Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lovers at Midnight [Remake] por carina_mew12

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Ch VII. A day at Middle School

- ¿Atem, estás bien?- llamó a la puerta. Entonces escuchó un fuerte sonido que provenía de adentro, y sin pensar, abrió la puerta del baño, pero cuando vio a su yami desnudo sobre el suelo salio prácticamente corriendo y azotó la puerta- ¡Lo siento, lo siento!- gritaba desde afuera con el rojo invadiendo su rostro- ¡Te juro que no vi nada!

- Yugi- le llamó el faraón desde adentro- Creo que algo sucede, no puedo levantarme- el mencionado se preocupó al escuchar eso, quería ayudarle pero le avergonzaba ver a Atem sin nada que lo cubriera- ¡Yugi!

- Ya... ya voy- trató de buscar una solución; al encontrarla respiró hondo y entró nuevamente al baño. Se cubrió sus ojos con una mano y comenzó a tantear la pared hasta que encontró una toalla- ¿Atem?

- aquí estoy- se guió por la voz del mayor para llegar hasta él

- Toma, ponte esto- le tiró la toalla y esperó. El mayor se amarró ésta en la cintura para cubrir su desnudo ser

- Listo- estiró su mano para coger la de su luz y éste le ayudó a levantarse

- Creo que después de todo no fue nada serio- le comentó una vez que abrió los ojos, aunque sus mejillas estaban rojas como manzanas

- ¿Por qué lo dices?

- Si hubiera sido serio seguramente no hubieras podido levantarte ¿Dime, dónde te duele?

- Aquí- guió la mano del menor a su hombro, e inmediatamente hizo un gesto de dolor. Yugi siguió tocando su espalda y sus costados, obteniendo una reacción similar

- umm... puede que no haya sido tan grave, pero parece que el golpe sí fue fuerte. Será mejor que te cure antes de...- el timbre de la puerta principal sonó de pronto, cortándole el discurso- Vístete, ahora vuelvo- salió del baño, fue hacia la entrada y abrió la puerta- ¡Ishizu, Ryou, Bakura y ¿Kaiba?!- se sorprendió al ver a éste último; ¿Por qué estaría Seto Kaiba tocando a su puerta?

- Yugi, estás muy rojo- comentó Ryou, y es que ese color destacaba mucho en su piel normalmente clara- ¿Estás enfermo?

-  Estaba en la ducha- fue lo único que se le ocurrió responder pues las mentiras no eran lo suyo. Por suerte ninguno de sus invitados hizo más preguntas. Yugi les invitó a pasar con un ademán mientras él cerraba la puerta- ¿A qué debo su visita?

- Vinimos a ver al faraón- Ishizu era de las personas que siempre estaba calmada, pero justo en ese momento un ligero brillo de inquietud se alzaba en su mirada

- El faraón está haciendo algo pero no debe tardar, ¿les ofrezco algo?

- No tengo tiempo para eso Motou- de entre todos, Kaiba era el que lucía más molesto, incluso más de lo que parecía Bakura- sólo vine aquí porque Ishizu dijo que era importante

- ¿Yugi?- justo en ese momento el faraón hizo acto de presencia, y al ver a los recién llegados, cambió su actitud amable a una más frígida- ¿Qué hacen estos aquí?- señaló a Kaiba y Bakura con evidente molestia

- ¿Cómo que "estos"?- el yami albino enfureció, pero Ryou lo detuvo antes de que hiciera algo

- Ishizu y los otros te necesitan para algo importante- Yugi cambió la conversación ágilmente para evitar confrontaciones entre ambas oscuridades

- ¿A mí? ¿Para qué?

- Mi faraón, hemos venido a hablar de su pasado- al escuchar las razones de la mujer, el faraón se quedó de piedra

- No me vengas con esas estupideces Ishizu- reclamó el Ceo furioso- No voy a desperdiciar mi valioso tiempo con tus cuentos de hadas. Me largo

- Pero Kaiba, tú fuiste el que me llamó primero alegando que habías tenido extrañas visiones; y lo más probable es que éstas hayan surgido porque el faraón vino a esta época. Tal vez con tu ayuda, él pueda...

- Como dije, me largo- interrumpió fríamente y salió de la casa. Ishizu salió tras él intentando seguir su conversación

- Qué patético- comentó Bakura en tono burlón- nunca pensé que Seto fuera de los que huyen. Me recuerda a alguien que conozco ¿no, faraón?

- ¿Que no sabes cerrar la boca?- la sola presencia del peliblanco le enfurecía, escucharle hablar era mucho peor.

- ¿por qué debería hacerlo? ¿Porque le temes a tu pasado? ¿O es que me temes a mí?

