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THE TALE THAT WASN´T RIGHT por karcris

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Notas del fanfic:

Quién se iba a esperar una actualización hoy, no? Es que soy así como ninja de fanfics (jajajajaja) Bueno, varias sabían sabían de la existencia del fic. Es que me jodí la vista, me cuesta realmente estar escribiendo o leyendo en la computadora. Pido paciencia, ahora estoy sin trabajo y terminé la facu (SÍ, AL FIN SOY UNA CONTADORA!!!) Con algo más de tiempo...LÓGICAMENTE, me puse a escribir. No pienso decir la frecuencia de actualización, porque después no lo cumplo...es algo como psicológico, qué se yo...

CAPÍTULO 01 -BRINDO POR LA DESGRACIA

Estoy solo en casa, no supe que Yuki se iría de viaje hasta que lo vi hacer sus maletas. Me dijo que era por trabajo y estoy seguro que por más que no lo fuera me voy a tratar de convencer que es así porque no quiero verlo. No quiero saberlo. Lo estoy tratando, estoy tratando salvar lo nuestro pero es difícil con él, es difícil intentar decirle las cosas cuando sabes que se puede marchar cuando algo no le gusta. Bueno, no marcharse, en ese caso debo ser yo quien se marche, después de todo es su departamento.
Limpié toda la casa porque la ansiedad me está matando, no puedo quedarme quieto ¿Desde cuándo soy así? Me detengo a ver mi reflejo, estoy flaco y ojeroso. Lo sé, no soy atractivo, ni por asomo estoy a su altura. Me muerdo las uñas con fuerza por la ansiedad, voy a dar un baño luego de limpiar, no puedo descuidarme así. Soy un cantante famoso, no puedo dejar que esto me pase. Voy a salir a comprar ropa y Yuki va a ver lo atractivo que puedo llegar a ser, después de todo yo también recibo algunos halagos…pero no les hago caso porque te soy fiel hasta en mi mente.
Yuki…Yuki…Yuki…todo pensamiento que tengo siempre vuelve a ti.
Cuando como solo en la mesa no me gusta, no me gusta ver mi plato para no mirar hacia adelante, no me doy cuenta que pongo el volumen bajo para no molestarte pero no estás aquí para darte cuenta de ello. Ahora. Ahora que te necesito tanto conmigo. No puedo dejar de llorar.
Voy a trabajar y vuelvo, la contestadora está vacía. Te mando mensajes, te llamo desde el celular aunque respondes a veces, las conversaciones no duran demasiado. Las palabras se me escapan de la mente, te llamo en medio de mi desesperación por saber de ti y luego me olvido la razón o tal vez no. Ni sé qué es lo que digo.
Te extraño, te amo…te amo…te amo…y me duele…
Miro la ropa que compré, por supuesto no soy de usar una tan provocativa, pero ¿Sabes amor? Solo quiero gustarte. Gustarte para que no mires a nadie más, para que no busques a nadie más que a mí. ¿Ser más sobrio? ¿Ser más serio? ¿Ser más provocativo? ¡¿Qué tipo de ropa te gustaría que llevara, qué tipo de peinado crees que me queda mejor?! Que frustrante es intentar meterme en tu cabeza.
Llego a un término medio, entre ser provocativo y ser más maduro. A la los chicos del trabajo pareció gustarles, recibí ayuda de una de las modistas y estilistas de la banda. Sé que te vas a sorprender cuando vuelva a casa. Estoy satisfecho, creo que voy a comenzar una nueva colección de camperas de cuero estilizadas, me quedan particularmente bien en especial porque decidí dejar crecer un poco mi pelo para acomodarlo con gel y lo oscurecí a un tono negro, más similar a mi color natural porque me cansa estar tiñiéndolo todo el tiempo.
Extrañamente me llamas, corro al teléfono completamente feliz y casi de inmediato preocupado porque me dices que todo se extendió una semana más. "Oh, ya veo" digo ocultando mi decepción.
