Después de haber tomado una ducha me dispuse a dormir no antes de desearles buenas noches a mis compañeros de habitación.
Al día siguiente me desperté muy temprano mis compañeros aun dormían, despacio me arregle y Salí; los corredores estaban oscuros aun, se podía sentir el frio que calaba mis ropas no eran de la mejor cálida pero funcionaban, seguí caminado unos cuantos corredores mas pero en menos de un segundo me encontraba en el suelo con alguien o algo encima mío era muy pesado ya que me saco el aire.
- Ba….bájate de mí, imbécil – maldije porque tenía que haberme pasado esto el primer día de clases estaba seguro de que me había ensuciado el uniforme y solo tenia este; yo solo quería caminar sin que nadie estuviera hablando o gritando por todas partes.
- L..lo siento – se disculpó el chico.
- ¡te die que te bajes de mi imbécil! - hable mordazmente había esperado de todo menos que un imbécil me tirara al piso.
- Y… Yo lo siento – volvió a decir pero luego se levantó rápidamente - ¡oye a quien le dices imbécil, serpiente rastrera! – era el hermano de Regulus.
- Pues a ti, ¡fuiste tú el que se cayó encima de mí y no al revés! – sin esperar una respuesta me aleje dejándolo con la palabra en la boca.
REGULUS
Al despertarme Lucius y Zabini ya estaba preparándose para ir a desayunar, al tratar de despertar a Sev su cama estaba vacía y no estaba por ningún lado.
- Donde esta Severus? – me hubiera gustado ver a Sev y bajar a desayunar juntos.
- Cuando nos despertamos ya no estaba – respondió Zabini, Lucius salió de la habitación sin decir nada; últimamente ha estado muy irritado “bueno más irritado de lo normal” nosotros hemos sido amigos desde niños nuestros padres nos presentaron con la posibilidad de poder formar un matrimonio mas adelante, al principio querían comprometerlo con mi prima pero el padre de Lucius no lo acepto dijo que como se atrevía a ofrecerle algo de segundo plato, al principio no entendí pero al crecer comprendí lo que había querido decir.
- Que le pasa? – desde ayer me he dado de cuenta el comportamiento que tiene Lucius con Sev y no me agrada para nada, voy a tener que hablar con el respecto a eso.
- No se – respondió Zabini al salir de la habitación, al terminar de alistarme baje a desayunar pero no sin buscar a Sev disimuladamente.
- Regulus – me detuve al escucha la voz de Sirius.
- Que pasa? – pregunte sin interés, lo que me faltaba las estupideces de mi hermano, necesitaba ocuparme de algo más importante como buscar a Sev.
- Conoces a un chico grosero, cabello negro y ojos que dan miedo - ¿Qué? Me pregunte de que estaba hablando se había enloquecido del todo.
- Porque lo preguntas? – al divisar por fin a Sev que estaba al lado de un chico de si no estoy mal era Nota quise ir hacia allí pero al escuchar como empezaba a hablar otra vez Sirius me toco tomar un poco de paciencia que no tenía y desconocía que poseía.
- Es…es que veras esta mañana me levante muy temprano y pensé que como era temprano no había nadie en los pasillos o en cualquier parte pero estaba caminando debo decir que un poco distraído no me di de cuenta y me estrelle contra un chico y caí encima dijo unas cosas y luego se fue, me puedes decir si lo conoces -
- Mm no, no lo conozco – y sin más lo deje con la palabra en la boca aunque poco me importo, en lo único que podía pensar era en hablar con Sev.
- Hola Sev – lo salude mientras tomaba asiento a su lado.
- Hola Regulus, como amaneciste? – Sev no me miraba a la cara solo sostenía entre sus manos un pedazo de pan.
- Hola Black, estaba hablando con Severus de cómo se ensucio el uniforme – hablo Noth no me había dado de cuenta hasta que él lo menciono pero si de echo Sev estaba sucio, tome la varita y realice un hechizo para limpiarlo no se me escapo de que el uniforme de Severus no estaba en las mejores condiciones.
- Como te ensuciaste Sev? – tome su mano apretándole suavemente con la esperanza de que me dijera que paso y quien había lastimado a mi hermanito.
- Mm solo un idiota que me tiro al suelo – fue lo único que dijo, en ese momento me llejo a la memoria lo que me había dicho Sirius “bueno, lo que mas o menos escuche”, el idiota de mi hermano fue el que tiro a Sev.
- Ahora vengo – camine hacia la mesa de los Griffindors con una sonrisa.
- ¡Sirius!, sabes debes de tener cuidado cuando caminas o TE puedes “lastimar” – fue lo único que dije con una sonrisa tierna y sin esperar respuesta me senté otra vez a desayunar.
- Que te gustaría desayunar Sev – pregunte con curiosidad quería saber todos sus gustos.
- Mm no se, cualquier cosa esta bien – cogió un panecillo y empezó a desayunar.
- Pff – suspire tal parece que me salió terco.