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Amarte es mi pecado por EvilQueen

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Tony despertó de muy mal humor esa mañana. Había dormido pésimo. En realidad, hacía dos noches que no podía conciliar el sueño. La primera había sido la noche de su encuentro con Steve y de la pelea con Stephen. La mañana siguiente a esa ocasión se había levantado de un humor peor que el que tenía ahora. Y encima, su prometido había tenido la gran idea de hacer como si nada había sucedido.

Se sentó en la cama y recordó

La mañana anterior, luego de dar vueltas en la cama por más de dos horas decidió levantarse a desayunar.  No le sorprendió despertar y encontrar la cama vacía, pues había cerrado la puerta con llave para que su pareja no entrara. Supuso que Stephen había dormido en alguno de los cuartos de huéspedes, no esperaba que haya abandonado la casa.

Se frotó los ojos con los dedos y se estiro antes de dirigirse a la ducha.

El agua ligeramente tibia que le golpeaba en el cuerpo le quitó la pesadez que no se le había ido con los minutos de sueño, digamos que solo se habían intensificado.

Salió de la ducha, se vistió, terminó de acomodarse y ya sin poder seguirle dando vueltas al asunto salió del cuarto.

Stephen se encontraba desayunando con total naturalidad. Tony le pasó por al lado sin saludarlo y se dirigió a la cafetera para empezar el día con un buen desayuno.

--Buen día --dijo Strange mientras untaba una tostada con mermelada.

--Tal vez para ti lo son --murmuró Strak entre dientes antes de intentar abandonar la sala, cuando la voz de su prometido lo hizo detenerse.

--Llamó Pepper --dijo el doctor antes de darle una mordida a su desayuno-- dijo que llega mañana cerca del mediodía.

 

Una carga en el pecho hizo que saliera de su recuerdo, su amiga llegaría en un par de horas para acordar negocios de la empresa y él tendría que hablar con ella de su compromiso, pero antes de eso debía dejar el pijama y, por el bien de su amiga, darse una ducha.

Se tomó todo el tiempo que creyó necesario para despejarse, pensó bien en como seguiría después de lo que ocurrió con Steve, como lo vería a los ojos, como continuaría su relación y hasta por un momento deseó no haberlo besado así todo continuaba frío entre ellos. Río un poco por lo bajo al recordar que jamás algo podría ser frio con Steve.

Miró el reloj, eran casi las 10 am por lo que decidió bajar y avisarle a Stephen que iría hasta la capital para recoger a Pepper en el aeropuerto, por un momento deseó que él se ofreciera a acompañarlo así tendrían tiempo para charlar y arreglar un poco el clima tenso que los abrazaba hacía ya dos días.

Bajó en dirección a la cocina, pero no encontró a su prometido allí, se dirigió hacia la sala y allí estaba el doctor, sentado en el sofá leyendo un libro muy concentrado.

--Buen día --dijo Tony en voz baja para no perturbar la tranquilidad de su prometido.

--Pareces estar más calmado hoy --mencionó Stephen sin apartar la vista de su lectura-- ¿vas a seguir tratándome como si hubiese cometido un crimen?

Tony pensó un poco y suspiró, no tenía ganas de pelear, no quería generar un clima tenso antes de la llegada de Pepper.

--Te pasaste --dijo Tony para excusarse, la verdad era que el comportamiento de Stephen había dejado mucho que desear desde su punto de vista.

Strange lo miró fijo un segundo para después levantarse del asiento para acercarse a Tony. --Nunca haré algo que no quieras --dijo ante la mirada atenta de su prometido--. Quiero pedirte perdón, pero también hacerte saber que jamás haría algo que no desees.

Tony sonrió con desgano y depositó un beso en la boca de su futuro esposo, después de todo lo conocía muy bien para saber que lo que decía era cierto y no dejaría que su confusión le nublara el juicio.

--Estaba pensando --dijo Stephen una vez que todo se calmó-- podríamos organizar una cena para recibir a Pepper y anunciar nuestro compromiso.

--¿Cómo una fiesta de compromiso?

--No --respondió Strange sonriendo-- eso será más adelante, esto será solo la excusa para una cena.