No me siento capaz de reclamar, siento que no tengo voz para hacerlo…
Malditas entrevistas, me duele el rostro de tanto sonreír. Me encanta la fama pero a veces es agotadora, siempre fans, integrantes de otras bandas que conocer, otros periodistas que intentan una entrevista fugaz que incluye desde qué comiste hasta qué opinas de tal o cual otro famoso.
Nos llevan a cenar. K, Suguru, Hiro, Sakano y yo, nos vamos a comer a un bar donde tocan bandas. Un lugar  donde la atención no esté en nosotros, donde la oscuridad oculte nuestras identidades. Hiro y yo solemos sentir que volvemos a nuestros orígenes cuando hacemos eso. Nos hubiera encantado que nos hubieran descubierto de esa forma. Hiro y yo siempre estamos dispuestos a apoyar nuevos talentos, ver sus caras cuando se ponen felices al darse cuenta que Bad Luck está ahí mirándoles a ellos y alentándolos en medio de personas anónimas. En su tiempo fue el mismo Ryuchi Sakuma quién nos dio su apoyo.
Es un momento fugaz que me hace olvidar los problemas. La música, el logro, el superarse. El cuento de hadas donde el chico que se esfuerza cumple sus sueños, nos gusta eso, nos gusta la historia de cenicienta en la vida y nosotros somos el hada madrina que les da la carroza. Eso logra borrar el cansancio, las críticas, la vida personal, la casa, la cama vacía…
Los chicos no quieren que termine esa noche, yo tampoco quiero que lo haga. Así que decidimos que al día siguiente saldremos de campamento para alejarnos un poco y componer, tranquilos en medio de historias estúpidas, una fogata y una guitarra siempre nos salen las mejores canciones. Hiro aprovecha la ocasión para invitar a Ayaka, es algo extraño pero al conocernos entre todos aceptamos.
Nadie pensó que esa noche mi amigo Hiro le pediría matrimonio, por supuesto ella aceptó. Me sentí mal, sentí que estaba perdiendo a mi único amigo, todavía lo siento. Tengo celos, todavía tengo celos de ver tanto amor en sus miradas pero debo desearles felicidad. Al final vuelvo más deprimido que cuando me fui, Yuki no sabe ni que me fui, ni que volví. Podría haber ido a matar al presidente y él diría algo como “Nunca estuvo ahí, siempre estuvo en casa.”
¿Por qué te importo tan poco?
Pienso en llamarte para gritarte unas cuantas verdades. Un montón de cosas escupirlas en tú perfecta cara para que te des cuenta de lo harto que estoy de esta situación. Rompo cosas, ya no me importa, no me importa nada. ¡Hijo de Puta! ¿Con quién te estás revolcando esta vez? Estoy enfermo de tu falta de atención, enfermo de estar celoso de alguien que no conozco, me absorbe la energía, las ganas de vivir. Estoy enfermo de verte actuar así, de verte darme migajas cuando a otros les das un manjar.
Tomaste lo mejor de mí ¡Muérete! Nunca es suficiente para ti.
Esta noche va a ser difícil de sobrevivir, necesito algo de alcohol. No importa que mañana tenga que volver a trabajar. Me felicito por todo, después de todo debería festejar... voy a ser el padrino de una boda.
-Salud por mí- Levanto la copa al ventanal de la sala que muestra todo Tokyo.
¿Qué pasó con mi sueño? Tener una linda chica que ame como yo a ella. Tener una familia, varios hijos, ir de vacaciones en lugar de quedarme aquí porque al parecer, casualmente, tus vacaciones nunca coinciden con las mías. Acompañar a mi mujer en cada embarazo y que vieran a su padre en la televisión y se sintieran orgullosos de verme en un escenario.
Lindo sueño ¿No? Por supuesto, si tengo tanto tiempo en silencio en este departamento que los sueños escapan de mi cabeza tal como se me escapa la vida...
Ver a Hiro me hace pensar que estoy perdiendo el tiempo, una relación tan vacía que no va a ningún lado. Estoy aquí perdiendo el tiempo. No sabes apreciarme.
