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Volando Entre Tus Brazos por SYRY

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Notas del fanfic:

Este historia la subí bajo mi otro nik en Slasheaven 'LadyMoon'. Espero les agrade, Besos!!

 

Volando Entre Tus Brazos

 

Por Syry (LadyMoon)

 

Basado en los personajes de  "Harry Potter"

 

Capítulo único. SongFic.

 

Sirius&Severus

 

 

 

 

 

Severus miraba como ido a la figura que estaba relajadamente tumbado en su cama. Nadie imaginó jamás que el ‘perro pulgoso' y él mantenían tan íntima relación. Y jamás lo sabrían, al menos por su boca. Suficiente orgullo había perdido ya ante ‘Black' como para perderlo ante alguien más... como el mocoso de Potter.

 

 

 

De echo, creía casi imposible el echo de que Sirius estuviese en su cama, luego de la fuerte discusión mantenida, ya que él no quería que NADIE supiese su relación amorosa con el Gryffindor. Mas Sirius seguía empeñado en que al menos el licántropo y el mocoso debían enterarse... y también su ahijado Draco... un escalofrío le recorrió la columna al recordar que su queridísimo Niño se había emparejado con el niño-que-vivió-y-venció.

 

 

 

Pero ahora estaba arrepentido. Sirius quiso salir de ese cuarto, de su vida, para siempre, alegando que no le amaba lo suficiente, sin darse cuenta de que por él moriría, mataría... y que sólo por él venció a su orgullo y permitió que el amor entrase en él. Si bien es cierto que jamás le dijo un ‘te amo' se lo demostró día a día, con cada beso. Con cada caricia... con una simple mirada.

 

 

 

Perdóname si

yo te corto las alas

Te retengo en mi vida

atado a mi alma

Y tu mundo es mi piel,

Que te quema o te calma.

 

 

 

Y sólo ahora, luego de haber visto frente a sus ojos la posibilidad real de perder a su novio, era cuando se daba cuenta de que esas dos palabras de cuando en cuando eran necesarias. Viró su mirada de ónice hacia la ventana. Una diminuta obertura en el muro de su habitación en las mazmorras. Perdido en la luz de la noche, recordó el día en el que su muro de hielo fue derruido por ese magnifico ser llamado Sirius Black.

 

 

 

Flash Back

 

 

 

Caminaba enfurruñado camino a las mazmorras. Ese estúpido de Black junto con Potter le había lanzado un conjuro sacado de Merlín-Sabe-Donde y ahora estaba cubierto de moho y vestido con un tutú rosa. Al doblar una esquina, notó como alguien le empujaba hacia la pared, a la vez que unos húmedos labios se posaban en los suyos. No podía ver quien le atacaba, porque todo el lugar estaba muy oscuro, pero cuando notó como le liberaban, lanzó un Lumos con su varita y...

 

 

 

No había ya nadie en el pasillo.

 

 

 

Lo último que oyó antes de que su ‘atacante' se marchara fueron unas raras palabras... cuando miró su mano, comprendió que era el contra hechizo pues iba vestido con su costosa y negra capa y su cuerpo estaba libre de rastro mohoso. Entonces su mente recapacitó y cayó en la cuenta de que le habían robado su primer beso... ese que en sus sueños más oscuros y secretos se lo robaba ese...

 

 

 

"¡Basta Severus!"-Se reprendió mentalmente-"no vuelvas a pensar en eso...".

 

 

 

Desde ese día tuvo sueños por demás sugerentes con ese chico ‘misterioso'... pero el misterio acababa de comenzar... a los veinticinco días de ese suceso, le empezaron a llegar cartas de amor semanales, que escondía de los ojos de sus compañeros de habitación... en especial de Lucius, quien le miraba como si supiera algo.

 

 

 

Los días pasaban, las cartas no paraban de llegar, reduciendo el plazo de llegada a cada dos días. Y el día de Hallowen llegó. La verdad es que odiaba ese baile, odiaba el tumulto de gente, el tener que llevar pareja (como buen Slythering que era) y más encima besar a alguien. Si no fuese porque Lucius le ‘obligó' no habría ido.

