Trunks volaba de regreso a casa sin poder evitar pensar en Gohan y en el entrenamiento que habían tenido aquella tarde, extrañaba poder estar con Gohan de esa manera, ya sea jugando, entrenando o lo que sea, se sentía bien, raramente bien. No tenía palabras para describir lo que sentía pero, sea lo que sea que estuviera sintiendo, se sentía raro y bien al mismo tiempo, habían pasado unos meses desde la última vez que estuvo tanto tiempo con Gohan, ahora que él y Goten no eran tan cercanos como antes, quizás debía pasar más tiempo con el semi-saiyajin de cabellos oscuros. Apenas llegó a la Corporación Capsula, su madre lo abrazó comentando lo preocupada que había estado por él, le preguntó donde había estado toda la tarde pero ni Trunks supo que responderle, había perdido la noción del tiempo entrenando con Gohan, Bulma se dio cuenta de que su hijo no quería hablar del tema y enseguida fueron al comedor a cenar los tres juntos: ella, el pequeño semi-saiyajin de cabellos lilas y Vegeta, quien acababa de salir de la cámara de gravedad por tercera vez ese día luego de un intenso entrenamiento, Bulma le tuvo que volver a recordar que no debía usar la cámara de gravedad tan seguido, si no pasaría lo mismo que la primera vez, se sobrecalentaría y explotaría pero conociendo a Vegeta sabía que no desistiría hasta volverse más fuerte para poder superar a Gokū. Trunks no los escuchaba discutir, después de todo, ya era normal que sus padres discutieran hasta por algo tan insignificante como el excesivo uso de la cámara de gravedad, su mente se encontraba divagando en Gohan por alguna razón que desconocía, estaba impaciente y tan solo deseaba que pudiera volver a verlo otra vez.
Pasaron tres días desde aquel entrenamiento, ni Gohan, ni Trunks volvieron a verse, era más que obvio que eso iba a suceder, después de todo, a diferencia de Trunks, Gohan estaba en secundaria y estaba muy ocupado con las tareas asignadas por sus profesores, además de que debía estudiar porque en poco tiempo se presentaría la semana de exámenes y debía estar más que preparado, Goten le insistía que no debía estudiar tanto al igual que Gokū ya que ambos saiyajines lo consideraban un chico demasiado inteligente y maduro para su edad pero Gohan no se quedaría tranquilo hasta haber rendido todos los exámenes, extrañaba a Trunks pero también necesitaba algo de tiempo para él, debía enfocarse en las tareas de la escuela si es que quería terminar lo más pronto posible.
Dos días después, Gohan volaba apresurado a la Corporación Capsula, después de clases con el propósito de visitar a Bulma, necesitaba que lo ayudara a reparar el reloj en el que ella le había incorporado su disfraz de súperheroe para ocultar sus poderes de saiyajin si es que quería ayudar a las personas sin llamar la atención o levantar sospechas. Las fallas en el reloj habían comenzado ayer y debido a eso, Gohan tenía problemas para controlar su transformación, por esa razón debía pedirle ayuda a Bulma y ver si ella podría hacer algo al respecto, mientras volaba distinguió el enorme edificio amarillo con forma de domo a lo lejos, ya casi estaba llegando ¡perfecto! Apenas aterrizo en la Corporación Capsula, Bulma fue a recibirlo, al parecer a ella le alegraba volver a verlo, Gohan también se alegraba de volver a verla pero de pronto recordó el motivo de su visita.
-Bulma, necesito que me ayudes con el reloj-dijo Gohan viendo a quien es la mejor amiga de su padre-ha comenzado a fallar hace unos días y no puedo controlar bien la transformación-
-Hmmm, quizás sea algún problema del mecanismo-comentó Bulma-entrégame el reloj y veré que puedo hacer-
-Muchas gracias, Bulma, te debo un favor-dijo Gohan, sabía que ella nunca se podría negar a darle una mano a alguien y menos si se trataba en reparar alguno de sus inventos.
-¡Genial! Entonces puedes pasar el rato jugando conmigo-dijo Trunks emocionado, enseguida salió del laboratorio dejando a su madre y a su amigo solos, Gohan solo le sonrió al verlo salir, no sabía que responderle, de hecho, no sabía que decirle. Últimamente se ponía muy nervioso cuando estaba cerca del menor y no encontraba la razón.
