Cuando eres un niño, te deleitas mirando a los que hacen justicia, piensas entonces «¡Yo quiero ser un adulto y atrapar a los malos!». Tienes admiración, devoción y mucho anhelo en ello, que piensas que ser un adulto es algo bello, que es genial.
Sin embargo, eso está alejado de la realidad.
Ser un adulto no es para nada algo que te llene de placer, ser un adulto conlleva tener responsabilidades, cargar con el peso de tus errores. Ser un adulto significa estrés, dolor, preocupación y mucho sufrimiento.
Si, Sasuke lo sabía muy bien. Ser un adulto, significaba sacrificios. Y es en esos momentos de tu vida donde te das cuenta que, deseas ser un niño. Deseas volver a vivir en ese mundo de ignorancia total, deseas, almenos, poder regresar el tiempo para no desperdiciarlo en sueños y anhelos estúpidos como el querer ser grande.
Esa era, al menos, la forma que veía Sasuke el ser un adulto.
Ser un adulto conlleva a enamorarse, enamorarse te lleva a su sufrir, el sufrir te lleva a la demencia y la demencia te lleva a cometer atrocidades. Eso era, estar loco por amor. Ser un estúpido todo el tiempo. Cometer muchos errores.
Entonces Naruto, también odio ser un adulto. Porque al crecer se había convertido en algo feroz, hinumano. Se dedicaba a ser alguien con muchos problemas, ser un adulto para Naruto era una maldición. Ser un adulto para Naruto era matar, torturar, y lastimar psicológicamente.
Se podría decir que, tanto para Sasuke y Naruto, ser adultos era la peor maldición de todas.
Esa era una de las cosas que tenían en común, una de las cosas por las cuales Naruto "ama" a Sasuke.
Si, ambos estaban de acuerdo en que ser adultos no era algo bello. Pero Naruto si tenía algo por lo cual aveces se reprendía a si mismo por querer regresar el tiempo. Ese algo era Menma, su hijo era la luz de su vída. Su relación no era sana, pero era imposible quebrantarla, ambos se amaban y compartían los mismos gustos. Naruto podía decir orgulloso que, el camino que su hijo estaba tomando, era el que había escogido por si mismo.
Su hijo no era estúpido, el no desperdicio su tiempo queriendo ser un adulto. Por qué el solito lo estaba logrando, Menma era sin duda alguna un adulto en cuerpo de niño. Estaba orgulloso de él, claro que sí, sin su hijo y su astucia, jamás hubiese logrado capturar a Sasuke Uchiha.
Menma vivía si día a día como un adulto, y no odiaba serlo porque podía actuar como niño aún. Pero Sasuke y Naruto no y, ambos sabían, que vivirán el resto de sus vidas odiando ser adultos.
[....]
-¡Solo lo diré una vez más! ¡Quiero que mi hermano aparezca, Deidara! -Itachi Uchiha estaba furioso. Deidara lo vio con indignación, sacándole el dedo medio.
-Eres un malagradecido, Itachi. ¡He sacrificado muchas cosas por proteger a tu hermano! ¡La pandilla no está para tus caprichos! ¡Hum! -Le dolia el simple hecho que, Itachi lo estuviera usando. Lo amaba, pero para Itachi era una más de sus conquistas para proteger a Sasuke y lo sabía.
Con orgullo, se dió la vuelta y salió de aquí lugar. Itachi por su parte se pasó las manos por su cabello con frustración. Talvez... Y solo talvez, era momento de salir de su escondite.
Estaba decidido, si su hermano no aparecía en un año, el saldría a la calle nuevamente.
[.....]
-Naruto
-Hinata -Menma suspiro abatido, a su lado, su pequeña hermana, Himawari, jugaba con el celular.
-Dime que no estás asiendo esto -La mujer estaba furiosa, Menma sonrió de lado, tomando la mano de Naruto.
-No estoy haciéndolo dattebayo.
-¡No estoy jugando!
-¡Yo tampoco!
Ambos se vieron a los ojos, Hinata sabía que eso era enfermo.
-Es Sasuke, y es tu hijo -Estaba dolida.
-Estar con Menma fue lo mejor que pude hacer en vida -Golpe bajo.
-Eres un maldito enfermo, ¡Te voy a denunciar!
-Si me denuncias, los Hyūga quedan en bancarrota y Hima se irá a vivir con Tsunade-bachan -Silencio.
Era algo serio, Sasuke lloraba en silencio en los asientos traseros, atado de pies y manos de nuevo, con una mordaza en la boca. Se había cansado, dos semanas habían pasado y Naruto se había dedicado a joderle la existencia.
-No -Lo miro con miedo, -Esta bien, puedes utilizar el avión -Naruto sonrió. -Menma -Se hincó frente a él.
-¿Que? -Ese niño era demaciado mordaz al hablar.
-Ven conmigo, porfavor -Su madre le estaba suplicando, que divertido.
-¿Para que? ¿Para tener que ver cómo andas de puta y traicionas a la gente? -Sin corazón mensiono.
-Ya Menma, es tu madre, respetala ttebayo -Solo bufo molesto.
Sasuke no entendía que cosa tan mala pudo haber hecho esa "amable" mujer para recibir tanto odio y despresió por parte de Naruto y su propio hijo.
-Papá -por primera vez en todo el rato, la niña hablo y le miro a los ojos.
-Dime, cariño.
-Quiero vivir contigo ahora -La sonrisa de Naruto hacía Hinata no pudo ser más cruel. Y Hinata sollozo derrotada, sabiendo que ya no podía hacer nada contra él.
-De ahora en adelante vivirás conmigo, Sarada.