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Historias perv-didas. por SigmaIII

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Notas del capitulo:

Hola, me moría por seguir publicando pero no había tenido oportunidad. 

 

Recapitulando, Bill y Stan inician su relación y como empiezan de melosos el humor de los dos mejora. 

 

 

 

 

-¡Buen día! ¡Buen día! ¡Qué bello bolso lleva hoy!- Bill saludaba a todos, hasta a las aves en los árboles, se quitaba el sombrero, reverenciaba y hacía cumplidos. El tono amarillo de su cuerpo irradiaba más luz de lo habitual. Se notaba que estaba contento. Y un halago, siempre sería bien recibido por los habitantes de Gravity Falls. 

 -Se le ve muy contento señor Bill. 

 -¡Me siento increíblemente bien! 

 -¡Qué dicha! ¡Hasta luego! 

 -Es como si recuperara mi fuerza- Bill miró sus manos- Movió el Sol solo para probar, de inmediato cayó una densa capa de nieve, 9cm- ¡Demasiado frío!- Lo regresó enseguida a su sitio. -Creo que quemé a Mercurio...No, no, está bien. Solo perdió una capa de polvo- 

 Aumentó su talla hasta medir lo que un elefante. Usó un fuego azul para derretir la nieve a su alrededor. 

 Stan llegaba tras terminar un recado, se quedaron de ver en el centro del pueblo, en la explanada donde está la estatua del fundador. En una de las muchas banquitas. 

 -¿Tu hiciste esto?- Preguntó Stan mirando nieve en los techos. 

 -¿Qué? ¿Crees que controlo el clima? 

 -No lo dudo. 

 -¡Oh! ¡Ese voto de fe me gusta!- Bill lo sujetó por el torso y lo llevó hasta la altura de su ojo. La pupila dilatada lo inspeccionaba con ansia. Stan miró abajo, había superado su miedo a las alturas pero… Observó como a la mitad del triángulo se formaba una boca.

 -¡Hey! ¡Acordamos que no me comerías! Regla dos inciso B- 

 -Acordamos que no te convertiría en comida. No que no te comería. 

 -No me convertirías en comida, ni me comerías. 

 -Suponiendo que fueras convertido en comida. Lo cual no he hecho- 

 En la pirámide se formaron más bocas, y también le brotaron varias extremidades. Comenzó a devorar a Stan: ¡A besos! Nada gore. No es la clase de Fic. Tal vez en Octubre. 

 Bill se fue sobre Stan, el hombre terminó sentado en la banquita mientras el demonio dejó caer su peso en el suelo. Había adquirido un color rojo y sus dientes y brazos se volvieron amarillos. 

 Los transeúntes seguían su paso como si nada. Desde que la sociedad del “Ojo cegado” se disolvió, los pobladores rápidamente se acostumbraron a la habitual actividad paranormal de Gravity Falls. Sólo se trataba de una pareja inter-especie más. 

 ¡Oh! Pero había un recién llegado que aún no se adaptaba a este ambiente. 

 Stanford llegó, armado de pies a cabeza, llevaba un tanque cargado con munición a la espalda y se acercaba con toda la intención de enfrentar a Bill. ¿Nieve en Julio? La única explicación era que el demonio, quien por su tamaño es visible desde lejos, había recuperado parcial o completamente sus poderes y movió el Sol solo para comprobar. 

 -¡Bill!- El triángulo le daba la espalda, ocupado como estaba, ni siquiera lo escuchó. 

 Stanford no estaba seguro de poder enfrentarlo solo, por si las dudas llamó a la policía y les instó a llamar al ejército, marina, fuerza aérea y scouts en activo. 

 Obviamente pasó por loco, aun así el comisario Blubs llegaba en su patrulla para verificar que todo estuviera en orden. Cuando escuchó la sirena, Ford se animó, pero su decepción fue enorme cuando sólo contó un vehículo, tal vez los refuerzos apenas se organizaban. Los oficiales se acercaron, ya estaban familiarizados con sus llamadas a la estación de policía.

 -¿Cuál es la emergencia señor? 

 -¡Esa! ¡Esa es la emergencia!-Señaló Ford mientras veía a los policías- ¿Va a permitir esto?- 

 En ese preciso instante Bill se giró, moviendo con él a Stanley, ahora la pirámide se encontraba sobre la banquita la cual tronó bajo el peso del monstruo. De modo que Stan ahora les daba la espalda a los presentes. 