Tony pareció pensarlo un segundo, no sonaba mal la idea y podrían pasar tiempo como una pareja normal.

--Podrías invitar a tu tía Peggy y tal vez a la niña que canta tan lindo --la sonrisa de Tony se apagó, sabía que le seguía a eso --y también a su tío, no podemos dejarlo afuera --concluyó Stephen.

--Lo pensaré, por lo pronto le avisaré a Pepper y Peggy.

Stephen sonrió y besó a Tony quien procuró que no se volviera a hablar del asunto hasta que volviera con su amiga.

 

 

Tony abrazó a su mejor amiga CEO de su empresa, ella respondió al abrazo con un gritito histérico que dejaba en claro que no se veían hace un tiempo y que, además de todo, se habían extrañado.

--No puedo creer que por fin me recibas en tu exilio --bromeó ella alejándose de su amigo.

Tony sonrió debido al chiste ero no puso mantener este gesto por mucho tiempo. --Hay muchas cosas que tengo que contarte --dijo ante la mirada atenta de Pepper.

--No me asustes ¿qué pasó?

--Mejor te lo cuento de camino --dijo Tony tomando alguna de las maletas de su amiga para dirigirse a la salida.

En el viaje de regreso, el ingeniero le contó a su amiga todo lo ocurrido desde su llegada al pueblo.

--Besar a un cura es lo peor que has hecho --dijo la pelirroja fingiendo un regaño-- no saldrás bajo fianza del infierno.

Tony rió fuerte ante el comentario, por más que Pepper quisiera retarlo era sabido que todo terminaría en una broma entre ellos.

--Igual tienes razón, es algo que tengo que dejar morir en el pasado --mencionó Tony con desgano.

--Como tu mejor amiga en el mundo y CEO de tu empresa --comenzó a decir la chica-- quiero decirte que te alejes de ese tipo y te concentres en tu matrimonio con Stephen -- Tony desvió un poco la vista del camino y la miró con resignación.

Pepper suspiró.

-Pero como la persona que más te conoce --siguió diciendo la chica-- se que no serás feliz si no lo amas y no se que hacer para ayudarte.

Tony la miró y le sonrió con dulzura --solo abrázame cuando más lo necesite.

Pepper lo miró con tristeza e intentó cambiar de tema para mejor el ambiente.

--Muero por conocer tu casa de la niñez.

--Bueno, la verdad es que tenía pensado hacerte una cena de bienvenida allí --dijo Tony sonriendo-- siempre me dijiste que querías conocerla.

Pepper sonrió contenta por la noticia y por haber logrado mejorar un poco el aura con un simple comentario.

 

 

 

 

Tony estacionó en la puerta de la parroquia para sorpresa de Pepper.

--Vinimos a buscar a tu novio?

--Pepper, por favor --dijo Stark con molestia, ese chiste podría haber sido oído por alguien de allí-- tengo que decirle algo a mi tía Peggy, ¿entramos?

--Yo paso amigo, no se me dan estos lugares --dijo ella recostándose en el asiento del auto-- pero si ves al curita avísame, tengo algunas cositas que dejarle en claro.   

Tony rodó los ojos y salió del vehículo dispuesto a entrar por las grandes puertas del convento.

Una de las hermanas le abrió la puerta y le pidió que aguardara para ver a la Madre Superiora. El castaño obedeció y se quedó observando las figuras de yeso con forma de mujer que adornaban el lugar. Eran muy bellas y admiró que pudieran albergar tanta fe y santidad para los ojos de las personas siendo solo un pedazo de material. Pensó que las representaciones de las creencias no debían ser juzgadas, porque los devotos veían más que los ojos vacíos que él veía, pero igual le llamaba la atención.

Una voz conocida lo sacó de sus pensamientos y lo hizo voltear a ver de quien se trataba.

--Tony, buen día --dijo Magui con una gran sonrisa en los labios --¿Has venido a ver a Steve?

--En realidad --comenzó a decir el hombre-- es mejor si no cruzo a tu tío.

--¿Pasó algo malo? --Magui era astuta, no iba a evidenciar que sabía lo que había ocurrido con ellos.