Me alejé sin darme cuenta de mis amigos con los que solía hacer cosas en la escuela, apenas veo a mi familia…
Me cuesta enfrentar a mi mamá. Yuki todavía no sabe que al poco tiempo de conocerlo mi padre no pudo aceptar que tenía un hijo gay. Luego de peleas cada vez que los visitaba me resigné a ir a visitar a mi madre y a mi hermana, solamente cuando supiera que mi padre no estaría allí. Para él sigo siendo un fracasado, siempre me dijo que debería haber seguido estudiando algo que tuviera futuro.
Creo que Yuki nunca se pregunto por qué las pocas veces que visitábamos a mi familia, mi padre nunca aparecía…y no, nunca me lo preguntó. Tampoco nunca me preguntó cómo me sentía, algo tan simple como “¿Cómo te fue en el trabajo?”
Cada día trabajaba intensamente e intenté no llegar a casa temprano. Me quedaba en la plaza meditando estupideces, viendo pasear a los enamorados intentando ver qué era lo tan genial que me estaba perdiendo. Siempre con una botella que me acompañara, lo hacía más llevadero, probaba sabores distintos.
Distintos sabores.
¿Era eso lo que te llamaba la atención? ¿Te gustaba experimentar? A mí también me gusta experimentar, me digo, cuando le doy un nuevo trago a la botella. No es la primera vez que pienso en probar a alguien más, solo que soy tan inseguro que dudo que alguien se fije en mí. Pero pensando llegué a la conclusión, que es él el que no sabe apreciarme.
Ese día vuelvo velozmente a mi casa y busco la ropa que creo que me queda mejor mientras pienso adonde puedo ir que no me conozcan, donde no sea tan peligroso. Recuerdo un bar pub al que quería ir, decido aquél lugar porque hoy tengo ganas de descargarme. Sacar lo que tengo adentro gritando entre rostros anónimos. Me visto completamente de negro y uso algo de delineador, quiero sentirme apreciado. Mirado por ser atractivo. Quiero gustar y que me gusten.
Fue inesperadamente fácil hacerlo. Cuando llegó la mañana me sentí complacido. “¿Qué te parece Yuki?” Dije cuando vi al hombre que había traído a mi cama. Por preferencia busqué al más atractivo de los que vi en esa noche, al principio se negó pero cuando me miró me reconoció con Shindou Shuichi, finalmente, me aproveché de mi fama. No tenía sentido llevarse a uno que no estuviera al nivel de Yuki. Estaba caprichoso, quería a ese chico castaño de ojos verdes. Lo llevé al departamento donde vivimos juntos, la cama donde dormiré con Yuki cuando vuelva.
Mi pequeña venganza personal.
A los pocos días Yuki llegó. Me habla como si hubieras descubierto el secreto de la vida y yo por dentro estoy lleno de odio. ¿Qué secreto pudiste haber descubierto? ¿Qué tan profundo es tu propio ombligo? No sé qué expresión tengo pero tu estúpida mirada me enferma. Tienes un precioso leve color en tu piel, descansado y fresco, mientras yo me envenené lentamente con alcohol, aquí solo.
Con rabia, no logro sonreírte y pareces darte cuenta que no todo está bien. Preguntas “¿Qué pasó?” y siento algo tan bestial que desea gritar con fuerza dentro de mí hasta quedarse sin voz. “Llegas tarde” respondo, con una voz increíblemente monótona. En ningún momento se acerca, tal vez esperaba que como siempre saltara sobre él para besarlo, pero parece darse cuenta que no sucederá y sé que está extrañado por ello. Estuve bebiendo varios días sin comer y finjo que estoy bien de pie aunque la imagen no esté enfocada. Me pregunta por la pinta que traigo y es que lo que ve, es la sobra de mi ropa bien arreglada. Una camiseta blanca y unos pantalones negros, aún así creo que me queda bien este look descuidado. Tomo la campera que está a mi lado y salgo de allí, no puedo verlo, no quiero verlo. Sé que si me quedo me quebraré…
No me detuvo cuando me fui, no me persiguió cuando salí.
Tuvieron que pasar días hasta que lentamente dejara de esquivarlo en la casa. Hablábamos lo necesario. Yo ahora estaba deprimido, comencé a comerme las uñas nuevamente. Nos evitábamos las miradas. Irónicamente la única conversación que se me ocurre sacar fue el casamiento de Hiro y Ayaka, parece que se alivia un poco cuando me escucha o tal vez no, nunca sé que piensa, él sabe ocultar lo que siente mejor que yo…
¿Quién sabe?