-¿Cuándo estará listo el reloj?-preguntó Gohan mirando otra vez a Bulma.
-Estará listo en veinte minutos o quizás una hora-respondió la científica de cabellos celestes, Gohan le agradeció nuevamente por su ayuda, salió del laboratorio para que pudiera trabajar tranquila y se dirigió a la habitación de Trunks para jugar con el pequeño semi-saiyajin.
Cuando Gohan entró a la habitación, vio que todos los juguetes del pequeño estaban en su lugar, nada había cambiado, a excepción por el cesto de basura que ahora estaba vacío, desvió su mirada hacia Trunks quien estaba sentado en la cama con sus pequeñas manos apoyadas en sus piernas, las cuales no llegaban a tocar el suelo.
-Y, Gohan ¿qué quieres hacer?-preguntó Trunks sin dejar de ver al semi-saiyajin de cabellos oscuros.
-Uh ¿qué?
-Agh, baka… te pregunte ¿qué quieres hacer?-volvió a repetir el menor, Gohan se quedo pensando por unos segundos pero no se le ocurría nada así que simplemente se encogió de hombros como respuesta, Trunks suspiró frustrado y se levantó de la cama para buscar algo-¿qué te parece si jugamos videojuegos?-
-Hai-respondió Gohan sonriendo.
Quince minutos más tarde, ambos semi-saiyajines estaban jugando un videojuego de combate, tras dos partidas, Gohan volvió a ganar, cosa que molestó un poco a Trunks, quien se quejó de que el joystick que usaba estaba roto y no servía, el semi-saiyajin de cabellos oscuros rodo los ojos incapaz de creer lo que decía el menor así que decidió ayudarlo con su problema, dejó de lado su joystick con el que estaba jugando y se posicionó detrás de Trunks colocando sus brazos debajo de él, justo alrededor de su pequeña cintura para poder alcanzar el joystick, el niño se estremeció y se sonrojó levemente al sentir los brazos de su amigo alrededor de su cintura, miró hacia abajo encontrándose con las manos de Gohan tomando el joystick entre las suyas propias y eso solo logró que su sonrojo incrementara más.
-G-Gohan…-dijo Trunks un poco nervioso-está bien, no es necesario que hagas esto, puedo hacerlo solo-
Gohan no lo escuchó, comenzó a presionar los botones del (supuestamente) roto joystick para controlar al avatar del menor y efectivamente, el joystick funcionaba.
-listo, no estaba roto ¿lo ves?-preguntó Gohan, Trunks miró a su amigo, luego a la pantalla donde se reflejaba el videojuego y por último el joystick-Trunks ¿sucede algo?-
-¿Eh? N-No, g-gracias… quiero decir, gracias, Gohan-dijo el semi-saiyajin de cabellos lilas, el sonrojo aún no desaparecía de su rostro. Gohan solo le sonrió y Trunks rápidamente desvió la mirada avergonzado, de repente ambos semi-saiyajines reaccionaron al escuchar la voz de Bulma llamándolos y diciéndole a Gohan que su reloj para ocultar sus poderes de saiyajin estaba listo.
El semi-saiyajin volvió a colocarse el reloj alrededor de su muñeca, oprimió el botón rojo como le había indicado Bulma la primera vez que lo modificó para incorporar su disfraz y… ¡funcionó! En un abrir y cerrar de ojos, Gohan se transformó en el súperheroe "Gran Saiyaman" como él lo había llamado, solo que esta vez, en lugar de ocultar sus ojos con unos lentes de sol y su cabello en puntas con un pañuelo, la científica de cabellos celestes se había encargado de incorporar un casco con un escáner y rastreador incluidos.
-¡Esto es asombroso! Funciona-comentó Gohan viéndose en el espejo. Trunks solo se rió bajito ya que consideraba ese disfraz un poco ridículo, por no decir estúpido, el semi-saiyajin de cabellos oscuros lo notó y con su mano enguantada revolvió los cabellos del menor.
-¡Hey! No hagas eso, ya no soy un niño pequeño-protestó Trunks acomodándose su desordenado cabello lila con sus pequeñas manos.
-Lo siento, Trunks y… claro que sí, aún sigues siendo un niño pequeño-se burló Gohan, volviendo a despeinar el suave cabello del menor, podía sentir lo suave que era a través de la tela de su guante y no sabía porque pero el tacto se sentía bien.
