SungMin hizo una mueca. En este punto, todos en el salón de baile los miraban fijamente, escuchando con avidez la conversación. Tanto por no causar un escándalo. ¿En qué estaba pensando SiWon?
Al parecer, su madre compartió sus preocupaciones y dijo:
-SiWon.
Pero SiWon ignoró a la Reina, todavía mirando a Lord Bleyver hacia abajo.
-Discúlpate con tu príncipe.
SungMin podía sentir que Bleyver no se sentía tan calmado como su postura perezosa y relajada sugería. También podía sentir que, si bien Bleyver estaba muy inquieto por desafiar abiertamente a SiWon, tampoco quería perder la cara en público de esa manera. Eso sería un golpe para su posición social.
Bleyver sonrió.
-Con el debido respeto, Su Alteza, no sé por qué debo disculparme.
Un músculo palpitó en la mandíbula de SiWon, sus ojos se estrecharon. SungMin hizo una mueca, preparándose. La tensa energía que había sentido debajo de la piel de SiWon empeoró de alguna manera, como si estuviera a unos momentos de atacar y aplastar algo, o alguien.
-SiWon.
Dijo una voz familiar mientras una mano pálida tocó el brazo de su hermano.
La tensión no sangró exactamente en el cuerpo de SiWon, pero, imposiblemente, se acomodó bajo su piel.
La mirada de SungMin siguió a la de SiWon.
SungMin sonrió al ver a Ryeo, lo había echado mucho de menos, pero Ryeo no lo estaba mirando. Estaba mirando a SiWon, una advertencia en su mirada.
-Tranquilízate.
Murmuró, su voz extrañamente suave.
SungMin nunca lo había escuchado sonar tan suave con SiWon.
Pero, de nuevo, Ryeo no estaba vinculado ahora y probablemente podía sentir lo cerca que estaba SiWon del borde.
Lo que era definitivamente extraño era el hecho de que Ryeo estaba tratando de calmar a SiWon. Mientras SungMin pudo recordar, Ryeo tuvo el efecto contrario en SiWon. Demonios, Ryeo solía ser la fuente principal de la ira de SiWon.
Pero aparentemente, "solía ser" eran las palabras imperativas, porque por alguna razón funcionaba.
Funcionó. El aire alrededor de SiWon perdió su borde asesino, sus ojos se suavizaron un poco mientras sostenían los de Ryeo, aunque la tensión en su cuerpo parecía cambiar a otra cosa en lugar de desaparecer por completo.
-Estoy seguro de que Lord Bleyver no quiso decir eso - dijo Ryeo, con la mirada fija en la de SiWon. - Él nunca haría una cosa así. ¿No es así, lord Bleyver?
-Por supuesto, Su Alteza, nunca lo haría.
Dijo Lord Bleyver con suavidad, la tensión abandonando sus hombros.
-Y también estoy seguro de que Lord Bleyver se disculpará de todos modos por cualquier ofensa que pueda haber causado inadvertidamente - dijo Ryeo intencionalmente, aunque todavía no estaba mirando a nadie más que a SiWon. - ¿No es así, Lord Bleyver?
Después de un momento, Bleyver pareció tragarse su orgullo y se inclinó ante SungMin.
-Por supuesto. Pido disculpas si le ofendí inadvertidamente, Su Alteza. No fue mi intención.
KyuHyun estaba tenso a su lado, ya que ahora claramente entendía la esencia de la ofensiva de Lord Bleyver.
SungMin pegó una sonrisa y apretó la mano de KyuHyun en advertencia.
-Estoy seguro de que no lo fue. De todos modos, estás perdonado.
Lord Bleyver se enderezó, pero se detuvo e hizo una reverencia a SiWon.
-Su Alteza, espero que esté satisfecho ahora que este malentendido haya sido resuelto.
Dijo con cautela.
La mirada de SiWon se movió hacia él por un momento, el tiempo suficiente para que él le diera a Bleyver un gesto brusco con la cabeza, antes de que su mirada regresara a Ryeo.
Ryeo, que parecía darse cuenta de que la atención de todos estaba ahora en él. Era obvio lo que todos pensaban: ¿Por qué Ryeo calmaba a SiWon mientras la actual prometida de este se encontraba incómodamente a unos pasos de distancia? Rosé estaba fulminando con la mirada, no a Ryeo, sino a SiWon, cuyos ojos seguían mirando a Ryeo.
Extraño.
Ryeo miró a su alrededor, su incomodidad era evidente solo para alguien que lo conocía bien.
SungMin decidió interferir antes de que la situación pudiera volverse aún más incómoda.
-¡Estoy tan contento de verte!
Dijo, dando un paso adelante y extendiendo su mente para abrazar a Ryeo.
Casi se estremeció cuando sus mentes se tocaron.
La telepatía de Ryeo se sintió mucho más fuerte de lo que había sido la última vez que se abrazaron, pero esa no fue la parte sorprendente. Lo sorprendente fue lo deprimente que se sintió Ryeo. Estaba molesto por algo, genuinamente angustiado. También había algo como la ira y la desesperación.
Frunciendo el ceño, SungMin buscó la cara de Ryeo, pero no traicionó nada de la agitación que sintió. Ryeo se veía tan guapo como siempre, su cabello plateado impecablemente peinado y su ropa impecable.
Ryeo tampoco había notado su mirada interrogativa o fingió no hacerlo.
-También me alegro de verte - dijo Ryeo con una sonrisa antes de mirar a KyuHyun. - ¿Qué te parece Calluvia?
KyuHyun sonrió irónicamente.
-El planeta es hermoso.
Ryeo soltó una carcajada.
-Una respuesta muy diplomática. Por favor, no nos juzguen a todos por las acciones de unos pocos.
-No lo hago - dijo KyuHyun, su mirada se movió hacia SiWon detrás de Ryeo. - Creo que mi futuro cuñado te quiere.
La sonrisa de Ryeo se congeló.
SiWon le dio a KyuHyun una mirada tan fulminante que SungMin temió por un momento por la vida de KyuHyun.
KyuHyun sonrió tímidamente, pasándose los dedos por su castaña cabellera.
-Lo dije mal otra vez, ¿No? Lo siento, quise decir que mi futuro cuñado parece querer hablar contigo. Mi error.
SungMin miró a KyuHyun escépticamente. El chip de traducción no era perfecto, pero no era tan malo. Teniendo en cuenta que podía sentir la diversión mal disimulada de KyuHyun, claramente se estaba divirtiendo a expensas de SiWon.
-Lo hago - dijo SiWon después de un momento, su voz muy rígida. - ¿Caminas conmigo?
La espalda de Ryeo todavía estaba en SiWon, por lo que SiWon no podía ver el conflicto en los ojos del chico.
SungMin pudo, y se preguntó por eso. Finalmente, Ryeo dijo:
-¿Por qué no?
Se dirigió a la terraza que daba a los jardines.
Después de un momento, SiWon lo siguió.
-¿Por qué hiciste eso? - Murmuró SungMin, volviendo su mirada confusa hacia KyuHyun. - Solo pelearán de nuevo.
KyuHyun rozó sus nudillos contra la mejilla de SungMin y le sonrió.
-Todavía eres tan ingenuo a veces, bebé.
SungMin lo miró burlonamente pero no pudo evitar sonreír.
-Me amas.
Los ojos oscuros de KyuHyun le devolvieron la sonrisa.
-Lo hago.