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Capítulo 3- ellas creen que soy… ¿Alcohólica?
Subí rápido a mi camioneta con un objetivo
Llegar a la casa de Ally…
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Cinco horas ahí esperando, mis tripas gruñían, ni siquiera había desayunado. Cuando llegué Ally parecía no estar aquí, decidí esperarla, pensé que podría estar en la casa de su novio, pero sería mucho ir hasta allí y pedirle hablar…
Cinco jodidas horas, miré mi reloj, 2:40 pm, bien, casi seis jodidas horas, Ally en algún momento tiene que venir a su casa, pero me estaba muriendo. Miré una vez la estructura… estaba segura de que ella no estaba ahí, su coche no estaba en el aparcadero, la verdad es que tenía llaves del lugar, pero sería estúpido querer entrar de ese modo, quiero arreglar las cosas, no que pueda hacer que me arresten.
Suspiré hondo y decidí retirarme por hoy, esta era solo una pelea tonta, ya nos pondríamos de nuevo de amiguitas y todo estaría bien cuando regresemos a la universidad en unos meses. Encendí mi coche y arranqué, conduje hasta un restaurante bar y me pedí unas hamburguesas con papas y cerveza, le prometí a mi madre que cuidaría lo que como, pero a la mierda, ella no me está viendo y tampoco tenía ganas de pensar en si esto le haría bien a mi figura.
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-entonces ellas creyeron que eras lesbiana-
-no solo eso, lesbiana y violadora- mi lengua se trababa con las palabras
-qué suerte, solo querer ayudar y terminar así- una barman me seguía la plática, ¿aunque sean chicas se les puede decir barmans? Batman… aahha… tengo la mente hecha caca, me reía de mi propio chiste interno- vaya, y aun así puedes reír, eres asombrosa
-no es por eso- me puse triste de nuevo- no entiendo nada... luego la chica con la que me encontraron aclaró las cosas- le di otro sorbo a mi bebida azul, ni siquiera sabía lo que era
-ah, qué bien- limpió un poco la barra con tu trapo y apoyó sus codos en ella- se arreglaron las cosas-
-noooo- dije decepcionada, medio llorando- ahora creen que soy hectofobica
-hectomofica
-homofóbica- me concentré para que la palabra pudiera salir de mi boca
Pareció sorprenderse- ¿y lo eres? - pregunto muy interesada
-claro que no, ni siquiera estoy muy acostumbrada a decir la palabra
-ahh, ya, vaya, ahahha, que desgracia- la dejé burlarse de mí, seguro que, si esto le sucediera a alguien más, también me burlaría de su suerte
-uhp- solté un hipo- no soy homofóbica ni lesbiana, pero ellas así lo creen ahora- hundí mi rostro en mis manos, no sin antes terminarme de una mi bebida- sírveme otro de este por favor…
Comenzó a prepararlo- ¿no eres lesbiana? - me ofendió su pregunta, ¿Qué? ¿no acababa de escuchar mi historia?
-no, homofóbica tampoco
-sí, lo de homofóbica me queda claro que no eres- me pasó mi vaso, le di un trajo grande hasta dejarlo a la mitad- pero lo de lesbiana… bueno, no tienes por qué ser lesbiana, quizá, bisexual, ¿pan sexual?, no tienes por qué etiquetar tampoco tu gusto por las chicas si no quieres, aquí no juzgamos esas cosas-
- ¿Por qué mierdas me dices esto?, ya te dije que no soy gay, no me gustan las chicas, nunca me ha atraído una, siempre he estado con chicos, me encantan los penes- un par de chicas que también estaban sentadas en la barra cerca de nosotros me miraron
-es que… tus acciones-
- ¿Qué acciones?, no me conoces- intenté apuntarla con mi dedo, ella se reía de mi acento ebrio al hablar, ya estaba muy borracha- que se ríen tú y tu gemela- veía doble, se rio más fuerte
-bueno, mi gemela y yo no necesitamos conocerte mucho para ver… que estás en un bar gay- su sonrisa me dio escalos fríos, miré a mi alrededor, efectivamente, era un bar gay
-ay… ya no me importa una mierda- terminé mi bebida- solo sírveme otro- le di mi vaso de nuevo
-no-
- ¿Cómo qué no? - soy perfectamente mayor de edad- esto es un bar ¿no? -
- me caes bien- ¿eso qué? - pero ya estás muy borracha, te llamaré un taxi antes de que no puedas recordar ni tu nombre
- aún es temprano, no quiero ir a casa y estar sola ahí- estaba triste, seguro solo lloraría- aparte, tengo mi coche estacionado afuera-
- son la 1 de la madrugada, chica-
-me llamo Maggie- no me gustaba que me dijeran "chica", me sentía una cría, y ella parecía tener más o menos mi edad
-yo soy Cindy, un gusto- me dio la mano en saludo- ok, Maggie, tampoco te dejaré que te vayas conduciendo, así como estas-
-quiero morirme- me dio un momento de lucidez- además, no recordaré donde dejé mi auto- no quería acordarme de nada de estos últimos tres días.
