-Es un buen partido. Es uno de los políticos más prominentes de su planeta, y mis fuentes dicen que tiene muchas posibilidades de convertirse en presidente. ¿Crees que es probable, SiWon? Estás mucho mejor versado en política exterior que yo.
Dijo su padre.
SungMin miró a su hermano y notó que su espalda estaba absolutamente rígida por la tensión.
Pero las puertas de la cámara se abrieron en ese momento y SiWon salió sin decir una palabra.
-Hay algo raro en él - murmuró KyuHyun al oído de SungMin. - Él parece realmente en el borde.
SungMin asintió, frunciendo el ceño. Si incluso KyuHyun, que no conocía muy bien a SiWon, lo notó, algo estaba realmente mal.
Miró a SiWon con cuidado cuando se unieron a él en las puertas del salón de baile principal del Undécimo Palacio Real, pero la cara de SiWon era una máscara en blanco una vez más.
Finalmente se anunció su llegada, y SungMin se preparó cuando entraron en el salón de baile.
Murmullos ondulaban entre la multitud.
SungMin casi podía sentir físicamente las miradas en él y KyuHyun, en sus dedos entrelazados. Su madre había estado en contra de exhibiciones tan descaradas de afecto, calificándolo de vulgar, pero SiWon lo apoyó inesperadamente, diciendo que, si estaban haciendo esto, era mejor no dejar espacio para la ambigüedad y la especulación.
SungMin levantó su cabeza con orgullo. Él no estaba haciendo nada malo. Estaba con el hombre que amaba. La ley pre-TTCI había sido derogada. Ya no estaba vinculado a Rosé. Todas estas personas no tenían derecho a mirarlos de esa manera.
Pero los prejuicios estaban muy arraigados en su sociedad, y SungMin no pudo evitar notar las miradas escandalizadas y las muecas. A su lado, el rostro de KyuHyun mostraba una expresión de interés cortés y nada más, pero SungMin podía sentir la tensión en su cuerpo. Sabía que KyuHyun estaba enojado.
La sensación de ser visto como si fuera un bárbaro incivilizado debe haber sido extremadamente ofensivo para KyuHyun: era un hombre muy exitoso y respetado en la Tierra, y no estaba acostumbrado a ser menospreciado. SungMin lo odiaba.
No le importaba lo que toda esta gente pensara de él, pero le importaba cómo trataban a KyuHyun. Su KyuHyun no se lo merecía. KyuHyun fue increíble, y SungMin tuvo suerte de ser amado por él.
Intentó extender sus escudos a KyuHyun, con la esperanza de protegerlo de cualquier ataque telepático, pero SiWon negó con la cabeza.
-Me encargaré de eso - dijo brevemente, sus ojos plateados escaneando la habitación. - No te preocupes por él.
-Gracias.
Dijo SungMin, su voz más gruesa de lo que le hubiera gustado.
-Nada de eso - dijo SiWon en su cabeza. - Mantén la cabeza alta y actúa como si no te importara lo que piensan. Lo está haciendo bien, SungMin. Lo está manejando sorprendentemente bien - Una pausa. - Tal vez estaba equivocado acerca de él.
SungMin le sonrió, sintiéndose feliz de que alguien de su familia finalmente aceptara a KyuHyun. No había esperado que fuera SiWon.
El apoyo de su hermano significaba todo para SungMin; siempre lo hizo.
-Su Majestad.
Dijo alguien, alejando a SungMin de sus pensamientos.
Miró al hombre que hacía una reverencia a su madre y sintió que su estómago se hundía. Fue lord Bleyver. Era un viudo y un vividor que tenía la reputación de dormir por ahí. Lo más preocupante es que era conocido por su mente aguda y su lengua igualmente aguda. A pesar de su comportamiento indignante, fue muy respetado y su opinión tenía mucho peso en la sociedad.
La reina inclinó ligeramente la cabeza.
-Bleyver.
Dijo con neutralidad. Bleyver era en realidad uno de sus sujetos; era el jefe de un clan que formaba parte del Segundo Gran Clan.
Bleyver se volvió y se inclinó ante SiWon.
-Su Alteza.
Dijo, sus agudos ojos marrones se encontraron con la fría mirada de SiWon.
SiWon solo asintió antes de despedir completamente al hombre y devolver su atención a la habitación en general; SiWon tenía poca paciencia para los vividores.
SungMin observó con cierto temor cuando Bleyver se inclinó ante su padre antes de finalmente volverse hacia él.