- ¡Largo de la casa de Yugi! [¿Por qué tienes que ser tan cruel?]- el faraón huyó del lugar y se encerró en su alcoba, Yugi fue tras él.

- Puede que engañes a los demás Bakura, pero a mí no- habló de pronto Ryou, quien permanecía de pie a su lado- Sé que toda esa hostilidad tuya oculta algo, y voy a averiguar qué es- el albino fue detrás de Yugi; éste trataba de entrar a la habitación, pero no lo logró

- ¡Yami, abre la puerta!- intentó convencer al mayor- Por favor, quiero hablar contigo

- ¡Que se vayan! ¡Sólo abriré si ellos se van!

- Yami...

- No importa Yugi- Ryou le sonrió amable, como siempre- no quiero causar problemas. Además, tenemos que irnos- regresó a donde Bakura y lo tomó de la playera con brusquedad, como si se tratara de su mascota- Nos vemos- se despidió antes de salir de casa de su amigo

- Atem, ya se fueron. Por favor, ábreme- después de lo dicho, la puerta se abrió. Entró lentamente y encontró a su yami sentado sobre el suelo, recargado en la pared- ¿Te encuentras bien?- preguntó sentándose a su lado

- Siento haberte preocupado

- ¿Por qué Bakura y tú se llevan tan mal? ¿Qué sucedió entre ustedes en el pasado?

- Nada- dijo triste desviando su mirada

- Pero...- lo cogió del hombro, el faraón se quejo un poco por el dolor- tu brazo, lo había olvidado, espera aquí- salió unos momentos y regresó con una pomada y algunas vendas- siéntate en la cama y quítate la playera- el faraón obedeció sin siquiera preguntar. Yugi puso un poco del ungüento en sus dedos, lo frotó un poco en sus manos para calentarlo y comenzó a untar la pomada en la espalda y hombro del faraón, haciendo un suave masaje.

- Está caliente

- No te preocupes, es normal- después de terminar con la pomada, envolvió su hombro con la venda y dejó que se vistiera de nuevo- ya verás que mañana estarás mejor- El mayor se acostó en la cama y se tapó con las mantas. Parecía demasiado tenso, por lo que era mejor no molestarle más- que descanses- Yugi se dirigió a la salida para dejar descansar a su yami

- Yugi- le llamó el faraón, deteniéndole antes de que abriera la puerta- ¿Puedo pedirte un favor?

- Claro ¿qué necesitas?

- ¿Podrías dormir conmigo sólo por esta noche? No quiero quedarme solo

-...- Yugi se quedó en blanco, no esperaba que le fuera a pedir algo así; inevitablemente, su rostro se ruborizó- S... sí, claro. Ahora vuelvo- fue a su cuarto a ponerse el pijama y regresó a la habitación del faraón. Apagó la luz, levantó las sábanas y se metió a la cama con él, procurando mantener una distancia entre ellos. Estaba algo nervioso, pero eran sólo dos buenos amigos durmiendo juntos, no había de qué avergonzarse, ¿cierto?- Buenas noches

- Buenas noches, Yugi

******************

No lograba conciliar el sueño, el hecho de estar con Atem en la misma cama lo tenía muy nervioso; en sus mejillas todavía se podía ver un sutil sonrojo. Yugi se movió un poco buscando una mejor postura, pero eso no ayudó mucho. Resignado a que no podría descansar era noche, se sentó y observó a su yami dormir; no parecía estar teniendo un buen sueño

- Bakura...- susurró el faraón entre sueños mientras que unas cuantas lágrimas escapaban de sus orbes.

********************

Al despertar, lo primero que hizo Atem fue buscar a Yugi, pero éste ya no se encontraba a su lado. Tras estirarse un poco, escogió algo de ropa para ponerse, y una vez vestido, deambuló por la casa hasta encontrar a su luz en la cocina, terminando de lavar los utensilios que usó para el desayuno

- ¿Te sientes mejor?- a pesar de estar de espaldas, Yugi podía sentir perfectamente los pasos de su yami

- sí, gracias Yugi

- no tienes por qué agradecerme. Ya preparé tu desayuno, está sobre la mesa, procura comerlo todo- al terminar, se secó las manos con el mandil que llevaba puesto, el cual se quitó casi enseguida- Tengo que irme

- ¿Qué? ¿A dónde vas?- no se había terminado de llevar la comida a la boca cuando la noticia le llegó de golpe

- A la escuela

- Quiero ir contigo

- No Atem, quédate en casa. Mi abuelo llegará en un par de horas, él te hará compañía hasta que yo regrese. Hasta pueden hablar de cartas y estrategias, mi abuelo tiene historias muy…

-no quiero quedarme solo- le interrumpió casi con desespero

- Sólo será por un...

