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Konoha Zombie por SayaStark

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Se suponía que hoy era SU DIA, por fin había conseguido UNA cita, SU primera cita, a sus 20 años... ¡Que horror! ¿Y justo empieza un apocalipsis zombie?… ¿En serio?

Naruto empezó a golpear su cabeza con el asiento, lamentando su maldita suerte.

– Idiota, no hagas bulla – y para rematar, estaba en un auto con su archí rival en el amor.

Mejor desde el inicio… pos` ni modo que comencemos por el medio :V , ok no, perdón.

Jueves en la mañana–Universidad de Konoha.

– ¡GOOOOOOOOOOL! – Gritaron eufóricos su tercer gol.

Naruto Namikase Uzumaki, un estudiante becado, no precisamente por ser intelectual, sino por su habilidad en los deportes. Posee una gran determinación, algo que se evidencia con la confianza que tiene en sí mismo.

Desde su chiquititud creo una fuerte competitividad con Sasuke, no solo por sus habilidades físicas, también por el gusto a Sakura. Aunque el pelinegro nunca mostro interés por la chica.

– ¡Naruto!– se acercó al rubio un hombre subidito de peso, algo irónico siendo entrenador. Recuperó el aliento y moviendo sus cejitas le dijo – Me enteré que vas a salir con una chica, picarón. –  después susurró como si contara un secreto –Te daré unos tips infalibles.

– Jejeje... este – él sonrió nervioso. ¡Ay! ¡NO! Por favor, ¡NOOOOO!! ¿Que tips me iba a enseñar? ¡Este hombre estaba más solo que Papa Noel!

– ¡Entrenador! – escuchó a lo lejos – ¡Le llaman de Dirección! – y soltó un respiro de alivio. Quien le había salvado era su amigo perruno, su hermano, su brother, su causa: Kiba, quien venía corriendo hacia ellos.

– ¡Oh! Lo siento, será para la próxima – le dijo mientras se despedía con una mano– ¡Suerte, muchachón! 

Una vez que el entrenador se alejó – Gracias, Kiba. Te debo una. Te imaginas... me iba a dar tips para arruinar mi cita.

Kiba sonrió divertido y le replico – En serio, aun no puedo creerlo, hermano ¿Cómo es que tú vas a tener tu primera cita y yo aún no?

¡Y era verdad! Aun nadie podía creer que Sakura Haruno, la fan namber guan de Sasuke Uchiha, haya aceptado una cita con el rubio.

Kiba podría asegurar que si le preguntaban a la peli rosa...

Qué es lo que le gusta hacer… seria acosar a SASUKE UCHIHA

El chico que le gusta: SASUKE UCHIHA

Su pasatiempo: SASUKE UCHIHA

Su sueño: SEÑORA DE UCHIHA

Y lo que le disgusta: ¡NARUTO!

Si Naruto había conseguido esa cita era porque le invito al famosísimo Restaurant no de cinco, ni de seis, de ¡Diez estrellas! Donde solo las personas pudientes y celebridades ostentaban comer y se decía que toda esta semana estarían grandes estrellas de Hollywood para grabar una película de acción en la ciudad. Después agradecería a Ero–sennin, como él le decía a su padrino por olvidar su pase al tan lujoso Restaurante.

– ¡Oye! No tengo la culpa que no te atrevas a pedirle una cita a la "chica que te gusta"– le dijo entre comillas el rubio, y es que Kiba mantenía en secreto la chica que le gustaba, a pesar de los años de amistad no lograba sonsacarle quién era, hasta había pensado que tal vez sería un hombre y por eso el misterio.

Su amigo Kiba se ruborizo – ¡Eh! ¡Hey, eso es otro tema! Además... ¿Por qué tiene que ser hoy? ¡Hoy es nuestro día! ¡Quedamos en ver Star Wars! – dijo su amigo mientras hacía movimientos como si tuviera un sable de luz y después le miró serio –Y esa mujer solo es un gusto de infancia. Sé que estas desesperado por salir de virgen y que Manuela ya no es suficiente, pero no... ¡NO ES LA INDICADA!

– Sé que me amas en secreto y extrañas mi presencia cuando no estoy, y que soy lo más sexy y wuay que has visto en tu perruna vida, pero ¡No! No eres mi tipo, es más… te veo como mi perrito.

– ¡¿Qué?!¡No digas pendejadas, Naruto! – Refunfuño su amigo fiel, después susurro -¿ Rottweiler verdad?