 

 

 

Estaba con una tonta de Slythering que intentaba seducirlo cuando los merodeadores entraron, junto a la pelirroja y dos chicas más. Pero su mirada quedó sin duda en Sirius.

 

 

 

Venía agarrado a una chica muy bonita... pero que no le llegaba a la suela del zapato al Gry. Vestido de blanco, con una preciosa túnica dorada, su largo y sedoso pelo negro en una trenza y su mirada más seductora. Desde luego no le extrañaba que fuese el chico más popular y cotizado de Howarts. Cuando el moreno le miró, su mirada cambió a una indiferente y eso... le dolió.

 

 

 

Entonces a su mente llegaron las palabras de  una de las cartas recibidas de su Admirador Secreto:

 

 

 

Bella Serpiente de Ónice:

 

Mis sueños ya no me consuelan. Tu presencia me hace tanta falta que la soledad me ahorca sin piedad. Tus labios, probados solo una vez, me persiguen en sueños susurrándome bellas palabras de amor, de consuelo, de esperanza; me besan, me aman, me acarician y a la vez me sentencian... Tus cálidos labios.

 

Sé que me pongo terriblemente cursi, pero por ti todo vale la pena... hasta descubrir mi rostro, aunque después me odies.

 

Esta noche, en el baile de Hallowen me acercaré a ti entre sombras, te secuestraré y te revelaré mi rostro. Esperaré eternamente a que me perdones porque sé que me odiaras... y aun así necesito revelártelo.

Te amo...

 

Atte:

 

S 'p' B

 

 

 

Pronto... pronto sabría quien era y sabía que no le odiaría, porque había logrado lo que nadie, desde que era un niño, había  logrado... que el frío Severus Snape suspirara, creyera en el amor, que creyera que había cosas bonitas en el mundo y... que amara... pero sobre todo que olvidara la atracción que sentía por el odioso Black

 

 

··············

 

 

Llevaba ya tres horas sentado en ese lugar, sumamente aburrido. Quedaban tan sólo veinte minutos para la media noche y si su ‘admirados secreto' no le secuestraba ya tendría que besar (escalofrío) a lo repipi de Slythering que le acompañaba.

 

 

 

Miraba aburrido a la pista de baile cuando se percató de que los merodeadores estaban incompletos... Faltaba PadFoot y su ‘noviecita momentánea'. Giró cabreado la cabeza, debía odiar a Black, además ya quedaba menos para que...

 

 

 

Un jalón le desvió de sus pensamientos, y antes de darse cuenta se encontraba en un extraño pasadizo, muy estrecho y oscuro. Un cálido aliento le golpeó el oído, y unas suaves palabras le fueron susurradas...

 

 

 

"Sígueme mi bella Serpiente"...

 

 

 

no reconoció la voz, pero ese aroma a frutas exóticas le sonaba demasiado... pero simplemente desechó la idea, se concentró en seguir a su... Amor...

 

 

 

Salieron a un claro del jardín de Howarts y la luna les iluminó. Sev paró al reconocer al instante la figura frente a si. Demasiados años juntos, demasiadas bromas, demasiadas miradas e insultos repartidos, una gran rivalidad... su eterno enemigo... su pecado, su deseo oculto, ¿cómo no reconocerlo? Cuando Sirius le miró con una tímida y débil sonrisa, se soltó y dio tres pasos hacia atrás

 

 

 

-Tú... no puedes... tú... ¡Black!- murmuraba estúpida y confusamente Snape

 

 

-Severus sé que a lo mejor no quieres creer que el de las cartas...

 

 

-¡Maldito! ¡Te burlaste de mí!-le interrumpió

 

 

-¡No! Por favor escúchame -Le suplico- Por favor...

 

 

-No valdrán excusas, pero habla de una maldita vez perro pulgoso

 

 

-Yo jamás pensé ‘así' en ti-Snape alzó graciosamente una ceja-Quiero decir, que yo no elegí enamorarme, vaya, que no me levanté una mañana y dije: ¡Voy a enamorarme de Severus!... pero ocurrió. Poco a poco, me di cuenta de que te miraba más de lo común y no para poder pensar una broma que gastarte... comencé a soñar contigo, con tus besos, con tu piel...

