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Capítulo 31- Ella creen que soy… infiel
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- ufff… tu puedes Allison- sacudí mi cuerpo por completo para aflojarme un poco, al final se me había pasado un poco la valentía del momento con Deisy, pero estaba dispuesta a lograr a lo que vine.
Tengo una copia de la llave, así como Maggie tiene la de mi casa, pero como todo esto fue tan espontaneo, no la traía conmigo. Así que decidí tocar.
TOC TOC TOC
- relájate, relájate… -Cerré los ojos un momento esperando a que me abriera
…
- ¿Hm? - aún no contestaba. Abrí los ojos de nuevo. Quizá no me había escuchado, Toqué otra vez
TOC TOC TOC
…
Nada. ¿Qué rayos? ¿no estaba en casa?
- vooooy- escucho por fin del otro lado, el nerviosismo regresó a mí de repente. Tragué algo se saliva con poco éxito, mi boca estaba completamente seca. La puerta se abrió
- hola…- no tenía el pijama, pero se veía un poco desalineada, quizá acababa de despertarse después de solo tomar una siesta. Aun así, para mí, se veía hermosa. Volví a sentir mi corazón como loco, esta vez solo de la vista que Maggie me brindaba con ese cabello algo revuelto, su camiseta fuera de los pantalones y su rostro al natural… si… definitivamente arreglaría todo esto para estar bien con ella de nuevo
- hola- soltó. Miró detrás de si como si buscara algo, yo aproveché aquello para lanzarme a abrazarla rodeando su cuello- hey…- cerré la puerta con una de mis piernas y caminé con ella de espaldas al sofá- espera Ally
- no, tu espera- mi cuerpo quedó sobre el de ella, tenía su rostro muy cerca del mío, quería besarla, pero tenía cosas que explicar antes- se por qué estas actuando de esta forma Maggie
- ¿ah? ¿lo sabes? - aquello la había tomado por sorpresa
- si… y lamento no haberme dado cuenta desde antes- soy la culpable aquí
- ¿Cómo? ¿Quién te dijo? - elevó un poco su torso dejándome algo sentada sobre sus caderas. Tenía fruncido el ceño y parecía de verdad enojada- fue Rosa ¿verdad?
- no, fue Deisy- Rosa podrían ser un poco más cercana a Maggie después de mí, pero la muy hija de puta no quiso soltarme nada
- ¿Deisy? - borró ese enojo de su rostro y se convirtió en solo confusión- pero…- se quedó pensando
- no importa eso ya Maggie- la regresé conmigo- lo que importa es que ahora lo sé
- y… ¿Qué piensas?
- que todo esto es mi culpa- no pude contenerme más, uní nuestros labios en un hermoso beso. La sensación era increíble, me sentía como si no hubiéramos tenido un beso decente desde hace mucho tiempo, cuando apenas solo tenemos unos días sin poder hacerlo.
Intentó luchar un poco por liberarse, separé apenas unos milímetros nuestros labios, tomé sus bazos y los sostuve arriba de su cabeza. Vi su intención de protestar, pero la callé esta vez con un beso más profundo.
-Mm.…- pude escuchar su pequeño gemido al momento en el que nuestras lenguas se encontraron por completo. Sus bazos perdieron fuerza igual que los míos. La dejé estar y esta vez sin separarnos puse mis manos en sus hombros para sostenerme correctamente. Ya no se resistía, contestaba de igual forma, esto le hacía tanta falta como a mí, podía notarlo.
