-
Unmei
•
Destino
-
Al llegar a la colonia, todos se dirigieron a la casa central Wammy, donde vivía el Alfa Mayor y los licantropos de mayor rango.
Watari, como solían llamarlo, observo a todos formados frete a él después de escuchar el desenlace de la misión. Sin dudas Elle había tomado la decisión correcta al traer al moribundo vampiro. Aunque eso no quitaba la sorpresa de saber que este justamente era la pareja destinada de uno de sus más furtes cachorros, como el los llamaba. Y no solo de uno de los más fuertes, si no de los más discriminadores, problematicos e impulsivos.
Watari tenia claro que no todos los vampiros eran malos, se podria decir que tenia una postura imparcial sobre el tema, es más, las colonias de licantropos justamiente tienen pactos de paz con varias colonias de vampiros, para evitar guerras y perdidas de vidas innecesarias. Esto no significaba que se llevaran bien o el surgimiento de amistad. era simplemente por convivencia. Estas colonias de vampiros tienden a beber sangre humana que se les es ofresida sin llegar a matar a la persona en cuestion. es un pacto conveniente tanto para humanos como para vampiros y licantropos. no solo mantenian paz, mantenian vidas y los pueblos humanos se garantizaban protección y seguridad de otros ataques. Además ¿que caso tenia matar a sus fuentes de alimentos? no era como si comiecen sus carnes. La sangre se renovaba despues de una buena alimentación y por eso los vampiros vivian en paz sin preocuparse de robar vidas.
Pero, este pensamiento no era compartidos por todos, como es sabido siempre hay exepciones. Así como hay vampiros reveldes tambien hay licantropos que se niegan a aceptarlos. Algunos no los aceptan pero viven bajo las reglas y otros , como Mello, que no los aceptan y los odian hasta el punto de la muerte. Después de todo, esos seres no eran hijos de Dios, como lo eran los licantropos. A estos se les adjudicaba su existencia como crecion de Dios, mientras que el origen de los vampiros estaba lleno de situaciones borrosas que lo atribuian a la brujeria o a pactos inpuros.
Otro punto más por lo que eran odiados.
El Alfa Mayor observo a ,quizás, el más fiel al pensamiento religioso como al más revelde y dificil de tratar. Mello siempre era pura impulsibidad y carácter, y verlo de esa manera, perdido en sus pensaminetos y temblando de ira no era algo grato.
- ¿Donde dejaron al vampiro?
-En el calabozo. Esta casi muerto y debil pero es mejor prevenir. ademas... - Elle observo a el rubio por un momento y luego suspiro con cansancio - además lo único que quizas lo salve no creo que se le sea dado.
El pelinegro esta consternado. Todos en el hangar se habían quedado boquiabiertos al momento en el que Mello, después de dar un aullido de reclamo, cambio a su forma humana proclamando algo imposible.
- Bien. Todos retirence. Exepto tu Mello.
Cada uno fue retirandose de la gran sala principal, dejando atrás al rubio preso de una expresión de seriedad inmutable. Pareciese que su cuerpo estaba presente pero su mente hubiera viajado lejos. Muy probablemente a los calabozos.
El anciano se acerco lentamente hacia él, pensando bien en las palabras que le diría.
-Mello… Sabes, el destino es muy raro. La voluntad de Dios casi siempre se nos es incomparable y muchas, difícil de aceptar. -suspiro – justamente ahora, es un caso que jamás imagine y creí que sucedería.
-Watari. -pronunció duro – ni siquiera lo pienses. Esa cosa no debería estar aquí. Debí matarlo cuando tuve la oportunidad.
-Escucha Mihael. -hablo calmadamente - Tú mismo identificaste su aroma. Esa cosa es tu pareja. No se porque ni como pudo ser esto posible. Jamás a habido un caso igual en el que dos especies diferentes sean destinados. Pero, allá abajo esta el. Muriendo. Y la única manera de salvarlo en estos momentos es darle sangre. Si eres tu el que se la das aun mejor, acelerarías el proceso de curación por el lazo que los une. Pero… Esta es tu decisión. Es tu pareja, por lo tanto tu vampiro… Pero solo te advierto, encontrar a la pareja destinada es una bendición. Si lo dejas morir aun sin conocerlo, ten por seguro que será algo de lo que te arrepentirás más adelante.
Finalizando así su conversación, el anciano partio a su despacho. Tenia mucho que pensar. El vio levemente al vampiro. Y sus largos años de vida le dieron la suficiente sabiduría para saber que detrás de esa blancura habia un tema peculiar. Quizás algo nuevo por descubrir tanto de su especie como la de los otros. Y estaba seguro de que el vampiro era más grande de lo que aparentaba y sin dudas habría una historia detrás de esas mordeduras y golpes de su cuerpo. Lamentablemente seria decisión de Mello si esa historia seria escuchada o no.
Mientras tanto, Mihael se encontraba estático. ¿Que tanto podía joderlo la vida? ¿De verdad? ¿Un vampiro como pareja?
