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Yugo-Synchro [STARSHIPPING] por Yuki Lunar

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Fue raro. Después de tres meses de estar en pareja, de haber pasado por algunos conflictos, incluso cuando Judai creía que no iba a pasar tanto tiempo en el futuro —, y menos que Yusei le corresponderia a sus sentimientos —, hubo muchas cosas que tuvo que replantearse.

 

Últimamente llegaba cansado de su trabajo; pero era impagable el precio cuando Yusei le iba a buscar con la moto cuando salía tarde, o lo esperaba con la cena hecha, ya que él trabajaba desde su casa y muy pocas veces iba a supervisar personalmente el momentum.  

 

La relación tenía muchos puntos a favor, pero a veces las discusiones surgían. Judai era demasiado desordenado en el cuarto; sus ropas, sus objetos, todo eso, vivían desparramados por todo el cuarto. Yusei se enojaba bastante cuando no tenía voluntad de juntar un poco, aunque sea sus pertenencias, también entendía que trabajaba mucho, pero los sábados y los domingos tenía los días libres, y prefería que disfrutaran un poco de los dos.

 

Ese fin de semana, no sería la excepción; Yusei quería invitar a Judai a un parque de diversiones el domingo, pero la condición era que Judai ordenara la habitación; Judai puchereo como un niño pequeño al que le ponían condiciones, y hasta le pareció ridículo, pero luego de que Yusei le sermoneo sobre algunas cuestiones que debía de valorar, recapacito en el asunto, y a regañadientes, lo hizo finalmente.

 

El domingo se habían levantado temprano para desayunar y salir; de camino al parque, Judai manifestó que tenía sed. Yusei en verdad, rodó sus ojos.

 

—¡Pero recién salimos de la casa! ¡Te tomaste un zumo de naranja! ¿Cómo es posible?—  le regañó, apenas miró sobre su hombro, pues estaban en la D-wheel.

 

—Tengo sed, Yusei — repitió mientras se abrazaba a su cintura con una sonrisa ¿maliciosa?, o eso le pareció ver al usuario del mazo de chatarra.

 

—Esperate a cuando lleguemos — fueron sus últimas palabras, en un tono demasiado serio, por lo que Judai tuvo que cerrar la boca sin derecho a replicar.

 

XXX

 

Sí, le había comprado una soda, y Judai estuvo mejor entonces. El invierno se estaba retirando, por lo que apenas, hacía calor, y apenas, el clima primaveral se estaba dejando ver, ya la época de los sakuras empezaría, y que por cierto, era la más bella en Japón.

 

Al menos, a Yuki le hizo sentir un poco en su zona de confort, estando en el futuro, algunas cosas no habían cambiado en la nueva Dominó. Tenía que admitirlo, extrañaba un poco su vida de vagabundo, y quizá, sentía ganas de visitar a sus amigos de vez en vez. Yusei lo había escuchado algunas veces mencionar el tema. Prefería no presionar sobre ese punto, aún cuando el ex Osiris había manifestado que no tenía deseos de irse, su novio le había indicado que no sería malo que se hiciera un viaje al pasado alguna vez si extrañaba a sus amigos… él no le impediría eso. Ya lo había conocido así.

 

Suspiró cuando recordó la última conversación que habían tenido de volver al pasado, y la idea de visitar a Asuka, y a sus amigos, incluso Judai había mencionado de que sería un momento perfecto para presentar a Yusei con ellos.

 

—¿Yusei? ¿Estás aquí? — la voz de Judai lo sacó de sus cavilaciones, se habían sentado en la banca de un parque que estaba a metros del lugar que irían a pasar el resto del día. Judai le miró un poco confundido, intentando descifrar los pensamientos de su novio.

 

—Lo siento, tengo muchas cosas en la cabeza... —le sonrió con culpa, recordando las veces que Judai se perdía en sus pensamientos mientras le miraba fijo. Por auto reflejo, paso su brazo sobre sus hombros, dándole un beso en la mejilla. Yusei se mostraba más afectuoso en público con él. A Judai le agradaban esos gestos—. ¿Quieres que entremos? — pregunta, refiriéndose al parque de diversiones.