- te extraño Maggie- hice por fin mi confesión, me ardía el pecho por no estar junto a ella y ahora que podía sentirlo todo de nuevo, podía imaginarme volver a lo mismo
No esperé su respuesta para volver a sus labios, esta vez estaba desesperada por tener algo más de contacto, todo esto que estuve reprimiendo solo para no ir tan rápido y asustarla, no me importaba más, le daría todo de mi si ella me lo pedía, si ella quería…
Daba unas cuantas mordidas a su labio inferior, mis manos habían subido hasta a ambos lados de su cabeza, dejándome a mi llevar nuestro beso. Di una última mordida antes de comenzar a dejar delicados besos en su mejilla derecha
- espera, Ally yo…- no necesité taparle la boca esta vez, ella misma se acalló justo cuando pasé mi lengua en todo lo largo de su cuello. Pude sentir como retenía el aire en sus pulmones después de eso- wow…- le había encantado, lo sé, le sonreí orgullosa. Volví a lanzarme esta vez para besarlo y morderlo, dejando muy posiblemente algunas marcas, pero ¿Qué más da?, la haré mi novia después de esto. Me erguí quedando sentada sobre sus caderas, la vista era increíble, podía notarla agitada y el lado de su cuello algo rojizo
- nada de ir lento a partir de ahora Maggie- toqué el centro de su pecho y fui bajando mi mano sin quitarle la vista ni un segundo, llegué al inicio de su pantalón, ella dio un pequeño vistazo a donde había llegado y regresó sus ojos hacia los míos, le sonreí al momento, alcé un poco su camiseta dejando su ombligo y parte de su vientre a la vista
Sentí mi boca aguarse, lamí un poco mis labios, me encanta. Ella es hermosa, los recuerdos de su pecho llegaron a mi mente, ya no eran dolorosos, se habían vuelto imágenes eróticas que mantenía en mi mente cuando me encontraba sola. Enrojecí ante mi confesión interna
- Maggie… he estado muy sola- con un dedo me permitía sentir su piel expuesta. Me acerqué a su oreja, dejando mi palma completa sobre su vientre- ya no quiero hacerlo sola- susurré antes de darle una lamida. Regresé rápidamente a mi posición sentada sobre su pelvis, debido al movimiento algo brusco, el rose fue inevitable.
Solo un rose… lo suficiente para descolocarnos a ambas, ella me tomó de las caderas al instante alzando un poco su torso, quedando un poco por debajo de mí. Pude sentir los músculos de su abdomen contraerse al hacerlo.
Le empujé de regreso al sofá, ella se dejó caer y no intentó luchar más. Su pecho se veía agitado, justo igual que el mío, nuestras respiraciones pesadas se sincronizaban en un hermoso "también pudo sentirlo" silencioso. Aproveché aquello para llevar mis manos esta vez al inicio de mi blusa bajo la atenta mirada de Maggie
- Quiero que esta vez, tú lo hagas por mí- después de decirle aquello, quité por completo la estorbosa prenda, aún tenía el sujetador puesto, lo dejé aún en su lugar, quería que ella me lo quitara
- que yo… ¿lo haga? - me preguntó, pero su vista estaba completamente perdida en lo que le mostraba. Siempre fui muy pudorosa, nunca busqué enseñarle de más mi cuerpo a Maggie, tenía algo de pena, combinado con un sentimiento de no ser lo suficientemente bonita para captar su atención, pero ahora podía sentir perfectamente lo contrario. Era el centro de su atención por completo, solo yo.
- ¿quieres que te lo diga? - ronroneé. Me encantaba esta sensación, me sentía tan sexy, sus ojos sobre mi piel desnuda me calentaban. Si ella quería que se lo dijera sin rodeos, lo haría. Me acosté de nuevo sobre ella e inicié nuevamente nuestro hambriento beso, esta vez la tomé de los cabellos y me moví sobre ella intentando tener de nuevo esas sensaciones- está bien
volví a poner una de mis palmas en su abdomen, esta vez no me detuve en el inicio de su pantalón, sino me dejé ir más allá. Me acerqué a su oído mordisqueándolo hasta que mis dedos alcanzaron a tocar la humedad por sobre sus patis
- Mmm- yo estaba igual- me he tocado tantas veces pensando en ti Maggie- confesé. Hice un poco de presión con mis dedos. Pude ver su boca abrirse por completo tomando mi brazo intruso con algo de fuerza, pero sin intención de sacarlo de su lugar- y estoy cansada de hacerlo sola- hice movimientos más duros debajo de sus pantalones. Los roles no son justo lo que imaginé, pero pensaba mantener este pequeño dominio sobre ella todo lo que me permitiera
- ahh- tiró su cabeza hacia atrás dejando expuesto su cuello, no perdí el tiempo y comencé a mordisquear sin perder el ritmo de mis movimientos- espera, espera- intentó sentarse, pero la mitad de mi cuerpo sobre ella la detuvo
- ¿Qué pasa? - dejé quieta mi mano, tal vez la había lastimado sin querer. Me miró algo angustiada
- no podemos- sacó mi mano intrusa de sus pantalones, yo estaba confundida… ¿no lo estaba haciendo bien?