Naruto se iba a las duchas con todo el equipo de Futbol, riéndose como loquito al ver la expresión de Kiba.

Los otros jugadores sabían cómo era SU CAPITAN: extrovertido, travieso, loquillo, deportista nato, eufórico, amante del ramen, aficionado a los videojuegos y películas de comics; buen amigo y fiel compañero.

Al llegar a las duchas, se ducharon  :v                                      

*.**.**.**.**.**.**.**.**.**.*

Sasuke ingresaba a su facultad " Ciencias Administrativas y Contables", causando revolución en todas las féminas que buscaban llamar su atención, desde lanzarle miradas coquetas hasta querer iniciar una conversación sin sentido. Ilusas.

Dio un suspiro de aburrimiento, siempre que ingresaba a cualquier lugar llamaba la atención del sexo opuesto. Y eso que no hacía nada para llamar la atención, solo pasaba y caminaba aburrido, hastiado, y con total desinteres a todo ser viviente en movimiento.

Al entrar a su salón vio a su amigo Suigetsu, el único con quien mantenía una conversación, en realidad, era el cara de tiburón el que siempre la hacía de parlanchín. Tomo asiento al costado de Suigetsu.

– Hola Sasuke... ¿Otra vez esa cara de grinch?

El azabache hizo una mueca de desagrado, siempre era así el inicio de cada clase, no soportaba ver a todas las chiquillas superficiales lanzándose como animal en celo.

– Hombre, si yo fuera tu no las espantaría – dijo Suigetsu regañándolo – Ni que fueran moscas.

Sasuke iba a replicar al de cabello blanco, pero una mujer desconocida entro al aula llamando a atención de todos, a excepción del Uchiha, a él le vale madres.

Buenas Tardes alumnos, les saluda Hisame Horai – (No hace falta decir que a Sasuke le importaba muy poco) La mujer se puso en medio del salón llamando la atención de todos – les comunico que la profesora Anko Mitarashi se encuentra enferma de salud – y seré su profesora temporal – Todos la miraban atentos y aliviados, la Profesora Anko era terrorífica – Quisiera saber si está el delegado del salón para ponerme al día con el tema.

En la primera fila, el pelinegro levantó su mano – Presente, Sasuke Uchiha.

La mujer mostro un poco su sorpresa, conocer a un UCHIHA era como conocer a una celebridad. La familia UCHIHA era conocida por ser pudientes, adinerados, acomodados, acaudalados, en pocas palabras los mas nais sobre todo Konoha; además el patriarca de los Uchiha, era un ex militar del Ejercito de Konoha y actualmente el Ministro de Defensa.

En el baño, después de ducharse

– Naruto, me voy a clases, no quiero llegar tarde para la segunda hora – Kiba se despedía y otros integrantes también se iban yendo deseándole suerte en su cita, ya todos sabían de su cita con Sakura.

Revisó su teléfono, había cinco llamadas perdidas de su padrino – ¡Cinco llamadas! - gritó de sorpresa. Al parecer le había llamado hace solo unos minutos, cuando aún estaba duchándose, pensó en devolverle la llamada, pero le dio flojera –... ¡Baaaah! Que flojera, igual llega a Konoha en la noche.

Con esos pensamientos se estaba retirando,  al estar en la cancha de futbol, antes de girar a la esquina en dirección a su clase de "Lenguaje II" en su facultad, pero algo llamo su atención.

A lo lejos vio al guardia de la Universidad tratando de conversar con un hombre (?) , tenía un aspecto tétrico, se veía enfermo, y agresivo, caminaba lento y se veía ido – a pesar de que estaba lejos podía notarlo – Se veía que el guardia tenía problemas para hacerle entender al hombre de aspecto deplorable que no podía ingresar, pero…

No se imaginaba lo que iba a ver después.

Abrió los ojos del pánico al ver como ese SER se lanzó al guardia y empezó a devorarlo, su piel se helo, sus piernas no se movían por el miedo, ¿miedo de que? ¿Del caníbal? presentía que era algo más que un caníbal. Una vez que reacciono, agarro su celular del bolsillo y marcó a la policía.

Volvió a dirigir su mirada a la entrada de la universidad, el caníbal estaba caminando a paso lento y parecía gruñir y atrás del espectro aparecían otras personas con ese mismo aspecto tétrico y aterrador.

