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Catarsis por LECTERSWAN

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Notas del fanfic:

Aclaraciones: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, todos son de la grandiosa J.K Rowling que nos ha dado ese maravilloso mundo lleno de magia.

OJO: en el fanfic no existe Luna Lovegood, la cambie por mi versión masculina (porque esto es yaoi señores¡) Artemys Lovegood, tiene algunos rasgos de Luna pero las mezclé con mi propio personaje (osease Artemys)

ASíq ue esto básicamente sería una Crack pairing ? XD

Notas del capitulo:

Todos los personajes son propiedad de J.K Rowling, solo los tomamos prestados para hacer este fanfic.

Artemys Lovegood está basado en el personaje de J.K llamado Luna Lovegood, solo que esta es su versión masculina.

En este fanfic los personajes ya cuentan con 17 años y están cursando el último año de su educación en Howarts, se han modificado las fechas haciendo que el torneo de los tres magos se realice en este mismo año.

OJO: Hemos modificado el Torneo de los tres magos y ahora es llamado torneo de las cuatro casas donde se elige un campeón de cada casa y los ponen  a competir entre ellos, por lo demás las pruebas siguen casi iguales.

Este fanfic lo realicé junto con Ela, compañera de rol por whatss así que también es su creación¡

Como todos los años Harry Potter estaba más que emocionado de regresar al único lugar en el planeta en donde era feliz y este lugar era Howarts el Colegio de Magia y Hechicería que, como cada año, recibí dentro de sus enormes muros a la nueva generación de magos y brujas.

Ese año no había sido la excepción y Harry ya tenía todo listo para regresar, gracias a que sus tíos, los Dursley, estaban más que ansiosos de deshacerse de él que no pusieron resistencia cuando el padre de su mejor amigo Ron Weasley fuera por él para llevárselo a los famosos Torneos mundiales de Quiddich. Claro que no salieron de la casa sin una penosa escena donde un caramelo longuilinguo (que había dejado caer convenientemente uno de los gemelos Weasley en la alfombra de la casa Dursley) le hizo crecer la lengua  a su primo casi hasta un metro.

Los Torneos fueron de lo mejor, jamás en toda su vida había visto y hubieran sido los mejores de no ser por la inesperada aparición de los mortifagos que llegaron a sembrar el pánico entre los asistente. Para su suerte salieron ilesos de ahí, no sin ciertas sospechas y acusaciones acerca de quién había conjurado la marca tenebrosa sobre sus cabezas.

Pero lo más extraño quizá radico en que en los mundiales de Quiddich y al huir de los seguidores de Voldemort hacía el bosque se topó con el muy sonriente Draco Malfoy que como siempre no había perdido el tiempo de hacerles una que otra hiriente broma y dar a entender que pronto terminarían muertos. Sin duda alguna no era nada de otro mundo pero había algo muy extraño, algo que en ese instante no le dio importancia sino hasta que estuvo a salvo en la casa de los Weasley, recostado en la habitación de Ron que roncaba profundamente y él no podía dejar de pensar en la cara afilada de Draco Malfoy sonriendo con sorna; con la luz verdecina de la marca tenebrosa en el cielo iluminándole la cara; pero en cuyos ojos brillaba un terror tremendo. Era extraño, sin dudas jamás había visto a Malfoy revelar algún tipo de sentimiento que no fuera el de la cruel alegría cada vez que torturaba a sus amigos o a él mismo.

Por esa razón al ver que le advertía  a Hermione que si no se alejaba terminaría más que muerta, para alguien que no le conociera eso sonaría  a una amenaza pero tantos años escuchándole amenazarle le habían hecho reconocer que bajo esa simple frase había un poco de preocupación. ¿Por Hermione quizá? O tal vez… ¿Se preocupaba por él?

“Pero que estupidez”

Se dijo a sí mismo antes de olvidar por completo el accidente y volver a la seguridad de su rutina en la Madriguera.

