Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LA BESTIA por Artemisa Fowl

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

CAPÍTULO 49

No fallaría.

Era un todo o nada.

“Usamos hechizo porque nos hacen sentir mejores, más seguros, en mayor control de la situación, pero las palabras están vacías, son un puente sobre el cual sostenerse para llegar a un destino, de lo contrario cualquiera podría usarlos y convertirse en Hechicero o bruja. La magia no se encuentra en las palabras, sino en la intención”

No usaría sólo la fuerza de voluntad, era un Hechicero extraordinariamente talentoso y tenía a su disposición a un Familiar increíblemente dotado. No tenía permitido siquiera plantearse la posibilidad de perder.

Aysel se sostenía de su cintura por su lado bueno, del lado derecho la sangre, pedazos de piel y ligamentos estaban expuestos a la inclemencia de la arena y el viento.

Su valiente y hermoso Familiar no producía el más mínimo de los sonidos, ni siquiera fruncía los labios, el rostro sucio y sudoroso en su semblante tranquilo no delataba el horror que su cuerpo debía experimentar. Todavía recordaba los gritos estremecedores que vociferó cuando fue herido, ni siquiera parecían provenir de una criatura con forma humana. A él lo habrían matado. Le había salvado la vida por segunda vez y él solo le respondía con dolor. Quizás no deberían estar juntos, a su lado sólo…

—No es malo— la dulce voz de Aysel ronca por los gritos lo sacó de sus pensamientos—. No como entendemos la maldad, sólo quiere vivir, tiene hambre y lleva tanto tiempo sólo. Quizás el dolor y abandono lo hayan enloquecido.

La tristeza y pesar por destruir al Dashure se filtraba en las palabras del vampiro, él mismo que en un ataque de histeria le confesó que habría estado encantado de asesinar y torturar a niños humanos si con ellos lastimaba a los padres.

A veces olvidaba que era un vampiro, miembro de una de las razas más sanguinarias, crueles y vengativas de Stigma y todavía con mayor frecuencia que su visión del mundo no era la de un niño— sin importar su especie— de dieciséis años. Tenía tantos matices, recovecos y rincones a las que Zwein sólo podía aspirar a llegar algún día, tan sólo esperaba tener la oportunidad de hacerlo algún día.

—Lo sé.

Salieron a la entrada de la cueva, el Dashure yacía recostado sobre la arena, la piel quemada se le caía a destajos. Incluso sin un rostro que estudiar Zwein supo que el Dashure estaba tan cansado y herido como ellos, razón por la cual no los persiguió. Tal vez podrían escapar, quizás esa pelea no debía terminar con uno de los dos bandos muertos.

Pero tan pronto el Dashure los vio se puso de pie. No los dejaría escapar. Así era la vida.

Dejó a Aysel recargado sobre una roca y él se posicionó enfrente.

“Incluso si naces con la capacidad de dominar los cuatro elementos no es suficiente, debes tener la disciplina y el coraje para usarlos. He conocido a poderosos Hechiceros y Brujas capaces de grandes cosas, siendo unos completos fracasados por temor a herirse a sí mismos y a Magos con el don de dominar uno o dos elementos alcanzar grandes proezas usando a mano lo que tienen. El miedo es el mayor enemigo de los usuarios de magia. No lo olvides Zwein, quizás un día tu vida dependa de esto”

Zenda se reiría hasta que le saltarán las lágrimas si supiera lo cierto que resultarían ser sus palabras.

Ese hechizo necesitaba usar los cuatro elementos en menos de un minuto, tan poderoso como era resultaba letal para el Mago y su Familiar con un solo segundo de duda o el más nimio de los errores.

¿Y si las fuerzas lo abandonaban? ¿Y si no resultaba ser tan talentoso como creía? ¿Y si al usar tal cantidad de magia en tan poco tiempo, Aysel moría?

— Mi preĝas al Enlil, Dio de la Tero, helpi nin en ĉi tiu momento de malfeliĉo. Akceptu miajn malamikojn interne.