- Quiero estar contigo, por favor…

Bastó sólo una mirada triste por parte del mayor para que Yugi cediera ante su petición. El faraón no podía entrar a sus clases y tampoco lo podía dejar de pie frente a su casillero toda la mañana, pero ya tenía una idea de qué hacer con él mientras estudiaba. Cuando llegaron a la escuela, los amigos de Yugi ya los estaban esperando

- Chicos, buenos días- Yugi trataba de actuar lo más natural posible, pero las inquietas miradas de Joey, Tristán y Tea lo hacían sentir como un bicho raro

- De verdad está aquí- dijo asombrado el rubio mientras daba su tercera vuelta alrededor de los tricolores. Incluso le picó un poco las costillas, asegurándose que fuera real- ¿Pero por qué lo trajiste a la escuela?

- No quiso quedarse en casa

- ¿y por qué están tomados de la mano?- Fue Tea quien se atrevió a preguntar algo que los demás tenían en mente desde que los vieron llegar

- Por un pequeño accidente que sucedió ayer. Verás, cuando salimos por algunas cosas, por poco y lo arrolla un auto. Así que decidí tomar este tipo de precauciones

- ¿Y qué piensas hacer con él?- esta vez preguntó Tristán- Ya casi empiezan las clases y no creo que puedas llevarlo

- No te preocupes, ya había pensado en algo...

****************

Yugi y Atem se dirigieron a la dirección de la escuela a hablar con el director, después de esperar un poco, éste los atendió.

- ¿A qué debo su visita joven Motou?- cuestionó el director con una leve mueca en su cara. Era un hombre ocupado y normalmente los alumnos iban a su oficina para molestarlo con asuntos triviales, pero estaba seguro que ese no era el caso de uno de sus mejores estudiantes

- lamento molestarlo Director, pero quería pedirle un favor; ¿Podría darle a mi primo un permiso de visitante?- ambos eran prácticamente iguales, no era difícil hacer pasar al faraón como un familiar suyo

- ¿Permiso de visitante?

- Mi primo está interesado en asistir a esta escuela pero quiere echarle un vistazo para terminar de convencerse; así que le sugerí que solicitara un pase de visitante

- Entiendo. Bueno, si es un buen alumno como usted, nos encantaría que asistiera a esta institución- abrió uno de los cajones de su escritorio y de éste sacó una tarjeta con la leyenda “Visitante” del lado frontal y el sello y firma del director del otro lado. El carnet colgaba de una cinta negra que permitía colgársela al cuello- Con este permiso le podrá acceder casi a cualquier parte de este instituto. Espero que su visita sea agradable joven…

- se llama Atem- respondió Yugi en su lugar- gracias director- ambos le regalaron una reverencia al hombre antes de salir de su oficina y comenzar a andar hasta llegar a uno de los pasillos del colegio. Ya para ese momento no había tanta gente en los alrededores, la mayoría ya estaban en sus aulas esperando la clase- Escucha atentamente- le pidió Yugi al mayor- puedes ir a donde tú quieras, pero no salgas de la escuela. No vayas a perder el carnet que te dio el director, es lo que te permite estar aquí. Si lo llevas colgando al cuello los demás no preguntarán nada. Los lugares a los que no debes entrar son la dirección, la sala de profesores y los sanitarios y vestidores de las chicas. Ah, y no vayas a entrar en un salón si hay alguien hablando enfrente.

- Bien- Atem asintió a cada instrucción del más joven, lo que menos quería era causarle problemas

-Te veré en aquella banca a medio día, usa mi reloj- se quitó el mismo su reloj de pulso y lo puso en la muñeca izquierda del mayor- Cuando las manecillas estén en este número nos veremos ahí, ¿entendiste?- el mayor volvió a asentir Tengo que entrar a clase, cuídate mucho y no vayas a meterte en problemas- Yugi soltó su mano y entró a una de las tantas salas extendidas por todo el corredor.

Atem se sentía extraño, era la primera vez que se alejaba de Yugi desde que llegó a esa época. Miró la mano que había tocado la de su luz por unos momentos y después se dispuso a explorar la escuela.

Llegó a una puerta que le pareció muy interesante, en ésta decía: "Laboratorio de Química". Entró sigiloso y observó a su alrededor; había muchas mesas metálicas con unos lavabos en ellos y varios bancos a su alrededor formados en hileras; encontró incontables vasos de vidrio de diferentes tamaños y formas.

- ¿Qué hace usted aquí?- preguntó un sujeto con bata blanca. El tricolor mostró su permiso- ah, así que un visitante. Si le interesa esta clase puede quedarse de oyente- pronto los alumnos comenzaron a entrar y la clase dio inicio. Atem estuvo siempre muy atento a lo que decía aquel extraño sujeto, aunque no entendió casi nada de lo que dijo.