Inesperadamente se muestra interesado en que vayamos juntos, aunque falta tiempo para ello. Querían que fuera un casamiento no tradicional, puesto que la familia de Ayaka no termina de aceptar a Hiro.
Cariño ¿No lo sabes? Cuanta más atención me prestas sin razón, más me haces sospechar de las razones que tienes para actuar así conmigo. ¡ES TRISTE YUKI! Esto es triste y está mal. ¡Quiero odiarte y dejarte!
¡Dame las razones para odiarte y dejarte!
Quiero llorar, quiero gritar. Las dos cosas, todas a la vez. ¿Cómo puedes hacer planes a futuro si ni siquiera podemos estar bien hoy? ¿Qué soy? El muñeco de compañía que sale a tu lado en fotos y cenas sociales pero que cuando llega a casa lo dejas en la sala y atiendes de vez en cuando. No quiero ser eso…no quiero…ya no doy más…
Tú me llevaste a esto…me volví adicto a la única forma que tengo de soportar el que me ignores. Lo busco como si realmente lo quisiera, porque mi amante me devuelve cada abrazo que le doy y me da la contención que no encuentro en ti, ni siquiera después de compartir años contigo. ¡Por supuesto que existe culpa por lo que siento!
¡No me importa lastimarlo! porque sé que no lo hago, no tenemos ningún acuerdo de amor. ¿Sabes lo que es la soledad? ¿Sabes lo que es ser inseguro de ti? Me visto mejor, me cuido más, me lo tengo que creer porque lo soy…soy Shindou Shuichi y puedo tener a cualquiera. Lo repito cada día frente al espejo mientras ensayo una sonrisa.
Lo miro y comparo con Yuki. No puedo evitarlo, nunca tuve a alguien más así antes. Nuestros cuerpos se sincronizan bien, una explosión de pasión donde descargamos nuestros problemas. Lejos arrojamos el pensamiento de que es un error y nuestras vidas comienzan a mezclarse sin darnos cuenta entre las sábanas.
Somos el apoyo del otro.
Pero todo lo hermoso se termina antes de que lo quisiera, él comienza a ser más atento, más apegado. Su mirada permanece unos segundos más fijo en mi persona que antes. Poca atención le presté a que comenzara a ser consciente de mí, me dijo que quiere dejar a su novia y rápidamente comprendo que es por mí, aunque no lo diga. Sus ojos verdes brillan cuando me miran y…me siento halagado de estar en esa situación. Él me valora, él me quiere y me besa, me abraza…
Tengo que ponerle punto final.
Cuando lo hago, el vacío se coloca en mi estomago ¿Hice bien? ¿Puede que haya perdido a la única persona que me podría haber amado en la vida? Como era de esperarse, él no lo tomó de la mejor forma. Pero no puedo dejarlo, no al hombre que amo más que a mí mismo.
¡Soy miserable!
Yuki no se da cuenta de la careta que llevo en mi rostro. Yo aprendí a fingir de él. Oculté un amante hasta terminar con él y Yuki no se dio cuenta. Un error que no se pudo evitar, yo, que me creía inmune al engaño. Pensé que el amor siempre me protegería…de hacer lo que tanto desprecio.
Caigo en depresión un poco más. No puedo escribir ninguna canción de amor, la culpa me invade a pesar de que me lo negué, fue como si cayera encima de mí y arrasó con todo.
Jamás quise ver tanto a Yuki como en ese momento, aguanté todo el día sin que nadie notare más que mi malhumor. Cuando llegué esa noche, mi amante estaba cocinando como si nada, me señaló la mesa y dice algo que no me importa. Simplemente me acerco a abrazar su espalda y hundo mi cara. “No te gires. Déjame estar así” aspiré su aroma que era el único que me lograba calmar y le dije “Ya estoy en casa.” Supongo que estaba desconcertado pero aún así respondió “Ya lo sé mocoso”.
Perdóname por todo lo que hice Yuki. Te pertenezco, en cuerpo y alma. Perdóname...
