento de Victor Escalona)

 

Los dos bajaron a desayunar como era debido, Aioros no parecía estar con ánimos de hablar con nadie y menos discutir con Hilda, ya se la veía venir después que la fiesta de anoche terminase, los dos discutir antes que los amigos se fueran a sus respectivos hogares.

 

- Buenos días – Saludo animadamente Hilda a todos los presentes, ambos tomaron sus respectivos lugares de aquella gran mesa, a la espera que las sirvientas sirvieran los alimentos.

 

- Veo que su compromiso parece ser el más sólido de todos – Comenzó hablar El Cid mientras que los chicos tomaban sus respectivos aperitivos.

 

- Por supuesto, llevamos mucho tiempo juntos desde que nos presentaron, ¿No es así Aioros? – Se gira Hilda para lograr obtener un respaldo por parte del castaño, todos enfocaron sus miradas en él.

 

Aioros al reparar la incomodidad del ambiente, se pone de pie y sale dejando a su prometida con las palabras en la boca – Lo siento, no me encuentro bien – Ilias al escuchar aquello por parte de su hijo mayor le preocupo, sin embargo, le deja el trabajo en su hermano que parecía estar diciéndole que le den tiempo para que él hablase.

 

Hilda no sabía dónde meterse, podía sentir la presión de que no estaba haciendo su trabajo y como también que su prometido no parecía estar indiferente con ella. Le dolía la idea que Aioros tuviera un amante o que una de las sirvientitas lo hayan engatusado, no quería soltarlo, ella lo amaba a pesar de sus diferencias.

------- J~P -------

Se queda echado en su cama, mirando el techo con seriedad. Sus pensamientos se enfocaban en dos cosas, aquel misterioso chico y su visión. Deja salir un suspiro, cierra unos minutos largos sus ojos, quería relajarse por una vez en su vida, ya estaba en casa y la presión que sentía se debía a esos dos factores.

 

- “¿Cómo puedo sacarme esas imágenes de mi cerebro?” Soy un imbécil – Se recrimina mientras tomaba una de las almohadas de su cama para cubrirse el rostro, sentía vergüenza propia, todo por estas haciendo cosas que no están permitidas para la sociedad y más recordar el brindis que le hicieron sus amigos.

---- Flashback ----

- Puede que no siempre estemos juntos, pero la unión de nuestra amistad es muy fuerte Aioros. Eres el mejor amigo de todos, con tus defectos y sin ellos, eres una persona tan sensible que hasta con estas palabras ya estas llorando – Kardia tenía muchísima razón, no pudo contener las ganas de llorar, estaba muy orgulloso de sí mismo por tener a unos grandes amigos a su lado que lo cuidan y lo protegen – Queremos, hablo por todos, que seas muy feliz, aquí al lado de tu padre y tus hermanos, con tu tio y tu tutor, con nosotros tus amigos y que puedas volver a ser el que siempre fuiste, sin importar el cambio, porque tu Aioros, eres una persona de admirar y con este discurso, y este brindis podamos forjar aún más nuestra amistad – Todos alzaron sus copas, él también lo hizo para así todos gritar “Salud”, porque no podía negar el amor y los cálidos sentimientos que le brindaba estar en casa.

---- End Flashback ----

Unas rebeldes lagrimas recorrían el camino de sus ojos y descendiendo por sus mejillas, no podía olvidar esas hermosas palabras que dijo su mejor amigo Kardia. Si pudiera invitarlo hablar, le seria confortante, porque no aguantaba las puntadas en su pecho, deseaba con todo su ser conocer a ese muchacho que lo vuelve loco con cualquier acción o cualquier gesto que haga.

 

- Es perfecto – Murmura para sí mismo y no hasta romper en llanto causa de la frustración que sentía, el sonido de la puerta sonar era sinónimo que alguien deseaba verlo - ¿Quién es? – Pregunto con su voz entre cortada debido al nudo que se le formo en la garganta.

 

- Soy yo hijo, ¿Puedo pasar? – Aquella voz la conocía y era la de su tio Sysipho, dudaba por dejarlo pasar, pero debía hablar con alguien y poder desahogarse. Utiliza su poder psíquico para hacer que la perilla de la puerta se abriese, no quería levantarse la cama y menos lo haría en las condiciones en las que estaba – Veo que estas deprimido mi pequeño – Decía con un aire maternal su tio mientras se adentraba con una bandeja de plata con una taza, un plato con tortitas, un jarrito con una salsa especial de frutas silvestres, un vaso con jugo de naranja y un florero con una rosa.