 Para el comisario y su asistente la escena quedó más que clara. Intercambiaron miradas preguntándose si a Stanford se le había zafado un tornillo. El comisario Blubs pasó saliva para explicar. 

 -Señor Pines, en este estado son legales las relaciones sentimentales con aves.

 -¿Qué?-Ford de inmediato regresó la vista a Bill y se quedó hecho piedra cuando encontró a la pareja besándose. Las gafas se le desmontaron de la cara por la impresión. El comisario siguió.

 -Veamos, puede volar y se le ha visto comiendo gusanos de gomita. Si creo que cumple con los requisitos. Lo siento señor pero no veo nada erróneo aquí. Si tiene algún crimen que denunciar agradeceremos que sea fundado, ya sabe nuestro número- Se encaminaron de regreso. -Es lindo cuando un anciano encuentra el amor con un monstruo interdimensional ¿Cierto pareja? 

 -Muy lindo- Los policías siguieron su rumbo. Stanford permaneció tieso, y luego, cuando la impactante sorpresa cobraba sentido en su cabeza, la llama de la ira se prendió dentro de su pecho. Comenzó a temblar de enfado. 

 -¡Ustedes no pueden estar juntos!- Les gritó, casi se desgarra la garganta. 

 Ford ni siquiera reparó en el grupo de adolescentes que jugaba pateando una lata a poca distancia de ellos. Los chicos enseguida sintieron antipatía por el discurso de Ford y no dudaron en enfrentarlo. 

 -¿Oye abuelo qué te pasa? ¡Estamos en el nuevo milenio!

 -¡Sí abuelo! ¡Deja tu intolerancia anticuada y vete! 

 -¿Qué?- Reaccionó- ¡No eso no es…- Ford agitó las manos negando. 

 -¡Sí abuelo! ¡Esté en un país libre! ¿No te gusta? ¡Vuelve al sur!

 -¡Díselo hermano!

 -¡Niños, están sacando esto fuera de contexto!- Bramó.

 -¡Stanford Pines!- Los policías regresaban con porra en mano, alguien los alcanzó, aparentemente el científico molestaba a los transeúntes-  Alias el ermitaño, científico loco, mejor conocido como el hermano del señor Misterio. ¡Queda bajo arresto!

 -¿Qué? ¿Por qué?

 -Alterar el orden público- 

 Los adolescentes aplaudieron a los policías cuando esposaron a Ford. Y tomaron fotos del detenido con la cámara de sus teléfonos móviles. 

 La pareja a pocos metros de ellos seguía en lo suyo. Pero la luz de un flash hizo reaccionar a Bill, abrió su ojo y reconoció a Ford. Dejó lo que hacía y movió a Stanley para que mirará lo que sucedía. 

 Stan no sabía el porqué, y no le importaba. Enseguida quiso decir algo para evitar que lo arrestaran, pero no habló porque al abrir la boca se dio cuenta de que le faltaba la dentadura entera. 

 Miró a Bill como diciendo “¿Dónde está?” La pirámide alzó un par de brazos “Yo que sé, espera” Y tras recorrer con sus lenguas cada cavidad oral, por fin la encontró, salió sobre una lengua. 

 Stanford se encontraba en la estación de policía, lo fueron a sacar dos horas después.

 …………...

 

Stan conducía. Bill iba de copiloto, flotando en el interior del vehículo. Stanford atrás, aunque no quería ir con ellos, no podía rechazar el aventón. Habría sido grosero considerando que ellos lo sacaron e incluso consiguieron que no se registraron cargos en su contra. La estación también le devolvió sus armas. 

 Stanley aparcó frente a la cabaña. Ford iba a salir pero el seguro de la puerta no funcionaba, por más que trató no la pudo abrir. Stan miró a Bill, el demonio ya había desaparecido, ahora estaba fuera del auto y se alejó volando. 

 Existía esta conversación que no querían tener.

 Bill sabía de sobra las preocupaciones de Stan, por eso los dejo encerrados allí. Stanley se cruzó de brazos. No hablaría. Y Ford suspiró, sabía que mientras más lo prolongaran más tiempo permanecerán allí. Se resignó a dar el primer paso. 

