24.-Aire
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A Severus y a Harry literalmente se les había ido el aire en ese momento.
¿Era tan importante respirar cuando la cosa más hermosa del mundo había pasado?
-¡Papá!
-¿Severus? -preguntó Harry sin mirar a su esposo, sólo concentrado en el bebé de siete meses que estaba en su silla alta para comer y en donde él estaba con la cuchara en el aire, por que no había sido capaz de llevar a la boca de su hijo.
-Sí, Potter -Severus estaba en las mismas condiciones que su esposo, viendo a Sebastián como si tuviera dos cabeza.
-¿Severus?
-Lo escuché -dijo Severus poniéndose de pie, tenía que tomar una gran bocanada de aire, porque los pulmones ya le dolían al no tener nada dentro. Caminó despacio hasta sentarse junto a Harry y de frente a su bebé que le veía divertido- ¿Qué dijiste, bebé?
-¡Papá! -dijo levantando sus bracitos lleno de vitalidad.
-¡Oh, mi bebé hermoso! -dijo Harry saliendo de su asombro inicial, sacando a su hijo de la silla que chilló divertido al ser lanzado al aire y atrapado en los fuertes brazos de padre.
-No puedo creer que lo haya dicho -dijo Severus sonriendo. No podía tener otra expresión en el rostro, aunque quisiera, estaba feliz, su hermosos hijo había dicho su primera palabra.
-No puedo creer que me haya dicho papá…
-¿Perdón? -preguntó Severus cayendo de su nube celeste- yo soy papá -dijo caminando hasta su esposo para quitarle al bebé que se refugió feliz en el cuello de su papá.
-Severus, me extraña -dijo cruzándose de brazos.
-¿Qué es lo que te extraña, Potter?
-Que confundas las cosas -dijo queriendo tomar al bebé, pero Severus se lo quitó del camino-. Obviamente me llamó papá a mí.
-Oh, no, no, no, no, no -dijo Severus moviendo su dedo de un lado al otro- tú eres su padre… yo soy su papá.
-¡Por supuesto que no! -dijo Harry haciéndose el ofendido- tú eres su madre…
-Vuelve a decir eso y te corto las pelotas -dijo atrayéndolo de la corbata a estar palmo a palmo.
-No harías eso -dijo Harry divertido atrayendo a su esposo por la nuca para besarlo con fuerza, acercándolo con la otra mano por la cintura para encerrarlos a ambos en un abrazo- te gustan mis pelotas… sueles jugar con ellas y...
-Cállate, idiota -dijo completamente rojo.
Harry se había dado cuenta que con la llegada de Seb su esposo se había vuelto muy vergonzoso a la hora de hablar cosas sucias, imaginaba que su esposo no quería que su hijo escuchara tanta guarrada a tan temprana edad.
-Está bien -dijo en un acuerdo propio-. Tú serás papá y yo seré padre.
-Bien -dijo mirando a un lado- ambos podemos ser papá -dijo dando su brazo a torcer. No podía pensar bien sintiéndose tan cómodo entre los brazos de Harry.
El menor sonrió, amaba demasiado a su omega.
-Perfecto -dijo besándolo en la mejilla y luego besando la cabecita de su bebé-. No tienen idea de cuanto los amo.
-Bebé y yo también a ti -dijo Severus sin mirarlo, más entretenido en la carita divertida de su hijo que les miraba y había soniditos con la boca.
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Fin