 

 

>>Con acariciarte y poseerte... Te deseé. Y mi vanidad me dijo que al ser el chico más deseado me daba la indiscutible posibilidad de poder lograr tu cuerpo... pero yo quería más, quería todo: tu cuerpo, tus besos, tus caricias, tus palabras, tus pensamientos, tus sentimientos, tu corazón... Te quería. Y no fue fácil de aceptar

 

 

>> ¿Cómo hacerlo si siempre nos odiamos el uno al otro? Desde entonces intenté olvidarte y me escudé en las bromas. Pero ni aún así. Aunque suene patético debo reconocerlo Severus... estoy completamente rendido a tus pies. Y sin burla ni maldad ni nada de lo que creas más que sinceridad, (y algo de miedo) Te digo que Te amo... -Terminó su discurso y bajó apenado la cabeza.

 

 

 

Severus se mordió el labio... le creía, le creía porque el se sentía igual... se acercó, le levantó la cabeza suavemente y le besó, transmitiéndole con acciones lo que no sabía con palabras.

Esa noche hicieron el amor por primera vez, y desde entonces, a escondidas de todos comenzaron una bella historia de amor. 

 

 

 

Fin  Flash Back

 

 

 

 

perdóname si yo te quiero así

entregado a mi ser y

mis cuentos de hadas

amándome más que a ti mismo

 

 

 

Pasaron muchas cosas, muchísimas cosas juntos. El dolor y la rabia por no poder impedir que Severus se uniese a los mortífagos, el alivio por la ayuda y la confianza de Dumbledor (el único que supo de lo suyo), la congoja por parte de Severus por saber a Sirius preso por un crimen que no había cometido, la desesperanza de Sirius  y el dolor por la muerte de sus amigos.

 

 

 

La felicidad del reencuentro, la ansiedad cuando tenían que actuar y decir que se odiaban, la desolación cuando Sirius cayó tras el Velo y la explosión de Felicidad cuando Harry pudo traerlo de vuelta. Desde entonces sólo hubo amor entre ellos... aunque siempre quedó un deje de necesidad de gritar a los cuatro vientos que se amaban.

 

 

 

Siempre juntos, siempre unidos, siempre amándose. Y ahora todo se tambaleaba por su culpa. Severus se odiaba a sí mismo por estar haciéndole eso a su amor.

 

 

 

Se sentó en el borde de la cama y acarició con amor y ternura el largo, sedoso y negro cabello de su amante. Quería creer que lo hacía por el bien de los dos, pero debía reconocerse que era por puro egoísmo. Besó la frente de su amor y aspiró su aroma, tratando de pensar claramente.

 

 

 

Sirius se removió en la cama perezosamente y Sev sonrió. Bajó sus labios hasta los carnosos de su perrito y le besó con devoción. PadFoot respondió perezosamente, mientras giraba sobre si mismo para darle la cara a su Snivellus. Rodeó su cuello con sus brazos y el beso pasó a ser uno deseoso.

 

 

 

Grande fue su sorpresa cuando, con una maniobra inexplicable, Severus se quedó debajo, ofreciéndosele como sólo pocas veces hacía. Tan pocas, que se podían contar con los dedos de una mano. Sonrió a su amor, porque sabía que sólo se ofrecía cuando sentía que necesitaba hacerle sentir su amor de forma más intensa... y el hecho de rebajarse a quedarse debajo (según palabras textuales ‘Severusianas') era una gran forma de demostrar su amor el maestro de pociones.

 

 

 

Severus le devolvió tímido la sonrisa, y le instó a comenzar cuando le tocó de forma suculenta el bajo vientre a su querido pulgoso.  Sirius no se contuvo, gimió profundamente antes de capturar los finos labios entre los suyos. Sev se curvó contra su amante, tratando de recibir más, muchísimo más. Estaba enloquecido por la pasión... por el amor

 

 

 

Si yo para ti debo confesar

Que no tengo otra forma de amar

Otra forma de ver

Esta es mi única verdad

 

 

 

Cerró los ojos ante las profundas caricias de Sirius, nublándole los sentidos. Simplemente se dejaba hacer, se dejaba amar, mimar y proteger por su amado PadFoot. Le sonrió, deslumbrando a aquel que lo besaba con infinita ternura y venerancia. Era imposible no amar a Severus una vez que este te abría su alma y su corazón.