 -Gracias por el viaje- Hizo una pausa antes de continuar, suspiró- Stan, pasa la noche aquí. 

 -¿Qué?- Stan se dio vuelta sobre su asiento para mirar mejor a Ford. 

 -Mira, es obvio lo que sucede, Bill te engañó, te lavó el cerebro igual que a mí. Lo resolveremos hoy mismo. 

 -No Ford. No fue un lavado de cerebro. ¡Se que no tiene sentido! Hasta yo mismo no sé que estoy haciendo, pero Bill me agrada- Ford cerró los ojos cuando escuchó eso último, parecía el ruido de uñas contra una pizarra- Él… me gusta. 

 -¡Estás fuera de tí!- Ford se frotó el entrecejo, intentó abrir la puerta otra vez pero el seguro no cedió. Golpeó la ventanilla con el codo esperando romperla. 

 -¡Oye, oye! ¡No toques mi auto!- 

 Los dos cruzaron los brazos y se ignoraron. Pero Stan no pudo aguantarse, reclamó. 

 -¡No puedo creer que seas tan intolerante! Tu eres el que viajó por el universo, creí que serías de mente abierta. 

 -¡No era un discurso de odio! Las personas sacaron todo de contexto. Y no viaje por…¡Olvídalo!- Pero Ford no terminó, no tenían caso ahora los tecnicismos. 

 -¿Entonces qué fue eso?

 -¿QUÉ FUE? ¿Stan te estás escuchando?- Ford aguardó, tampoco pudo contenerse-¿Cómo pudiste?

 -¿Qué?

 -¡Él me tomó el pelo! ¡Me utilizó! ¿Y ahora tú lo besas? ¿Tanto así me odias Stanley?- Hubo un silencio, luego Stan siguió. 

 -No te odio Ford. Todo lo contrario. Pasé toda mi vida tratando de recuperarte. Desde ese día...en la feria de ciencias- Stanford gesticuló con pesar- ¡Y luego el portal!- A Stan se le quebró la voz, le dio la espalda, no podía mirarlo- ¡Temía lo peor! y sentí mucho alivio cuando volviste- Apretó los puños y ocultó su cabeza en el volante- Tenía tantas cosas que decirte, quería pedirte perdón una y otra vez, pero no sabía cómo empezar. Ya lo había intentado durante años, pero siempre que llamaba no salía ni una palabra de mi boca, tenía mucho miedo, por eso necesitaba tanto que fueras tú el primero en hablar. En decir algo. Lo que fuera ¡Y me echaste!, es tu casa, lo sé, era lo justo no lo niego ¡Pero fue muy pronto para mí!- Stan se soltó a llorar-Sólo me confirmaste que no me necesitas, nunca… como cuando recibí tu postal, pensé que me dabas otra oportunidad, pero solo querías que ocultara tu diario, no pude soportarlo entonces, ni ahora- Con un movimiento del antebrazo se limpió las lágrimas- ¿Cómo crees que me siento Sixer?- Stan sintió la mano de Ford en el hombro. 

 -Sí te necesito Stan, eres mi hermano- Se aclaró la garganta, también le costaba hablar- Tenemos nuestros problemas yo, yo no he querido afrontarlos, pero ahora que nos estamos comunicando podemos empezar  a...a solucionarlos. Sólo, ¡Sólo olvídate de Bill!, vuelve a vivir conmigo. Empecemos de cero- Ford pasó ambas manos sobre los hombros de Stan, se acercó desde atrás para abrazarlo. Apoyando su cara contra la cabecera del asiento. Stanley se incorporó favoreciendo el abrazo. Buscando posición tocó las manos de Ford. 

 -Sí quiero- Stan se separó y dio la vuelta sobre el asiento para encarar a Ford- Es lo que he querido siempre. Pero ¿Bill?

 -¡Stan escucha!, ¡Bill sólo nos traerá problemas!- Stan no contestó de inmediato. Deseaba tanto vivir con Ford, pero dudó. Su gemelo se dio cuenta y siguió hablando-¿Hiciste un trato con él?- La única explicación que encontraba a la negativa de Stan. 

 -¿Qué? ¡No! 

 -Entonces no te preocupes. La cabaña está protegida, no nos molestara- El tono de estás palabras incomodó a Stan y, lo ayudó a decidir. 