Al escuchar la operadora de la policía con la intención de hacer su denuncia, no pudo pronunciar nada, estaba aterrado, visualizo al guardia que se levantaba de su letargo, con sus intestinos colgando de su cuerpo, gruñendo, con el mismo aspecto tétrico y enfermizo, ni que decir de los otros que habían aparecido.

– ¿Qué carajos son esas cosas? – susurro aun impactado. Lo que menos quería era llamar la atención de esos seres y se alejó retrocediendo torpemente para después correr.

¡Zombies!, era lo único que se le ocurría para describir a esos seres de aspecto tan tétrico, monstruoso, deplorable y perturbador.

Mientras corría se acordó de la llamaba a la policía, volvió a marcar a la policía, y respondió la operadora " deje su mensaje de voz".

–... – Se heló ¿Que iba a decir? ¿Que vio zombies en su universidad? sonaría descabellado, pero ..¡Existen! así que se sereno, se tranquilizó, respiro hondo, ya más calmado exclamó – ¡HDPT Todos vamos a morir! ¡Ayuda! ¡Los zombies existen!, un zombie se comió a un guardia, el guardia se convirtió en zombie, y se acercan más zombies, esto es el apocalipsis zombie, llamen a Brat Pitt!– y colgó. ¡Bien!

Corrió hasta su facultad, que era la más cercana, tendría que decirles a los profesores y al director sin levantar pánico a menos que le creyeran que ya se le zafo un tornillo. Una vez que ingreso y al estar subiendo las escaleras.

– ¡Las puertas! – se reprendió así mismo. Regreso a cerrarlas, agradecía que el guardia siempre estuviera durmiendo, no quería dar explicaciones que de seguro no lo creería hasta que viera a los zombies y para ese entonces sería muy tarde.

Subió al segundo piso y divisó la puerta abierta del aula de la profesora Anko, por inercia fue a ese aula, sabía que ella era aguerrida, fuerte, sabría qué hacer, le comunicaría al director y estaríamos más o menos bien.

Con la ropa sudada, transpirando y agitado gritó – Profesora Anko! Hay zo.. – se sorprendió al no verla y en vez de ella, había una usurpadora en su horario de clases, tomo aire y expulso nervioso – Profesora nueva, yo, esto sonara r raro uff..h–hay zombies – escuchó todas las risas de los alumnos – sonará descabellado, pero ¡es verdad, tebayoo!

– Joven ¿Cuál es su apellido? – la profesora lo miraba reprobadoramente.

– ¡Que no hay tiempo! – gritó angustiado – ¡Ya vienen! – mientras los alumnos hacían gestos y burlas hacia el rubio.

– Tendré que expulsarlo de mi clase, jovencito – suspiró y lo miró reprobadoramente.

– ¿Que? ¡No! ¡Hablo en serio! ¡Hay zombis, atacaron al guardia de la universidad y se vienen más! Tenemos que– que hacer algo! – hasta tartamudeo al solo recordar a esas cosas.

– ¿Qué te fumaste, viejo? – dijo Suigetsu con un tono burlón.

– ¡No me fume nada, tonto!– al ver a su costado recién se percató de la presencia de su rival – Sasuke, controla a ese intento de tiburón.

– No molestes, dobe. Vete con tus cuentos de fantasía a otro lado – el pelinegro frunció el ceño molesto.

Llego a Sasuke y lo acerco a la ventana de un empujón – En unos minutos saldrán unos asquerosos zombis de esa esquina y quién sabe de dónde más. Y tú eres hijo del Ministro, llámalo antes de que sea demasiado tarde.

*

Sasuke se soltó del agarre de Naruto en su brazo, y sí, si creía que Naruto se había fumado un porro y de los buenos. Inconscientemente continúo mirando por la ventana.

La profesora se retiró mencionando – Voy a llamar al director.

– ¡Que bueno! ¡Ya era hora!–gritó el rubio para que le escuchara la profesora – y ustedes – mirando a los que estaban burlando – ¡revisen las redes sociales o el internet si no me creen!

Algunos curiosos empezaron a sacar sus celulares. Total la profesora se había ido, nadie les iba a llamar la atención.

El pelinegro seguía mirando la ventana, cuando en la esquina apareció una de sus tantas fanáticas, la reconocía, era una estudiante justamente de su facultad y una de las más fastidiosas, "Que loca para correr con tacos", espera... Algo iba mal.

Vio que corría aterrada y atrás de ella apareció otro estudiante, de pronto empezó a escucharse "¡Ayuda!" "¡Abran la maldita puerta!".