 

 

 

Preparó con ternura al ser que tan sumisamente se le ofrecía, a aquel que pese a todo y todos, amaba con cada fibra de su ser. Demasiadas cosas habían sido afrontadas por ambos en tiempos pasados, para defender su amor aunque sólo tres personas lo conocieran, como para decir que su amor no era puro y grande... y como para no perdonar una y otra vez a su amado ex mortífago.

 

 

 

Le envistió con amor, con cuidado, presionando continuamente el punto de placer de su interior. Besó amorosamente su cuello, marcándole, pese a que sabía que Sev odiaba eso, pues sus alumnos le miraban escépticos. Mientras le poseía, miraba esos ojos de ónice tan arrepentidos y llenos de amor, y le devolvió una mirada comprensiva y amorosa, que entre oleadas de placer, fue agradecida con una sutil y sincera sonrisa de gozo.

 

 

 

-Severus... -Gimió extasiado-Te amo... ¡Ah!

 

 

-Siri... ¡Ah! No-no te pares... ¡Oh!-Jadeó fuerte en su oído.

 

 

 

Severus ocultó su rostro en el hombro de Sirius, no queriendo ver el usual rostro de resignación de Sirius que ponía cada vez que no recibía la tan anhelada respuesta. Un solo ‘te amo' contentaría por veinte años a su querido pulgoso. Pero sencillamente esas palabras no lograban salir de su garganta.

 

 

 

Terminaron a la par, gimiendo alto ante el súbito e intenso placer. PadFoot cayó sobre él, y aún en su interior, le acarició dulce, le besó tranquilizador. Severus no pudo evitar que las lágrimas cayeran por sus ojos, sorprendiendo al animago, que sólo le había visto llorar en contadas ocasiones.

 

 

 

Severus sólo se culpaba, por no poder confesar con palabras lo que le era tan fácil con actos. Sollozó más fuerte al sentir las suaves y cálidas palabras de su amante, sus lánguidas caricias. Le amaba mucho, mucho más de lo que nunca imaginó, y le dolía no poder decirlo.

 

 

 

Su cuerpo se estremecía, se convulsionaba fuertemente contra Sirius, que estaba sumamente confundido y lo único que podía hacer era estrechar fuertemente entre sus brazos a su amor, consolándole.

 

 

 

-¿Qué te pasa, amor? ¡Dímelo!, me estás angustiando-le rogó Sirius.

 

 

 

que tengo tanto miedo de perderte

estar a tu lado y no merecerte

y tengo tanto miedo, tanto miedo,

  que no puedo dormir,

que no puedo creer

 que estoy enamorado, hipnotizado

y que no es mentira

 Estoy enamorado... estoy enamorado

Enamorado, estoy enamorado,

Hipnotizado...

Volando entre tus brazos,

estoy volando entre tus brazos...

Enamorado...

 

 

 

-Lo-Lo siento Sirius yo... no puedo-Gimió

 

 

-¿Qué quieres decir?-cuestionó confuso

 

 

-T-Tengo miedo... -murmuró bajo-Miedo de perderte...

 

 

-¿Por qué dices eso?-Preguntó mientras acariciaba tranquilizador su espalda

 

 

-¿Y si no te merezco?-Jadeó, asustado

 

 

-Vamos Sev, cariño, luego de años y años de relación, ¿cómo me preguntas eso?-le sonrió tranquilizador

 

 

-No te merezco-determinó

 

 

-No comprendo amor...

 

 

-Aún no he logrado decírtelo-Dijo, misterioso. Sirius tardó un poco en comprender y al hacerlo le sonrió con infinita ternura

 

 

-Mi amor... sabes que no lo necesito, que cuando me enfado...

 

 

-¡No sólo tú necesitas escucharlo! ¡Yo necesito decírtelo!

 

 

-Sé que lo haras cuando estés preparado-le calmó

 

 

-Sabes que yo... me entrego a ti en muda confesión...-comenzó

 

 

-Lo sé... y te lo agradezco infinitamente.