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El Regreso a Howarts fue realmente calmado, se la pasó bien con Ron y Hermione, más con Ron que no paraba de comentar los mejores momentos de todo el torneo de Quiddich. Por fin al llegar a su tan añorada escuela, el único lugar donde los Dursley no estaban y podía disfrutar de una buena comida, platicas con amigos y volar en escoba sin preocupación alguna. O al menos eso creyó pues apenas regresar el Director Dumbledore les anunció que ese año los partidos de Quiddich estaban suspendidos debido a otro importante acontecimiento que no se había realizado en varios años debido a algunas disputas pero que gracias a la intervención del ministerio y a una nueva regla que hacía que la edad mínima para participar fuera de 17 años, ahora se volvía a instaurar.

 

-Quisiera que dejara de hablar y nos dijera ese “tan importante evento” por el cual han decidido cancelar el Quiddich- su compañero Ron, un chico pelirrojo con la cara llena de pecas y la nariz fina, tenía toda la razón y casi como si el director le hubiera oído dijo:

 

-Este año se llevará a cabo el Torneo de las Cuatro Casas-varios cuchicheos se alzaron por las mesas de las casas inundando por completo todo el comedor, sin embargo la afilada mirada de la Profesora McGonagall les hizo callar para dejar que el director pudiera seguir con su explicación- como saben el colegio fue fundado hace más de mil años por cuatro de los más brillantes brujos y bujas que ha habido en la historia: Godric Gryffindor, Salazar Slytheflerin, Helga Hufflepuf y Rowena Ravenclaw entre ellos siempre hubo una rivalidad muy sana para ver cuál de todas las casas era le mejor- gritos de los alumnos de Slytherin hicieron que el director hiciera una pausa antes de continuar- siguiendo esta tradición los cuatro grandes fundadores establecieron lo que hoy conocemos como el torneo de las Cuatro Casas.

 

“En este torneo se elegirán a cuatro representantes o campeones, uno de cada casa, estos cuatro campeones serán sometidos durante el año a Tres pruebas en las cuales se pondrá a prueba no solo su valor sino su astucia, inteligencia y capacidad”

 

-¡Asombroso¡-murmuraron los gemelos Weasley, hermanos de su mejor amigo y que ya estaban en su último año de estudios en el colegio-

 

“Sépase que en este Torneo solamente podrán participar aquellos que hayan cumplido la mayoría de edad, es decir 17 años” algunas replicas no se hicieron esperar pues los chicos de cursos más bajos estaban desilusionados por no poder participar. Él por su parte no estaba muy seguro de como tomar eso, después de todo ya tenía los 17 años, pero su vida había estado tan plagada de aventuras y peligros que sin duda el meterse en un torneo donde era seguro que le esperaban más peligros no era una idea muy buena que digamos.

 

Sin dudas quería pasar ese año lo más tranquilo posible, no tanto así su amigo ron quién contemplaba al director como si frente a él se hubiera colocado el espejo de Oesed de nuevo, ya podía ver a su amigo anotarse para ese torneo sin importarle absolutamente nada más que la fama y la gloria que este traía consigo.

 

-Genial, ¿No lo crees Harry?- los brillantes ojos de Ron le sacaron de sus ideas de hacer la vista gorda y pasar el resto del año de forma calmada, sin nada de peligro en cada esquina- ¡Fama y Fortuna¡ eso espera al que gane el torneo ¡Oh Merlín quiero ganarlo¡

 

-Para eso tendrás que ganarnos antes a nosotros, hermano- Fred parecía igual de emocionado que su hermano George quién hablaba con Lee acerca de las posibles pruebas que podía haber en el Torneo.

 

-¿Vas a participar?- con el ceño arrugado Ron enfrento a su hermano mayor que parecía ya estar planeando que hacer con el premio del Torneo que, el jefe del Departamento de Seguridad Mágica, Bartemius Crouch explicaba a los muy emocionados alumnos.