 

Judai se sonrojo con la muestra de cariño, por lo que lo miró con la cabeza un poco inclinada, y acercó sus labios a los de Yusei sin previo aviso, pero éstos fueron bien recibidos. Ya se había vuelto adicto a los labios de Fudo, y eran condenadamente ricos, sin duda alguna, podría afirmar que Yusei le hacía sentir tantas cosas, y que cada día, él se iba abriendo mucho, incluso al punto de mostrar su lado más frágil.

 

El chico de cabellos castaños, sintió que encontró a un Yusei un poco mal herido después de una fuerte caída, aun cuando él había ganado a ese tal “Z-one”, de cierta, manera aún podía sentirlo un poco apagado en ciertos aspectos, pero el solo recordar el tiempo que estaban pasando juntos, las risas de Yusei, el brillo en sus ojos, la total y plena confianza que tenía para con él. Estaba empezando a confiarle cosas muy importantes, y Judai sentía respeto por eso, porque al igual que él, Yusei siempre le daba confianza.

 

Se miraron fijo a los ojos cuando tuvieron que separarse, Yusei le extendió la mano — antes era Judai quién se la daba —, y no dudo en tomarla para caminar al parque de diversiones.

 

Se sentía muy feliz con eso. Se sentía feliz de que las cosas estén funcionando, y no podía más que sonreír mientras miraba el perfil de Yusei.

 

—¡Woah! Está lleno de gente — comenta un poco desesperado y ansioso por la masa de gente Judai, por lo que su novio le mira y sonríe.

 

—Es domingo, mucha gente tiene el día libre hoy, pero no te preocupes — apretó fuertemente su mano, Yuki sintió su cuerpo estremecer ante ese gesto, y le devolvió la sonrisa. Le estaba gustando esa faceta de él.

 

También, se percató de que algunas personas le miraban de manera extraña, sobre todo a Yusei. Unos meses atrás, le parecía totalmente horrible. Además, de que el propio Yusei le había contado sobre la marca de su rostro, por lo que muchas personas, a pesar de saber que fue un “salvador” de la ciudad, le siguen juzgando, menos que antes; realmente le enojaba la manera despectiva en que algunos lo hacían sin importar que, hasta tal punto de escuchar comentarios del tipo “¿Cómo puedes juntarte con un criminal?”, y a Judai le daba mucho coraje. Más de una vez, Yusei ha tenido que calmarlo cuando sus ojos cambiaban de su color habitual a dicromáticos y en otra ocasión, a dorados, pero la mano de su pareja le hizo caer de nuevo a la realidad, y movió la cabeza de un lado a otro.

 

«—No lo hagas… — dijo casi en un susurro. Judai de nuevo, tuvo que cerrar fuerte los ojos, y contener la ira.

 

—No puedo evitarlo Yusei, tú no eres lo que ellos piensan — respondió, intentando moderar el tono.

 

—Sí, pero ellos se guían por la marca, solo dejalos, ¿de acuerdo? — se puso frente a él para tomarle de los hombros, y las comisuras de sus labios se levantaron —. ¡Disfrutemos de éste día!

 

Judai tuvo que largar todo el aire contenido, y asentir.

 

—De acuerdo, pero no soportare ningún comentario — responde, pero Yusei ya lo está arrastrando por el parque para que no replicara nada más.

 

XXX

 

Se habían subido a la montaña rusa, tenía demasiados bucles, Yusei se reía de los gritos de Judai. Luego de eso, decidieron comprar cosas dulces para disfrutar del día. Se detuvieron en un puesto de hot dogs, de nombre “Café nagi”, y después de un gran almuerzo, caminaron para poder bajar la comida, deteniéndose en cada puesto del parque.

 

—Tú, joven — la voz de un hombre mayor, vestido como animador de circo, habló a la pareja que ya caminaba de la mano, al principio, Judai y Yusei se miraron raro, pero el señor le seguía apuntando—. ¡Sí tú! ¿Quieres regalarle algo a tu pareja? Te reto a participar.

 

De nuevo, ojos azules y marrones se encontraron de manera cómplice, por lo que se sonrieron.

 

—De acuerdo, aceptó el desafío — dice Yusei, mientras se acerca más al hombre, Judai camina detrás de él.

 

El señor sonrió ampliamente.