 

 

-Perdóname...

 

 

-No sabes lo que dices, no debo perdonarte nada

 

 

-Pero es que sólo entregándome-Reprochó el tozudo pocionista, pero el animago le interrumpió

 

 

-Adoro esa forma que tienes de amarme... -Le indicó

 

 

-Sabes que todo lo que tengo...

 

 

-Lo sé... cálmate Severus,  te entiendo mi amor. Perdóname tú a mi por ser tan infantil

 

 

 

Y se besaron, aunque el maestro aún tenía esas irrefrenables ganas de llorar, se contuvo. Estaba actuando de forma patética, como una tonta chiquilla enamorada de su novio. Aunque no negaba que amaba muchísimo al perro

 

 

 

Perdóname si yo te he lastimado

Si mi forma de amar para ti ya no tiene sentido

No tengo nada más para dar

Que no te lo haya dado ya

 

 

 

Se acurrucaron el uno junto al otro, aspirando la esencia del otro. PadFoot intentaba descubrir que le pasaba a su querido Snivellus, qué lo había empujado a desahogarse de forma tan intensa, cuando ante nada ni nadie se había permitido tal debilidad como pensaba. Besó la coronilla del maestro y suspiró.

 

 

 

Cierto era que habían discutido con fuerza, pero era de comprender que luego de tantísimos años, Sirius quisiera por lo menos comunicárselo a su ahijado y a su mejor amigo, y por su puesto a su ahora ‘yerno' Draco. Pero si Severus no se sentía preparado le iba a respetar eso. La relación es de dos.

 

 

 

Sopesó las palabras, se sintió confundido. Sabía que la frialdad en el alma de su amor era tal, que un vil ‘te amo' le parecía a este insignificante, pues su amor infinito lo demostraba con cada cosa que hacía. El problema es que, a veces, cuando el alma está muy frágil... necesita fervientemente esas palabras para sobrevivir.

 

 

 

Y desde luego era muy consciente de que Sev luchaba contra su propia frialdad para demostrárselo. Eso no lo dudó, ni lo dudará jamás, pero su dulce Snivellus era muy inocente como para captar eso. Sólo quería hacerlo feliz, sin darse cuenta que, el permitirle estar a su lado, era más de lo que nunca esperó recibir de él.

 

 

 

Severus se hacía el dormido, pero podía sentir las cavilaciones de su pareja. Interiormente se culpó un poco, aún cuando sabía que no estaba en su criterio el amoldar su carácter de esa forma. No luego de haber convivido tantísimos años con la frialdad, la humillación, el desasosiego, el dolor... la falta de cariño y amor.

 

 

 

Y que puedo decirte para remediarlo

Si no tengo otra forma de verlo

Otra forma de amarte

Esta es mi única verdadQue tengo tanto miedo De perderte, estar a tu ladoY no merecerte

 

 

 

 

Harto de tanta pasividad, alzó el rostro y sus oscuros ojos miraron a los azulados ojos de su compañero, que le miraban confundidos. Le abrazó con fuerza, respirando agitadamente. Sirius le respondió a duras penas el abrazo, confundido. No sabía lo que le pasaba a su pareja, hoy estaba demasiado...  expresivo  con sus emociones. Su confusión acrecentó cuando Sev se levantó, cogió su bata y salió de la habitación.

 

 

Cuando se recuperó de la impresión, cogió la primera túnica que pilló y se la puso sobre la ropa interior. Salió corriendo tras de Snivellus, pero no le alcanzó. A través del cielo mágico del Gran Comedor pudo observar que ya era de día. Siguió buscando cuando se le ocurrió mirar en el séptimo piso, allá donde estaba La Sala De Los Menesteres. Estaba llegando cuando vio a Draco y a Harry, quienes venían tomados de la mano. Ambos le sonrieron al verle, y Harry le dio un abrazo

 

 

-Buenos días padrino, ¿Cómo has dormido?