 

- No te imaginas cuanta es mi frustración “Nadie lo entendería y menos yo” – El hombre de cabellos castaños claros y cortos, lo observa muy preocupado.

 

- ¿A qué se debe esa frustración? “Ya puedo estar intuyéndolo” – Le indaga mientras le hace una seña para que se sentara y poder él colocarle la bandeja en las piernas.

 

- No me siento a gusto con lo que siento tio – Esa fue su escueta respuesta ante la pregunta hecha por su tio. Su mirada se enfoca en la taza de té y nota que su sentimiento de frustración haga que la hermosa rosa se marchitara delante de sus ojos.

 

- ¿Estás seguro de lo que dices? Mira Aioros que te conozco más que tu padre a ti, porque si tiene que ver con Hilda, deberías ordenar tus ideas antes de dar un fundamento incoherente – Medita aquellas sabias palabras y podía decir que su tio estaba en lo cierto, parecía un simple niñito excusándose por todo y no hacer frente a situación como un hombre.

 

Comienza a devorar su desayuno con mucho ánimo, mientras pensaba lo que podría estar haciendo que ahora estaba en casa – Sabes una cosa tio – Sysipho se sienta al lado de su sobrino y lo abraza, quería brindarle su confianza y hacerle ver que lo tenía para todo lo que él quisiera – Estoy en casa, ya descanse todo lo necesario y quiero tener responsabilidades, digo, retomar las que siempre tuve antes de que partiera a esa competencia de atletismo – Se voltea con el tenedor en mano para así darle un poquito de sus tortitas a su tio, quien ríe al ver esa actitud tan cariñosa de su sobrino.

 

- Bueno, como verás, necesito que armes una lista y mandes a pedir unas carretas para así trasladar personal al rancho que tenemos al pie de la colina – Aioros anotaba mentalmente lo que haría por su tio, y más cuando extrañaba ir con sus hermanos al rancho, en donde los tres se divertían dar un largo paseo a caballo.

 

- ¿No querrás decir que vea si el rancho está en buenas condiciones para la siguiente noche de caza? – Sysipho asiente neutro ante la pregunta bastante obvia, ese año tocaba a su familia recibir a todos los vampiros que participaran en el festival.

 

- Ve con tus hermanos y con tu prometida, yo me encargare de hacer los pequeños tramites de tu padre, ¿Puedes? – Con una sonrisa Aioros acepta sus nuevas obligaciones, termina su desayuno para así ir hablar con sus hermanos para pedirles opinión con respecto al rancho y puede que hablar con su prometida acerca de cuáles sirvientes llevar al rancho.

------- J~P -------

Al ayudar su hermano mayor con la organización de libros de su tio Sysipho, Regulus no parecía estar muy atento a ayudarlo, porque lo que le desviaba la atención era el aprendiz del jardinero – Aioria, si pudieras elegir entre una chica o un chico ¿Cuál de las dos opciones elegirías? – El mencionado suelta de manera estrepitosa la caja de madera en el suelo, su mirada desencajada y provocarle que sus mejillas se tiñeran de un rojo intenso.

 

- “Tú y tus tontas preguntas hermanito” No sé a qué te refieres con eso, siempre terminas haciendo esas tontas preguntas porque deseas estar babeando por ese sirviente – Le responde con una seriedad fingida, provocando que su hermanito usara sus poderes para lanzarle un jarrón por la cabeza, pero él la esquiva con agilidad y la decoración explotara contra la pared.

 

- No estoy babeando por él, solamente me alegra mucho que hoy sea el día en que aprenda a empuñar una espada – El castaño del medio alza una ceja curioso ante aquella revelación por parte de su hermano menor.

 

- ¿Por qué no se lo pides a El Cid? Porque tengo entendido, el tio Sysipho dice que es uno de los mejores espadachines de todo medio oriente – Regulus le vuelve a lanzar otro jarrón, esta vez uno más grande que el anterior y Aioria lo vuelve a esquivar, provocando que la ventana explotara.

 

- ¡AIORIA Y REGULUS! ¡¿QUÉ DEMONIOS ESTAN HACIENDO?! – Los dos dieron un respingo ante el rugido de su padre, ambos intercambiaron miradas del nerviosismo que tenían encima y ya temiendo el pronto regaño por parte de su progenitor.

 

- ¡NADA PAPÁ! – Le respondieron de la misma forma, al no obtener lo que pensaban, los dos sueltan el aire contenido para posteriormente continuar con su tarea diaria.

 

- Deja de estar aventándome las cosas, ahora me toca reconstruirlas “Maldito niñato” – Lo insulta mentalmente antes de que de nuevo su hermanito le tirase un jarrón más grande aun, sin embargo, Aioria lo agarro antes de que este cállesele encima suyo o de alguien más.