Me dije que no importaba, yo lo amo. Yo lo amo y no puedo darme por vencido, todavía tenemos esperanza. Remaré contra la corriente hasta que no pueda más. Por ti y por mí.
Comemos en paz, por primera vez estoy tranquilo y la comida preparada por mi amante sabe mejor que antes, me anoto mentalmente que yo también quiero cocinarle a él. No me atrevo a pedirle ayuda, sé que no tiene paciencia para enseñarme pero quiero aprender. “¿Por qué me miras?” me pregunta y no puedo hacer más que sonreír, porque no puedo armar palabras, sé que voy a llorar si te hablo, el nudo que siento en la garganta me lo advierte.
Porque este amor es tan grande que no puede estar en mi cuerpo…siento que en cualquier momento puedo estallar de alegría por estar contigo.
Si bien él no cambia, mi forma de verlo sí lo hace. Quiero hacer cosas para llamar su atención, quiero hacer cosas para hacerlo sentirse bien, quiero ser su todo. Mi sueño renovado, mis energías nuevas.
Por un tiempo veo que esa motivación parece haberlo contagiado. Se queda conmigo más tiempo, compartimos conversaciones y me aseguro de no molestarlo cuando parece estar agobiado. Por más que me muera por estar con él todo el tiempo si no lo hago, me ocupo de prepararle algo para comer, hacer las compras y ayudar a limpiar.
Me ilusiono. Sé que voy a encontrarte, voy a encontrar al hombre detrás de ese bloque de hielo.
Él, incluso, me abrazó. ¡Me abrazó! No sé qué lo llevó a hacerlo pero estaba en mis brazos. No me mostraba su rostro, creo que era por la vergüenza. Mi corazón iba a explotar. “Te amo Yuki” le dije y él solo me abrazó más fuerte. “Estoy aquí. No iré a ningún lado.”
Las cosas se volvieron más normales. Llegar a casa, cenar juntos, limpiar los fines de semana, mirar algunas películas…incluso…el fingir que iba a trabajar fuera de casa...
Bad Luck fue nominado a mejor álbum del año. Honestamente no podíamos creerlo, todo el esfuerzo había valido la pena. En una noche increíble ganamos tres premios. Todo parecía ir bien, todo marchaba bien…
Estaba viendo un programa de variedades hasta que lo veo…el chico de los ojos verdes, sentado siendo entrevistado. Aún mi mente no es capaz de digerir lo que veo en la pantalla.
“Shindou Shuichi ¿Infiel?”
La entrevistadora comienza a hacerle unas preguntas a alguien y el teléfono de la sala comienza a sonar. Antes de pensarlo corro a desconectarlo como si fuera un delator de lo que hice. Mi celular vibra, así que voy a agarrarlo, mientras reviso lo que me escriben, escucho como el tipo comienza a relatar la forma en que nos conocimos. ¡No puedo creerlo! Habla de ciertas cosas e incluso miente. Mentiroso, repito en voz baja cada vez más desesperado ¡Mentiroso!
Miente diciendo que teníamos algo serio, que yo le decía que lo amaba y que dejaría a Yuki por él. Comienzo a buscar el número del canal para llamar a la producción por consejo de K. ¡Mentiroso! Digo con rabia apretando los dientes. Apreto los botones pero me da ocupado, me equivoco, me tiemblan las manos y sudo. Vuelvo a marcar mientras escucho la mierda que dice de mí.
“Shuichi y yo nos llevamos muy bien en la cama y fuera de ella. Lo que tenemos es especial” “Yuki Eiri, ¿Sabe de esto?” “Quién sabe, estoy casi convencido de que no. Pero Shuichi no lo quiere, él mismo me dijo que es un idiota y que lo iba a dejar.”
Me giré al sentir su presencia, estaba serio, mirando la pantalla ante sus ojos sin expresión. “Está mintiendo.” Dije, pero no pude evitar dar un paso atrás cuando lo vi acercarse a mí. “No es verdad Yuki” Cerré los ojos fuertes esperando un golpe o un grito que nunca apareció. Cuando me animé a abrirlos la mano de Yuki estaba a unos metros de la mía sosteniendo el teléfono inalámbrico.