 

 

-Harry... ¿Has visto a Snape?-Preguntó ansioso

 

 

-Mi padrino está en las mazmorras-Dijo convencido el joven rubio

 

 

-No, allí no está, lo sé, recién vengo de allá-Les dijo preocupado

 

 

-Rubito, ¿Dónde suele esconderse tu Padrino?-Le preguntó el moreno a su novio

 

 

-Normalmente en su despacho, o en una Sala de por aquí, La Sala...

 

 

-... De Los Menesteres-Completó Sirius y salió disparado, sin darse cuenta de que los chicos, en mutuo acuerdo, le siguieron para averiguar que pasaba.

 

 

Mientras, en La Sala De Los Menesteres, un Severus muy concentrado estaba preparando una poción. Una poción lo bastante fuerte como para afectarle a él, una poción que le ayudase a declararse y a rebelar lo que su alma no podía. Como gran maestro de pociones que era, estaba preparando una fuerte versión del ‘Veritaserum'.

 

 

Se llamaba ‘Dadrev Al Adot' y nadie, ni siquiera él mismo o el mismisimo señor oscuro se había podido resistir a sus efectos. Cierto era que estaba prohibida por el ministerio y que se consideraba magia oscura, pero ya no le quedaba de otra. Había tomado una resolución. Por suerte, en un par de minutos ya estaría terminada, pues hacía tiempo que...

 

 

 

Y siento tanto miedo, tanto miedoQue no puedo dormirQue no puedo creerQue estoy enamorado, hipnotizadoY que no es mentira

 

 

 

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un portazo. Sirius entró como un huracán y lo tomó en sus brazos, asustado, comprobando que era real, que Severus no lo había abandonado. En medio del susto que el pocionista se había llevado, vio a su ahijado y su novio parados en la puerta con los ojos de par en par. No se había recuperado de tantas emociones juntas, cuando Sirius le besó con necesidad... y miedo.

 

 

 

No pensó, se dejó llevar por esos labios que amaba más que a nada, abrazó posesivamente a su PadFoot bajo  la sorprendida mirada de los jóvenes, quienes decidieron (Bueno, Draco decidió por los dos) abandonar el lugar, cerrando la puerta tras de ellos para darles privacidad. Cuando el aire les hizo falta se separaron, y Sirius escondió su cara en el hueco del cuello del maestro.

 

 

 

-No me vuelvas a asustar así... -Susurró

 

 

-L-Lo siento...

 

 

-No hace falta que te disculpes, sólo no vuelvas a hacerlo-y depositó un suave beso en el cuello de su Sev.

 

 

-Estas cansado, túmbate en la cama-Al instante una cama de mullidos cojines y suaves sábanas blancas apareció.

 

 

-¿Qué vas a hacer tú?-preguntó adormilado. Casi no había dormido y estaba cansado emocionalmente

 

 

-Estoy terminando una poción, cuando lo haga me tumbaré a dormir contigo, lo prometo-le besó apasionadamente y lo arropó.

 

 

-Es una promesa, no lo olvides...-murmuró antes de caer dormido.

 

 

Severus se puso frente al caldero, la removió dándole tres vueltas completas en el sentido de las agujas del reloj, y con cuidado, llenó un frasco que entiquetó enseguida y vació y limpió el caldero. Cuando recordó el rostro de los jóvenes que les vieron, se sonrojó. Al menos la primera parte había sido más ‘sencilla' de lo que creyó. Respiró profundamente y se llevó la botellita a los labios.

 

 

 

El líquido pasó ardiendo por su garganta, y su cuerpo se convulsionó ante los efectos de la poción. Cuando pasó, conjuró una ducha y se lavó. Luego se metió bajo las mantas al lado de su amor, y lo abrazó, esperando a que se despertaran y pudiesen hablar. Con esa versión del Veritaserum, toda palabra que se hallase oculta saldría, sin necesidad de preguntas directas.

 

 

 

Severus no recordó que era lunes, así que faltó a sus clases, por suerte, el director le disculpó aduciendo que estaba enfermo. Sirius y Sev despertaron a media tarde, sin notar el paso del tiempo. Se besaron como señal de ‘Buenos Días' y PadFoot se acurrucó junto a Sev, para luego tocar indecorosamente el vello del pubis. Snivellus cerró los ojos con placer, dejándose hacer.