- pero… ¿por qué? - no pude evitar sonar triste
- porque
Brrrr… brrrr…. Brrrrr
El pequeño ruido le había cortado. Ambas miramos el aparato sobre la mesa de centro, era un teléfono, estaba vibrando, parecía ser una llamada entrante. Me acerqué para poder observarlo mejor, "Lissa" alcancé a leer en la pantalla
- oh- me apresuró a ponerse de pie y alcanzar el teléfono, la vi deslizar el icono rojo colgando la llamada sin contestar. Pero eso no era lo que me preocupaba
- Maggie… ese teléfono- se dio la vuelta para poder verme
- Ally, sé que esto es extraño, pero déjame explicarte- hablaba mientras yo veía un poco a nuestro alrededor, encontrando otra cosa que llamó mi atención. Me puse de pie igual que ella y caminé ignorando su intento de explicación
- esta mierda no es tuya- alcé una pequeña mochila que estaba cerca de una esquina
- No es lo que crees Ally- alzó sus manos en signo de paz aún con el teléfono en una de ellas. Me acerqué y le arrebaté el aparato
- y este teléfono no es tuyo tampoco- ok, me estaba enojando, ¿Quién más está aquí?
- Ally yo- en eso agudizando mi oído pude escuchar ruido cerca del baño. Ambas miramos hacia el lugar, volví a mirarla con la boca algo abierta, ¿de verdad estaba pasando esto?, ella solo estaba estática
- eres una idiota- la empujé y emprendí camino hacia el jodido baño donde posiblemente encontraría a un hijo de puta bañándose después de dejar a mi Maggie toda despeinada y desalineada antes de que yo llegara
- no, no, no entres Allison- já ¿ahora soy solo "Alison"?, estúpida Maggie. Me seguía intentando tenerme, me liberé barias veces con manotazos, hasta llegar al frente de la puerta del baño donde aún podía escuchar ruidos
Había ropa regada por el piso, algunas eran de Maggie, otras… evidentemente no… siendo de hombre, encontrándome por ultimo un bóxer tirado frente al baño, esto es el colmo
- eres una maldita infiel Maggie- Me giré para poder decirle eso a la cara, yo ya estaba soltando algunas lágrimas. Me puse de nuevo frente a la puerta y de una patada hice que se abriera, aún iba en mi sujetador
Se me había bajado por completo lo caliente y ahora solo pensaba en como castraría a Maggie y a aquel hijo de puta que estuviera en su baño
Sentía un nudo en mi garganta. Maggie cobarde se había quedado fuera de la pequeña habitación con la boca abierta, quizá sorprendida de la fuerza que tenía en mi pierna para abrir de golpe, la rompí, incluso yo estaba algo sorprendida, quizá la adrenalina del momento
Pero eso era lo de menos…
Porque frente a mis ojos se hizo realidad mi más grande pesadilla
…
Ahí estaba… un hombre de espaldas a nosotras…
¿la fuerza de mis piernas? Se perdió por completo, caí arrodillada al piso, llorando desconsolada
…
Yo venía a pedirle que fuera mi novia…
…
Infiel…