La madre de Noelia era de las madres que dejaban a sus hijas forjar su camino. Pero también era protectora con ella cuando la veía triste, ejemplo cuando Noelia tenía cinco años de edad esta fue molestada por solo tener una madre y no tener padre, y llorando fue a decirle a su madre porque no tenía padre esta se puso en la misma posición que ella para que la viera directamente a los ojos "porque mi amor es igual a dos o tres padres, no deberías de llorar corazón. No permitas que las personas te hagan llorar por cosas que ellos sienten que esa es nuestra debilidad; en sí esa es nuestra fortaleza" le dió un fuerte brazo, limpió sus lagrimas y le dió un beso en la frente. Muchas veces la madre de Noelia no estuvo de acuerdo con algunas decisiones de su hija, pero con la casi seguridad que su hija podría fallar o salir lastimada la dejaba intentar porque a veces de eso se trataba la vida, que se metan de lleno a la piscina y aprendan a nadar. "¡Mamá mírame!" miró a Noelia cuando esta estaba segura de que quería ser una patinadora profesional pero en picada con una patineta en la mano, en ese momento la madre se dió cuenta que fue un error haberle comprado una patineta. "Bueno creo que la próxima Tony Hawks va tener que esperar ¿No crees?" le preguntó a Noelia que se quedaba enyesada en su cama. Su madre se dió cuenta que su nena se equivocaría muchas veces, pero también se dió cuenta que tiene el nivel que tiene por empatizar con las personas es muy alto, aún recuerda fue a recoger a su hija y la vió sentada con un pequeño niño llorando y ella trataba de consolarlo, los dejo unos minutos a solas porque no quería interrumpir aquella escena, al pasar los diez minutos y recoger a Noelia, la directora del colegio se acercó a ella para conversar sobre el comportamiento de su hija, al parecer su hija le había pegado a un niño, pero fue porque esté comenzó hacer sentir mal al niño que su hija estaba consolando. La madre no le respondió nada a la directora, pero lo que hizo con Noelia fue llevarla por un helado, se sentía feliz por el hecho de que su hija defienda a las personas que no puedan.
Su hija ahora era mayor ya con unos veinte años de edad y una ruptura de amor superada, Noelia había encontrado un trabajo en el cual ya tenía unos seis meses y una
carrera de univerdad abandonada, sentía que su hija se encontraba dandose su tiempo y ella no era quien para presionarla a tomar una decisión sobre su vida a menos no
hasta que acabe el año porque tampoco podía ver a su hija sin tomar una decisión.
- Hola madre - Noelia se acercó a su madre a darle un beso en la mejilla, algo que le gustaba de su hija era que a pesar de los años ella seguí siendo cariñosa.
- ¿Que tal el trabajo?
- Normal, hoy día fue una clienta al resturant pero ella parecía que no fuera de acá.
- ¿De este planeta?
- No mamá, parecía que fuera como una estrella.
Luego de aquel comentario algo en la cabeza de la madre de Noelia no cuadro, notaba cuando su hija tenía cambios de humor o había alguien que llame su atención.
Ejemplo hasta hace poco no dejaba de mencionar a una tal Jessica de su trabajo, pero ha dejado de mencionarla así que puede suponer que la posible relación o interés hacia la tal Jessica ha disminuido de una manera considerable. De igual forma no tenía apuro en enterarse ya que su hija le contaba tarde o temprano.
El día de hoy en el trabajo de Noelia, horas antes de llegar a su hogar con su madre.
- Sabes a pesar de que has pasado la noche con Jessica parece que te destara o algo parecido. - Le comentaba su amigo Leo el barman.
- Bueno en sí ha sucedido todo lo contrario, he intentado hablarle de una manera totalmente normal, pero ella me ignora y de una forma muy notoria - comentó Noelia, mientras recordaba la otra vez que ella se encontraba a solas con ella y la saludaba, Jessica pasó totalmente de largo. - creo que no le ha gustado lo que pasó.