“Shuichi me dijo que lo único que hace es sufrir a su lado. Yuki Eiri no es el príncipe que todas creen, siempre lo desprecia y hasta lo rechaza. Él dijo que es un bloque de hielo y hasta dijo que está loco.” – Se escuchó en la T.V. y supe por la expresión de Yuki que sabía que era verdad, pero no me lo recriminó. En cambio se giró del todo frente a mí “Sabes qué hacer”, aún con su mano extendida no podía comprender del todo, mi voz aún no salía. Pude escuchar el tono de llamada y una voz, “Canal 5 ¿En qué puedo ayudarlo?” Al ver que no podía reaccionar decidió responder él.
“Habla Yuki Eiri. Quiero hablar con el productor del programa.” Permanezco todo el tiempo como estúpido, viendo su desenvoltura al enfrentar un problema como aquel. Escucho el murmullo de la T.V. donde la reportera anuncia la llamada de Eiri al aire.
Yuki le dijo que aquél tipo era un mentiroso, que era mentira que nuestra relación estaba mal. Que estaba seguro que estaba allí por mi fama y que seguramente su carrera como modelo se iba a ver impulsada si armaba un escándalo que los involucrara.
Todos quedaron maravillados ante la defensa de aquel hombre en nombre de Shuichi. Hasta yo lo hice, quedé embobado con sus palabras, se refería hacia mí como una persona fiel, de confianza y trabajador, que jamás lo traicionaría. Decía que yo era talentoso y admirable. No pude evitar ponerme a sollozar, me comencé a quebrar por dentro. La culpa me invadía y mi estómago era un revoltijo.
Solo pude escuchar “Sí. Está aquí”.Nuevamente, el aparato se encontraba delante de mí. Estaba a punto de reclamar pero su mirada me alentaba a tomarlo, aún cuando yo no sabía qué hacer. Lo único que sabía era que tenía que salvarlo por los dos. Respiré y asentí.
Lo acusé de ser un mentiroso, de acusarlo de haber contratado a alguien parecido a mí. Que quien se veía en las cámaras era otra persona, que yo no me vestía ni maquillaba, ni recurría a lugares como el que él decía que me había conocido.
Negué todo.
Acusé a los panelistas de haberse dejado embaucar por un desconocido en lugar de verificar la información. Los acusé de haberme traicionado después de que tantas veces les ofreciera tanto Yuki como yo, entrevistas en cualquier lugar. Que me encontraba sorprendido y desilusionado con la producción del canal con la que tenían tan buena relación, eso, junto a nombrar a NG produjo el efecto de que intentaran disculparse, por supuesto, no querían perder contactos con la pareja más querida de Japón y con la productora de muchos artistas reconocidos. Sería una gran pérdida para el canal.
-Esa persona está mintiendo y no dudo que sus testigos sean sus amigos. Acaso ¿Nos vieron salir en algún lado en público donde exista alguna prueba de lo que se me acusa?
-Disculpe pero existe fotos y grabaciones.
-Fotos y grabaciones mal hechas, casualmente de celulares con baja calidad. Quién puede asegurarles que era yo y no un imitador.
Cuando colgué me sentía un tanto eufórico de haber sido tan convincente, había salido inmune de un escándalo público. Lo miré a Yuki esperando una confirmación y la sonrisa se me borró de los labios, no sabía qué significaba su mirada. No era de odio, pero me dejó congelado en mi lugar.
Dio el primer movimiento al tironear del inalámbrico entre mis manos de forma brusca. Lo llamé aún cuando no sabía qué decirle, podía admitir o podía mentirle…tengo la sensación que él tampoco sabía cómo reaccionar en ese momento.
“No significó nada.” Fue lo único que pude decir para evitar que se siguiera alejando sin mirarme. Colocó el teléfono en su sitio de forma lenta “Ese no es el problema”. Escuchar su tono fue extraño y esperé a que continuara, me dejaba claro que no le molestaba que lo hubiera engañado, me dolió que le importara tan poco pero después pensaría en eso, la ansiedad me consumía… “¿De verdad piensas eso de mí?”