Tony iba a responder, pero el llamado de Peggy lo impidió.

--Salvado por la campana --susurró Magui una ve que el hombre se alejó a hablar con la mujer.   

 

 

Tony invitó a Peggy a la cena que habían planeado con Stephen para esa noche, no le contó nada de su compromiso porque la idea es que fuera la sorpresa del evento, pero él ya se lo había dicho a la mitad de los invitados, al menos la Madre Carter se sorprendería.

Caminó por la galería en dirección a la puerta y vio a Magui sentada en el patio. Cuando la joven lo avistó se levantó y caminó hacia el hombre. Tony solo rogó mentalmente que no deseara seguir interrogando sobre él y Steve porque no estaba seguro de lo que pasaría. Sonrió una vez que tuvo a Magui más cerca y espero a que la chica hablara.

--Me dio un poco de pena decirte esto ni bien llegaste --Tony miró interrogante y un poco nervioso, debía admitir-- necesito que me ayudes a encontrar a alguien.

Tony la miró sorprendido y sin entender del todo a que se refería.

--¿A quién quieres buscar?

--A un hombre --dijo ella generando más preguntas en la cabeza de Stark-- es el padre de una amiga, ella no lo ve hace muchos años y no sabe dónde está.

--¿Cómo se llama el hombre?

--No lo se

--¿No le preguntaste? --cuestionó Tony confundido.

--Ella no sabe de esto.

Tony suspiró y cerró los ojos dejando escapar la pesadez que esta idea le generaba, temía meter a la niña en problemas y, por supuesto, tener problemas con Steve.

--¿Ella quiere encontrarlo, Magui?

--Sí --se apresuró a contestar la joven-- solo que ella no se anima y no lo hará sin mi ayuda…. Y yo no lo haré sin la tuya --terminó de decir en tono comprador.

--Esta bien, buscaré a este hombre --dijo Stark-- pero antes de darte cualquier dato me contarás todos los detalles --sentenció Tony mientras Magui asentía--. Necesito algo por dónde empezar, un nombre, una profesión, una dirección, algo.

--Sé el nombre de la mujer que fue su esposa, la madre de mi amiga --dijo Magui luego de pensar un momento-- Magda Maximoff.

Tony le dijo a Magui que haría lo posible por ayudarla, pero que un trámite como ese llevaba tiempo. Magui aceptó sin importar el tiempo que le tomara encontrar a ese sujeto, solo quería hacerlo para ayudar a Wanda. Ella le había dicho que le gustaría volver a ver a su padre, pero no se atrevía a buscarlo.

 

Magui sonrió al ver que la novicia se acercaba a donde ella estaba tiempo después que Stark dejó el lugar. No le diría que estaba buscando a su padre, no sabía como reaccionaría y no quería crear en ella una ilusión que podría desmoronarse si Tony no encontraba información.

Las muchachas se sentaron a charlar en el asiento donde Magui había estado minutos antes. Se quedaron hablando un buen rato hasta que un ruido fuerte proveniente del despacho de la Madre Superiora. Ambas fueron a ver que había ocurrido preocupadas por Peggy.

Entraron al lugar y vieron a la mujer recostada en su silla con una mano en su pecho, las cosas en el escritorio estaban volteadas como si la mujer se hubiera tomado de ellas en un intento por no caer al suelo.

--¿Madre, se encuentra bien? --preguntó Wanda asustada al mismo tiempo que corría hacia ella.

--Si, mi niña --dijo la mujer intentando recobrar el aliento-- solo sentí dolor, pero ya estoy mejor.

--Llamaré a una ambulancia --dijo Magui buscando su celular-- tiene que verla un doctor, los dolores en el pecho no son para ignorarlos.

--No, pequeña, por favor --imploró la mujer-- no quiero ocasionar molestias. Ya estoy mejor.

Magui hizo un gesto de desaprobación, pero no contradijo a la Madre Superiora.

--Esta bien, pero prometa que verá a un doctor pronto.

--Lo prometo --dijo la mujer más recuperada-- gracias por venir a socorrerme, mis niñas.