 

 

 

Sirius engulló la carne con ansias, mordisqueando la caliente y dura protuberancia, soplando encima de la sonrojada cabeza, haciendo estremecer a su dueño. Empaló ese miembro en su boca con gula, y absorbió sin descanso. Cuando unas suaves gotas de presemen mojaron sus labios, se separó y se empaló el mismo.

 

 

 

Esperó a que su cavidad se acostumbrase a tal tamaño, y cuando lo hizo se meneó cual perro salvaje, ayudado por un Severus ahogado en placer, y amor. Pues aunque lo hiciesen de manera ‘pervertida' siempre hacían el amor. Era la manera carnal de mostrar el amor que en sus almas y corazones habitaba. Un amor tan grande y desesperado que desencadenaba en frenéticos movimientos.

 

 

 

Llegó la explosión de placeres, y de los labios de Severus salió por fin la tan esperada frase, que hizo que Sirius le mirase y explotara en un desgarrado llanto de felicidad. Agotados se abrazaron aun acostados, y Snivellus acariciaba con dulzura el pelo de su amado pulgoso, aquel que le había arrancado la armadura a base de besos, caricias y palabras de amor.

 

 

 

Que Estoy enamorado, estoy enamorado...Enamorado, estoy enamorado

-Shhh amor, ya no llores...

 

 

-L-lo dijiste-susurró

 

 

-Por ti merece la pena superar mis miedos y mis fantasmas, porque ya no lo puedo ocultar más, ya no es una mentira, como me quería hacer creer al principio. Estoy enamorado, me tienes loco, y aunque aún tengo un poco de miedo, sé que si hemos afrontado tanto, podremos seguir adelante como pareja... juntos...

 

 

-Sev... ¡Te amo!-Exclamó Sirius antes de lanzarse y besarle en los labios

Y siento tanto miedo, tanto miedoQue no puedo dormirQue no puedo creerQue estoy enamorado, hipnotizadoY que no es mentira

 

-Sirius... -Le dijo una vez que se separaron del abrazo-No hace falta que me niegue más a que lo cuentes-Dijo Divertido

 

 

-¿Por qué...?

 

 

-Fuiste tan ‘Tú' que se te olvidó vigilar por si alguien te seguía, y tu ahijado y el mio nos vieron en ‘nuestra salsa'-Le contestó para luego reír ante la cara de incredulidad de su pareja

 

 

-T-te molesta... ¿Qué nos hayan visto?-preguntó asustado, ahora que  todo iba bien no quería destrozarlo todo

 

 

-Curiosamente... no, lo cierto es que ya es hora de que todos sepan que eres mío... odio como te miran esos jovenzuelos ¡Te devoran con la mirada!

 

 

-Ya, ya Sev, no te enceles... -Le besó largamente, y se separaron perezosamente.

 

 

Ambos se miraron a los ojos, como aquella vez tras de hacer el amor por primera vez, y supieron que si estaban juntos, no necesitarían de más. Estaban enamorados, un amor que sobrevivió a tanto que ambos sabían que no iba a poder morir. Ambos se sentían... volando entre los brazos del otro. Volando en los brazos del amor.

 

 

 

Volando entre tus brazos

Estoy volando entre tus brazos

Enamorado...

 

 

FIN

 

 

 

Notas de LadyMoon: Agradezco a aquellos hayan leído, es mi primer Fic de Harry Potter y de mi pareja favorita y se que me ha quedado un poco OOC pero piensen que al final, Sev está bajo los efectos de la poción.

 

Estoy encantada de poder publicar, luego de un tiempo de leer. Espero sus amables comentarios para saber que tal.

 

Nos seguimos leyendo.

 

Gracias por leer

 

 LadyMoon (Syry)

 

 

 

 

 

Notas finales:

Pues aqui les dejo mi fic de esta pareja que me encanta. También decir que momentaneamente abandono el mundo del Fanfiction. Si publico esto es porque hacia ya tiempo que lo tenía escrito, ya que ultimamente no logro hilar dos frases seguidas. Espero que si alguien lee esto y también mis otras historias me sepa perdonar. Muchos Besos, espero nos leamos pronto.

Syry


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