Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Monocromo por chibibeast

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holis~

Me adelanté a la actu porque sí xd 

Hoy tuve el tiempo para terminar esta parte. Mañana, lunes, planeo publicar otro One Shot diferente.

Quiero aclarar un par de cosillas:

1)En el cap anterior, Yutaka sólo veía en color gris porque es un universo de almas gemelas. Creo que eso quedó claro lol

2)En este cap, viven en un universo alterno, ¿quizás? o la historia sucede siglos después, cuando las almas gemelas por alguna razón dejaron de existir. El hecho de que se mencione Yutaka y monocromo en la misma oración, se debe a que tiene Monocromatopsia <-Info aquí

¡Listo!

El tiempo avanza, sin pausas, sin esperar a nadie. No existe excepción alguna.

El ciclo de vida, sea ser vivo u objeto, tiene un inicio y un final.

«¿Crees en la reencarnación?»

Era una de las preguntas más comunes que se hacía, si bien no todos los días, cada que su imagen se reflejaba en un espejo o cuando tenía una sensación de déjà vu. No entendía de dónde provenía esa duda ni qué la causaba, tampoco hacía algo para resolverla. Creer o no, cambiaría nada en su rutina.

Yutaka Tanabe, no tomaba importancia al destino. Lo bueno y lo malo que sucediera dependía de las decisiones tomadas por la persona misma. Acción y reacción. En cambio, imaginaba que Kai —el personaje que actuaría cuando fuese famoso— tendría que dar respuestas afirmativas respecto al destino y la reencarnación, entre otras cosas que le eran indiferente. Todo sería por mantener el interés de los fans. Lo único que tenían en común estas dos partes de sí mismo, era el sentido del humor raro. 

Gazette era una banda amateur, conocida entre el poco público que asistía a sus presentaciones en un bar, cuyo "escenario" tenía mala iluminación, aunque eso no quitaba lo genial que lucían sus integrantes. El sonido fue lo que le atrajo, a pesar de la calidad de los equipos. Cuánto quisiera que su banda sonara igual o mejor.

Había un integrante que cuando lo vio por primera vez, sintió el suelo derrumbarse bajo sus pies, el oxígeno escapó de sus pulmones, el tiempo pareció ralentizar su velocidad. Sintió enceguecer durante unos segundos, parpadeó un par de veces y su mirada enfocó directo a esa persona, que a su ver, los reflectores eran innecesarios para iluminar el bar.

Nació con problemas en la retina, debido a esto, su percepción de los colores era opaco, a diferencia de las demás personas. Sin embargo, en aquel momento, los colores eran brillantes, avivados. La mayoría de los presenten usaban ropa negra, pero los accesorios y tintes de cabellos, eran como un foco. Cuando la banda finalizó su repertorio, descendieron del escenario, perdiéndose en la multitud.

Hizo todo lo posible por conseguir una audición, cuando se enteró que necesitaban un baterista. El look visual que llevaban ese día, era menos llamativo que el que usualmente llevaban en las presentaciones. Aun así, supo reconocer al muchacho que le hacía ver los colores de un tono distinto al acostumbrado. Agradeció a entidades inexistentes (el dios de las baquetas y los pedales) por bendecirlo con la coordinación motora de su cuerpo, puesto que sorprendió a todos y se ganó el puesto de baterista.

Después de eso, tuvieron una reunión en la que explicaron los horarios de ensayo y todo acerca del próximo "concierto" que atenderían. Estaban en el pequeño y casi vacío apartamento que uno de ellos alquilaba, así que antes del anochecer, el resto tuvo que partir.

En el trayecto, dos tomaron diferentes autobuses que los acercarían a lo que sea fuese que llamaran hogar. Yutaka, no creía que el destino jugase a su favor al recorrer las calles con el joven más encantador con el que hubiese tenido contacto. Le costaba creer aún más que ambos se dirigieran a la estación de trenes y viajasen en el mismo tren, claro, se bajarían en distritos diferentes. Primero, bajaría él y, luego, el otro.

Durante el viaje, Yutaka, sentía la imperante inquietud de salir de la máquina metálica. Disimulaba delante de su acompañante para no transmitirle sus oscuros pensamientos, mas, este le descubrió y preguntó por su comportamiento. Sin saber qué responder, agarró el brazo del joven de iris pardo, hizo que ambos bajaran en la siguiente estación (que le tocaba a Yutaka). Debido a lo extraño de la situación, el muchacho intentó oponer resistencia, pero estaban demasiado cerca de la puerta y la gente los vio salir como un par de amigos traviesos.

Mientras caminaban, Yutaka le pidió que no le soltara hasta llegar a la calle. Esto asustó al muchacho, quien se dejó guiar al pensar que estaban en peligro o algo así. Una vez afuera de la estación, uno reguló su respiración, el otro veía hacia todos lados, paranoico.

—Tranquilo, ya pasó el peligro.

—¿Cómo puedo estar seguro de que tú no eres el peligro? —Le acusó el de iris pardo.

—Permíteme explicarte, ¿sí?

—Bien. Adelante. —Ofreció, cruzando los brazos sobre su pecho e irguiendo su postura, a modo defensivo.

—Sé que sonará loco y ridículo, pero no tengo una verdadera justificación, más que un mal presentimiento.

—¡¿Qué rayos, Yutaka?! Me hiciste imaginar lo peor, ¡que nos querían robar o matar, ¿qué sé yo?!

—¡Perdón! —Como muestra de verdadero arrepentimiento, hizo una reverencia. —Aquí —apuntó a su pecho, luego de erguirse. —, sentí que se desgarraría, si te dejaba continuar dentro del tren. No tengo palabras convincentes para que me creas, sólo puedo decirte que sentí que, si te dejaba allí, me arrepentiría hasta el día de mi muerte. No quiero perderte.

Seguido, el silencio les envolvió. Incómodos por lo antes dicho, evitaban cruzar miradas. Recién hace unas horas se conocieron, no tenían un lazo que les atara.

—¿Fue como un déjà vu? —La voz se oyó grave, al hablar en susurro.

—Sí. —Asintió. —Como si hubiese habido una ocasión en la que no tuve la oportunidad de salvarte. —Tragó saliva, nervioso. Esto era ridículo, jamás se habían visto, eso no pudo haber sucedido. Además, decirle que el mundo dejaba de ser monocromo, cuando él estaba, podría hacer que se alejase y volver realidad su temor. 

De nuevo, silencio. El viento nocturno soplaba cálido, debido al venidero verano, mecía los largos mechones de cabellos de algunos transeúntes, se oían las voces y los pasos de estos, el cielo despejado permitía vislumbrar la luna llena. El claxon de los automóviles les hizo dar un brinquito inesperado, ambos rieron por la reacción, destensando el ambiente.

—Dime, Yutaka Tanabe, ¿crees en la reencarnación?

 

Notas finales:

-kisses for all-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).