Su ira en vez de apaciguarse incrementaba con los segundos. Watari no comprendía. Nadie comprendería como se siente en esos momentos.
Soltó un gruñido y se dirigió al único lugar que quizás le podría brindar un poco de claridad.
A pasos pesados y ruidosos entro en el templo. Una habitación enorme dedicada exclusivamente para su creencia. Su religión. Y no pudo evitar leer la escritura de la placa antigua que residía sobre la entrada. Hoy más que nunca sentía esas palabras arder en su interior.
“Con la misma vara que mides serás medido; y de la misma forma que juzgas serás juzgado.” – Mateo 7.2.
Se asfixiaría si seguía respirando de esa manera.
¿Qué seria juzgado como un vampiro? ¡Blasfemia! Clavó sus rodillas frente al altar y miro a ese que todo lo ve y nada soluciona. ¿Acaso esta era una prueba? ¿Su Fe era tan fuerte para esto? Dios lo subestimaba.
Como todo ser, él siempre espero encontrar a esa persona que seria su igual. Su compañera. Era algo que aunque muchos negaban ansiar, todos esperaban tener. Y nadie sabría lo bien que se sintió oler ese dulce aroma. La persona que el destino hizo para él estaba ahí, ¡Ahí! Esa que lo haria sentir completo y pleno estaba justamente ahí. Su pareja. En ese sucio hangar.
Por su mente habían pasado tantas opciones que su cuerpo actúo en automático.
No. Él no olio primeramente ese horrible olor a vampiro. Pensó que algún licántropo desconocido fue en ayuda de esos pobres humanos. O quizás, hasta se le paso la opción de que uno de muertos adolescentes podría haber sido, lo cual era completamente imposible. Y sin duda hubiera sido mucho mejor. Porque al momento de diferenciar ese olor pútrido del delicioso aroma de su pareja destinada, con todo horror y escepticismo logro ver que su tan ansiado amor no era nada más que un asqueroso ser. Ese al que tanto odiaba.
Como ese aroma podía ser de eso. Como ese sentimiento de seguridad y placer se vieron opacados por el horror y la decepción de saber que mientras más movían la basura, más visible era un vampiro.
¿Le dijo a Dios que lo amaba? ¿Acaso menciono alguna vez lo bendecido que se sentía por tener su vida?
Lo hizo. Juraba haberlo hecho. Entonces ¿Por qué tal castigo?
La prueba estaba dada y no sabia si esta podría pasarla.
Observo el símbolo de la crucifixión frente a él y nuevamente leyó otra placa que descansaba a los pies de esta.
“Trabaja por tu propia salvación. Con miedo y temblor. “ – F. Versículo 12.
Podía sentirlo. Miedo era algo que estaba recorriendo su ser de arriba hacia abajo pero no lo admitiria. Joder. No podía. Como tampoco podia dejar de pensar en ese aroma. Su lobo interior estaba feliz. ¡Feliz por un puto vampiro!
Quería salir, correr, gritar. Regresar el tiempo atrás, un día antes o al momento previo de aceptar esa estúpida misión. Todo su mundo daba vueltas. Y todas alrededor del alvino.
¿Por qué blanco? Eso no podia ser puro. Era imposible siendo un vampiro ser puro. Su vida se basaba en chupar sangre y eso de por si era un acto impuro, y si este seguia al menos medio vivo a su edad debia haberla tomado. Pero ¿Por qué fue atacado por los de su propia especie? Las mordidas de un vampiro a otro, si no eran el el cuello como marca de pareja, simbolizaban odio y muerte; ademas de que estas fueron hechas de manera desastroza por todo ese insípido cuerpo. ¿Qué habria hecho esa cosa para que lo intentaran matar? Las quemaduras de sol podrian haber sido probocadas por los otros por igual o por una huida. Pero aun asi, esto era un lío.
Tomo aire y trato de tranquilizarse un momento. Sintió dolor al momento de relajar los musculos, habia estado muy tenso estas horas.
Era una ironia de la vida haberlo emparejado a el con un vampiro. Pero el viejo alfa tenia razón en algo, encontrar a la pareja destinada era una bendición, sea cual sea el modo y si algo tenia claro era que Dios tenia sus maneras de hacer las cosas, y era una perdida de tiempo intentar comprenderlas y mucho menos estaba en él juzgarlas.
Se levanto despues de una oración, sintiendo que dejaba un peso muy grande al momento de salir del templo.
Ya habia tomado una decisión que, aunque no estaba ni remotamente feliz con ello, si estaba más aliviado.
Dejaria vivir al vampiro. Solo para la única función que creia que era necesaria: dar respuestas.
No seria su pareja.
Ni amigo ni nada.
Tenia dudas y debían ser respondidas.
Era algo raro. Un espécimen único y , como buen amante del saber que era, sabia que debía ser estudiado.
Solo seria eso y nada más. Después vería si valía la pena dejarlo vivo o matarlo de una vez.
Con eso en mente emprendió su camino hacia los calabozos de Wammy. Mientras más rápido acabe con esto aun mejor.