=Tío Stan ¿Podemos jugar con globos de pintura dentro de la casa?
-No veo porque no- Bill miró molesto a Stanley.
-¡Tío Stan! ¡Haremos una guerra de confeti!
=¡Ops! Creo que agité demasiado la soda, se derramó toda en el techo=
-¡Tío Staaaan! un zorrillo se metió a la casa mientras nadie miraba-
El triángulo se frotaba el vértice harto ¡Harto de estos niños! ¡Es obvio lo que están haciendo!
-¡Tus sobrinos me están saboteando!- Acusó. Stan retrocedió, quería a Bill, pero no soportaba el olor a zorrillo. El animalito roció al triángulo cuando escapó para no ser atrapado. De hecho sigue sin aparecer.
-Tranquilo. Solo son accidentes, no lo hacen a propósito-Bill se volvió pirámide, una roja que temblaba de furia- Anda quítate esa peste para que podamos acurrucarnos-
De súbito, una luz brillante asomó por las ventanas, seguida de los truenos. Comenzó a llover. Una lluvia fuerte.
-¡Mabel es perfecto! ¿Estás pensando lo mismo que yo?- Los chicos se vistieron los impermeables y botas. Salieron al patio a brincar sobre el charco de lodo.
=¡Hermano nos hemos portado tan mal! ¿Viste cuando Bill cortaba las naranjas? ¡De seguro imaginó que eran nuestros cuellos!
- ¡Esto lo va a enloquecer, estoy seguro! ¡Va a marcharse! ¡Lo lograremos!- Siguieron gritando de emoción. Entonces miraron a Stan salir de la casa. Iba bien abrigado y con una mochila; se acercó al auto y les habló.
-¡Chicos, iré a ver como está Ford! Mejor vuelvan a la casa. ¿Qué no están ya grandes para brincar en el lodo?
=¡Nos hace feliz!
-Está bien ¡Sólo diez minutos y entran! ¿Entendido?
-¡Tío Stan vamos contigo!
-¡Olvídalo chico! Prefiero que se queden aquí.
=¡Tío Stan!= Fueron tras él pero el hombre ya había arrancado el carro= ¡No nos dejes!
-Vaya, Vaya- La pirámide apareció a sus espaldas, enorme- Parece que la diversión se terminó. Y no está su tío para protegerlos- Los chicos gritaron cuando Bill los tomó con cada mano, aparecieron dentro de la casa. Los metió en la tina llena de agua y espuma, con todo y ropa. Sin cuidado comenzó a frotarlos con una esponja para bañarlos, y sacarles el lodo de encima-Debo admitir que tenía mis dudas cuando supe que ustedes dos vendrían de visita. Admitó que ha sido entretenido, pero todo, COMO MI PACIENCIA tiene un final. Que sea la última vez que intentan meterse conmigo- Les tiró agua encima. Luego con varias manos, cada una con una toalla los secó. Les dio sus pijamas.
-¡Vístanse!- Bill los dejó unos momentos. Los gemelos obedecieron pero allí no terminó. El triángulo regresó para terminar de secarles el cabello. Luego los arrastró a la habitación y metió a cada uno en una cama. La forma en la que los arropó les hizo imposible levantarse, estaban hechos un rollo en las cobijas y no se podían mover. -¡DuLCES SUEÑOS!- El demonio apagó la luz y salió cerrando con un portazo.
=¡Apenas son las siete!=
Por más que se retorcían, fue imposible salir de la cama.
-No tiene caso Mabel, tendremos que esperar hasta que Stan nos rescate mañana.
=¡No es justo! No me puedo mover. ¡No quiero dormir!=
Sin opciones conversaron un poco.
-¡Ahora quiero ir al baño!-
……………………….
Amanecía y Stan aún no volvía. En su ausencia Bill decidió organizar las actividades de hoy.
Los chicos estaban retirando el barro, lavando la entrada y limpiando hoja por hoja los arbustos con flores que se mancharon de lodo.
-¡Pensé que hacer limpieza y cocinar te ayudaba a no pensar en el cautiverio!
-Lo hace, pero hay algo sobre el control que me divierte más- El triángulo supervisaba desde lo alto, cómodamente sentado en un asiento inflable, con su bebida y disfrutando el Sol. Sol producto del clima que arregló para sí, fuera de su radio se encontraba mojado, nublado y frío.
=¡No tenemos porqué hacerte caso!
-¿No? ¿mmm? ¿Cuáles fueron las palabras de Stanley?- El altoparlante en el poste de la tienda comenzó a emitir la voz de Stan.
“Es mi esposo, eso lo convierte en su tío abuelo y como tal deben respetarlo y obedecerlo”
=¡Oye esa fue una conversación privada!
-¿Nos estabas espiando?
