-Usé su culpa para obtener lo que quiero.
Dijo SiWon sin mirarlo, aflojando su corbata con movimientos bruscos y furiosos de sus dedos.
-Está bien.
Dijo Ryeo en voz baja.
-Deja de compadecerme.
-No te compadezco - dijo Ryeo, apartando las manos de SiWon y desatando su corbata. - La compasión no es lástima - miró a SiWon a los ojos. - Puedes mirar en mi mente, sabes. No me importa.
SiWon lo miró fijamente, su mirada buscaba, pero no se adentró en su mente. Debió haber visto todo lo que necesitaba en la cara de Ryeo, porque sus hombros ya no estaban tan rígidos y su cara ya no era una máscara en blanco.
Ryeo desabrochó la chaqueta de SiWon y se la quitó. La camisa de SiWon siguió su ejemplo, dejándola solo en sus pantalones oscuros.
Después de quitarle la chaqueta, Ryeo tomó la mano de SiWon y lo empujó hacia la cama. SiWon lo dejó, mirándolo con la misma expresión rara e intensa que no era del todo deseo.
SiWon no se resistió cuando Ryeo lo empujó a acostarse sobre su espalda, pero se tensó un poco cuando Ryeo apoyó la cabeza en su hombro y colocó un brazo alrededor de su cintura.
-Pensé que íbamos a tener relaciones sexuales.
Dijo SiWon secamente.
-Lo haremos.
Dijo Ryeo, presionando sus labios contra el hombro desnudo de SiWon y respirando su aroma. Joder, lo había echado de menos. Había sido un mes largo. Si bien no se había estado desperdiciando exactamente, se había sentido... sin anclas, como si de repente lo hubieran arrojado a un mar extraño y profundo que no tenía ni idea de cómo navegar. Lo había odiado.
- Pero primero necesito un abrazo. Compláceme.
-No necesito un abrazo.
-¿Hay algo mal con tu audición? Dije que necesitaba un abrazo, no tú. Si esta relación va a funcionar, tendrás que aguantarlo de vez en cuando.
SiWon suspiró, pero parecía más divertido que molesto.
-Eres completamente transparente.
-Bien.
Dijo Ryeo, apretando su brazo alrededor de SiWon y casi gimiendo de satisfacción; se sentía tan bien ¿Por qué no habían hecho esto antes? Se sentía casi tan bien como el sexo. El toque físico fue realmente subestimado- Estoy a favor de la transparencia y la honestidad en una relación.
-¿Eso es una advertencia?
SiWon murmuró contra su oreja. Sonriendo torcidamente, Ryeo lo miró.
-Si necesitas una.
SiWon lo miró en silencio, con sus rostros tan cerca que Ryeo podía sentir cada aliento de SiWon en su mejilla.
-No - dijo SiWon por fin. - No necesito tal advertencia. La sonrisa de Ryeo se suavizó.
-Bien.
Dijo de nuevo, enterrando una mano en el cabello de SiWon y tirando de él hacia abajo para un beso superficial. No estaba destinado a ser apasionado, pero era tan satisfactorio en tantos niveles que Ryeo se encontraba sin aliento y ansioso por más.
Cuando finalmente se separaron, la mirada de SiWon estaba un poco desenfocada, suave alrededor de los bordes pero infinitamente hambrienta.
-¿Ya terminamos de acurrucarnos?
Ryeo dio una sonrisa astuta.
-¿Por qué, hay algo más que quieras?
-Tengo algunas ideas.
Dijo SiWon, deslizando su mano entre sus cuerpos para cubrir la dura polla de Ryeo.
Mucho más tarde, mientras yacían enredados en las sábanas y entre sí, desnudos, cansados y sexualmente saciados, por ahora, Ryeo murmuró en el pecho desnudo de SiWon:
-Me quedaré toda la noche.
-No planeaba echarte.
Dijo SiWon, su voz ya estaba cargada de sueño, sus brazos se apretaron a su alrededor.
Ryeo sonrió en el pecho de SiWon. Avergonzado por su propia somnolencia, dijo:
-No es que me sienta necesitado o algo así.
Sin embargo, si él estaba siendo completamente honesto consigo mismo, se sentía necesitado. Solo un poco. Simplemente había sido demasiado tiempo, y él realmente no tenía ganas de estar lejos de SiWon ni siquiera por unas horas.
- No quiero particularmente ir a casa y enfrentar a mis madres. Y Heechul - Ryeo gimió, imaginando la reacción de su hermano. - Ugh. Esto va a ser horrible, ¿No? Solo puedo imaginar lo que la gente está diciendo en este momento. Todos mirarán y dirán todo tipo de cosas
desagradables sobre nosotros, y será un espectáculo de mierda total...
-Entonces... nada a lo que no estás acostumbrado.
Dijo SiWon, muy secamente.
Ryeo levantó la cabeza y sonrió, mirando a los ojos de SiWon.
-Pero esta vez no habrá un gran culo para volverse loco con mi comportamiento inapropiado, por lo que eso le quita la mitad de la diversión.
-Siempre supe que todo lo que hiciste fue por mi atención.
Murmuró SiWon con una sonrisa irritante.
Ryeo le dio una bofetada telepática.
-La arrogancia no es atractiva, idiota.
-Mentiroso. Ya hemos establecido que te gusta.
Ryeo lo miró, a su cabello despeinado por el sexo, a sus ojos adormecidos y al arrogante juego de su mandíbula, y pensó:
Te amo mucho.
Aunque repentino, el pensamiento no le sorprendió mucho.
En el fondo, sabía que siempre había sido SiWon, de una forma u otra. SiWon era la persona por la que siempre había sido más apasionada, ya fuera odio o amor. Incluso si se hubiera enamorado de alguien más, nunca habría sentido tan fuerte por ellos.
Ryeo se alegró de no haberse enamorado de alguien más. Odiaría amar a alguien, pero no tenerlo como la persona que más importaba.
-¿Qué?
Dijo SiWon, probablemente leyendo algo en su cara.
Ryeo lo miró por un largo momento, vacilando. Una pequeña parte de él, la que no quería lastimarse, no quería hacerse vulnerable. Pero sabía que la honestidad sería el mejor curso de acción si quería que su relación funcionara. Los problemas de SiWon con el amor eran más profundos que los suyos. Una persona que nunca había sido amada nunca reconocería el amor y lo vocalizaría.
Así que Ryeo miró a SiWon a los ojos y dijo en voz baja:
-Te amo.
La boca de SiWon se contrajo, como si no estuviera seguro de qué decir o cómo reaccionar ante eso. Pero no tenía que decir nada para que Ryeo sintiera la ráfaga casi violenta de felicidad y júbilo extraños mezclada con desconcierto y posesividad.
Por fin, SiWon dijo con voz ronca:
-Vamos a dormir. Se está haciendo tarde, y mañana será un largo día.
Sus brazos parecían bandas de hierro alrededor de Ryeo, abrazándolo con tanta fuerza que casi le dolía.
A Ryeo no le importó.
Sintió un extraño tipo de paz, como si finalmente admitir sus sentimientos hiciera que la guerra de emociones en su interior terminara. Ni siquiera le importaba que SiWon no respondiera las palabras. No esperaba que lo hiciera, no en este punto, no antes de que estuviera listo para decirlas.
Pero algún día, él estaría listo.
Y Ryeo estaría allí.