– ¡Mierda! ¡Es verdad, hay zombies!, están en las redes – exclamó uno saltando en su asiento, aterrado e inquietando a los otros alumnos.

La mayoría se levantó con sus celulares a la ventana, por donde venían los gritos y otros comenzaban a reproducir los videos sobre zombies de diversas redes, comenzando a crear tensión y miedo en el aula.

Desde la ventana se visualizó un chico, justo queriendo dar la vuelta en dirección a la facultad, y algo se lanzó encima de él, comenzando a morderlo y desgarrando su piel. Todos enmudecieron, algunos ahogaban un gemido de susto, aterrados al ver tan espeluznante acto; Sasuke sentía como su corazón se agitaba con fuerza y su cuerpo tembló, hasta que el chico emitió un grito aterrador y desesperado pidiendo que alguien le ayudara.

Eso termino por romper la poca tranquilidad.

Y se creó el caos. Las chicas gritaban desesperadas. Otros gritando groserías, algunos seguían helados por el aterrador episodio.

Salió de su trance al ver que – ¡Esas cosas ya vienen!..C–Cálmense, Sus gritos están atrayendo a más – les reprocho por sus gritos, sobretodo de las chicas, le daba ganas de lanzarlas por la ventana. Por lo menos los varones se mantenían un poco más apacibles, aunque no faltaba un llorón.

Debían de cerrar la puerta de aula y si es posible llevar todo objeto para que asegure que nada ingrese.

Dirigió su vista a la puerta, Naruto ya se había adelantado cargando el escritorio de la profesora. Fue en su dirección, se miraron unos segundos entendiendo la gravedad de la situación, dejaron su enemistad de lado y colaboraron juntos.

Al parecer no eran los únicos alterados, se comenzaba a escuchar por todo la facultad los gritos de horror, que definitivamente no ayudaba.

Naruto dio un suspiro – espera Teme – se detuvo, bajo el segundo escritorio que estaba llevando a la puerta – ¡Escuchen Maricas! Los que quieran salvar sus cerebros ayuden a poner todos los objetos en la puerta... ¡Pero ya!

Algunos empezaron a colaborar, mientras que otros aún estaban en trance o por tener un pre infarto.

– ¡Psss! Teme, si llegan a ingresar necesitaremos algo con qué defendernos– le susurró tembloroso sin querer llamar la atención.

– ¡Ah! ¡Sí, claro! Déjame revisar en mi bolsillo tal vez tenga una cierra... ¿Dónde carajos crees que estamos? En una universidad, dobe – contestó molesto.

– ¡Teme! No entiendes, me refiero a pedirles que busquen un arma o algo en caso de que... Tú sabes – le susurro refiriéndose a cuando los zombies entraran a la facultad – pero no quiero que entren aún más en pánico. Es decir – el rubio miro a todos – tan solo míralos.

Y si, era deplorable, y daba más pena a los que estaban con su respirador en la boca. Nunca pensó que diría esto, pero Naruto tenía razón. La única manera de sobrevivir era buscando un objeto con que defenderse y si es posible atacar.

¡BOOM! ¡BOOM! Se escucharon desde el primer piso, al parecer estaban tratando de ingresar a la facultad; se les helo la sangre, más una sensación fría y desagradable se instaló en la espina dorsal.

–Todos, busquen algún objeto con que defenderse en caso los zombis llegasen a ingresar a la facultad... y al salón. – exclamó Sasuke.

El pelinegro rápidamente fue a su sitio y rebusco entre su mochila en busca de un objeto que le sirva como arma, encontrando su celular, estaba tan distraído porque no entraran los zombies que se olvidó de llamar a su familia.

Todo estaba pasando increíblemente rápido.

Se visualizó "Mas de 20 llamadas". Tenía la costumbre de silenciar su celular cuando estaba en estudiando o en la universidad, solo lo utilizaba para saber la hora, llamar o buscar información de algún tema de la clase.

Al revisar las llamadas – son de Itachi – pensó en voz alta y le regresó la llamada.

– ¡Sasuke! ¡Sasuke! ¡Por un demonio! ¿Dónde estás? ¿Sigues en la universidad? – su hermano mayor le habló desesperado ni bien había contestado. Y eso es preocupante, Itachi nunca alza la voz.

– Cálmate, estoy bien. Estoy en la universidad ¡¿Qué está pasando?!

