Las horas, los minutos, los días pasaban sin que yo me diera cuenta. Vivía en modo automático se podría decir, mi cuerpo estaba programado para hacer las cosas diarias pero mi mente no se encontraba allí sino en un pozo profundo en donde todo era oscuro, frío y abismal.
Pasaron dos días de aquella tarde en donde yo me quede encerrado en mi habitación, sin ganas de salir ni de comer y como mi hermano no se encontraba por una conferencia de trabajo no había nadie que se preocupara por mi.
Mis compañeros me enviaban mensajes preguntado el por que no asistía a clases, pero solamente los ignoraba y seguía allí, en calma, esperando a que este dolor algún día pase y pueda volver a mi vida normal porque no aguantare mucho en este estado.
Dime usagi ¿Qué hiciste para que me enamorara de ti? ¿Cómo pude depender tanto de ti? Todavía busco respuestas a esas preguntas.
Mi estomago me dolía por no haber consumido nada de alimento, pero tampoco es que me importe en este momento. Siento que me lo merezco por haber perdido a la persona más importante de mi vida.
Gire mi vista a un costado y divise una pequeña caja cubierta de polvo, no recordaba lo que había allí por lo que movido por la curiosidad me acerque a ella y la abrí. Creo que no fue la mejor decisión que tome: en ella se encontraban fotos de nosotros, desde que éramos niños hasta ahora, pero una de ellas capto mi atención:
“Eres mi persona favorita en el mundo. Que no se te olvide nunca Misaki” Usami Akihiko.
En ella se podía ver a dos niños, uno cargando al otro como si fuera su esposo y el otro sonrojado y sonriendo tiernamente.
Recuerdo perfectamente ese día, una prima de usagi se iba a casar y el estaba fastidiado porque no le gustaba su traje color celeste.
-odio esta cosa- dijo molesto mientras una adorable mueca de disgusto aparecía en su rostro.
-pero te queda bien- reprochaba mientras le acomodaba la corbata que se le había desarreglado.
-fui a muchas bodas, pero siempre son aburridas. El día que me case juro que sera la mejor boda de todas- yo solamente podía asentir con la cabeza y sonreír ante su comentario.
-lo se. Quizás hasta halla un oso gigante casándote- luego de decir mi ingenioso comentario rompimos en carcajadas mientras el me levantaba del suelo y me cargaba como a una princesa.
-yaa bájameee- gritaba mientras el me daba vueltas y sonreía.
-juguemos a que nos casamos- susurro tranquilamente mientras yo sentía que se me paraba el corazón. Me sentía muy nervioso entre sus brazos y presentía que mi cabeza estallaría.
-e..sta bien- dije sonrojado mientras el inventaba unos preciosos votos de matrimonio, pero la frase mas hermosa de todas fue la que estaba escrita en la fotografía : “eres mi persona favorita en el mundo, que no se te olvide”
Luego de jugar un rato la nana de usagi lo llamo para irse con su familia, no sin antes sacarnos una foto, la cual Akihiko me regalo cuando cumplí 13.
Quería romperla, quería olvidar su amabilidad y cada recuerdo a su lado, pero no podía, mis manos temblaban y al final solo soltaron la fotografía. Jamás olvidaría mi infancia porque simplemente Usami estaba grabado en todo mi ser.
Paso el fin de semana y tuve que volver a la escuela porque sino llamarían a mi hermano y no quiero darle mas preocupaciones de las que ya tiene, no se lo merecía.
-Misakii, la escuela estuvo muy vacía sin ti- dijo mi amigo Nowaki, quien iba a otra división lamentablemente y por ello no podíamos sentarnos juntos.
-si lo se. ¿Hay novedades nuevas?- pregunte ansioso de saber un poco mas de el.
-emmm ah si. Usami hace dos días se declaro homosexual y ahora creo que esta saliendo con tu compañero castaño... ¿como se llamaba? Ono..ono
-Onodera Ritsu- dije automáticamente sabiendo quien era el.
-¡si! ese mismo- respondió señalando a una parejita abrazada- mira allí están. Aunque me extraña que no lo sepas dado que Akihiko es tu mejor amigo- contesto. Era obvio que nadie sabía que nos habíamos peleado.
-si, ya me había enterado- respondí tristemente agachando la cabeza, pero el me dio una leve caricia en mis cabellos.
-no tienes que ocultarlo. Creo que todo el colegio sabia que a ti te gustaba Usami, excepto el- ¿tan obvio fui?
-no estoy mal. Apoyare sus decisiones sean cual sean- respondí mirándolo a los ojos- por cierto ¿puede ser que los haya visto a ti y al demonio Kamijou salir juntos del auto?
Su semblante cambio por completo a uno sorprendido y automáticamente cambio de tema.
-tengo clases. Nos vemos- si yo era obvio con lo de usagi, el era mas obvio con lo que sentía por mi profesor.
Camine hasta la entrada de la escuela en donde se encontraban ellos dos muy felices. Estaba a punto de ignorarlos cuando su irritante voz me hizo detener.
- Oye Misa chan, desde ahora me tendrás que aguantar cada vez que salgas con usagi- dijo sonriendo mientras se aferraba a su cuello. ¿Desde cuando le decía usagi san? Pensé que solo yo era digno de llamarlo así.
-no te preocupes. Ya no somos amigos- sin voltear me fui directo a mi salón de clases, no quería soportar mas esa escena, mi corazón era frágil.
-pues muy bien. No te quiero cerca de el. Que tengas un buen día- dijo tomándole la mano a mi ex mejor amigo, quien se mantuvo callado, y conduciéndolo a nuestra aula. Ni siquiera fue capaz de preocuparse por mi ausencia a clase.
Al ingresar al salón divise mi asiento desocupado y una pequeña alegría me invadió: Masamune ya me considera su compañero de banco.
Me senté en mi lugar y al observar mi entorno me di cuenta de que no había traído mi mochila.
“que listo eres Misaki” maldije mentalmente mientras me resignaba a no hacer nada en la clase de historia de Miyagi sensei, pero al estar sentado delante de todo tendría problemas.
-toma y calla- dijo el azabache extendiéndome una hoja y un bolígrafo.
-muchas gracias Takano- dije sonriendo mientras el me ignoraba como lo hizo la vez anterior.
Quizas el no sea tan malo como lo imagine, hasta podríamos llegar a ser grandes amigos.