 -Ford, se qué Bill no es la mejor de las compañías. Él...los dos tomamos malas decisiones, hicimos cosas terribles que no tienen arreglo y nos arrepentimos como no tienes idea, creo que por eso nos entendemos. Es mi amigo, y también es mi compañero. No le daré la espalda. 

 -En ese caso lo siento mucho Stan, pero no lo apruebo. 

 -Creo que quedó más que claro- No lo sabían, pero el otro estaba profundamente dolido- Te quiero, pero no aceptaré condiciones. Cuídate mucho Ford- 

 Stanford se contuvo. Quiso salir del auto pero no pudo. 

 -¡Bill! ¡Ya abre! No tengo más que decir- 

 Los seguros de los asientos se levantaron y Ford se fue. 

 …………….

 

Ninguno dijo nada en el regreso. Ni cuando se dejaron caer en el sillón. Tras un rato Stan reaccionó. 

 -¿Qué tienes?, estás muy callado. 

 -Tu igual y no te cuestionó. 

 -¿Quieres cenar?

 -¡Eres un torpe!- Stan lo miró sorprendido-¡Debiste quedarte con él!- Stan se relajó. 

 -Pero si lo hago ¿Entonces quién te impedirá construir un nido con hiedra venenosa? 

 -¡Sólo fue una vez! Y no cambies de tema- Bill le dio la espalda y se cruzó de brazos- 

En serio quiero que te reconcilies con Ford. Me habrías facilitado las cosas.

 -¿Siendo yo el que rompiera la relación? ¿Y darte motivos para vengarte?- Bill no respondió-¿Eso quieres?  

 -Quiero lo que sea útil para ti. 

 -Esto es útil para mí- Tomó un cojín y lo acomodó tras su espalda. 

 -Stan…-La voz de Bill tembló, no pudo completar la frase. 

 -Tomaré eso como un “Te adoro”

 -¡Cierra la boca! ¡Eres un tonto! Siento mucha pena por ti. Aún tienes a tu hermano. Tu vida es efímera, deberías aprovecharla. 

 -Lo hago.… Pienso que estoy en el lugar correcto. -Stan se puso a reflexionar, pensando en voz alta. -Nacimos el mismo día, pero Ford y yo siempre fuimos polos opuestos. Arriba, abajo. Azul, rojo. Él te odia, yo … te amaré- Terminó de decir muy nervioso, no lo había dicho en voz alta. Es decir, ¿Quedaba implícito no? sí había atracción, pero amar ¿No es demasiado? Bill se pintó de rojo al sentir que Stan no se tomaba en serio la situación, se quejó con un sonido. Ahora mismo no se emocionaba, también estaba confundido. Nunca sostuvo una relación íntima por tanto tiempo sin que fuera de negocios. -No te enojes conmigo. No hoy. - “Mejor consuélame”

 -No sé hacerlo. 

 -¿Qué? 

 -No sé. Stanley, no me exijas tanto. Yo no puedo llenar el vacío. No debería ser yo. 

 -Ya me acostumbre. Sólo, entonces sólo abrázame- Bill lo hizo. 

.

.

.

Después de eso hubo muchos abrazos. Es como si Stan supiera cuánto afecto le hizo falta a Bill. Cuánto lo necesitaba él también. Con esto el demonio comenzó a concentrarse en el afecto y placer corporal. Las manos del hombre en su espalda eran como electricidad. 

.

.

.

.

 

-No digo que lo haría, solo digo, en el supuesto, de que hiciéramos un trato ¿Qué pedirías a cambio? ¿Riqueza, fama? 

 -Sabes que- Stan lo pensó, se dio cuenta de que malgastó gran parte de su vida buscando esas cosas que creyó lo harían feliz. Justo ahora es feliz -  Creo que pediría que esta fuera una maravillosa experiencia.

 -Me agrada. Es lo menos predecible que alguna vez oí. 

 -¿Eso es un “Yo también quiero estar contigo”?

 -Es un “Deja de preguntar lo obvio”- Bill se sonrojó. 

 Lo siguiente que supo Ford es que Stan dejaba Gravity Falls. Y a Bill no lo volvió a ver. 

 

 Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer. 

Saludos y Feliz Fin de año. 

 

 


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