-Su Alteza - dijo con una sonrisa, inclinándose ligeramente. - Es tan bueno verle con buena salud. Veo que el aire terrano fue bueno para usted - su mirada se desvió hacia KyuHyun por primera vez, barriéndolo de pies a cabeza. - Veo que ha encontrado un buen espécimen nativo mientras estaba allí.
SungMin dudó, sin saber cómo se suponía que debía responder a eso. Bleyver no estaba exactamente insultando a KyuHyun o a sí mismo, pero había un tono condescendiente en su voz que a SungMin no le importaba.
-El espécimen nativo puede hablar por sí mismo - dijo KyuHyun, muy secamente. - Sí, soy un nativo de la Tierra, y estoy aquí con el Príncipe Min'ngh'chaali. ¿Eso es todo lo que querías saber?
SungMin reprimió una sonrisa dolida. Pronunciar los nombres completos de Calluvian no fue fácil incluso con el chip de traducción, pero el nombre de SungMin había salido de la boca de KyuHyun como si lo hubiera estado diciendo toda la vida. KyuHyun debe haber practicado mucho para lograr una buena pronunciación.
Lord Bleyver miró a KyuHyun por un momento antes de sonreír.
-Oh, sí. Gracias.
Antes de que SungMin pudiera exhalar de alivio, Bleyver se volvió hacia él.
-Perdóneme por ser tan directo, Su Alteza, pero ¿Significa esto que no le importa que su hermano se case con su antigua compañera de unión?
SungMin sonrió inseguro. No era un buen mentiroso, y todavía no estaba seguro de aprobar que SiWon se casara con Roseanne en su lugar.
-Le deseo a mi hermano nada más que felicidad.
No fue una respuesta directa, pero fue honesta.
-¿Y supongo que su terrano es la razón de su fácil aceptación?
Dijo Bleyver.
SungMin vaciló. Estrictamente hablando, no era asunto de este hombre, pero habían acudido al baile para detener todas las especulaciones y tratar de salvar lo que quedaba de su reputación. SungMin no tenía intención de mentir sobre la importancia de KyuHyun para él.
No quería que nadie pensara que no era serio con KyuHyun.
-Sí, lo es - dijo SungMin. - Nos estamos cortejando.
Él mantuvo su cabeza en alto mientras susurros corrían a través de la multitud.
Lord Bleyver sonrió.
-Para ser honesto, Su Alteza - murmuró en voz baja que no fue lo suficientemente baja como para que nadie lo escuchara. - No pensé que lo tuviera en usted, pero parece que realmente lo tuvo, en más de una forma.
SungMin se sonrojó, absolutamente sin palabras. Había oído hablar de los escandalosos comentarios de lord Bleyver, pero nunca había estado en el extremo receptor de ellos.
Una mirada a KyuHyun confirmó que KyuHyun no había entendido bien el doble sentido de Lord Bleyver; el chip de traducción no era perfecto y ciertos matices del lenguaje no se traducían. SungMin conocía el sentimiento: había habido tantas veces que los giros en el habla de los humanos lo confundían por completo y le hacían sentir que se había perdido algo.
En este momento, SungMin se sintió muy agradecido de que el chip de traducción no fuera perfecto. KyuHyun tendía a sobreprotegerlo, y lo último que necesitaban era que se ofendiera en su nombre y golpeara a Lord Bleyver.
Pero SungMin olvidó que KyuHyun no era la única persona alrededor que podría ser sobreprotectora de él.
-Me parece desconcertante que te atrevas a hablarle a tu príncipe de esa manera.
Le interrumpió SiWon, su voz como hielo, aguda y fría.
SungMin parpadeó y miró a su hermano con sorpresa. Aunque Lord Bleyver no había sido exactamente tan respetuoso como debería haber sido con un príncipe de su propio gran clan, SungMin no había pensado que su comentario mereciera la atención de SiWon.
Lord Bleyver era conocido por sus comentarios escandalosos y su comportamiento igual de escandaloso. SiWon generalmente ignoraba al hombre por completo, sin considerarlo digno de su atención. Era extraño que SiWon se estuviera poniendo nervioso por un simple comentario atrevido.
Pero, de nuevo, pensó SungMin, recordando la extraña tensión que SiWon había estado llevando. Tal vez no era tan raro, después de todo. SiWon había estado nervioso últimamente, y esto era probablemente la última gota. Lord Bleyver probablemente era solo una salida conveniente para su frustración.
-Ha entendido mal, Su Alteza - dijo Lord Bleyver suavemente, sus ojos afilados se fijaron con cautela en SiWon. - No quise ofender.
La cara de SiWon permaneció pétrea.
-Lo hiciste. No insultes mi inteligencia pretendiendo lo contrario. Pide disculpas.