-¡No lo soy! Y… ¡ya deja de despeinarme!-volvió a protestar el menor, Gohan sonrió ¿cómo quería que dejara de tratarlo como un niño pequeño si técnicamente actuaba y se comportaba como uno?
-Está bien, no se peleen chicos-dijo Bulma interrumpiéndolos, Gohan miró la hora en el reloj y vio que se le estaba haciendo tarde para volver a casa, rápidamente oprimió el botón rojo deshaciendo su transformación.
-Tengo que volver a casa, se me está haciendo tarde-pensó Gohan, ve a Bulma-gracias por todo, Bulma pero debo irme-
-¿No quieres quedarte con nosotros?-preguntó ella-no importa si Vegeta no está de acuerdo con eso, siempre serás bienvenido aquí, Gohan-
-Me gustaría pero me temo que será en otra ocasión-respondió el semi-saiyajin dirigiéndose con la científica de cabellos celestes y el pequeño semi-saiyajin a la salida-gracias por la invitación, prometo que volveré otro día-
Gohan se despidió con su mano y salió volando de allí para llegar a casa lo más pronto posible antes de que su madre se enfadara con él y lo regañara por llegar tan tarde. Mientras volaba de regreso a casa, en su mente se volvió a proyectar la imagen de Trunks, no sabía porque se sentía tan extraño cuando estaba cerca de él, hacía que su corazón latiera con fuerza cada vez que lo veía con aquellos hermosos ojos azules, tan similares a los de Mirai Trunks aunque no poseían el mismo brillo que los caracterizaba, cada vez que le hablaba, cada vez que le sonreía, sentía un cosquilleo invadir su estomago, una rara sensación de cariño y posesividad, quería estar siempre junto a Trunks y que nadie más excepto el se le acercara, que nadie más supiera de sus problemas, no quería permitir que nada ni nadie lo hiciera llorar pero… ¿por qué? ¿por qué se sentía así? Cuando era niño no había experimentado ese tipo de sensaciones estando cerca de Mirai Trunks, él solo podía verlo como su mejor amigo, nunca antes lo había visto de otra manera, con Trunks todo era diferente. Empezaba a verlo no solo como un amigo, no solo como a un hermano pequeño al que debía proteger si no también como algo más aunque no encontraba que era, estaba confundido, necesitaba aclarar sus dudas. Estaba tan sumido en sus pensamientos que por poco casi se choca contra un árbol de camino a su casa en la Montaña Paoz pero supo detenerse a tiempo y rápidamente retomó el vuelo.
Esa misma noche después de cenar, Gohan estaba recostado en su cama mirando el cielo nocturno que se reflejaba a través de la ventana, no podía dormir, pensaba en lo que había pasado esa misma tarde en la Corporación Capsula pero más que nada, pensaba en Trunks, como había colocado sus brazos alrededor de su pequeña cintura para poder alcanzar el joystick y ayudarlo a usarlo apropiadamente para así demostrar que no estaba roto, recordó aquel rostro sonrojado, en el pequeño semi-saiyajin estremeciéndose al sentir sus brazos alrededor de su cintura, como deseaba poder repetir lo que pasó ese día… ¿pero en qué estaba pensando? Eso jamás iba a volver a pasar, ni siquiera en sus más remotos sueños volvería a repetir algo así, Trunks solo era un niño y quizás no estaba consciente de las acciones que Gohan ejercía en él. Sacudió su cabeza saliendo de su trance, apagó la luz de noche en su mesita y se dispuso a intentar dormir para poder borrar aquellos pensamientos indebidos.
Gohan pudo sentir algo cálido apoyarse sobre su vientre, abrió los ojos encontrándose con Trunks sentado en su vientre, con sus pequeñas manos recorriendo su pecho mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro, la sensación era agradable pero Gohan reaccionó al percatarse de que, a diferencia del menor, no llevaba ropa alguna y las sábanas de su cama tampoco estaban, se sonrojó ante el hecho de estar completamente desnudo frente a Trunks, mejor dicho, frente a un niño… oh dioses, dioses ¡dioses! Esto estaba mal, estaba muy mal, desvió su mirada para verificar la hora, eran las 8:30 a.m. volvió a ver a Trunks quien no se atrevía a borrar su sonrisa de su pequeño rostro.