-¡Ahh! No me canso de esas palabras- Dijo Bill ignorándolos- ¡Dilo otra vez Stan!- El mensaje se volvió a reproducir. Bill no tenía boca a la vista, pero por su gesto se notó que saboreó cada una de esas palabras.
“Es mi esposo, eso lo convierte en su tío abuelo y como tal deben respetarlo y obedecerlo”
-¡Okey ya entendimos! ¡Apágalo de una vez!- No lo hizo, trabajaron con la voz de fondo.
Luego los hizo cavar un agujero en el suelo.
-¿Este hoyo para que es? ¿Es nuestra tumba?
-Ojala- Tras un tronar de dedos del demonio, un baúl cayó de la nada dentro del agujero produciendo un sonido metálico y múltiple, parecía contener varias cosas.
=¿Qué hay dentro?
-Tus esperanzas, ¡Ahora tapenlo!-
Los gemelos se vieron obligados a cubrir de tierra el baúl.
-¡Hazlo bien Estrella fugaz, si no quieres hacer todo desde un principio! - Dipper le quitó su pala a Mabel y la dejó a un lado. El terminó el trabajo- Lindo. Entonces hazte cargo de las ventanas - Con otro tronar de dedos, hizo aparecer equipo de limpieza.
Arreglar el patio fue pesado. Terminaron exhaustos. Bill se ausentó unos minutos, cuando ya no les dio más tareas, volvieron al interior de la casa, sólo querían dejarse caer en la cama. Cuando llegaron a la alcoba se detuvieron en seco, sólo había una, un ruido a sus espaldas los hizo girar. En la pared apareció una puerta la cual se abrió, por ella salió Bill.
-Saben qué, creo que esa habitación es muy chica. Agregué un cuarto extra- Se hizo a un lado para que miraran el interior. Una habitación digna de una princesa. Había una mesa de trabajo llena de materiales para manualidades, tocador con espejo enorme y una cama con dosel, las cosas de Mabel ya estaban allí- Una señorita necesita privacidad. ¿Cierto cariño? -Se notó que le costó decir esto último. Mabel se sintió incómoda.
-¡Déjala en paz!- Advirtió Dipper, Bill lo miró enfadado y se marchó.
Ahora cada quién tenía su habitación.
-Divide y vencerás. No nos dejará organizarnos.
=¡Esto está mal!
- ¡Mabel es terrible!
=¡Los cuentos tenían razón! Somos como cenicienta y blancanieves con una tíadrastra malvada, pero en vez de ser una bruja es un demonio amarillo que nos quiere muertos.
-Tranquila. Bill le lavó el cerebro al tío Stan, sólo debemos hacer que él entre en razón y...y ¡Hará que se marche!-
Pasado un rato Stan regresó, todo este tiempo estuvo organizándose con los vecinos, la tormenta estropeó algunas calles. Llevaba consigo unas jaulas con trampa.
De haber tenido más energías los gemelos habrían corrido a recibirlo. Se acercaron lentamente.
=¡Tío Stan! ¡Bill nos esclavizó toda la mañana! No nos dejó descansar.
-¡Le hizo un cuarto nuevo a Mabel!
-Osea que no notaron mi ausencia. ¿Nuevo cuarto?
-¡Stan! ¡No es divertido cuando tú nos explotas, y que lo haga Bill lo hace aún peor!
=¡No es amable!
-Okey, okey, lo siento niños. Le diré que se calme. Pero ustedes tienen que admitir que tampoco es amable adiestrar al zorrillo para que lo rocíe- Stan contuvo la risa- Es gracioso, pero- Se soltó a reír- ¿Cómo lo hicieron? ¡No importa!-Movió las manos para tranquilizarse- El punto es que si van a enseñarle trucos al zorrillo que sean socialmente aceptables. Segundo, hablaré con Bill, le diré que no sea tan duro con ustedes. Ahora ¿Quién me ayuda a instalar estas trampas?-
Mabel regresó a la habitación. Ignoró su cuarto nuevo y se recostó en la cama junto a Dipper.
=Puse las jaulas en el ático.
-Mabel, es imposible que suba hasta allí…. Estoy agotado.
=Yo también. Creo que no lograremos echar a Bill. Ya nos probó que si lo fastidiamos nos hará cavar nuestra propia tumba.
-Tienes razón. ¡Es horrible!- Dipper miró el techo, luego dijo muy serio- Tenemos que separarlos. No podemos hacer que Bill se marche, pero sí podemos hacer que el tío Stan entre en razón y…
=¡Podemos volver a la cabaña con el tío Ford!
-¡Sí!
=¡Todo será como antes! Solo nosotros tres, el tío Ford, Soos y Wendy.
-¡Con Bill, fuera de nuestras vidas!-
=¡Maravilloso!=