 

- Entonces deja de meterte en asuntos que no te incumben – Le responde con un aire infantil y regresa con admirar al chico de cabellos cortos y verdes oscuros.

 

En eso Aioros baja de las escaleras en compañía de su tio, quien parecía estar contándole a detalle lo deberán hacer con el rancho y más regañarle por abandonar a su prometida en la fiesta. Al separarse de él, decide ir hasta la sala en donde parecía haber pasado un huracán y el desastre que se armó.

 

- ¿Qué paso aquí? – Cuestiono y lo primero que recibió fue la mirada inocente que le daba su hermano más pequeño, se cruza de brazos y se dirige hasta donde estaba el menor.

 

- No notas lo que me hizo hacer Regulus – Aquella voz la conocía, se voltea para mirar sobre su hombro a su hermano Aioria reparar lo que parecía ser una ventana rota, dos jarrones reventados a causa de lo que parecía ser estrellados por alguien particular.

 

- No es excusa, porque los dos se encargarán de hacer este trabajo y más reorganizar estos libros como se debe – Toma uno de los libros que había en uno de los baúles más viejos de la casa, mientras iba hasta donde está su hermano Regulus - ¿Por qué no estás haciendo tu parte del trabajo? – El menor se voltea para toparse con la mirada seria de su hermano mayor, se da la vuelta, se para derecho y le dedica una de sus miradas de cachorrito.

 

- Pero si lo estaba haciendo Aioros, simplemente utilizando mis pode… - No pudo terminar de armar la frase cuando Hilda piso la sala, logrando instaurar un aire de incomodidad.

 

- ¿Te sientes bien tesoro? – Le pregunta en un tono meloso mientras coloca sus brazos por el cuello del castaño mayor, Regulus trataba de disipar la incomodidad del ambiente y más tratando de controlar los impulsos de insultarla porque le corto el momento de dialogar con su hermano mayor.

 

- Me sentiría bien si me dejas hablar con mi hermano pequeño, hace años que no lo veo y menos tiempo tenía como para estar enviando cartas aquí, ¿Comprendes? – La mujer de largos cabellos plateados se separa hecha una furia de su prometido, no le gustaba para nada verlo comportarse de esa forma con ella y menos podía pensar que prefería más a sus hermanos que ella – Veo que lo comprendiste, si vas a estar enojándote y haciéndome berrinchitos de niña mimada, preferiría que me ayudes a preparar esto que este viernes nos marchamos al rancho con sirvientes – Le dijo aquellas palabras con frialdad y disfrazando su enojo expuesto anteriormente con delicadeza. Regulus observa como Hilda manotea el cuaderno de notas que le acaba de extender Aioros y lo más gracioso de todo era verla dialogar con los sirvientes.

 

- Esta bien, lo hare porque tú me lo pides – Acomoda su semblante y esboza una amplia sonrisa, antes de marcharse se voltea para hacer una leve reverencia a Regulus – Pido disculpas si interrumpí su charla, con permiso – Acto seguido, deja la sala de mala gana y más replanteándose su plan de reconquistar a su prometido, aquel hombre que la volvía loca con sus bromas y alegrar sus días tristes con sus charlas diplomáticas, ese Aioros lo iba a recuperar, cueste lo que cueste, sin importar si alguno de sus hermanos se interpone, porque eso no lo iba a permitir.

------- J~P -------

Al apreciar como su cuñada se retiraba de la sala, por fin podía soltar todo el aire contenido despojando consigo esos sentimientos negativos, y agradecer a Dios que al fin podía hablar tranquilamente con su hermano mayor que tanto extraño.

 

- Veo que su relación como novios es muy reciente, querido hermano – Aioros se sorprende al escuchar aquella opinión que acababa de darle su pequeño hermano, no era habitual que el inocente e infantil Regulus se volviese maduro con el tiempo, y deseaba saber qué fue lo que llevo a cambiar de actitud.

 

- Es cierto, pero… - Hace una pausa para observar como su hermanito menor regresaba a su postura anterior, quedando observando un punto en específico del jardín, sin entender que era lo que le llamaba la atención - ¿Por qué miras de esa forma el jardín? Acaso, ¿Algún sirviente hizo algo extraño en las plantas? – El castaño menor abre sus ojos enormemente, traga grueso y pasa saliva, temía que su hermano lo juzgase de la misma forma que lo hacia Aioria. Aioros se acerca un poco al sillón que daba la espalda al jardín para tratar de encontrar lo que atrapaba la atención de Regulus.