– No salgas de donde sea que estés, cierra la maldita puerta, no hagas ruido y por nada del mundo dejes que te muerdan.

– Estoy en el salón, aún siguen intentando pasar la puerta de la facultad, dile a papá que mueva el ejército o a quienes sean, no durara mucho la barrera que nos divide con ellos.

– Padre está intentando mandar a un grupo del Ejercito, pero esto es más grave de lo que pensábamos, es... ¡Es global! no hay país alguno donde no se haya presentado este virus, y no se encuentra aún la cura. Solo... y procu... – lo último se empezó a escuchar entrecortado.

– ¿Itachi? ¡Itachi!..Mierda! La señal está fallando– se resignó a colgar mientras se tocaba la sien, frustrado.

– ¡Sasuke! ¡Sasuke! Necesito tu teléfono, urgente– le habló Suigetsu, preocupado.

– No tengo señal, la operadora está fallan.....

BOOOOOOOOOOM! Se escuchó un estruendo proveniente del primer piso. "Ingresaron", el solo pensar en eso hizo que se le saliera el alma, y ya se escuchaba los gritos y pedidos de auxilio, que solo lograba estremecerlo del pánico.

Busco en su mochila siquiera algo con que defenderse, al final sin tener éxito.

Vio a sus compañeros de clase enmudecidos. Solo se escuchaba las fuertes respiraciones, algunos tenían la comisura de la boca temblando, otros sudando y temblando; vio a Suigetsu que prácticamente se cagaba de miedo.

Dio un salto en su lugar al sentir una mano en su hombro, volteo encontrándose con Naruto.

– ¡Por un carajo, Naruto! – susurró frunciendo el ceño.

– Ten – le paso un palo de madera ¿De dónde cojones lo había lo había sacado?

– ¿Por qué me lo das? – le preguntó curioso.

Ellos dos nunca se llevaron bien porque el rubio aducía que la peli rosa no la merecía. Sin embargo para él, Sakura era como un grano en el culo, daba ganas de reventarla con sus manos, si se aguantaba era porque es mujer.

El rubio solo se encogió de hombros y continuo en su labor de cercenar una pata de una pobre silla.

Se empezaron a escuchar gruñidos, cada vez eran más cercanos. No había duda, estaban subiendo, al parecer en un salón no pudieron retener los gritos e hizo que todos los pasos se dirijan a ese lugar. Otra vez empezaron a golpear hasta que se escuchó los chillidos de terror.

*

Desde el salón donde estaba siendo atacado por la horda de zombis, los que podían trataban de salir, algunos con éxito y otros no; varios corrían hacia las escaleras mientras uno que otro tocaban las puertas esperanzados que alguien abra, siendo en vano.

Uno de ellos toco la puerta donde se encontraba Naruto, "¡Ayuda, por favor!" dijo gimoteando y hablando entrecortado.

*

A Naruto se le estremeció el corazón, tenia deseos de hacerlo entrar, pero sería demasiado riesgoso y demorarían bastante en retirar todos los objetos.

¡Ahhhgahaaaaaahhhhhhhhh!

Se estaban devorando a una persona frente del aula, y se sintió culpable. Salió de sus pensamientos al escuchar el impacto de los zombies contra la puerta del aula. Sostuvo fuertemente el palo, mientras seguían los golpes.

No querían ser los siguientes.

Todos tenían algo con que defenderse en sus manos, desde simples lapiceros hasta un cuchillo; se preguntaba de donde chuchas habían sacado lo último.

La sangre se escurría debajo de la puerta, no sabía de donde provenían con exactitud, si de los zombies o de su víctima.

Su corazón comenzó a bombear con fuerza y sus manos se sintieron sudorosas, y estaba seguro que los demás pasaban por lo mismo o aun peor.

– ¡Ahhhhhhh!– Una chica del aula no pudo retener el grito al ver el charco de sangre – Ahgahhg Mmp...– otro estudiante le tapó la boca. ¡Rayos! ¡No falta una!

Demasiado tarde, la puerta estaba siendo azotada con fuerza.

Sostenía la pata de la silla temblando y por momentos se perdía en sus pensamientos ¿Cuántos habrían? ¿Podría salir con vida de allí? ¿Podría volver a ver su familia?

Cada vez se abría más la puerta, ya se podía visualizar sus manos pálidas casi gris, algunas más esqueléticas que otras y rodeado de sangre.

¿Cómo estaría su abuela? ¿Podría algún día ir a una cita con Sakura?