Ya era las siete de la noche aproximadamente y al ser domingo se entendía porque el lugar no estaba tan concurrido como otros días por lo cual Noelia se dedicaba más a conversar con Leo, le gustaba aquel trabajo también por el ambiente que tenía aquel restaurant ya que era grande, las mesas de madera al centro y en los lados de las ventanas también mesas con esos asientos cómodos que le daban el ambiente y si no quería observar la calle también muebles en la pared como están cerca a la ventana pero sin vista a la calle y aquella mesas tenía una pequeña lampara.
- Entonces que dices, luego de venir del trabajo te pasas a mi casa y jugamos un ratos - Le dice Leo a Noelia.
- Voy a tener que negarme esta vez, le he dicho a mi mamá que iría a la casa y comeríamos algo.
- Bueno será para la otra - Leo iba a decir algo más, pero llegó Jessica.
- Leo, me invitas un vaso de agua por favor.
- Claro preciosa - mientras este le servía agua, Jessica se quedó mirando a Noelia, la última se quedó algo incómoda.
- Gracias Leo, saben quién cierra el restaurant hoy, Jerry me dijo que sería la persona que descansó el viernes.
- Soy yo - Noelia levantó la mano. - pero creo que hoy vamos a cerrar temprano al parecer no hay mucha clientela. Así pasaron las horas y los tres conversaban como si nunca hubiera pasado lo de hace una semana aproximadamente, ya faltaba diez minutos para cerrar pero de pronto apareció una mujer con una joven acompañada. La presencia de aquellas dos mujeres era inevitable no notarla. Las dos mujeres se sentaron en una mesa del centro esperando que las atiendan, aquella mujer mayor cruzó mirada con Noelia y la última no pudo quedar hipnotizada por ella como si está tocara una flauta y Noelia fuera un fiel animal a punto de seguirla hacia cualquier parte. Los ojo cafés claros de aquella mujer era hipnotizante para Noelia, la piel blanca como la nieve le llamaba mucho la atención, Noelia tomó la carta del menú del restaurant y se acercó al par de mujeres.
- Hola, que tal mi nombre es Noelia y voy ayudarlas con su orden. - Noelia, le entregó el menú a las dos y pudo observarlas con más detalle. Los rasgos de aquella mujer eran finas como si un dibujante hubiera pintado su gran obra sobre ella, su cabello era castaño claro y sus manos delgada, para su suerte las dos se encontraban concentradas mirando el menú. La acompañante de aquella mujer tenía un leve parecido a ella, pero con la diferencia del color de sus ojos y sus facciones.
- Tía creo que yo solo pediré una ensalada - dijo aquella chica bajando el menú para dirigirse a la mujer que había llamado la atención de Noelia.
- Bueno creo que yo pediré el menú número dos y una copa de vino por favor - la voz de aquella mujer era profunda que podría seguir hipnotizándote "es hermosa" fue el pensamiento de Noelia, pero esta debía seguir en su papel de tomarles las órdenes.
- Claro, su acompañante desea tomar algo de beber. - Noelia seguía poniendo la atención en aquella mujer, que ahora le sonreía e hizo que esto ruborice a Noelia por dentro de ella rogó que esto no se notara.
- Un vaso de agua estaría bien, Noelia - aquello la sorprendió, pero se despreocupó al notar que en su uniforme decía su nombre. Se avergonzó un poco al notar como ella iba vestida, una blusa celestes un pantalón negro y un delantal en la cintura, le hubiera gustado que aquella mujer la veo con otra ropa.
- Muy bien ahora les traigo su orden - Noelia, regresó donde Leo a pedir las bebidas sin antes dejar la orden para que el área de cocina prepare el pedido. Volvió donde el barman para recoger las bebidas.
- Noelia, aquella no era tu mesa - Dijo Jessica algo rara por la actitud de Noelia - ¿Estas bien? ni bien entraron esas chicas te acercaste a tomar su orden. - Leo no decía nada, parecía que le daba poca importancia aquello.