 

- No es nada, simplemente – Hace una pausa ante su tartamudeo, sus mejillas se teñían de rojo al encontrar la imagen del aprendiz a jardinero cargando unas enormes bolsas de arpillera que en su interior contenía abono – Controlaba que los jardineros estén trabajando, eso es todo – Al terminar hablar, se voltea para posteriormente apreciar que su hermano mayor se quedó completamente petrificado, con su boca semi abierta, su mirada parda se enfocaba en un punto, guía su mirada también a ese punto hasta dar con la imagen super sensual del aprendiz a jardinero sacándose la camisa y quedando en una remera de tirantes color blanca.

 

- “Diosito mio… Ayúdame a mantenerme cuerdo, ayúdame a controlar mi mente… ¡Si! Él me vuelve loco con simples movimientos que para mí son de otro mundo” – Se muerde el labio inferior con una extrema fuerza, su cuerpo estaba por fallarle con el simple amague de ir hasta donde esta él y preguntarle cómo se llama.

 

Regulus estaba de la misma forma, pero controlaba sus hormonas con imaginarse como sería una vida al lado de un hombre como lo es el aprendiz del jardinero – Si preguntas como se llama, su nombre es Shura Abinia, tiene veintitrés años, creo, es de España y trabaja aquí desde hace un año como ayudante de Lugonis, por lo tanto es un buen empleado y excelente como persona – El mayor guía su mirada a modo de robot, estaba en shock al saber el nombre y todo esos datos, agradecía que su pequeño hermano Regulus fuese tan amable con él, sin embargo, ahora que lo sabía, su mente ya podía fantasear a niveles sospechados con el ayudante del jardinero.

------- J~P -------

Se seca el sudor de su frente, manotea la botella de cristal con agua fresca para beber. Estaba al tanto de que miradas se posaron en él, al enfocarla donde observaba el pequeño amo, se topa con el otro hijo y hermano del más pequeño – “¿Él también se le sumo?” – Se pregunto a sí mismo, dudaba que fuese así, hasta que el otro castaño mayor se espanta al percatarse que él lo estaba observando – “Parece que lo pille con las manos en la masa” – Se ríe al ver que el hijo mayor de su patrón hiciera caer una gran pila de libros al suelo, ver que el pequeño Regulus gritara ante el desastre que estaba ocasionando su hermano mayor, y se espanta al ver que trastabillo con el sillón de la sala – Oh Dios – Corre hacia dentro de la mansión antes de pedir permiso, al ingresar se encuentra con el desorden y que el más chico ayudaba a su hermano mayor a levantarse.

 

- Aioros, ¿Te encuentras bien hermano? -Pregunto muy preocupado y alarmando Regulus, al notar que su hermano callo de lleno al suelo y que el sillón le cayese encima -Hermano, por favor, hermano – Le da suaves golpecitos en la mejilla derecha, se estaba preocupando a niveles sospechado, tenía miedo de que no despertara. Se gira hacia atrás para mirar a Shura con una mirada triste – Shura, ¿Él está bien? – El de procedencia española, traga suave, para después acercarse a corroborar que los signos vitales del hermano mayor de Regulus este bien, hasta que se percata la fría piel del joven y alarmarse que no hallaba el pulso en el cuello del castaño mayor.

 

No sabía que responder al respecto, ver la mirada triste y desamparada que puso Regulus lo entristeció muchísimo, pero lo mejor que podía hacer era decirle una mentira piadosa – Su hermano estará bien, lo que sugiero que llamen a un doctor para que lo revise por las dudas – Regulus hace un morrito ya al borde de las lágrimas, su padre estaba enfermo, ahora su hermano a causa de un golpe duro en la cabeza estaba “inconsciente”.

 

Por otro lado, al escuchar aquellas palabras y la mención del profesional a cargo de la medicina, lo hizo reaccionar – “¡¿Llamar a un doctor?! … ¡¿Un doctor a que me atienda?! …” – Nota que una cierta mirada lo estaba observando y que el abrazo repentino de su hermano pequeño como también las lágrimas que soltaba el más chico, no sabía qué hacer, como reaccionar o que pensar, porque el papelón que monto hizo que ese chico atractivo se acercara hasta él y en teoría corroborar que este bien.

 

Shura estaba feliz al ver que su amo reaccionara, sin embargo, le caen las fichas al darse cuenta de que mencionar a un “Doctor”, provocase que esa persona reaccionara a tiempo, se lo anotaría mentalmente por si en el futuro le funcionase.

(Ending - When It's Time de Green Day)

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado, dejen sus opiniones aquí abajo y con un hermoso Reviews. Sin más les digo como siempre y para siempre, nos leemos en el próximo capitulo. 


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