Capítulo 5
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Daiki estaba con los nervios de punta. Su madre, muy campante, había dicho que, como eran amigos y compañeros en la casa de los milagros, no habría problemas en que durmieran en la misma habitación. Lo que había acarreado un sinfín de reacciones. Daiki quería reírse de la cara sonrojada de Taiga, pero el gruñido de sus hermanos mayores le limitaron. Como él sí esperaba, Soun y Kamui habían puesto el grito en el cielo, preguntando a su santísima madre cómo se le ocurría dejar a Daiki, su bebé omega, con un alpha pervertido como, ellos pensaban, era Kagami Taiga.
-Tienen que estar bromeando -dijo ahora Daiki irritado, parándose entre Kamui y Taiga, pues el mayor había tenido la osadía de sostener al pelirrojo por la solapa de su chaqueta- ¿Me vas a venir a defender ahora? ¿ambos lo harán?
-Daiki…
-No, Soun -dijo golpeando con un dedo el pecho de su hermano mayor-. Ustedes fueron los que se marcharon y nos dejaron a mamá y a mí.
-Hijo…
-No, madre -dijo parándola con delicadeza-. No esperaba que esto pasara, pero dado el caso y estando las circunstancias como están vamos a tener una conversación -dijo al tiempo en que sostenía la mano de Taiga y lo llevaba por el pasillo, donde aún estaban, hasta la sala, donde sus hermanos llegaron a tropezones.
-No creo entender tu molestia, Daiki.
-Por supuesto que no lo entiende, Kamui, porque ustedes simplemente avanzaron, siguieron su camino como los "Alphas" que son -dijo haciendo comillas-, pero nunca notaron que nos dejaron atrás, que mamá estuvo mucho tiempo trabajando duramente por nosotros, y que estuve a punto de no poder seguir ni con mis estudios, por que no teníamos los medios para sostenernos.
-Eso no es así, Daiki -dijo Soun cruzándose de brazos-. De haber sido así lo habríamos sabido.
-¿Estaban aquí para saberlo? -preguntó dolido ¿Además de dejarlos ahora no le creían? ¿Qué par de cretinos tenía por hermanos mayores?
-Mamá nos lo hubiera dicho.
-No, Kamui -dijo Daiki molesto-. Mamá no les diría eso, porque los haría volver, los haría dejar sus "vidas de Alphas libres" -dijo con burla y resentimiento.
-No lo digas así -dijo Soun molesto-, lo haces sonar como si para nosotros hubiera sido fácil dejarlos.
-Oh, ya veo cuanto les costó -dijo irónico-. No les importó en ese momento y no les importará ahora que se vayan de nuevo, pero ahora no importa, no es necesaria su ayuda, yo, siendo un simple omega, puedo ver por mamá y por mí… váyanse a la mierda -dijo molesto saliendo de la casa.
-¡Daiki! – la madre del muchacho iba a ir por él, pero Taiga, con suavidad, la detuvo.
-No se preocupe, yo iré por él.
-Tú no te metas en esto -dijo Soun molesto.
-¿No quieres que me meta? -preguntó irónico- ¿Irán ustedes por él?
-Es nuestro hermano…
-El que ahora los odia -dijo recordándoles lo obvio-. Está herido, no esperaba encontrarlos aquí -dijo Taiga-. Miren, no tengo hermanos, no sé que se siente, pero sé que, si alguien me dejara de lado, un ser querido, me costaría mucho perdonarlo de buenas a primera -dijo con madures-. Pónganse un momento en los zapatos de Daiki. Piensen en cómo se hubieran sentido ustedes, si en vez de haberse ido, fueran los que se hubieran quedado.
Taiga no iba a discutir con los otros Alphas, su prioridad ahora era encontrar a Daiki.
-A tres cuadras hay una cancha publica -dijo la madre del menor aguantando las lágrimas. No sabía cuan lastimado estaba su bebé.
Taiga agradeció con la cabeza y tomó una chaqueta para él y la de Daiki que estaba en el sillón para ir por el chico. Corrió con todas sus fuerzas y tal como lo dijo la madre del chico, este estaba en la cancha, desafiando a un par de Alphas que estaban jugando ahí, pero a Taiga le molestó que de vez en cuando las manos de esos idiotas trataban de tocar más de lo debido.
-Ey, tarados -dijo llamándolos y acercándose a Daiki para poner la chaqueta sobre sus hombros-. Largo -les ordenó.
-¿Quién demonios te crees? -dijo uno molesto por la interrupción.
-Soy el que te partirá la cara, manos largas -dijo soltando todas las feromonas Alphas que necesitaba para ahuyentarlos y funcionó.
Daiki estaba apretando los puños, tenía demasiada rabia en ese momento. Quería descargarla de alguna manera y encontró al par de imbéciles jugando y los retó sin medir consecuencias, como siempre. Pero ahora sus victimas se habían largado como las viles ratas que eran.
-Me quitaste mi diversión.
-No quería que estuvieran toqueteándote -dijo molesto.
-Je, celoso -dijo divertido volteándose para sostenerlo por el cuello para acercarlo y poder besarlo. No le importaba que alguien lo viera ahora mismo.
Taiga se sorprendió, pero después del impacto inicial abrazó a Daiki contra su cuerpo, para tenerlo más cerca, para esconderlo con su cuerpo de las miradas curiosas que pasaban por la calle. No quería que lo vieran, no quería que vieran lo hermoso que era Daiki en medio de la pasión. Sabía que este desborde de pasión era producto de la rabia que Daiki estaba sintiendo por sus hermanos justo ahora, pero por el momento le dejaría ser. No es como si le molestara sentir la lengua del pequeño omega contra la suya, después de todo.
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Continuará...
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N/A: Lamento muchisimo la demora, pero estaba pasando por un momneto delicado y francamente no tenía ni ganas de tomar el computador, pero aquí me tienen de regreso.
un beso
Majo