- Creo que me nuble un poco - Noelia cayó en cuenta que aquella no era su mesa que debía atender, pero fue inevitable el acercarse.
- ¿Deseas que yo atienda? - preguntó Jessica.
- Nonono uhmm yo ya lo empecé atendiendo así que yo lo termino, no te preocupes.
- Bueno está bien - Jessica también le restó importancia, Noelia escuchaba como el par de chicas en aquella mesa conversaban alegremente. Cuando recibió las bebidas se acercó a la mesa y notó como la mujer le dedicó una mirada además de sonreírle para poder seguir platicando con su sobrina. Noelia, sentía como las mariposas revoloteaban en su interior... Al dejar las bebidas y la comida ambas se lo agradecieron, al terminar de comer le dejaron propina y agradecieron la atención. Primero quien cruzó la puerta fue la sobrina y por último la mujer, pero esta no dio una mirada hacia atrás cosa que decepcionó un poco a Noelia.
A los veinte minutos ya la mayoría se había ido, pero Leo se acercó a Noelia y la fastidió "estaban guapas no?" para luego irse. Mientras terminaba de colocar las silla encima de la mesa, sintió que alguien tocaba su espalda y esta saltó del susto.
- Jessica me asustaste - dijo Noelia al notar que era ella. - espera humm ¿Qué haces aquí?
- Quería conversar contigo - Jessica, se sentó en una de las mesas. - quería hablarte sobre lo que pasó la otra vez - Noelia, se puso algo nerviosa pero también curiosa.
- Pasó algo con tu ex-novia - preguntó notando interés.
- Parece que vamos a volver - dijo Jessica, pero su tono no lucía tan alegre.
- ¿Eso no es bueno? - dijo Noelia, que comenzó acercarse hacia ella.
- Si, supongo que sí, pero ella no sabe lo que pasó entre nosotras igual no estaba mal porque habíamos terminado... - tomó la blusa de Noelia y la jaló un poco hacia ella - no es que esté enamorada de ti - aquello le dio mucha gracia a Noelia - no te rías, es solo que al momento de volver con ella no podré besara otra persona nuevamente.
- Bueno entiendo tu punto de vista, entonces este sería el última beso ¿Cierto? - Jessica asintió - pero con una condición, no me ignores es incómodo porque yo te trato normal.
- Disculpa por eso, es solo que me sentía avergonzada - Jessica comenzó acariciar el cuello de Noelia, la última sonrió para luego besarla y estuvieron así un buen rato hasta que el besó comenzó a tornarse más caliente, pero Jessica lo paró y estuvo tentada en decir algo más.
- Ey no es necesario que sigamos, estuvo bien para mí - Noelia le dio un beso en la mejilla - Creo que deberíamos ir a casa.
Noelia sabía lo que pasaba entre ellas, sabía que no era amor pero no por ello no debía dejar de tratarla bien. De camino de regreso esta vez Jessica decidió tomar el mismo camino que Noelia, conversaron sobre cómo Jessica estaba por regresar con su actual ex-novia, de cómo la perdonó y como decidieron en darse una segunda oportunidad. Cuando Jessica le contaba aquello no podía evitar pensar en aquella chica de años anteriores que en su momento fue lo más bonito que tuvo solo que el final fue agrio para ella. Le dio un fuerte abrazo a Jessica en forma de despedida para poder seguir su camino a casa.
Al encontrarse con su madre, le mencionó aquel encuentro con aquella mujer que seguía en la mente de Noelia por supuesto quedó ese día en su mente e intentaba adivinar su edad, nunca había estado con una mujer mayor que ella, no porque la edad fuera una obstáculo sino porque nunca una había llamado su atención como aquella mujer, y con la satisfecha despedida sobre su breve y rara relación con Jessica que pudo haberse vuelto quizás algo tormentosa, pero especialmente con aquella mujer en la mente de Noelia se fue a dormir.