Aysel recitó el hechizo con gracia a su lado, sus palabras le recordaron su misión.

Concentró su energía sobre el Dashure y comenzó.


“Mi petas Enlil

Dio de la Tero

Helpu nin en ĉi tiu momento de malfeliĉo

Akceptu miajn malamikojn en vi”

 

La tierra debajo del Dashure se abrió, la arena se tragó a la criatura por completo mientras Zwein recitaba el segundo y tercer hechizo.

 

"Nusku, Sinjoro de Fajro

Kovru mian kontraŭulon per via sankta mantelo

Subtenu mian kaŭzon

Kunfandu ĝin en vian ardan kaj justan kompaton

 

El Dashure debía encontrarse aprisionado entre toneladas de arena y piedras, abrasado por el fuego, podía sentir el calor, pero no sería suficiente. Era el turno del agua.

 

"Aŭskultu miajn pledojn en bezonoj

Yemayá, Akvisto

Akompanu la Sinjoron de Fajro

Transformas sian brulantan flamon en likvan fajron "

 

A su lado Aysel cayó de rodillas, se llevó las manos al pecho y jadeó con esfuerzo, apenas podía respirar. Extraer la cantidad de agua que necesitaban para el Brulanta magmo en un entorno tan árido era una tarea titánica, casi imposible.

 

Los gritos ahogados del Dashure le llegaron amortiguados, ni siquiera una criatura con su poder de regeneración sobreviviría a un ataque de lava completo. El magma comenzó a filtrarse por el suelo, expandiendo, inundando la superficie a su alrededor. El magma y la lava eran impulsados por la magia, a menos que Zwein completará el hechizo no se detendrían hasta utilizar la última pizca de magia del Maestro y Familiar por el que fueron invocados. Llegado a este punto muchos Magos estaban tan exhaustos que eran incapaces de terminar la última parte del hechizo.

Zwein creó una alfombra de arena y depositó a Aysel con delicadeza sobre ella. Ambos se elevaron en el aire, cerrando el círculo.

 

"Dioj de la Ĉielo, Mawu—Lisa

Respondu mian vokon

Enhavu viajn fratojn

Alportu al mi la cindron de mia malamiko”

 

Una fuerte corriente de aire atravesó el ardiente magma, cristalizándolo, en segundos la ardiente lava se endureció hasta convertirse en rocas. Un puñado de cenizas mezcladas con arena volaron hasta las manos de Zwein, desconocía la razón de esta última parte del hechizo, pero sabía que no estaba completo hasta que ambos comieran el cadáver de su enemigo quemado hasta las cenizas, tragó la mitad de un bocado sin pensar en lo que estaba ingiriendo y metió el resto en la boca de Aysel quien apenas yacía consciente, le dio un suave masaje en la garganta para ayudarlo a tragar.

Estaba hecho, habían vencido. Era todo. Obtuvieron la victoria en menos de sesenta segundos, se deslizó hasta el suelo, deshizo la alfombra de arena y deposito a Aysel sobre las rocas que segundos antes fueron magma, su frialdad le hirió como puñales helados. Deseó tener fuerza para llevar a Aysel a un mejor lugar donde pudieran descansar, pero apenas podía mantenerse despierto, entrelazó los dedos de su mano sana con su Familiar. Aysel tenía los ojos cerrados, estaba inconsciente o muerto. No podía sentir su magia.

—Está dormido— se dijo para convencerse a si mismo—. Creo que yo haré lo mismo.

Zwein cerró los ojos y se perdió en la nada.

 

Notas finales:

Aunque no lo parezcan los hechizos tienen una traducción al español, en realidad, primero son escritos en Español, al principio pensé en hacerlos en formas de haikus (¿así se escriben?), poemas de 11 palabras japoneses, pero iban a quedar muy pequeñitos.

Como sea, si alguien esta interesado en la versión al español de los hechizos (cosa que dudó sinceramente, jajaja), puede decirme y se lo dejare en comentarios porque supongo que a la mayoría les vale un pepino.

Gracias por leer, saludos...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).