Magui y Wanda sonrieron y la ayudaron a ordenar los objetos de su escritorio. A decir verdad, las muchachas no se separaron de ella hasta que Steve buscó a Magui para volver a su hogar.  

 

 

 

 

Steve observaba a Magui hablar por teléfono con quien suponía, era Tony Stark. Era ya de tarde, se estaban preparando para merendar cuando el celular de la joven sonó y no había parado de hablar ya hace media hora. La chica se reía y parecía entretenida, Steve notó que se ella y el castaño se llevaban muy bien y se entendían, pensó que le gustaría que las cosas hubiesen terminado bien con él y así podrían hacer cosas juntos los tres como amigos.

Magui cortó la comunicación y se acercó a su tío sonriendo.

--Prepárate, Steve --dijo muy entusiasmada ella-- Tony nos invitó a una cena en su antigua casa --terminó diciendo mientras señalaba en dirección a la vivienda de enfrente.  ­

--No pienses que voy a ir --dijo Steve como si de lo más lógico se tratara.

--¿Por qué no? --interrogó la chica-- Tony te invitó, seguro para dejar en el pasado lo que ocurrió y poder verse a la cara como personas normales.

--No se si me sentiré cómodo en esa situación, Magui.

La joven suspiró y no insistió más, había prometido no entrometerse en las decisiones de Steve en lo que a Tony se refiera.

Terminaron de merendar mientras hablaban de cosas triviales. Magui juntó las cosas de la mesa y Steve procedió a lavarlas mientras su sobrina se volvía a sentar en la mesa, pensativa.

--¿Qué pasa, Magui? --preguntó Steve mientras secaba lo que había lavado

--Nada --mintió ella-- ¿por qué la pregunta?

--Estas preocupada --dijo Steve sentándose a su lado-- te conozco.

Magui suspiró y miró a su tío, ya no podía ocultarle nada.

--Estoy preocupada por Peggy --dijo jugando con sus manos-- hoy tuvo un dolor fuerte en el pecho que la desestabilizó --mencionó ante la mirada atenta de Steve-- creo que tiene que ver a un doctor, pero ella no quiere.

--Me ocuparé de que un medico la vea, no te preocupes --dijo él tranquilizando a su sobrina-- Peggy es muy importante para todos y la queremos sana.

--Es la abuela amorosa que nunca tuve --confesó Magui-- quisiera que fuera eterna.

 

 

Magui se terminó de arreglar frente al espejo de su habitación y bajó para dirigirse a la casa de Tony. Se llevó una grata sorpresa cuando vio que su tío la esperaba para ir los dos juntos. No sabía que fue, pero algo lo había hecho cambiar de opinión y estaba agradecida por eso. Esperaba que pudiera hablar con Tony y dejar las cosas claras, aunque era muy improbable. Entendió que seguramente debería conformarse con que la incomodidad entre ellos desaparezca.

Cruzaron la calle que separaba las dos viviendas, llamaron a la puerta y esperaron a ser atendidos. Una brisa fresca que alivianaba el calor de un día de verano los golpeo a ambos generando una sensación de agradable de paz que Steve deseo durara toda la noche.

Stephen abrió la puerta saludándolos a ambos. Steve sintió que la paz que había sentido no duraría mucho allí, no se sentía bien, no estaba listo para ver a Tony con alguien más. Estaba seguro de que anunciarían el compromiso y no sabía cómo le afectaría el momento, pero no podía escapar de aquello, tenía que enfrentarlo y seguir adelante.

 

Pasare por ti esta noche

Ya conozco de memoria el camino hacia la casa

Donde fui feliz un día

Y hoy soy una visita mas

 

Los tres entraron en la sala y Tony se acercó para saludar a los invitados. Le sonrió con ternura a Magui antes de saludarla. Luego se dirigió hacia Steve y le extendió la mano en forma de saludo. Hacía algunos días lo había dejado solo después de haberlo besado y no se esperaba verlo en su casa, lo cierto es que lo había invitado únicamente por cortesía y no se esperaba que el otro aceptara.

--Ven Magui --dijo Tony dirigiéndose hacia la chica-- alguien quiere conocerte.

