CAPÍTULO 43
Al menos quince magos yacían sentados alrededor de la mesa cuando Zwein y Aysel entraron al comedor, el capitán de la nave al centro y su esposa a la derecha, su único hijo, un muchacho desgarbado y poco atractivo a la izquierda.
Zwein apretó la mano de Aysel con tanta fuerza que temió lo estuviera lastimando, pero su Familiar no expresó el más mínimo sonido de dolor, por el contrario, su rostro mantuvo esa expresión inocente y expectante que invitaba a admirarlo durante horas. Aysel era demasiado fuerte, la mayor parte del tiempo no se sentía digno del vampiro.
—Buenas noches— saludó con una leve inclinación de cabeza. Quince pares de ojos se giraron para verlos, sintió como si las miradas que estudiaban cada pequeño centímetro de piel y ropa expuesta lesquemarán, mantuvo una sonrisa ladeada en el rostro y se dirigió a los asientos que el Aborimen les indicó, él junto a la esposa del capitán y Aysel al lado de su hijo.
Escuchó los murmullos nada disimulados de los comensales indignados ante tal afrenta.
“Después de que se atreve a traer a su asquerosa Bestia, quiere sentarla al mismo nivel que nosotros”
“¿Qué otra cosa se podía esperar de una inmunda Bestia?”
“Ni siquiera deberían haberle permitido presentar el examen de Mago. Los estándares del Gremio realmente han decaído”
“Y ese bonito vampiro estaría mejor en otro lado, quizás un lugar donde tuviera menos movilidad”
Aysel se disponía a tomar asiento cuando él lo sujetó del antebrazo con firmeza.
—Capitán Vastrelly, Aysel y yo compartimos una estrecha relación. Aunque agradezco la invitación a la cena comprenderá que no puedo aceptar este acomodo de asientos, me temo que debo retirarme.
Más murmullos de indignación.
“Una asquerosa Bestia se atreve a negar un asiento en la mesa de la familia Vastrelly”
“Supongo que no se podía esperar menos de esta subespecie”
“Si hubiera pertenecido a mi familia habría encontrado une mejor solución que exiliarlo a una provincia en medio de la nada”
“¿Habla como si estuviera encima de nosotros?”
El joven hechicero no permitió que los comentarios le afectarán.
—Tan pronto como lleguemos a la ciudad planeo anunciar a Aysel como mi Compañero de Vida, comprenderá lo que eso significa y los cambios que debo comenzar a instaurar en nuestra relación.
Jadeos de asombro, risas ahogadas, murmullos indignados. El comedor pareció llenarse de vida en segundos, incluso la familia Vastrelly y los Aborimenes parecieron sorprenderse.
—Imposible— exclamo una anciana bruja al fondo. La vieja voz se elevó por encima de los demás—. Una bestia no puede ser aceptada como Compañero de Vida, mancillar esa hermosa tradición sería una ofensa contra nuestro Gremio.
Zwein no dudó en responder con orgullo.
—Los Compañeros de Vida no es una tradición propia de los magos, por el contrario, el gremio la adoptó del vulgo y gusta de reclamarla como propia. Además, no hay ninguna ley que prohíba la unión como Compañero de Vida entre un Hechicero o bruja con su Familiar, en realidad es una costumbre que ya se ha adaptado puertas adentro, yo sólo pienso mostrársela al mundo. Después de todo mi Familiar, Aysel, no es inferior a mi en ningún sentido, en realidad estoy seguro de que, en muchas cosas, por ejemplo, su magia, me supera ampliamente. Ambos somos Bestias, de diferente clase, pero con la misma esencia.
— ¡Eres un insolente! — exclamó indignado un hombre poniéndose de pie—. ¡Una inmunda y sucia Bestia!
—¡Vámonos, Aysel!— atajó disponiéndose a salir, antes de que el Capitán Vastrelly se pusiera de pie y con una seña le ordenará a su hijo que se sentará junto a su madre.
—Me enorgullezco de ser una nave tolerante— dijo con voz sosegada—. Le pido disculpas y le ruego se quedé, siempre es interesante intercambiar diversos puntos de vista.
—Me temo qué…
Los labios de Aysel interrumpieron a Zwein con un suave y delicado beso.
—Quedémonos— le pidió ante la mirada anudada de todos, incapaces de creer que una Bestia se atreviera a interrumpir a su Amo en público—. Creo que será instructivo.
La audacia de Aysel los dejó tan sorprendidos que ni siquiera tuvieron tiempo para reaccionar antes de que Zwein se colocará tras el hijo de los Vastrelly quién se apresuró a levantarse y tomar su asiento junto a su madre.
—Es una buena idea, Aysel— dijo Zwein en voz lo suficientemente alta para ser escuchado—. Quizás esto podría ser interesante.
Negando con la cabeza la ayuda de un Aborimen que se apresuró a serviles, el mismo le sacó la silla a su Familiar para ayudarlo a sentarse.
Todos esos hechiceros y brujas de pacotilla irían a la capital o quedarían regados a lo largo de la provincia y los rumores sobre Zwein Apologye y Aysel, la Bestia Humana y su Familiar Vampiro se regarían a lo largo y ancho de Stigma y para bien o mal, todo mundo sabría de ellos. Incluso si los asesinaban, sus nombres no serían.