El labio inferior me tembló, sentí una sacudida fuerte en mi cuerpo. No recordaba lo que había dicho ese tipo, apenas recordaba lo que dije en verdad entre las sábanas. Quería ser honesto, no quería mentirle, me juré nunca mentirle a él.
Me decidí a decirle que era todo mentira aunque no recordara los hechos pero su mirada fija me dijo que no debía mentirle. “No recuerdo qué dijo” Él bufó molesto. “Jamás esperé que fueras así”. Le dije que no entendía a que se refería, no me dio tiempo a explicárselo, no sabía cómo explicárselo. Le dije que lo sentía…me dijo algo que de verdad me lastimó más de lo que puedo recordar.
“Nunca esperé nada de nadie, ni siquiera de ti”
Después de aquello no me pidió que me fuera o me ignoró, fue peor…me trató como si no hubiera pasado nada. Apenas se dirigía a mí, viví con una culpa enorme, mi pecho me aprisionaba con fuerza cuando lo veía. Él no me dejaba tocarlo, se alejaba antes de que apenas pudiera hacerlo.
La tierra se abrió en medio de nosotros dos. Una brecha invisible pero demasiado presente.
Quise reclamarle, si él tenía una amante o varias ¿Por qué quería hacerme sentir culpable por lo que había hecho? Le había pagado con la misma moneda.
Durante tres meses no me tocó y no me sorprendió saber que se revolcaba con alguien más. Los infieles siempre dejan pistas, varias veces su celular sonaba con un número desconocido y para responder se alejaba de donde yo estaba.
Maldito, estúpido. No me subestimes.
No me costó tener la clave del resumen de cuenta del teléfono de la casa y del celular de Yuki, siempre repitiéndose ciertos números.
Llamé. Escuché su voz y me hice pasar por un enfermero de un hospital para decirle que había una persona inconsciente por el centro, me aseguré que la descripción fuera lo más cercana a Yuki. Yo ya había visto ese tipo de estafas en muchos lugares. Le dije que era el primer número que figuraba en su registro de llamada, terminé la frase ¿Con quién tengo el gusto de hablar? Inevitablemente reveló que su nombre era Kumiko Sawada, se la notó angustiada y preocupada.  
La odié porque no sentía que ella debiera ocupar el lugar de amante preocupada, pero no importaba, ya tenía su nombre...
Está de más decir que ya había intentado esa técnica varias veces antes, la vez anterior me hice pasar por un trabajador de un banco. Así supe de la existencia de otra...
Puse su nombre en el buscador de mi laptop, no podía creer lo que veían mis ojos. Era una de las mujeres más hermosas de todo Japón. Cabellos rojos, labios carnosos y piel blanca. Tenía el rostro de una depredadora, ojos inteligentes y había algo que revelaba que no era nada inocente. No sabía a qué se dedicaba, no tenía ni una sola descripción de lo que hacía. Solo se veía imagen tras imagen de ella junto a decenas de hombres, guapos o ricos. No siempre con ambos atributos juntos.
Pero un hombre destacaba entre todos ellos y lo reconocí de inmediato, era un actor muy famoso y cotizado, desvastadores ojos azules y cabellos como la noche. Hice click en una imagen que parecía sacada de una captura en una novela histórica, estaba él en un caballo blanco, vestido como un príncipe.
Hermoso...dije. Suspiré inevitablemente, esos seres, pertenecían a una categoría superior. Movía el mouse sin parar sobre las imágenes, se detuvo en una. Ellos estaban casados...
Pensé que tal vez debería buscarme otro amante yo también, al menos eso haría que sea más soportable vivir con Yuki. Pienso de inmediato las consecuencias que me podría traer pero ¿Qué más puede hacerme? Ya me descubrió uno. Un amante, dos, tres ¿Qué diferencia hace? Él mismo había dicho "No espero nada de ti"
¿Sabes Yuki? A veces yo también necesito sentirme amado.
Miré nuevamente la imagen de ese actor que debía ser la competencia de mi Yuki. La idea no me abandonó, la idea de estar con el hombre con el que estaba casada la amante de Yuki.



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