Magui siguió a Stark intrigada. Se dirigieron hacia la cocina donde se encontraba una mujer con probando unos bocadillos que se encontraban en una bandeja.

--Pepp --dijo Tony haciendo que la mujer le prestara atención-- déjame presentarte a Magui.

La chica pelirroja se acercó a Magui saludándola con un abrazo.

--Es un gusto conocerte --dijo Pepper-- Tony me habló mucho de ti, moría por conocerte y escucharte cantar.

--El gusto es mío --dijo Magui-- y por lo otro, me tomo el atrevimiento de invitarte el fin de semana al bar del señor Stark.

Pepper sonrió --Creo que no necesitarás un publicista, Tony --dijo provocando una risa general.

 

Me recibes fríamente

Todo está tal como antes, más tu cuarto tiene llave

Por si atacan los recuerdos

Y nos da por recordar

 

Steve se encontraba en la sala viendo las fotografías colgadas en los cuadros junto a la puerta. Recorrió cada una de las imágenes con cierta melancolía, pues esa familia vecina le traía muchos recuerdos de su niñez.  

--Son los padres de Tony --dijo Stephen acercándose a él

--Lo sé --contestó Steve sin alejar la vista de las fotos-- los conocí, eran excelentes personas.

--Me hubiese gustado conocerlos, después de todo, serían mis futuros suegros.

Steve sonrió con amargura, eso le dolía, pero no tenía derecho a decir algo al respecto o a opinar de la nueva pareja de Tony.

--Les hubieses agradado --dijo Steve intentando que el dolor que sentía no se trasparentara en su voz-- sobre todo a María.

Stephen sonrió agradecido por el comentario, pero no pudo decir nada porque el sonido del timbre lo interrumpió.

El doctor iba a abrir la puerta, pero Tony apareció a su lado luego de correr por la sala y se le adelantó.

--Tía Peggy, bienvenida --dijo el castaño abrazando a la mujer de cofia-- déjame presentarte a mi pareja, Stephen.

El susodicho se acercó a saludar a la mujer y ella lo examinó para luego sonreír.

--Tony, es muy apuesto --dijo sacándole una sonrisa a la pareja-- hacen una linda pareja --terminó de decir.

Ambos sonrieron una vez ante las palaras de la mujer y Tony anunció que ya era hora de servir la cena. Strange y Tony se fueron directo a la mesa tomados de la mano ante la mirada de Steve.

 

Se supone que por ti no sienta nada

Que el pasado no me pesa ya

Se supone que es muy fácil repetir que bien me va

Aunque muy dentro me esté muriendo

 

 Peggy extendió su brazo hacia Steve invitándolo a acompañarla a la mesa.

--¿Cómo está usted, Padre? --dijo Peggy mientras se dirigían al comedor.

--Muy bien ¿por qué?

--Por nada mi niño --contestó ella palmeando la mano de Steve-- solo te noto algo tenso.

--No se preocupe, estoy bien --dijo aun sabiendo que no era del todo cierto-- ¿y usted? Creo que debemos hablar de su salud --dijo el hombre cambiando de tema a uno más importante.

--Ah, la niña ya te contó todo --mencionó Peggy fingiendo estar ofendida-- la castigaré por chismosa.

Steve rió y negó con la cabeza mientras ambos se sentaban a la mesa junto con los demás.

--Estoy bien, Steve. No te preocupes --dijo Peggy en voz baja solo para que Rogers pueda oírla.

Steve dejó el tema y observó la gente sentada a su alrededor. Magui hablaba y reía con Pepper, parecía que se conocían hacia mucho tiempo y no hace apenas unos minutos. Tony y Stephen se veían como una pareja a punto de casarse, se los notaba felices y se veía de lejos que se llevaban bien. Steve sabía que Tony no lo amaba, pero de todas formas sentía una sensación horrible al saber que ese sería el hombre que sostendría la mano Stark para toda la vida.