 

-¡La pregunta ofende, hermanito¡- ese fue George quién frotaba sus manos al oír que el premio eran 1000 galeones, un premio nada despreciable, sin duda alguna- ambos participaremos, después de todo deben de ser campeones los elegidos ¿No?

 

-¿Y qué mejores campeones que nosotros?- concordó su hermano gemelo, eso apreció desanimar un poco al pelirrojo que se giró hacía su amigo Harry y le dijo en voz suficientemente baja como para que solo él le oyera:

 

-Me registraré para participar…tal vez tenga suerte y…bueno, ya sabes…

 

-Si eres elegido pondrás muy en alto la casa de Gryffindor- eso pareció animar a su amigo que siguió escuchando las instrucciones del Sr. Crouch acerca de que una vez elegidos no había marcha atrás.

 

Él por su parte no creía que Ron fuera elegido, no porque fuera malo sino porque todos los chicos que compartían curso con ellos eran excelentes magos a tener en cuenta y de todas formas ¿Y cómo iban a elegir a los campeones de cada casa? Esa sin duda era una muy buena pregunta que no tuvo que esperar mucho a ser  contestada pues en el frente del gran comedor el Sr. Crouch y Dumbledore habían traído, por medio de magia, una cosa enorme. Era como un monolito hecho de oro y engarzado en piedras preciosas, lo centraron en mitad de la gran plataforma frente a la mesa de los Profesores que parecían más que ansiosos de ver lo que había ahí dentro.

 

-Déjenme presentarles- la profunda y clara vos del director dejo a todos en silencio- a nuestro juez imparcial- y con una floritura de varita la estructura de oro y piedras preciosas empezó a derretirse de a poco dejando ver el interior de este, una estructura de piedra bastante sólida quedó a la vista revelando que lo que tenían ahí guardado no era otra cosa que un enorme cáliz de piedra que al haberse “derretido” toda su capa protectora empezó a flamear mostrando unas delicadas flamas azules.

 

-Todos los alumnos que deseen participar deberán de colocar su nombre en un trozo de pergamino y colocarlo en las llamas del cáliz, tienen hasta mañana en la noche en que yo personalmente sacare a los elegidos por el cáliz ¿Alguna duda?- el silencio fue la única respuesta que tuvo- muy bien entonces ¡A atacar¡- y como si la comida hubiera estado esperando esa señal para aparecer, coas que Harry no dudaba pues él ya sabía de los cientos de elfos que había trabajando en las cocinas y que se encargaban de transportar la comida de estas a las mesas del comedor.

 

Durante la siguiente hora lo único en lo que se pudo concentrar fue en las delicias que habían preparado los elfos y como todos comentaban, entre bocado y bocado, que les gustaría participar y ganar en el torneo, todos excepto Neville quién parecía querer desaparecer cuando Ginny o Fred le preguntaban si metería su nombre en el cáliz. Así cuando por fin acabaron de comer todos los alumnos se fueron a sus respectivas salas comunes aun hablando de lo emocionados que estaban acerca del torneo, Harry iba en medio de Ron y Hermione que, curiosamente, solo hablaba de las clases que quería tomar ese año, fue en ese momento que una extraña sensación en la nuca le dijo que alguien le observaba, así que sin dejar de caminar al paso de sus amigos se giró topándose de lleno con una mirada gris que le observaba desde la mesa de Slytherin. Solo fue un segundo pues sus compañeros que salían del comedor le bloquearon la vista y cuando por fin pudo ver de nuevo descubrió que en el asiento donde antes estaba Draco Malfoy ya no había absolutamente nadie.

Notas finales:

Como siempre agradezco su valioso tiempo, seguiré actualizando todos los fanfics que les debo hasta llegar a las actualizaciones en las cuales ya estoy trabajando.

En la cuenta de WATTPAD de IVAN_MENDOZA tengo otros trabajos ya más adelantados. 

Sin más por el momento me despido¡ 


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