-T-Trunks… ¿Qué estás haciendo aquí?-preguntó Gohan con un manojo de nervios en la voz.
-Yo, solo… vine a verte, te extrañaba, Gohan-respondió Trunks sin dejar de recorrer el torso del semi-saiyajin debajo de él con sus pequeñas manos, Gohan cerró los ojos estremeciéndose ante el agradable tacto-¿qué sucede?-su voz sonaba un tanto provocativa-¿acaso te gusta lo que hago?-
-Nnngh… Trunks… ¡ah!
-Me pregunto ¿qué habrá más abajo?-dijo Trunks levantándose de su posición, miró hacia atrás viendo que Gohan tenía una leve erección-¿qué es esto Gohan?-
Con una de sus pequeñas manos sostuvo el miembro de Gohan aplicando una ligera presión en él, provocando que el semi-saiyajin emitiera un gemido ahogado, ¡dioses! Se sentía tan incorrecto pero al mismo tiempo tan bien, Trunks comenzó a mover lentamente su mano lentamente por sobre la longitud del miembro de Gohan viendo como este se estremecía y comenzaba a soltar gemidos más altos, olvidándose por un momento que había más personas en la casa, olvidándose de absolutamente todo lo que ocurría a su alrededor menos al pequeño que se encontraba allí en su habitación, estimulando su miembro con habilidad, como si ya hubiera aprendido la técnica antes de usarla en el semi-saiyajin de cabellos oscuros.
-Te gusta esto ¿ne, Gohan?-preguntó Trunks aumentando la velocidad.
-S-Sí… aah, sí, sí Trunks… nngh, me gusta… me gusta mucho-respondió Gohan, el pequeño semi-saiyajin de cabellos lilas sonrió y siguió incrementando el ritmo de su mano sobre la erección del adolescente dejando que este a veces lo consintiera a su modo, las caderas de Gohan comenzaron a moverse por sí solas, su miembro simulo pequeñas embestidas en la mano del menor y con ello llegó al orgasmo, corriéndose en su mano y parte de su rostro.
Gohan reaccionó preocupado al ver el desastre que había hecho, rápidamente buscó una toalla y con ella limpió el rostro del menor con cuidado, como si estuviera hecho de cristal y temiera que fuera a romperlo con solo tocarlo.
-G-Gomenasai, Trunks. No pude contenerme-dijo Gohan. Una vez que terminó de limpiar el rostro del menor, prosiguió con su mano pero este la apartó-¿qué vas a hacer?-
Trunks no respondió, observó aquel líquido blanco en su mano, lo acercó a su rostro, abrió un poco la boca sacando su lengua y comenzó a limpiar por su cuenta aquel extraño líquido. Gohan se sonrojó violentamente al ver aquella tentadora escena, no podía creer que ese pequeño, su pequeño, estuviera haciendo ese tipo de cosas y más frente a él ¿es que acaso no tenía vergüenza? Al parecer no.
-No está mal, Gohan… tiene sabor dulce y un poco salado a la vez-comentó Trunks, Gohan desvió la mirada avergonzado pero de pronto pudo sentir los pequeños dedos del menor tocar su barbilla haciendo que volviera a verlo
-Trunks…
-Gohan, por favor bésame.
El adolescente lo meditó un poco pero finalmente aceptó, se levantó de forma que quedara sentado en su cama, atrajo a Trunks hacia él, acomodándolo en su regazo, el pequeño se sonrojó levemente por la repentina acción, colocó sus pequeños brazos alrededor del cuello de Gohan, tan solo unos pocos centímetros los separaban para poder obtener lo que más anhelaban…
Gohan abrió los ojos, se levantó de la cama quedando sentado en ella, respirando agitadamente como si hubiera tenido una pesadilla pero… si hubiera sido una pesadilla estaría gritando, así que no fue una pesadilla, más bien, había sido un sueño, un sueño muy extraño. Observó toda la habitación iluminada por la luz del día ¿cuánto tiempo había estado durmiendo? Eso no importaba ahora, salió de la cama pero enseguida tuvo que morder fuertemente su labio inferior conteniendo un gemido y ya sabía cuál era la causa de ese gemido ¿qué estaba pasando con él? No lo sabía, probablemente había tenido una leve excitación por la noche debido al sueño pero no estaba cien por ciento seguro si eso era verdad.