Estar en ese salón le trajo algo de nostalgia; Mahado solía enseñarle toda clase de cosas en la biblioteca del palacio, aunque no siempre le escuchaba. Después de su clase de Química, el faraón volvió a deambular por los pasillos del colegio. Entonces encontró a Tristán y Joey con una ropa diferente a la que había visto en la mañana; los chicos se detuvieron a platicar con él.

- Hola viejo- le saludó alegre el rubio mientras hacía extraños movimientos con su cuerpo- ¿Cómo te ha ido?

- bien, este lugar es muy divertido- respondió el tricolor

- No dirás eso la semana que viene, te lo aseguro- Tristán hacía lo mismo que su compañero- lo mejor de estar en la escuela es la clase de deporte

- ¿Clase de deporte?

- sí, Justo íbamos al gimnasio, ¿Vienes con nosotros?- el faraón aceptó y siguió a los chicos. En un impulso tomó la mano de Joey, pero la soltó de inmediato, no era lo mismo que tomar de la mano a Yugi; luego intentó con Tristán, pero fue igual. Parecía que el único que le daba bienestar con sólo tomar su mano era Yugi.

******************

Al llegar al gimnasio, el tricolor se sentó en las gradas y miró a los chicos correr, brincar y hacer una serie de extraños movimientos. Después de eso empezaron a jugar con una bola anaranjada, parecía que el objetivo era pasar la pelota a través de un aro suspendido en un tablero. Estaba seguro que si dejaban de arrebatarse el balón entre ellos sería más sencillo, pero no era como si estuvieran en una guerra o algo… ¿Era una competencia?

Al terminar la clase,  Joey y Tristán fueron a las duchas antes de su siguiente clase y Atem siguió su camino hasta que encontró una puerta abierta que decía "Sala de Cómputo". Ingresó a ésta e imitó lo que hacían los chicos que estaban ahí: se sentó en una silla que estaba frente a un raro aparato y movió un objeto ovalado sobre la mesa; notó entonces que en la pantalla que tenía enfrente había una fecha que parecía seguir los movimientos de su mano. Estaba tan entretenido que no vio al chico peliblanco que entró y se sentó a su lado. Éste tampoco lo vio hasta transcurridos unos minutos.

- ¿Faraón?- dijo Ryou desconcertado, el mencionado lo miró- ¿Qué haces aquí?- Atem levantó su carnet y se lo mostró al albino, quien lo leyó atentamente- Ya veo; seguramente fue idea de Yugi, ¿No?- notó la mirada fría y llena de desdén que el tricolor le dirigía, como si le guardara una especie de rencor- No me mires así, yo no soy como Bakura- el faraón no le dio importancia a lo que dijo y siguió jugando con la flecha de la pantalla- ¿Quieres que te enseñe a usar la computadora?- preguntó amable, logrando captar la atención de Atem, quien asintió ávido por conocer todo de esa época- De acuerdo, toma el Mouse como lo estabas haciendo

- ¿Esto?- levantó el Mouse y vio una lucecita roja debajo de él, lo que llamó mucho su atención y la miró fijamente

- Sí, pero no hagas eso. Ponlo sobre la mesa- hizo lo que Ryou le había pedido; éste puso su mano sobre la suya- mira, este aparato sirve para....- detuvo su explicación al ver que Atem estaba mirando su mano- ¿Qué sucede?- el tricolor atrapó la mano del albino entre las suyas, al tenerla entre sus manos sintió el mismo alivio que sentía cuando estaba con Yugi. Empezó a subir su mano por su brazo hasta que llegó al rostro de Ryou e hizo una caricia; el peliblanco no supo qué hacer, sólo sintió que su rostro le ardía.

- Te pareces tanto a ellos- mencionó de la nada Atem sin dejar de mirarlo- pero aún así, los tres son tan diferentes...- al decir esto se levantó y salió del lugar, dejando a Ryou muy confundido frente a la computadora.

*********************

Al llegar la hora acordada Yugi se apresuró para llegar con su yami. Al verlo sentado en la banca supuso que ya tenía mucho rato de estar ahí.

- Yami, lamento si te hice esperar- le saludó sentándose junto a él- Toma, traje algo para que comas- le entregó un emparedado, un paquete de galletas y un jugo de manzana- ¿Encontraste algo interesante?

- Sí, muy interesante, pero te extrañé- profirió dejando su almuerzo a un lado y tomando su mano. En ese instante el sonrojo regresó al rostro de Yugi; esas palabras y la mano de su yami estrechando la suya hacían revolotear en su pecho ese sentimiento que no estaba seguro en qué momento nació

Continued....


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).