 

—Tienes que embocar los aros en los palos de madera, si logras emborcar tres aros seguidos, te llevas lo que quieras de aquí. —le explica educadamente.

 

Yusei se volteó y miró a su novio.

 

—¿Qué eliges? —le pregunta a Judai con una sonrisa grande en su rostro.

 

Judai sonrió.

 

—Bueno, ya tengo a Winged Kuriboh, quizá otro más estaría bien — se sonríe de una manera tan linda, que Yusei por un momento se emboba, pero luego vuelve a mirar al hombre. Tampoco imaginó que éste momento se volvería a repetir, aunque en aquella ocasión, no eran novios, solo amigos.

 

Asique Yusei hizo lo suyo, el primer aro lo embocó midiendo un poco la distancia, el segundo lo hizo sin mucho esfuerzo al igual que el tercero. El hombre quedó sorprendido, ya que siempre era algo difícil, o al menos los valientes que lo han intentado, nunca han podido a la primera.

 

Asique, le entregó el peluche de Winged Kuriboh, y Judai saltó de la alegría cuando su novio se lo dio.

 

—Gracias, Yu— agradeció contento, y con peluche y todo, abrazo a Yusei, apretó sus labios con los de Fudo cariñosamente sin importar el público que estaba observandolos, se alejó con una sonrisa en los labios y le miró fijo—. Te quiero…

 

—Yo también te quiero, Judai— correspondió Yusei, sin soltar la cintura del peli castaño, sin dejar de verlo. Podía decir que estaba muy enamorado de él, y Judai se río, un poco nervioso, pero también de lo adorable y lindo que se ve Yusei de esa forma.

 

XXX

 

Repitieron algunos juegos, dejando para lo último, el subirse a la Noria. Judai sonrió en todo momento mientras caminaba de la mano de Yusei, e insistió mucho en subir a la rueda de la fortuna, pues el paisaje es diferente al que recuerda de Venecia; el atardecer se veía perfectamente diferente, y demasiado atractivo.

 

Su turno llegó, y ocuparon la cabina asignada, enseguida ésta se elevó. Judai, muy entusiasmado se pegó al vidrio, y es evidente que le gusta mucho la vista al mar entre Neo Domino y Satélite. Yusei esta vez, se sentó a su lado, y sonrió al ver lo feliz que estaba su novio. Judai se volvió para verlo.

 

—Mira Yusei — de repente, se sintió tonto decir eso, de seguro, él ya lo habrá visto muchas veces, pero se retracto mentalmente cuando el otro se puso de pie a mirar con él… o a mirar a Judai mismo—. ¡Me encanta la vista! En verdad, me da envidia.

 

El brillo de sus ojos junto con el sonrojo de sus mejillas, fueron suficientes para que Yusei pudiera sentir su corazón latir con mucha fuerza. No hubo más palabras entre los dos, que los brazos de Judai, ésta vez tomaron la cintura de Yusei, y sus labios se tocaron con suavidad, intensificando la entrada de sus lenguas a sus bocas, recorriendolas de punta a punta, las manos enguantadas, se encargaron de acunar el rostro de Judai. Sus ojos se cierran al disfrutar de tal contacto, provocando jadeos en sus respiraciones. Sus cuerpos se pegan con intensidad, y las manos de Judai bajan lentamente hasta el borde entre la playera y el jean de Yusei, dudó un poco. Yusei se estremece cuando siente los dedos del más bajo titubear, aleja su boca, y sus frentes se tocan, abren los ojos y se miran, claramente, sus respiraciones les siguen traicionando.

 

«—Creo que… me contengo mucho — confiesa Judai finalmente, su mirada vuelve a los labios hinchados de Yusei, por lo que éste se ríe cuando lo oye.

 

—Te voy a pedir… que ya no lo hagas… — responde de la misma manera.

 

—Tú lo dijiste — su voz sonó maliciosa, provocando una risa entre los dos, sus manos apenas levantan la tela, tocando su espalda, acariciando la línea de la misma de arriba a abajo.

 

—No opondré resistencia.— dice, aunque ya Judai se le adelantó.  

 

—Te amo, Yusei.— susurra finalmente Judaipor encima de sus labios.

 

—Yo también te amo a ti, Judai.

 

XXX



 








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