¡Plast! Se abrió de golpe, los primeros zombies cayeron al piso al empujar la puerta, los siguientes entraban corriendo abriendo sus bocas llenas de sangre.

Vio que dos zombies estaban yendo directo a él, no dudo en golpearlos con el palo de madera dando un grito de susto; corría pasando a los podridos, dando golpes sin parar y sintió que una mano le sujetó el pie, que por poco y le hace caer, lo pateo tan fuerte que voló la mano del zombie.

Por fin había logrado salir, vio que pocos como él también habían tenido la misma suerte. No volteo a ver atrás, solo corrió hacia donde estaba despejado.

Al ver el letrero de "Arata Hamasaki – Director", abrió la puerta y entró. Estaba por cerrar, pero dos personas empujaron de afuera y cayó al piso.

– ¿Pero qué? ... ¿Sasuke? – alzó la vista y el pelinegro cerró la puerta con seguro– ¿Y tú? – mirando al chico de cabello blanco con dientes de tiburón.

– Me llamo Suigetsu, pero dime...

– No hagan bulla sino quieren que les lance al pasadizo – dijo Sasuke con una vena en la frente y señalando la puerta.

– Ok, no te hagas bilis – le respondió susurrando – Hay que cargar el escritorio y ponerlo en la puerta.

Suigetsu y Naruto lo cargaron con sumo cuidado de no hacer ruido.

Si algo había aprendido de los zombis es que ante el mínimo ruido iban como moscas a la caca.

Dirigió su vista a Sasuke que rebuscaba unos cajones, de pronto maldijo al director, al parecer no había encontrado lo que esperaba.

– ¿Que buscas? – preguntó, mientras buscaba cualquier cosa que sea de utilidad entre las cosas del director.

– Según sé, el director tiene afición a todos los deportes extremos, debe tener algo por aquí que nos sirva.

– Por cierto, ¿no se les hace extraño que el Director no este?– preguntó extrañado.

– Escapo como una mariquita – respondió Suigetsu – ¿qué más da?

Y se le ilumino la mente al recordar algo y exclamó– ¡Tenemos que encontrar bates de Beisbol!

Sasuke reviro los ojos – Estamos en una oficina, genio.

– ¡Es verdad!– le apoyo Suigetsu – Aunque suene cliché, en todas las historias de zombies en Wattpad los protagonistas se salvan al usar bates de beisbol.

– ¡Por fin alguien que me comprende! – exclamó alzando sus brazos al cielo.

Sasuke solo ignoro sus comentarios y continúo con su búsqueda.

– ¡Bingo! –exclamó Sasuke.

– ¿Encontraste un bate?

– No, algo mucho mejor– le respondió sacando una katana de una caja que estaba alejada.

– ¡El director es un loco! ¿Cómo va a traer esa cosa aquí? – y le preguntó – Por cierto, ¿Sabes utilizarlo?

Sasuke empezó a blandirlo como todo un profesional y con elegancia. ¡Ok! Ese acto respondió a su pregunta.

Naruto escuchó otro ¡Bingo!

Suigetsu mostró sus dientes de tiburón en una gran sonrisa – ¡encontré otra!– saco una katana como el de Sasuke – debió de ser dos por uno.

– ¿Tal vez tres por uno? – Pregunto el rubio con esperanzas – ¡Hay que buscar el tercero!

– ¡No puede ser!– Dijo Sasuke asustado mirando "algo" por la ventana que tenía la cortina casi cerrada.

– ¿Qué sucede? – preguntó Naruto, angustiado y fijando su mirada a un tipo que estaba tratando de abrir un auto, y a pocos metros como diez zombies yendo hacia él.

– Lo siento – le toco el hombro como dando el pésame, era obvio lo que iba ocurrir – ¿Lo conocías?

– ¿Qué? ¡No! ¡Ese pendejo quiere robar mi auto!

Miro a Sasuke con la cara mosqueada – Me estas bromeando, ¿cierto?

–Cállense, escucho algo – susurro Suigetsu.

Escucharon gruñidos, eso alarmo a los tres... ¿Qué pasaría ahora? Naruto aún no tenía un arma.

 

Notas finales:

Hola, En este humilde fanfic, escribiré a Naruto algo tontín, y claro, me encanta el hecho de que evolucione a lo largo de la historia. Y no, no me gusta la idea de meter tanto terror, sino no podría dormir u.u .


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