 

Se supone que mejor fue separarnos

Que la vida debe continuar

Se supone que ya no me importe quién te besará

Esa es mi pena por suponer que te podría olvidar

 

Los anfitriones sirvieron la comida, la cual el sacerdote casi no tocó. Se entretuvo escuchando historias, conociendo más a la gente que ahora rodeaba a Tony. Se sintió feliz de el moreno estuviera acompañado de personas tan buenas. Pero un peso inexplicable le apretó el pecho al notar que a Magui le sentaba bien estar rodeada de gente, tener una familia grande, una que el nunca le podría ofrecer. Intentó quitarse esa idea de la cabeza, pero fue inútil.

Terminaban de comer el postre cuando Stephen llamó la atención de todo en la mesa.

--Quiero agradecerles a todos por haber venido --dijo Strange poniéndose de pie-- pero la verdad es que esta cena fue una excusa para darle la bienvenida a nuestra amiga Pepper Potts.

Todos los presentes aplaudieron haciendo que la mencionada se sonrojara un poco y agradeciera en voz baja.

--Y también para hacerle saber a nuestros seres queridos de este pueblo --continuó diciendo Stephen-- que el hombre que tengo aquí a mi lado y yo nos comprometimos y planeamos casarnos pronto.

Las dos mujeres mayores gritaron al oír la noticia y se acercaron a la pareja para felicitarlos. Magui, por su parte, miró a su tío para ver su reacción. El hombre no parecía sorprendido, hasta le hizo parecer que ya se esperaba la noticia, volviendo a su sonrisa habitual, la chica se acercó a los novios para saludarlos.

Steve suspiró y pasó saliva intentando esfumar el nudo en su garganta. Se paró, tomó su copa y habló

--Propongo un brindis por la pareja --dijo alzando su copa mientras todos los demás lo imitaban-- les deseo la mayor felicidad.

Todos chocaron sus copas brindando por la pareja. Magui se sentía mal por Steve, sabía que a pesar de haberse resignado la situación le dolía.

--Estas bien? --le preguntó en voz baja.

--Sí --contestó Steve con honestidad-- esto es lo mejor Magui.

La chica agachó la cabeza y asintió, ya no debían insistir con eso.

--Volveré a casa, puedes quedarte un poco más si quieres.

Magui volvió a asentir mientras veía a su tío retirarse.

 

Me despido en el portal

Y me trago de un suspiro las palabras

Tú ya tienes otro amor

Yo regreso a mi dolor

Yo no tengo nada más

 

Tony vio salir a Steve y se dirigió hacia él.

El sacerdote ya había pasado el umbral de la entrada y se proponía a cruzar la calle cuando Tony lo llamó.

--¿Te vas tan temprano?

--Tengo que preparar cosas para mañana --mintió-- le dije a Magui que podía quedarse un rato más si no había problema.

--Claro que no, ella es bienvenida siempre --mencionó Tony-- es una lastima que tu no puedas quedarte --dijo acercándose al otro.

--Ah, no me extrañarás. Estas bien acompañado --dijo en tono de broma que bien podría ser verdad.

Tony sonrió por lo bajo y lo miró. Steve se veía muy frágil bajo la tenue luz amarilla de la calle. Sintió la necesidad de abrazarlo, pero no lo hizo.

--Bueno, ya me voy --continuó Steve después del silencio que se formó por un tiempo.

Stark asintió.

--Tony --dijo acercándose más a él-- deseo que seas muy feliz, más que nadie te mereces ser feliz.

Tony iba a responder, pero el abrazo de Rogers lo sorprendió. De todas formas, respondió envolviendo la espalda del rubio con sus brazos aferrándose a él lo más fuerte que pudo.

 

Se supone que mejor fue separarnos

Que la vida debe continuar

Se supone que ya no me importe quién te besará

Esa es mi pena por suponer que te podría olvidar.

 

Fue Steve quien rompió el contacto y se alejó un poco, eso era lo mejor.

--Adiós, Tony --dijo antes de retirarse del lugar.

Stark solo suspiró y lo vio alejarse.

--Adiós, Steve --susurró antes de volver a su hogar.

Notas finales:

Bueno, me demoré casi UN AÑO para actualizar, pero eso ya no va a volver a pasar... lo juro.

La canción es Se supone, de Luis Fonsi.

Espero que sea de su agrado, nos leemos pronto.


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