-lo estacionaste es el sub, ¿verdad?
-si-
-bien, llamaré un taxi- le di mi credencial para que pudiera leer la dirección, llegó en pocos minutos hasta donde estábamos. Cindy me ayudó a subir- ah- llamó mi atención antes de cerrar la puerta- esto te ayudará a recordar donde está tu coche- metió algo en mi chaqueta, no le di importancia, me despedí de ella y cerré la puerta del taxi. Llegué a casa, me quité los zapatos, después de eso no recuerdo más.
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Ese molesto sonido, lo que sé que lo estuviese provocando lo haría añicos
-maldición- es mi teléfono, ahg, mi boca sabía asqueroso, mi cabeza daba vueltas y tenía nauseas. Contesté la llamada- ¿sí?
- ¿DÓNDE HAS ESTADO PEDAZO DE MIERDA? - Rosa, siempre tan linda
- buenos días para ti también, chica R- ¿Qué quería? Estaba a punto de vomitar mi teléfono
- ¿Días?, son las cinco de la tarde, estúpida- miré el reloj, vaya que dormí, pero a pesar del malestar de mi cuerpo, ya no me hacía sentir mal lo de ayer, estaba haciéndolo algo muy grande, ya se arreglaría, es solo una pelea tonta- estuve marcándote un montón de veces, creí que estabas muerta
- eso mismo quería ayer, estar muerta- toqué mi cabeza, me puse de pie y caminé hacia el baño- pero ya se me pasó- tampoco quería que creyera que era capaz de suicidarme por esta tontería- perdón por no contestar, estaba dormida
-pues que sueño tan profundo-
-si- ambas nos quedamos en silencio, yo podía pasta de dientes a mi cepillo
-bien, estoy camino a tu casa- y cortó la llamada, joder… no tenía ganas de nada, ni siquiera me dejó decirle un "ok"
Terminé de cepillarme, me quité la ropa y la dejé en el cesto de ropa sucia y por fin me metí a la regadera.
…
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-estas horrible- ¿Cómo se atreve?, la miré enojada
-pues tú no eres Camila Cabello precisamente- me crucé de brazos sentada en el sofá frente a ella
-no me refería a eso- miró mi cabello corto húmedo, se secará pronto, era una de las ventajas de tenerlo hasta los hombros- aunque te acabas de bañar, la cruda se te ve desde lejos
- ah, si…- me ahorraba el decirle que estuve tomando- ayer que Ally se fue, estuve esperando más de cinco horas frente a su casa, no llegó nunca, moría de hambre, compré comida y una cerveza, una cosa llevó a la otra y bueno… aquí estoy. - le hice un pequeño resumen
-De eso quería hablarte- hizo una pausa- de Ally- mis músculos se tensaron en automático, si bien ya no me sentía tan mal sobre el tema, la incertidumbre aun me hacía tener mis momentos- antes de eso, sé que estas aquí, pero… me di muchas vueltas por aquí antes de que contestaras mis llamadas porque creí que no habías llegado a casa
- ¿Por qué?
- tu camioneta no está afuera- dijo como si nada
- ¿QUE MI COCHE QUE?
-¿ah? No sabías- se puso de pie y caminó a mi cocina, la muy relajada estaba haciéndose un café mientras yo sufría frente a ella
- no recuerdo ni como llegué aquí anoche- me tomé de los cabellos, no podía ser, mi precioso, estaba perdido, tal vez hasta me lo habían robado y ni cuenta me había dado, wah… que verso- no es tiempo para eso- me regañé a mí misma, Rosa me miraba como si yo estuviera loca
-Tienes problemas con el alcohol
Bien, ahora creen que soy alcohólica…