Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

UN PEDACITO DE TI por Azusa Olimpia

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

ohayo, quien me ha extrañado... seguro querran matarme pero tengo excusas, ehem, quiero decir muchas cosas pendientes, primer lugar, no tengo la bendita libreta y ando muy pero muy lejos de mi casa, apenas y se digno a escanear las hojas donde andan los capitulos...

la cuestion es que veremos cuando actualizaremos, mejor no digo porque siempre pasa algo y no puedo hacerlo  en la fecha indicada. 

Notas del capitulo:

vamos por el primer capitulo, es algo aburrido pero ya se pondra bueno, el resumen lo cambiare porque no estoy conforme. 

CAPITULO I: OTRA OPORTUNIDAD

Oscuridad y desesperación eran lo que sentían, a pesar del seguro tormento que vivirían a partir de ahora, no se arrepentían de nada, es más lo volverían hacer; levantarían de nuevo sus puños contra los dioses que amenazaran la paz y la vida humana.

Esa desesperación se esfumo, mas no la oscuridad, muchas voces se escucharon y retumbaban pero no entendían sus palabras, ni si quiera podían distinguir esas siluetas enormes con alguien conocido, además ese inmenso cosmos que se cargaban esos seres daban miedo, era obvio de quienes se trataban. Los dioses del Olimpo… hasta que una cálida y aterciopelada voz conocida para ellos hablo, pero más que palabras era una hermosa canción que reconfortaba su alma desnuda antes esos dioses.

Athena no demostró debilidad, se mantuvo forme enfrente de sus iguales, los cuáles la veían con reproche y altives, era una diosa con cuerpo humano, un ser inferior pisando su hogar y con el cinismo de pedir que los que alguna vez fueron sus santos dorados regresaran a la vida, su asombro fue mayor  al ver a la tan temida y protectora diosa Athena arrodillarse y suplicar; no le dejarían las cosas fáciles a los que osaron levantarse contra ellos, Zeus era orgulloso y difícil de hacerle cambiar de opinión, aunque le diera lo que su adorada hija deseaba, sufrirían un castigo y de paso arrastrar a la diosa de la guerra justa a su desdicha.

Escuchaba la condición, apretó sus labios rosas por la impotencia e ira aumentando más por solo oír palabras nefastas, era la primera vez en años que sentía esas horribles emociones y por si ella fuera iniciaría una guerra contra sus iguales, a su mente vino Seiya y demás compañeros, les tocaba un merecido descanso.

Athena: acepto sus condiciones, pero cumplan con su palabra.

Firmo el destino de sus queridos santos, una nueva vida para ellos está por iniciar, otra oportunidad para vivir. No era tan malo lo que les esperaba o eso se decía a sí misma para calmarse. Primera condición para obtener la nueva vida de sus santos, ella misma debía llevarse sus cuerpos recién creados a su santuario, no era una débil y frágil señorita, así lo hizo, acunándolos en sus delgados brazos y una vez en el templo principal un poderoso rayo dio en esos helados e inertes cadáveres, dándoles el calor y la vida nuevamente.

Cayo en sus rodillas y lloró por lo que les venía a sus guerreros, pues ante su presencia solo había ocho cuerpos moviéndose perezosamente, pronto despertarían del todo de ese frio suelo.

Con movimientos torpes lograron ponerse en pie y observaron su entorno, sus ojos se detuvieron en la figura frágil de su diosa, notaron a sus demás compañeros de batalla, en seguida se dieron cuenta que faltaban 6 santos dorados.

Dohko: ¿Dónde están los demás?

Kanon: no veo al tonto de mi hermano, Saga

Camus: Milo sigue molesto conmigo.

Shura: Athena, ¿Por qué llora?

Fue entonces que se percataron de sus lágrimas, sea como sea sentían dolor, no se dieron cuenta que estaban desnudos.

Deathmask: me duele todo… no huelo el aroma a rosas de Afrodita.

Aldebarán: me gustaría vestirme, no creo que sea apropiado estar así.

Aioros: antes que vayamos por ropa, creo que es apropiado que nuestra diosa nos explique… trato de hacer memoria pero todo esta oscuro.

Athena: fui al Olimpo a pedirles otra oportunidad, cual fue concedida con unas cuantas condiciones, cumplí la primera, ahora voy por la segunda… Shion, Mu, Saga, Aioria, Milo y Afrodita… no regresaran a la vida como ustedes, fueron el sacrificio que pidieron los dioses.

Aioros: mi hermano… ¿Dónde está su alma? Por favor, yo por él.

Athena: lo siento, no pude hacer más, es imposible cambiar lo ya hecho. Acepten la nueva vida por ellos, esto no se quedara así, pero será mi lucha, ustedes y los santos de bronce ya me han protegido, ahora ya los protegeré.

Shaka: no quiero ser un malagradecido, pero no creo que tengamos una vida normal y las posibilidades que los dioses dejen a los faltantes regresar con nosotros son nulas.

Deathmask: el angelito creído tiene razón, seguro que no es más que una trampa para regresarnos a ese extraño y oscuro lugar.

Athena: puede ser posible, por esa razón yo seré la que se mueva entre nosotros y ellos, no tendrán más opción que aguantarme a mí, mientras ustedes tratan de llevar una vida normal. Ya sea aquí en el santuario o en otro lugar.

Dohko: por ahora nos quedaremos aquí.

Kanon: no hables por mi viejo maestro. No quiero quedarme en este lugar.

Dohko: no pedí tu opinión Kanon, te quedas aquí.

La mirada afilada y seria de Dohko lo dejo callado, algo que su hermano gemelo no pudo hacer, ni modo estaría atrapado en ese lugar por un rato. Los demás también aceptaron lo dicho por el mayor, aunque su apariencia dijera lo contrario.

Athena: en ese caso ya pueden ir a vestirse, necesito descansar un poco antes de irme otra vez al Olimpo.

Sin más salieron del templo principal a sus respectivos templos, a buscar sus ropas.

Athena reposaba en su trono, hasta que una presencia hizo su aparición frente a ella, esos ojos imponentes se fijaban en ella, solo había un dios con ese poder magnético.

Athena: padre…

Zeus: has hecho un gran trabajo, la tercera condición la conocerás ahora, debes dejarles elegir su camino, sin meterte, eso dependerá de ellos.

Athena: a que te refieres.             

Zeus: no elegimos al azar los que se quedarán en la prisión divina… sabrás porqué esos seis dorados tuyos están ahí… Cada uno de ellos… tienen un pedacito en este mundo.

Athena: explícame bien padre, que significa ese pedacito en este mundo.

Zeus: simple… lo que tú y yo somos… tu eres un pedazo de mí.

Athena: un hijo… ellos tienen un hijo.

Zeus: son hombres, querida, ¿qué esperabas? Que vivieran en el celibato por siempre.                                                               

                                                                                                                            

Notas finales:

eso dice todo, quien diria que tendrian hijos. NOS VEMOS UN DIA DE ESTOS


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).